Observación y certeza

La ciencia se sustenta en la observación. Se elabora sobre los datos, sobre aquellos sucesos del espacio-tiempo que somos capaces de percibir y medir. Sin medida no hay ciencia, al menos tal y como la concebimos ahora.

A partir de los datos, sometidos a un tratamiento matemático que los compara, los relaciona, los agrupa, los predice y les da coherencia, se construyen las leyes y teorías que integran la explicación científica del mundo. Una explicación matemática y, en consecuencia, objetiva; porque las matemáticas son, o se consideran, el máximo exponente de la razón.

Observación, hipótesis, experimentación, formulación de leyes y teorías y construcción de modelos, y vuelta a empezar cada vez que las observaciones contradicen las leyes, teorías y modelos construidos. Este es el método científico clásico, tal y como nos lo cuentan en los medios de comunicación y tal y como nos lo contaron en los años escolares.

En resumen, la ciencia se ocupa de producir modelos que concuerden con los datos, los justifiquen y los predigan; es decir, sean capaces de anticipar cómo va a transcurrir el futuro y nos otorguen la capacidad, cuando nuestra tecnología nos lo permita, de manipularlo.

Esta actividad de construir explicaciones que den cuenta de lo que pasó, lo que está pasando y lo que pasará no es exclusiva de la ciencia moderna, sino consustancial al ser humano. Tiene mucho en común con la religión y la filosofía y, aunque se pretenda, no se puede separar de ellas.

No obstante, frente a las demás maneras de percibir, explicar y vaticinar, se prefiere la ciencia porque se considera segura, porque es capaz de proporcionar resultados verificables, acontecimientos y desarrollos venideros que, al suceder, confirman y reafirman nuestros supuestos, así como la fiabilidad del método que los produjo.  La ciencia y su brazo ejecutivo, la tecnología, son las dos herramientas con las que contamos para comprender un mundo hostil y mantenernos en él.

Son dos herramientas sólidas, necesarias y con éxitos innegables; pero no son las únicas ni tienen la solidez o proporcionan la seguridad que pretenden hacernos creer.  Tampoco están libres de ideologías, ni proporcionan las respuestas a todas las preguntas, inquietudes, temores, deseos o expectativas que nuestra consciencia, nuestras memorias, nuestro inconsciente y nuestras vísceras no dejan de proyectar.

Tomemos como ejemplo la observación, el punto de partida que alimenta todo lo demás. Parece un hecho o un axioma indiscutible que lo que percibimos conscientemente es un mínimo reflejo de lo que hay, pero la ilusión puede llegar a ser tan convincente que llega a tomarse por lo real. Y baste como ejemplo la percepción que tenemos de la materia, de cómo su aparente solidez es una ilusión creada a partir de la limitación de nuestros sentidos, cuando lo real es el vacío, las enormes distancias que separan las partículas subatómicas; vacío que, por otro lado, no está vacío sino lleno de partículas en potencia.

Hay una clara diferencia entre lo que parece y lo que subyace, entre lo que registramos y lo que realmente sucede. Es bien sabido que el observador, o sus aparatos, al medir, altera aquello que está midiendo. En una de las posibles interpretaciones de la teoría cuántica se diría que el observador no es independiente de lo que observa, sino que entre todos los estados posibles de aquello que pretendía conocer provoca que se manifieste uno, colapsando los demás.

Es algo análogo a lo que hacen nuestros sentidos, que discriminan, distorsionan y de alguna manera condicionan aquello que perciben. Con la excepción del olfato, cuyas sensaciones, una vez convertidas en impulsos eléctricos, llegan directamente al bulbo olfativo, el resto de los estímulos sensitivos que somos capaces de reconocer tienen que pasar por el tálamo, donde se criban y seleccionan, antes de llegar a la corteza cerebral. Aunque el tálamo no es el único que filtra lo que percibimos, sino los propios sentidos y también nuestra corteza cerebral.

