Cuando Lehman Brothers, el cuarto banco de inversiones de los Estados Unidos, se declaró en bancarrota, el 15 de septiembre de 2008, el Gobierno republicano de entonces decidió no acudir a su rescate por considerar que, de hacerlo, los demás bancos asumirían más riesgos de los imprescindibles al contar con el respaldo del dinero público. […]