¿Larga y aburrida o corta y gloriosa?

Ni Bolt ni nada: el tipo más rápido que ha pisado el planeta sin duda fue Aquiles, hijo de Peleo, el de los pies ligeros, aunque luego no fuera capaz de atrapar a una triste tortuga (¡qué paradoja!). A Aquiles le conocemos por su nombre y sus hazañas tres mil doscientos años después de que arrastrase el cadáver de Héctor alrededor de las murallas de Troya, poco antes de que esa flecha maldita lanzada por Paris le alcanzase en el talón, y le conocemos gracias a que a su madre Tetis, la nereida (no la titánide) se le dio a elegir para su hijo entre una vida larga y aburrida o una corta y llena de gloria. Todos sabemos lo que eligió Tetis, pero llegado el momento, si tuvieran el talento para ser excepcionales ¿Qué elegirías para tus hijos? ¿Elegirías para ellos la vida del poderoso Aquiles? ¿O preferirías que llegaran a la vejez, arrugados y felices, aunque se desperdiciase su talento?

Hablando de viejos felices, hace unos días, el 8 de febrero de 2022 Yuri Averbaj cumplió 100 años. Es posible que no sepas quien es Yuri, así que te voy a dar un consejo; si te cruzas con él, aunque le veas mayor, no te apuestes nada si os enfrentáis en una partida de ajedrez, porque Yuri, con su siglo a cuestas y sus recuerdos de la Gran Guerra Patria (me la juego, doble contra sencillo, a que a sus 100 añitos ese titán se acuerda de todo) posiblemente te despedazaría sin piedad, ya que se trata del Gran Maestro de ajedrez más viejo vivo, y uno de los buenos, ya que llegó a ganar en 1954 el campeonato de la URSS, sin duda el torneo más duro de la época, por delante de gente como Taimánov, Korchnói o Petrosián… ¡casi nada! Si rebuscas en internet hay videos suyos de hasta hace un par de años jugando partidas de nivel en el Club Central de Moscú.

Y fue muy bueno, y yo le admiro, pero lo cierto es que dentro de cien años pocos se acordarán de él: de hecho uno de los secretos de Averbaj para llegar cuerdo a los 100 años, según sus propias palabras, es que empezó tarde en lo del ajedrez y que para él siempre fue un desafío intelectual que le ha ayudado a mantener el Alzheimer alejado, pero que había aprendido a jugar al ajedrez tarde y de la forma equivocada, convirtiéndose en un estratega defensivo sin pasar por la fase juvenil de estilo combativo. Ha sido muy bueno, pero nunca ha estado ni cerca de ser campeón del mundo, posiblemente porque le faltaba el talento necesario, pero también porque no tuvo una madre como la de Kaspárov que le llevó al límite cuando tenía 8 años y que le convirtió en un ogro en el tablero, y gracias a la que, aunque debió de tener una infancia de mierda, dentro de cien años, si sigue habiendo algún ser humano, se seguirá recordando a Kaspárov.

Y hablando de gente dura, vamos a conocer a la tercera persona que voy a utilizar hoy para introducir mi tesis, alguien que lleva un régimen de vida que hace que lo que nos muestra la serie de Amazon sobre el proceso de selección de los GEO parezca un paseo para embarazadas un tibio día de primavera, con pájaros trinando y el arrullo de una cascada de fondo: hablo de Kamila Valieva.

De esta chica sí has oído hablar seguro, porque estaba ya en todos los medios, destinada a ser la estrella absoluta en los Juegos Olímpicos de Invierno, pero que además ha pasado a estar en boca de todos por un presunto caso de dopaje, y las peculiaridades que el hecho de tener 15 años introduce en todo el asunto.