Ante la avalancha de sensaciones que nos llegan, ante la incapacidad de procesarlas y asimilarlas, optamos por lo más sencillo: por la simplificación, buscando referencias en lo conocido. Con ello se consigue que aquello que es nuevo o desconocido pase desapercibido. Una situación similar a la que ocurre cuando entre centenares o miles de mediciones se descartan aquellas que se apartan excesivamente del grueso de los datos, por considerarlas irrelevantes o atribuirlas a un error de medición.

Y esta selección perceptiva también puede extenderse a nuestros aparatos de medida, que han sido diseñados para registrar unos datos muy concretos, para interaccionar con la energía y la materia de una determinada manera, detectando unas cosas y descartando otras, hasta lo que permitan su sensibilidad o su poder de resolución.

Como puede verse, la observación siguiendo los cánones científicos tiene limitaciones, las suficientes como para relativizar nuestras certezas. Todo ello sin olvidar que hay otras formas de percepción, como aquellas que se producen en los estados alterados de consciencia. Son las fuentes de las que se nutren los artistas y los místicos y, posiblemente por eso, por no ajustarse a la racionalidad y por el poder que tienen de desestabilizar sus construcciones, son tan denostadas por las sociedades que se sustentan sobre el racionalismo, sobre un supuesto diseño científico, incompleto, parcial e interesado, de lo que debería ser. Un rechazo similar al que se tuvo, y todavía se tiene, por la ciencia o por el arte en una sociedad teocrática. Nuestro pasado y nuestro presente ofrecen múltiples ejemplos que lo confirman.

Se cuenta en los diccionarios que un misterio es algo que, por estar oculto o ser inaccesible a nuestro entendimiento, es inexplicable y muy difícil de entender. Y en esto consiste la búsqueda del conocimiento, en la resolución de misterios. Pero hay distintos tipos de misterios y distintos métodos para acceder a ellos, si bien todos incluyen el ensayo y la atención. Hay misterios que se pueden desvelar combinando la razón, el experimento y la observación; este es el objetivo de la ciencia. Otros misterios, como el enamoramiento, la empatía o la pulsión de la vida, se pueden experimentar, aunque las vivencias que provocan no se puedan comunicar racionalmente, pero sí a través del arte. Y hay misterios que solo se pueden experimentar, pero no comunicar; la experiencia mística, espiritual, de encuentro con el todo universal, o como queramos llamarla, es intransferible.

17 comentarios

17 Respuestas a “Observación y certeza”

  1. colapso2015 dice:

    Supongo no ha observado y analizado mi comentario anterior.

    En primer lugar desconozco si se refiere a «racionalismo» tendencia filosófica o racionalismo efecto del uso del cerebro herramienta, empirismo y demás «ismos».

    Si es lo segundo siento comunicarle que difícilmente podrá llegar a una conclusión o solución mínimamente coherente sin su uso. De hecho no creo sea posible tal cosa…

    Su extraña mistificación del arte desde mi punto de vista es absurda. Como sabrá entre el arte y la basura hay un grado técnico. Usted pretende inferir que el arte no es fruto del cerebro herramienta, porque supongo asume razonar es hablar con uno mismo u otros, nada mas lejos de la realidad.
    Pues existe un claro cuello de botella en el lenguaje, elemento posterior. Como posterior es «la racionalidad fina» al impulso «racional natural» programada de correr, salir disparado ante la observación de un depredador.

    Si usted pinta algo que nadie entiende o valora, «no es arte». Y por lo tanto la diferencia entre pintar, tocar la guitarra jugar a las cartas o un videojuego es simplemente estética.

    Lo mismo sucede con los estados alterados de la conciencia o el resultado de alguna droga.
    Como sabrá como mecanismo de ahorro de energía el cerebro no reprocesa una y otra vez la información pues el individuo se moriría de inaninición, sino que reutiliza fragmentos ya procesados. Esto como es obvio tiene una contra-parte, pueden estar mal procesados, o inducir al error sobre la percepción actual.

