Votar es una manera rápida de zanjar una discusión cuando no se llega a un consenso. Pero, claro, esto suele perjudicar a las minorías. Los pactos y las votaciones se llevan mal. Y esto es lo que parece que está sucediendo en la subcomisión del Pacto de Estado por la Educación.
Se está negociando sobre quince bloques temáticos (financiación, equidad e inclusión educativa, la profesión docente, currículo escolar y metodologías; sistema educativo y modelo territorial; evaluación y calidad del sistema educativo; investigación, y enseñanza de las religiones, entre otros) y, claro está, en algunos puntos, como el de los conciertos educativos, la enseñanza de la religión o la lengua en la que se imparten las enseñanzas, algunos consideran que están en minoría.
Pero en esto consiste pactar, en acordar algo, no simplemente en imponerlo. En las negociaciones se da y se recibe. Mal empezamos cuando se cuestiona lo que ya se había acordado porque no nos conviene.