Kamila Valieva un día antes de que Averbaj cumpliera los 100 años, empezó a dejar sus huellas en las arenas del tiempo siendo la primera mujer en hacer un cuádruple giro en una prueba olímpica, y no tengo ni idea de cómo acabará el culebrón del presunto dopaje, pero sí sé que lo que hace esa niña (15 años) es increíble con o sin trimetazidina, pero ¿merece la pena dejarte la vida por el camino para ser inmortal, que es lo que le suele pasar a las estrellas infantiles como Kamila?

Porque esta chica tiene una entrenadora despiadada que tiene la teoría de que solo chicas extremadamente jóvenes pueden aprender lo que ella tiene que enseñarles y resistir sus ritmos de entrenamiento, y ella y el resto de miembros de su equipo llevan un ritmo de vida que haría llorar de pura desesperación a un hoplita espartano, con jornadas interminables repitiendo las mismas rutinas de sol a sol, puliendo una y otra vez los mismos ejercicios, eso por no entrar en lo del doping, que estoy seguro que de ser cierto no se le ha ocurrido a ella solita…

Yo soy de los que cree que en muchas áreas del ámbito humano, por no decir en casi todas, el verdadero talento solo puede darse cuando se es joven, cuando se puede aprender absorbiendo sin estar lastrado por caminos ya trillados y cuando se puede inventar, improvisar y crear sin lastres de ningún tipo, y admiro a los que pagaron el precio, admiro a los que están dispuestos a hacerlo por su arte, su ciencia o su deporte para que los demás podamos levantarnos y aplaudir o maravillarnos, pero francamente, hoy por hoy, creo que no sacrificaría la infancia (o la vida entera en muchos casos) de mis hijos para que, con muchísima suerte, tuvieran la opción de tener una medalla olímpica en su habitación.

Claro que luego me pongo a pensar y no todos los grandes talentos juveniles llevan las vidas de Mozart o Nadia Comaneci y se me ocurre que si tienes un talento especial y tus padres han decidido que tienes que aprovecharlo -jugando a psicólogo barato: posiblemente para tratar de tapar sus carencias y buscar una segunda oportunidad para sus aburridas vidas-, aunque estoy seguro de que te va tocar trabajar como una bestia, siempre hay un atisbo de esperanza; siempre puedes tratar de ser Kelly Slater en lugar de Aquiles.

El 6 de febrero, el día antes de que Kamila ganase su primer oro olímpico, se disputó en Oahu, Hawái, en la fabulosa y aterradora ola de Pipeline la prueba más mítica del campeonato del mundo de surf. En la final se enfrentaron Seth Moniz, de 24 años y Kelly Slater, al que le faltaba una semana para cumplir los 50 años. Te dejo aquí la última manga y te recomiendo que vayas al minuto 19:20 (o al 28:26) para que veas de lo que es capaz un tipo de 50 años en un deporte en el ya eres demasiado viejo para empezar con 15 años si lo que quieres es hacer algo más que divertirte…

Ganó Kelly, claro, por algo es el tipo que más joven se ha proclamado campeón del mundo en este deporte, el que más viejo lo ha hecho y el que más veces lo ha conseguido, y no deja de ser alucinante que con 50 años se pueda competir a ese nivel en un deporte más duro que el golf. Ver a gente como esa, con una carrera de treinta años en un deporte de adolescentes y aun disfrutando de su juego se carga mi tesis sobre la pobre Kamila.

Porque ahora que me doy cuenta la realidad es que me encantaría saber hacer un salto cuádruple sobre el hielo, poder entubarme en Pipeline, hacer estallar el cerebro de Karpov o darle una paliza al chulito de Héctor, y si hubiera tenido talento para cualquiera de esas cosas creo que me daría rabia haberlo cambiado por ir al instituto y luego a la universidad…

Creo que acabo de decidir que apuntaré a mis hijos al conservatorio.

A ver qué opina mi mujer.

2 comentarios

2 Respuestas a “¿Larga y aburrida o corta y gloriosa?”

  1. Loli dice:

    Me pregunto si la Odisea de Ulises hubiera sido posible de haber renunciado Aquiles a la vida que su madre pidió para él.