    Otra forma de fomentar «esa creatividad» es simplemente adormecen o atolondrar la parte que recupera o almacena lo procesado, en este caso sorprendentemente y con un cerebro tarado, al no cerrarse en un «shorcut» anterior, busca nuevos caminos …pero desde luego siempre tutelado y supervisado por el cerebro herramienta, aunque las emociones vengan de no se sabe donde. Las cuales perfectamente pueden venir de la racionalidad aunque no seamos conscientes de ello en el «modo manual».
    Otra aún más simple y barata, es escuchar a los demás. Si bien estaremos limitados por el al lenguaje y demás manifestaciones artísticas, susceptibles de ser «empaquetadas y enviadas».

  2. Isi dice:

    Colapso. ¿Es usted informático? Lo digo porque atribuye al cerebro unas facultades que pueden ser superadas por cualquier máquina, y eso es algo que a quienes tienen formación en informática les fascina.

    Al leer su texto me ha venido a la cabeza la novela “el hombre bicentenario” de Asimov. La lucha de un robot por que fuera reconocida su humanidad. Al final lo consiguió. Lo consiguió al tomar una decisión totalmente irracional. Pudiendo elegir la inmortalidad decidió morir. Fue la irracionalidad lo que le confirió el reconocimiento de su condición de humano.

    Un robot podría hacer una “obra de arte” con mucha mayor precisión y conocimiento técnico que cualquier ser humano. Incluso podría componer grandes melodías. Lo veremos, si no lo hemos visto ya. Pero el arte no está en la perfección. Hay algo bello y estético en lo imperfecto. Algo humano. Algo que no tiene que ver con la técnica. Es lo que hace que cuando entras en un museo y ves una obra de Picasso, de Kandinski, o de Tolouse Lautrec, sepas que estas ante una de sus creaciones por muchas copias perfectas que haya a su alrededor.

    1. colapso2015 dice:

      Usted no percibe que el arte es una técnica inter-humana, relativa a lo humano. Por lo tanto, un robot terminator jamás será capaz de crear arte humano libremente.
      Creará arte robótico para transmitir o tratar de aprender las relaciones robóticas y su relación con el mundo a través de caminos alternativos a los limitados por su físico. En tal caso tendría que ser un auto-bot.

      Por otra parte no creo sea posible un robot programado para vivir quiera morir, teniendo en cuenta que no sufre el desgaste de los animales, todos, no solo los humanos. Pues cualquiera diría que todo lo que muere es humano…

      Por otra parte le recuerdo que ningún sistema informático se auto programa. Lo programan humanos que imponen su impronta, su arte cuando lo hacen, lo mismo aquellos hacen esas películas para entretener.

      Su última frase no tiene sentido. Si las copias son perfectas ¿ cómo es capaz de distinguirlas?

      Supongo se referirá al principio de autoridad del museo, que atribuye «arte» a todo aquello que esté dentro y con etiqueta. El «guernica», muy probablemente «inspirado» en otro cuadro anterior de menos nombre y tan contentos,…

      1. Isi dice:

        Colapso, lo que quería destacar en mi comentario es que cualquier función meramente racional de la inteligencia puede llegar a ser superada por una máquina. Lo que lleva a pensar que no es solo la racionalidad lo que nos hace humanos. Aplicando únicamente la técnica podemos llegar a hacer una creación pecfecta o casi perfecta pero una “obra de arte” ha de ser algo más. En tal caso una máquina podría superarnos en técnica y en por tanto el arte dejaría de ser una expresión humana.

        ¿Qué es lo que hace del arte una manifestación humana? Posiblemente la misma razón por la que Javier Sardá encontraba más guapa a la princesa Leticia antes de operarse que después de ponerse una nariz y una barbilla más perfectas. Y que Urdaci no acabara de manifestarse al respecto a pesar de intentar razonar cual era el motivo de la aparente pérdida de atractivo. La misma por la que tú prefieres una mujer con el pecho ligeramente caído y unos antiestéticos bultitos en las caderas a un pecho postizo y unas caderas operadas o una mujer puede encontrar más atractivo a un hombre calvo y con una incipiente barriguilla que al del anuncio de Lacoste. La misma razón que hace que la niñas juegan con barbies y los hombres no distingan a una barbie de una muñeca de trapo, o que los hombres jueguen con madelmans y las mujeres no seamos capaces de diferenciar un madelman de un clic de famobil. Buscamos modelos perfectos a imitar pero esos modelos perfectos no gustan. Y no gustan porque no son humanos.

