A finales de enero, la Encuesta de Población Activa del INE nos daba una alegría: el año 2015 había terminado con casi 700.000 parados menos, una bajada record en la serie histórica. Como es habitual, el Gobierno lo achacó a su reforma laboral y la oposición a otros factores, como la política del Banco Central Europeo de regarnos con dinero barato, el cambio tan ventajoso del euro frente al dólar y el bajísimo precio del petróleo. Pero, incluso con este descenso del número de parados y al margen de quién tenga más razón, el problema de fondo sigue ahí: ¿por qué en España el paro es muy superior al del resto de la Unión Europea? Según Eurostat, en febrero de 2015 nuestro paro superaba el 23% mientras que el promedio de la UE era del 9,8%. Da igual que estemos en época de vacas gordas o flacas: nuestros índices de paro son siempre muy superiores al resto de Europa. ¿Qué sucede en este país para que esto sea así? ¿Por qué llevamos ya tres crisis económicas desde principios de los años 80 (esa, la de los años 92-93 y la actual) viendo como una y otra vez el paro se dispara a niveles insólitos y, después de 30 años, seguimos sin dar con la solución? Siendo un problema tan grave, ¿por qué en todos estos años el Congreso de los Diputados no ha creado una comisión de estudio encargada de analizar a fondo el problema y dar con una solución definitiva?
Otro ejemplo: muchos analistas afirman que, en este mundo tan globalizado, es fundamental para la economía de un país tener un sector industrial potente, competitivo y muy orientado a la exportación. Pues bien, mientras que en 1980 el sector industrial de nuestro país contribuía a la economía nacional (Valor Añadido Bruto) en un 30,2% y empleaba al 27,2% de la población ocupada, más de treinta años después este sector ha quedado reducido a menos de la mitad, de modo que en 2012 ya solo contribuía en un 15,2% y empleaba al 12,3%. El problema es tan gordo que los últimos gobiernos se han visto obligados a anunciar sucesivos planes de reindustrialización. Es cierto que no es un asunto nada sencillo. Ni siquiera es evidente qué teclas clave conviene tocar para llevar a cabo esa reindustrialización, qué tipo de industrias tienen futuro y cuáles no, y qué papel deberían jugar los gobiernos y cuál no. Pero, igual que en el tema anterior, sería lógico que en estos años el Congreso hubiera creado una comisión de estudio, que escuchase a los expertos de los diversos sectores industriales, que analizase la experiencia de aquellos países que nos podrían servir de modelo y que, finalmente, elaborase una serie de propuestas y líneas de actuación a corto, medio y largo plazo.
Podrían ponerse muchos más ejemplos de ámbitos importantes en los que estamos atascados en problemas de fondo desde hace años (como la justicia, la educación, las Administraciones Públicas, la natalidad, etc.) y en los que los sucesivos gobiernos no parecen haber dado con la estrategia de actuación adecuada. Todos ellos tienen en común que son asuntos muy complejos y que, para intentar solucionarlos, hay que estudiarlos y debatirlos a fondo, para diagnosticarlos correctamente, y después establecer los planes de acción que se precisen con una visión de largo plazo.
Aquí topamos con una de las mayores carencias que tiene nuestro sistema político:
– Ni los partidos suelen estudiar este tipo de problemas del modo indicado, al haberse acostumbrado a hacer sus programas electorales deprisa y corriendo en unos pocos meses y con la ayuda de unos pocos expertos.
– Ni las Administraciones Públicas suelen dedicar tiempo y recursos a producir ese tipo de libros blancos con el análisis y la visión estratégica que se necesitan, en gran medida porque a menudo los políticos que acceden al ministerio correspondiente no quieren perder tiempo en cosas cuyos frutos no van a poder rentabilizar ellos.
– Ni el Parlamento, acostumbrado a funcionar como una mera correa de transmisión del partido gobernante, se ha planteado actuar de modo autónomo y tomar sus propias iniciativas en los temas fundamentales.
Estamos, pues, ante el resultado de una cultura política dominante en España, que prima la miopía del cortoplacismo y de las iniciativas de rentabilización electoral fácil y rápida.