    Su nombre no hubiera sido conocido ni tenido en consideración alguna en los relatos mitológicos, y, posiblemente, su vida, normalizada hacia una larga supervivencia, no hubiera posibilitado, en modo alguno, las también míticas hazañas de la Ilíada.

    Recuerdo que de pequeña entrenaba en un modesto club de natación.

    En la piscina donde lo hacía, a veces, también, no sé por qué razón, estaba, de vez en cuando, un ex nadador húngaro, ya mayor, rescatado, quizás, de detrás de los fríos muros del Telón de Acero, y que, fichado por El Centro de Alto Rendimiento “Joaquín Blume”, se centraba en el entrenamiento de una niña de quince años a la que, al parecer, se la estaba preparando para los campeonatos nacionales…y más.

    Esta niña salía de pilote de la piscina, después de sus “speeds” a golpe de cronómetro, con las mejillas y el cuello completamente enrojecidos, prueba, según nuestro más modesto entrenador, de lo mal que manejaba la entrada de oxígeno en su cuerpo debido al sobreesfuerzo a que era sometida en su trabajo diario.

    No sé si esta cría llegó a su meta, pero lo que sí ocurría es que los niños que la veíamos correr en la “calle” de al lado de las nuestras, en la piscina, nos fascinaba, queríamos emularla, y también, por qué no, albergábamos, secretamente, la ilusión de que el despiadado entrenador húngaro que la estaba preparando… se fijase en alguno de nosotros.

    Para bien de nuestra salud y nuestro desarrollo posterior, no fue así, y mantuvimos nuestra correcta oxigenación a salvo, pero la imagen de ella, nadando a nuestro lado desafiando el cronómetro y olvidándose de respirar, tengo que reconocer, era, al menos para mí, una de las que más presente tenía en las modestísimas competiciones infantiles que realizaba, y más adelante, de mayor, ante situaciones de la vida que parecían infranqueables, el recuerdo de aquellos momentos…, también se hacían presentes.

    Rafa Nadal acaba el Torneo Australiano de Tenis de forma épica, digno de cualquier gesta nacida de la pluma de Homero, mítica…. y, quizás también, con un fortísimo peaje vital.

    Su vida, consagrada desde la niñez a la conquista de los más altos laureles, le ha convertido, puede que, hasta sin querer, en algo más, pues el héroe trasciende posiblemente su propio “ego” aún sin ser consciente de ello y puede que deje una “impronta” en las sociedades de impulso y de fuerza que ni siquiera intuyan, y que a ellos mismos les cueste, en su vida “normal”, una importantísima merma por “efectos colaterales”, adversos y, a menudo, muy tempranos.

    No aplaudo, ni mucho menos, ni justifico tampoco, por supuesto, el sacrificio al que muchas veces se someten a un puñado de vidas muy jóvenes, buscando canteras de donde sacar glorias y victorias, que luego, muchas veces, se revisten de banderas e incluso signos políticos.

    Pero puede, también, que las gestas que muchas de esas vidas realizan en un cortísimo espacio de tiempo sean el exponente de las capacidades que el hombre tiene, a lo mejor por ello todos nos sentimos arrastrados por sus triunfos, y algo se rompe en la cotidianidad de nuestras vidas….o la mediocridad de las mismas, aunque no sepamos el qué, igual es el hecho de la posibilidad de dejar de ser anónimos y desconocidos para nosotros mismos viviendo una larga y monótona vida….sin jugarnos nada, y sin alcanzar laureles nuevos, distintos, por los que sentirnos orgullosos…. ni aportar, del mismo modo, nada diferente, emocionante, impulsor, a los que nos rodean.

  2. Uno dice:

    Es que claro, da pena que la única alternativa a una sacrificada vida de desarrollo de talento, sea la mediocre de instituto/universidad.

    Nadie irá a proponer una sencilla vida no competitiva. Que eso no vende.

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