        1. colapso2015 dice:

          Aquí creo necesitaríamos un artísta que transpasara las limitaciones del lenguaje.

          A ver si me explico. El arte es algo del hombre para el hombre. No hay arte fuera del hombre, no existe tal cosa. Si desaparecen los hombres no queda ningún arte humano.

          Una civilización alienígena avanzada podría considerar los cuadros que usted cita algo como para nosotros es un nido de pájaro. Todos son distintos, todos tienen arte de pájaro pero no nos trasmiten nada (al “yo” o a terceros).

          Y desde luego ninguna máquina superará a un humano en racionalidad, simplemente porque — ninguna máquina es racional –.
          La racionalidad deriva de ¿miles de miles de miles? (origen de la vida extraterrestre) de millones de años de evolución de «autobots» auto-replicantes. Ese montón de años, a través del ensayo error permanente creó algo tan peculiar como el ser humano, nuestra racionalidad es la herencia del tiempo. Y en ella se creó un conglomerado de capacidades (pensamiento abstracto,…, etc) que nos transmitió cierta libertad de actuación.

          «Buscamos modelos perfectos a imitar pero esos modelos perfectos no gustan. Y no gustan porque no son humanos.»

          No se pueden buscar modelos perfectos porque nadie es perfecto. Básicamente porque la perfección solamente existe en el mundo de las ideas,…,
          Creo por otra parte, la estética física sexual, solo es un pequeño fragmento de la «belleza sexual». Cuando usted percibe a un hombre o mujer, su cerebro está preparado para reconocer ciertos patrones físicos sexualmente potenciales (por ejemplo la simetría denota «buena genética», se fijará en los rostros y cuerpos bellos suelen ser simétricos y proporcionados). A la par analiza según su aspecto no solo físico la aptitud social,el trato hacia usted y terceros; tropencientos cálculos unos innatos, otros aprendidos y otros de cosecha propia.
          Según sea su objetivo individual (el cierto grado de libertad de la cual hablamos antes) primarán más unos u otros.

          No entro más en su opinión, porque los detalles dependen de la diversidad humana y ahí no tengo nada que decir. El ser humano es diverso por lo antes explicado, si bien la educación planificada y demás pueden adormecer o anular esa diversidad. Pues el “yo” se auto-crea según las experiencias, entorno, posición social, etc, del individuo.

          Por otra parte, no sé porque ha deducido que soy un hombre…podría ser una mujer.

          1. Isi dice:

            No se lo tome a mal. Pienso que es hombre porque con una mujer me entiendo mejor. Pero eso es algo que no tiene mayor importancia.

            Definición de arte:” El arte es entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos”.

            Una civilización alienígena superdesarrollada debería entender la diferencia entre el utilitarismo de un nido de pájaros y una obra de Mozart. La única razón por la que un extraterrestre no pudiera encontrar esa diferencia es porque ese tipo de conocimiento no se encontrase en sus registros con lo que le da la razón al señor Bautista. Aunque resultaría bastante difícil que una raza privada de ese tipo de conocimiento pudiera llegar a plantearse las preguntas que dan origen a la ciencia y al posterior desarrollo tecnológico que se necesitaría para cruzar el universo.

          2. colapso2015 dice:

            El antropocentrismo, no necesariamente griego, tiende a pensar que el mundo gira ante lo humano.

            Presupone usted, que la «cosa inteligente alienígena» considerará las actividades humanas algo distinto de una actividad animal.

            Justamente, lo que usted hace con el nido de pájaro útil. Lo cual podríamos expandir a diversas actividades animales, como son las nupciales y de socialización. El post cita el enamoramiento, la empatía como algo no transmisible por la razón cosa difícil de creer. Pues están bien claros los procesos, por otra parte muy similares a los animales pero diferentes en grado. Al igual, mi opinión, es diferente en grado la inteligencia animal no humana.

            El autor creo se ha dejado llevar por el cataclismo racional que provoca el enamoramiento en el sujeto, mas que es sus efectos observables por terceros.