En otras ocasiones hemos hablado de lo que tendrían que hacer los partidos y las Administraciones Públicas ante esta cuestión. En cuanto al Parlamento, esta legislatura ofrece una gran oportunidad, precisamente por estar tan repartido el número de escaños entre los cuatro partidos principales y porque muchos de los parlamentarios son nuevos y vendrán con ganas de cambiar cosas. Esto debería incentivar un mayor protagonismo del Parlamento y una mayor autonomía respecto del Gobierno de lo que hemos visto en el pasado. Pero sería conveniente que, además, se adoptaran algunas medidas. Una, desde luego, es la que ya hemos mencionado: que los partidos con mayor representación parlamentaria se pongan de acuerdo en crear comisiones de estudio sobre los problemas que consideren más prioritarios de la agenda política. Sería un paso importante porque supondría pasar de una actitud pasiva, a remolque de los proyectos del Gobierno, a tomar la iniciativa con decisiones emanadas del propio Parlamento.
Otra medida importante sería dotar a cada uno de los grupos parlamentarios de un presupuesto que les permitiese contratar a un determinado número de asesores o encargar a universidades u otras entidades especializadas los estudios que precisen para profundizar en aquellas materias consideradas más prioritarias por cada grupo. Pensemos, por ejemplo, en el tema de la reindustrialización al que me he referido antes. Un grupo parlamentario no tiene por qué tener expertos en esa materia y lo lógico es que, si de verdad quiere comprender a fondo toda su complejidad y ser capaz de elaborar las propuestas que de verdad se requieren, dedique gente a estudiar documentos, reunirse con los auténticos expertos, saber cómo lo han hecho en otros países y qué experiencias aprovechables ha habido en el nuestro. Esa gente tendría que ser, en primer lugar, los propios diputados; pero, en la medida en que dispongan del apoyo de otro personal cualificado que les pueda ayudar, su labor será mucho más efectiva y, en consecuencia, lo será también la del propio Parlamento.
Naturalmente, todo esto pasa porque se cumpla, como requisito previo, que los diferentes grupos parlamentarios, y por consiguiente sus respectivos partidos, se convenzan de la necesidad y utilidad de este trabajo, asuman su responsabilidad de encontrar soluciones realmente válidas sobre el tipo de asuntos mencionados, al margen de su rentabilidad mediática, y decidan tomar este tipo de iniciativas, sin esperar a lo que haga el Gobierno.
En realidad, el cambio tiene mucha más trascendencia de lo que pueda parecer, porque implicaría que, por fin, uno de los tres poderes que debe tener cualquier democracia sana, el Legislativo, asume su propia autonomía y empieza a funcionar con su propia agenda política. Algo parecido a lo que sucede en otros países que, como Estados Unidos, tienen democracias más maduras. Pero, ¿alcanzará a esta cuestión la regeneración política que nos anunciaron los nuevos partidos?
Como bien dice Manuel Bautista hace falta un Libro Blanco del empleo y del modelo productivo español para el siglo XXI. Pero debe existir consenso que no suceda como los casos del Libro Blanco de la Energía o del Libro Blanco del Agua , eran eruditos pero están olvidados.No se pusieron en práctica.En algún caso quizás habría que decir que fue intelectual pero sin abordar una reforma pareja económica y de regulación del sector.Veamos datos.
En España una población activa de 21 millones de personas. La población española es de 46,7 millones .En EEUU una población 319 millones. La población activa, trabajando o con voluntad expresa de trabajar, supone casi un 49% de la total. España un 46%.En EEUU desempleados 8 millones de personas (5%).No parece que debamos caminar a buscar diferencias sobre quién busca con más ansia trabajo en España o EEUU. Tasas de población activa próximas.
Vayamos a modelos productivos sobre estadística OCDE.
Ver datos de los pesos en el PIB de la industria , servicios…fuente la OCDE http://stats.oecd.org/Index.aspx
Tremendo el peso de la agricultura en China, de la intermediación financiera en EEUU del 30% PIB contra un 23% en España.
China , Alemania y Japón muy por encima de nuestra aportación del 30% PIB en industria/energía más manufacturación contra tasas del 48% en Alemania , del 39% en Japón, 37% en China y en cambio sólo del 29% en EEUU.