            Por otra parte confunde usted la utilidad de las cosas, con su arte, tal cual puede ser una representación pictórica, o una obra de arte.
            La diferencia puede estar simplemente en la tecnica-social de transmitir algo.

            El arte, lo místico son conceptos muy indefinidos, imprecisos y no empíricos. Para mi la racionalidad está relacionada con lo empírico, lo manipulable. Por lo tanto, no se debe confundir el modo de llegar a una conclusión con la capacidad de reconocerla como válida.

            Por otra parte, no se preocupe mucho por no entenderme, casi nadie me entiende y estoy acostumbrad@ … 🙂

            -o

          3. Isi dice:

            La guerra de los mundos. Una raza alienígena con la moral de una “mantis religiosa” carente de todo rasgo emocional que nos mira como ganado para satisfacer sus necesidades. ¿sería posible? Si pensamos que la racionalidad es el único motor del desarrollo y de la ciencia, entonces la respuesta es que sí. Es posible. Pero si pensamos que hay otras formas de conocimiento que escapan a la racionalidad y que esas formas de conocimiento tienen un papel decisivo en el desarrollo humano y en la ciencia, entonces la respuesta es no. Una “mantis religiosa” no puede cruzar el universo para colonizar otros mundos por muy generosa que la evolución haya sido con ella.

            Un ejemplo. Un griego dice “todos los griegos mienten”. Un ser racional se vería metido en un bucle imposible de solucionar. A no ser, claro, que las “mantis religiosas” fueran capaces de traspasar los límites del lenguaje y hubiesen desarrollado una forma de comunicación carente de paradojas. Algo así como una colonia de hormigas, o de abejas que han desarrollado una forma de comunicación carente de paradojas pero no las imagino cruzando el universo, ni tan siquiera preguntándose por qué sale el sol todas las mañanas.

          4. colapso2015 dice:

            Sólo existe un problema en su tesis, asume la racionalidad es unívoca, cosa que no es, pues como he dicho anteriormente es una herramienta, un método. También he dicho antes de la incapacidad de cualquier ente racional de la potencia universal. Supongo se debe a una concepción errónea del universo, de principios y fines, origen y final, la errónea mística de la ciencia infusa. No, las cosas no son tan simples… no es un todo o parte independiente de,…,

            Ve usted lo racional de una forma un tanto peculiar.
            Yo desde luego me considero racional y no entro en el bucle del griego. O si, griego, griego, griego,…, errror!,

            Ahora la pregunta es, ¿Cómo sabe usted si todos lo griegos mienten y quien habla es griego es un problema? ¿mística, arte, …? Va ser que no…

            Por otra parte me gusta más una película en la cual unos entes capaces de moverse entre dimensiones, sembraban los mundos con seres vivos genéticamente programados por ellos. Debido a ello, y dado eran expertos en ello predecían todos los pasos humanos.
            Y después cosechaban toda la materia orgánica, con una cosechadora gigantesca.

            Tal cual, nosotros con los cereales, cerdos, vacas, terneros, corderos, peces, …, eso si, todo civilizadamente.
            La moral y la ética no es una forma de conocimiento, es una auto-justificación, un pacto ligado con el instinto de supervivencia. Por eso existe una moral oficial y otra oficiosa, porque no solamente los griegos mienten…
            ¿emociones? ¿A qué se refiere por emoción?
            Otro tanto de lo mismo la empatía,…una cosa es el medio por el cual llega la información y otra que constituya algo más de su utilidad original.

            «Todos los griegos que lloran no mienten»
            «Todos los que aman a sus mujeres no son asesinos»

            Las emociones no son garantía de nada. Ni respecto a los demás, ni siquiera a uno mismo. Dejar todo a la amígdala tiene un severo problema, una vez deja de funcionar los gritos de quienes arden en los hornos, que transfieren información son ignorados.

            Se puede establecer algo bastante más fiable recurriendo a la razón, aplicado sobre la base de todo, nos han puesto aquí y queremos vivir.
            El antropocentrismo, la civilización, la ley, …, la democracia está todo derivado de la aplicación de la razón. Incluso las naves espaciales…
            El método no es la base, …

            Para ver el sol primero tiene que apartar las nubes..