La construcción en España en 2014 sobre un 5,5% de VA al PIB por encima hoy de Alemania 4,8% y EEUU 3,9% y al nivel de Japón 5,9%
En España y Japón la actividad de mayor VA al PIB el comercio y los servicios turismo.25% en Japón y un 28% en España
¿Debemos fijarnos como objetivo la estructura de alguno de estos países, o somos diferentes y hay que definir la nuestra?. Parecería lo razonable pues partimos de orígenes y activos distintos.Un Libro Blanco que debiera ser aprobado porTodos. Y sabiendo que habrá que pensar en su análisis en poco tiempo.El mundo va por su cuenta y nos influye queramos o no.
Saludos
Hola, Manuel, gracias por traer el tema.
Sobre la cuestión que planteas, –que resumo así: «¿Por qué nuestra tasa de paro duplica y casi triplica la media de Europa?»– voy a tratar de ser sintético y apuntar a dos o tres cuestiones difícilmente eludibles que por si solas explican esta situación.
1. El texto de esta Constitución desde su Preámbulo y los Primeros Artículos marca dos corrientes que, en nuestras circunstancias históricas de gran debilidad, son destructivas en lo económico.
La Constitución del 78 permite solamente dos líneas políticas: Socialdemócrata y Nacionalismos Periféricos.
Cualquier otra ideología es inviable o contraria a esta Constitución.
Por eso, gobierne uno o gobierne otro, las diferencias son de pequeños matices y las políticas económicas son –en todo lo referente al mundo económico– de corte Socialdemócrata.
2. La políticamente mal negociada entrada en la UE destrozó a perpetuidad nuestra base Industrial.
La Entrada en el Euro la remachó y hoy la caída del peso de la Industria en el PIB es monumental (del orden del 40 o 45% en Valor y en Empleo, quizás más como apunta tu artículo).
La pérdida de Industria No se Compensa Nunca con Servicios de bajo valor ni con empleo público.
La entrada en el Euro (desaconsejada) fue otro grave error estratégico –probablemente exigido por Francia y Alemania– a pesar de que el gobierno de España sabía perfectamente el daño que causaría –entonces y para muchas décadas– configurando un país de Servicios de bajo nivel.
Otros países no entraron (UK; Dinamarca, Suecia, Hungría, Polonia) y se bandean muchísimo mejor que nosotros.
3. El Estado Autonómico destroza la Unidad de Mercado especialmente para las pequeñas empresas españolas que, sin los recursos ni el peso de las gigantescas extranjeras, no pueden ni plantearse su expansión directa en todo el territorio.
En 30 años las autonomías sobrepasaron de largo el millón de páginas de BOE autonómico y las 100,000 páginas de contenido económico. Inmanejable. Tenemos hasta diferente regulación para estaciones de Radiofrecuencia de Telefonía móvil.
¿Quién se expande sin tener que pasar por veinte abogados que tampoco están al día?
Sumémosle la Babel que se ha fomentado.
Estos tres factores Genéricos engloban lo esencial de tu pregunta.
El resto de factores (educación, competitividad de costes, por ejemplo) se derivan de ellos).
Para Terminar: Los partidos Políticos españoles no pueden abordar ninguna de ellas. No lo van a hacer.
Por tanto los que debemos Preocuparnos por ello somos la sociedad civil.
Un saludo.
Estimado Manu:
Uno puede estar de acuerdo en algunos puntos contigo y en otros no. Pero, siempre hay reflexion en lo que comentas.
El euroescepticismo esta cundiendo en toda en Europa. Pero yo voy a decir quizas una » boutade»: «porque no todo es la economia tonto». Popularmente no hay otra reflexion. No hay mas necesidades que comprar un nuevo telefono movil, una television de plasma, renovar el coche, irse de copas, etc. Yo siempre lo he dicho, seguimos usando los terminos sociopoliticos. Seguimos diciendo Capitalismo, Socialismo, etc. Esto es una nueva etapa que se llama Consumismo. Eso conlleva competencia extrema. Vivimos en la esfera de los juegos extremos. Esto se llama multinacionales, esto se llama desempleo «nacional», eso se llama depauperacion de las pequenyas industrias, esto se llama fracaso de los autonomos.
Esto en Espanya se llama quiebra de la industria tradicional, como la turistica. Booking. Com, por ejemplo le exige a los hoteles el 30 % de comision, asi quien crea empleo?. Pero todos nos sentimos «creadores» reservando por nuestra cuenta. Somos apenas un «empleado temporal» de las multinacionales cada vez que hacemos una reserva asi y sucesivamente.
Como se «come», de nuevo lo digo, que los agricultores exporten el 70% mas a la UE y que esten mas empobrecidos. Que condiciones «laborales» se han impuesto en esta UE, en esta multinacional?.
El asunto es Espanya, pero perdone que lo escriba asi, escribo desde un ordenador americano y a bote pronto. Pero, ya el asunto no es nacional, ya no vale casi discutir sobre la Constitucion. Si esto solo tiene contenido politico sin mas. Se llaman autonomias, antes regiones, naciones, reinos, provincias. Ahora que?. Dan ganas de decir en coro «no somos nadie». Como bien terminas: Somos Nosotros.
Un abrazo
Buenas tardes, José Mª:
Sobre tu comentario acerca del Euroescepticismo.
Acabo de ver cómo una publicación de la Socialdemocracia europea (financiada con dinero público) describe los desafíos más importantes de la UE en este momento. El artículo con los resultados de la encuesta es de un tal Michael Bröning y lo enlazo más abajo
Traduzco lealmente.
Pasa a toda velocidad sobre el Grexit y lo de Ucrania –como si fueran agua pasada y no roturas de la porcelana Ming de la abuela– y dice que, desde septiembre pasado, nuestro desafío más importante es la crisis de los refugiados.
Como conclusiones más llamativas dice que la gente está preocupada por lo que llama «Movilidad del factor trabajo» y por la posible pérdida de «Derechos al Bienestar»——–Welfare entitlements.
Recordemos que en su acepción originaria «To be on Welfare» significaba depender de la Caridad Pública.
Hemos traducido muy mal Welfare por Bienestar. Otra trampa semántica.
Termina el autor reflejando los siguientes hechos (evidentes para cualquiera)
1. La UE es ya vista por un número creciente de ciudadanos como un Riesgo en vez de como una Oportunidad.
2. Se piensa que la clase política carece de las Competencias para entender y resolver los problemas que tiene la sociedad.
3. La UE se asocia cada vez más con un lugar político de decreciente prosperidad.
Esto, querido José Mª, no es como vería la UE un Euroescéptico.
Al contrario es cómo lo ve un Vocero a sueldo de la Ideología que ha construido esta Europa que se desmorona a cámara lenta mientras sus directivos entierran la cabeza en la arena.
Imaginemos por tanto cuál debe ser la situación real si sus promotores y defensores lo ven del modo descrito por el Dr. Bröning
Lamentablemente se ha instaurado la ficción de que Europa solo tiene el vidrioso Horizonte creado por la Ideología dominante en el Continente. No es cierto. Hay otros horizontes posibles.
La fuente que he citado es esta
http://www.fes.de/de/fileadmin/redaktion/FES/FESweite_Projekte/Politik_fuer_Europa/Publikationen/EuropaUmfrage_en_v04_DIGITAL.pdf
Hace un par de meses intercambié correspondencia con el Editor porque habían suprimido los comentarios de los lectores.
Cuando una publicación electrónica dedicada a la Propaganda Ideológica con Dinero Público hace eso es porque los lectores discrepan profundamente de la objetividad de los contenidos y prefiere no saberlo.
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En conclusión, todos queremos una Europa unida y fuerte que pueda ser horizonte de luz y no de tiniebla.
Esa Europa no es esta. Todo lo contrario. La Europa que tenemos es la que hizo a Gorbachov preguntarse «Por qué la Unión Europea de ha empeñado en Sovietizarse».
O la Europa que manda ministros a la KaleborroKa de Maidan para promocionar un Golpe de Estado financiando a la Extrema Derecha más criminal de Europa.
Y, naturalmente, a jugar a eso no creo que se apunte mucha gente.
Un cordial saludo
Muy querido Manu:
La verdad es que uno aprende en este Blog. El mirar los asuntos, como lo haces tu, lo enriquece.
Un agradecido saludo
Yo creo que el «impulso» que, Manuel Bautista, reclama al Parlamento es trabajar. Es cierto que con una composicion mas hetereogenea que en legislaturas pasadas puede haber mayor posibilidad de proposiciones diversas.