  3. Adam Smith dice:

    En su significado vulgar, se puede decir que la observación sustenta todos nuestros pensamientos y todas nuestras acciones y por lo tanto no distingue a la ciencia de ninguna otra actividad humana. Lo que sí distingue a la ciencia entre las actividades propias de los pensadores profesionales es su concentración en la observación atenta y sistemática de la realidad como punto de partida y punto final para explicarla. Otros pensadores profesionales sí observan la realidad en el sentido vulgar del término pero para soñar ficciones, esto es, para introducirnos a personajes, sucesos y mundos imaginarios. Sí, ficciones y no realidades, pero esto no significa que debemos ignorar las ficciones. Mucho ha aprendido la humanidad gracias a sus grandes soñadores porque nuestro entendimiento de la realidad—de la pasada, de la presente y en particular de la futura—siempre será limitado y nuestra ansiedad nos lleva a llenar huecos con ficciones. La ciencia ha producido mucho conocimiento, pero nuestra ignorancia sigue siendo abrumadora y todo indica que lo seguirá siendo. Más importante, la ciencia nunca nos podrá decir qué debemos hacer mientras que los soñadores nos seguirán apabullando con sus mandamientos, sus advertencias y sus consejos.

    Para entender la diferencia entre soñadores y científicos recomiendo comparar este anuncio de un curso en Harvard (se dictará esta primavera)

    http://www.hds.harvard.edu/academics/courses/course-detail.cfm?CrsNumber=2368&section=01&term=Spring&year=2014

    con este texto corto de Stephen Hawking (conferencia 1996)

    http://www.hawking.org.uk/life-in-the-universe.html

    1. Isi dice:

      Hawking nos habla del proyecto genoma humano y de la posibilidad que se le abre a la sociedad de crear una raza de hombres y mujeres perfectos. Una alternativa a la estupidez que amenaza con asolar el planeta. Un horizonte esperanzador capaz de salvar a la humanidad en un salto evolutivo. También nos dice que lo más parecido a la vida que el hombre ha sido capaz de crear hasta la fecha es un virus informático. Un ser con capacidad de destrucción concebido a su imagen y semejanza. ¿soñador o científico?

      Dicen que todos los sueños pueden llegar a convertirse en realidad. Habrá que tener cuidado pues con lo que soñamos.

  4. Enrique Sánchez Ludeña dice:

    Tanto en colapso2015 como en Adam Smith, observo cierta resistencia, incluso rechazo, a considerar el arte y la mística como formas de conocimiento tan legítimas como la ciencia. También deduzco de ambos comentarios una clara preferencia por el pensamiento racional y lo que hoy se considera su producto más depurado, el método científico.

    Y nadie niega la valía de la ciencia, que no deja de ser una actividad sistemática de elaboración de verdades incompletas en la que la verdad de hoy será la mentira del mañana; es decir, una actividad que proporciona pequeñas respuestas provisionales pero no desvela el gran enigma de nuestra existencia.

    Porque para ello se necesitan otras potencialidades de lo humano, que yo no calificaría de absurdas ni de ficciones. Y no se trata de establecer una jerarquía entre la ciencia, el arte y la mística, ni tampoco de marcar límites entre ellas o de acotar su campo de aplicación. Solo de trata de reflexionar desde la razón para aceptar que hay realidades que la razón no explica.

    Por utilizar las palabras de colapso2015, es seguro que la razón es la que me permite sacar conclusiones, pero no me proporciona certezas.

    1. Adam Smith dice:

      Por favor, vuelva a leer mi comentario que destaca las diferencias para apreciar la contribución de soñadores y científicos. Que apunte la diferencia no significa que desprecie a unos y santifique a otros. Precisamente el propósito de destacar la diferencia es evitar el desprecio tan común entre soñadores por lo científico y tan común entre científicos por la ficción (y además evitar que los políticos se aprovechen de esas fobias).

      Respecto a la certeza, tiempo atrás lo dijo muy bien y en términos precisos Juan Manuel Lillo

      «Vivimos centrifugados por la incertidumbre y la inteligencia reside en saber convivir con esa certeza, no en construir certezas que nos hagan creer que no existe la incertidumbre.»

      Lo dijo en su prólogo al libro de Oscar Cano «El Modelo de Juego del FC Barcelona» cuya lectura le recomiendo porque en pocas palabras deja claro qué no puede contribuir la ciencia al fútbol (y por extensión yo agrego qué no pueden contribuir ni los soñadores ni los científicos a nuestras decisiones y acciones). Ojalá todos los soñadores y los científicos, además de todos los políticos y sus comparsas, tuvieran siempre presente las palabras de Lillo.

  5. Cosmopolita dice:

    Buenas.

    Como bién ha dicho Enrique,la ciencia y la tecnologia no estan libres de ideologias y soy consciente de que estan totalmente volcadas en el contexto de la globalización y una vez que penetran en las instituciones,estas ya no son las mismas. No es que este totalmente de acuerdo con los razonamientos de Apel,pero si coincido en sú critica al cientificismo positivista,por considerarlo reductor de la razón. Considerando la Ciencia y la Tecnologia, la tecnocracia está haciendo acto de presencia,creando asi una nueva utopia: La tecnópolis.
    Respecto al arte,en un mundo donde queda poco por descubrir (nuestra capacidad de engullir es limitada) ya hizo referencia a ello Jean-F. Lyotard en – La condición postmoderna- : La postmodernidad se define como el estado de la cultura después de ciertas transformaciones que han modificado el modo de actuar en la ciencia, el arte, la política, y muchas otras áreas del conocimiento y quehacer humano a partir del siglo XIX. En gran medida, parte de esas transformaciones se deben a la crisis que los relatos han sufrido en nuestra época.
    Ciencia y Tecnologia se han convertido en los ingredientes indispensables del crecimiento productivo de empresas y también individuos,planteandome asi la incognita de que será de los Estados,y para cuantos hay cabida en ese tren, que aúnque con destino incierto,y sin saber si podrá frenar,por salir del lodo,muchos estariamos encantados de emprender el viaje. Saludos.

  6. Jose Luis Carrillo dice:

    No deja de resultar curioso como cuando alguien como el autor del artículo intenta conjugar esas facetas que la vida nos pone a nuestro servicio, como son, la ciencia, el arte y la mística, rápidamente surgen razonamientos encontrados que tratan de enfrentarlos, de alguna manera intentando que su razonamiento sea el real.

    Recuerdo ese tipo de películas de ciencia-ficción, en el que la Tierra es el lugar de encuentro o centro de la “Sociedad Intergaláctica”. Cuando te sacan la escena del «parlamento intergaláctico», los ves a todos reunidos por razas, (en el nuestro se reúnen por colores que tampoco está mal), y curiosamente, cada raza tiene casi los mismos razonamientos, hasta que aparece el razonamiento de la raza terrestre, (por supuesto representado por el “prota” americano), que es el que se impone, entre otras cosas porque es el que tienen los medios para hacer y difundir la película. Con esta especie de broma, lo que pretendía es, exponer el hilo conductor que une raza con razón y la realidad expuesta desde dicha razón.

    Porque si cada uno vemos un color, influimos en las medidas de lo que observamos y experimentamos sensaciones de formas distintas, tendríamos que hablar de tantas realidades como seres humanos, es decir, que cada uno tenemos nuestra propia y condicionada realidad.

    Me gustaría proponer, la palabra SOÑADORES, utilizada en uno de los comentarios, como lugar de encuentro, ya que como está demostrado, (también por la ciencia), el sueño es imprescindible para la vida, todos soñamos, (gracias a quien corresponda), por eso me gustaría proponer también esta palabra, como la mesa redonda donde se reunieran la Ciencia, el Arte y la Mística, con la voluntad común de ampliar la circunferencia de la mesa, que posiblemente sería el camino que acercara nuestras pequeñas realidades a ese misterio que nos propone Enrique en su magnífico artículo.

    Saludos

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