La diferencia entre «Derecha», definicion topica como es la de «Izquierda». Ya que en la tradicion real los Partidos «Historicos» son muy proximos, mas alla de la disputa por el «Poder». Es mas hoy en dia, lo que se discute, es el cumplimiento de los compromisos con las «Directrices» de la UE. Ese es el «Miedo» contra la «Esperanza» del momento.
Rajoy se sintio algo molesto del «Real Populismo» de los actores politicos yendo a Bruselas, arguyendo amistades «universitarias», para «ejercer» de «Gobierno in Pectore». Es evidente que estamos en una dificil situacion, entre otras porque los «Periodicos» quieren «modificar» los resultados electorales.
Que va a pasar?. Probablemente se buscara nuevas elecciones para intentar que no haya tanta diversidad Parlamentaria. Pero si finalmente hay Presidente, es cierto que el Parlamento debe «entrar en juego».
No es quizas equiparable la gobernanza en los Estados Unidos que en Espanya. Alli hay «Poderes de Veto» y otras circunstancias propias del «Presidencialismo». Pero que haya «juego» es los importante. Esta atonia lleva a la «escapatoria ideologica», que en realidad es casi inexistente.
Enhorabuena por el artículo y los comentarios sobre el mismo. Dicho esto manifiesto mi duda sobre la «puesta de pilas» del parlamento que reclama Manuel. En primer lugar porque seguimos asistiendo a una representación ficticia de la soberanía popular, en segundo lugar (y quizá sea lo más grave) es que la sociedad no se cree lo de la soberanía popular, por mucho que se diga en la C.E. que, como apunta Manu, tiene demasiados despropósitos en su texto y en su interpretación sobre los que podríamos hablar en algún momento. No podemos construir nada sobre los endebles y torcidos cimientos de una norma-marco sometida «a lo que digan las leyes» (la mayoría de sus artículos) lo que pone en las manos de los sucesivos gobiernos su interpretación más o menos interesada.
Tampoco el juego de los «expertos» o «asesores» parece dar más juego que alimentar a «mis expertos» y «mis asesores» a cargo de los presupuestos públicos. En cualquier caso el modelo existente está marcado (como las cartas de la baraja) por acuerdos, tratados o simples «indicaciones» para que se mantenga dentro de las líneas previstas. Hemos visto como se pasa de puntillas sobre la hegemonía ideológica (por decirle algo) del llamado mundo civilizado y su fuerte tendencia a la expansión. Europa es una simple colonia que no ha tenido «reaños» suficientes para establecer su propio modelo y sigue viviendo del papanatismo del «copiar» y «pegar». España, además, tiene su propias peculiaridades como la organización territorial y la corrupción surgiendo por todos los sectores sociales, políticos y económicos. Tenemos quizá más «consejos» que todo el resto del continente y más asesores que nadie. ¿Para qué? Puro clientelismo a costa de los presupuestos públicos que es decir «a costa del sufrido contribuyente» al que, además se le persigue con saña y rigor por unos míseros cientos de euros de dudosa responsabilidad fiscal.
La riqueza de un pais está en sus recursos (de todo tipo) entre ellos los humanos, pero tenemos legiones de «mejor preparados» que siguen jugando a los «marcianitos» porquer están infantilizados. ¿Porqué ninguno aspira a más que una aplicación para saber en qué restaurante ponen cocido de menú o lindezas del mismo estilo? ¿O en montar bares para los colegas? ¿O eso que llaman «teatro» o «creatividad»? Todos pendientes de las generosas subvenciones que reciban de «papá Estado». ¿Alguien se acuerda de lo que se ha dilapidado en subvenciones públicas para conseguir la docilidad política? Ejemplo personal: un amigo me dice que le han concedido dos millones de ptas. de la época para hacer un cortometraje» de esos de argumento inexistente; sus cuentas: 50.000 ptas. para el director y guionista y 50.000 para la actriz, el resto al bolsillo. Mientras sigan siendo más importantes las «relaciones personales» que los conocimientos o méritos y éstas estén lubrificadas por el clientelismo y sigamos esperando de la «política» y «los políticos» una reconversión no liderada desde el altruismo intelectual, mal vamos.