8 Respuestas a “Preparar para el futuro”

  1. O'farrill dice:

    «La gente tiene que saber que cada vez vivirán peor….» Estas palabras dichas por Javier Solana en un foro importante, ya son suficientemente alarmantes para que la sociedad empiece a reconocer que tal vez hayamos errado el camino del progreso.
    Pero, para eso, debe empezar a reconocer que ha sido convenientemente alienada, dirigida y empujada hacia «burbujas» sin contenido real. Todo muy en línea con el sistema de propaganda y publicidad que nos rodea, donde la imagen es todo aunque sólo sea un simple decorado.
    Los medios audiovisuales han contribuido a difundir imágenes de un futuro, donde las personas tendrán que sobrevivir en condiciones casi infrahumanas, peleándose por los escasos recursos existentes.
    En estos días, con motivo de una experiencia personal en el mundo de la Sanidad, he podido comprobar las muchas deficiencias del sistema. Porque de eso se trata de crear «sistemas» aparentemente eficaces, pero que dejan mucho que desear si los comparamos con los de hace cuarenta años. Sí, hay más tecnología (aparatos) que intentan suplir la falta de preparación, conocimientos y experiencia de los viejos profesionales.
    Aparentemente la gente es feliz con un simple «aparatito» al que confiarse para todo. Son como niños con juguetes peligrosos que les evitan la responsabilidad personal y directa de sus vidas. Autómatas con el cerebro lleno de «chips» y cables, sin ideas propias. Sus incertidumbres parecen desaparecer mirando la pantalla del móvil, pero no es así.
    ¿Cómo responde el sistema (otro «sistema») educativo ante todo ello? Pues siguiendo «la voz de su amo»…. o rebelándose para formar en la verdad.
    Un saludo.

    1. O'farrill dice:

      Al parecer, hay un libro de James Rickars titulado «La gran caída» que tendría mucho que ver con el tema. Un saludo.

  2. O'farrill dice:

    Cuando hablamos de «futuro» normalmente estamos pensando en la imagen clásica de tiempos pasados, pero no nos damos cuenta de que ese «futuro» nos está arrasando ya como un «tsunami» cuyas olas fueran cada vez mayores.
    Es evidente que ni el mundo, mi la sociedad, ni las instituciones clásicas sirven ya para nada. La conquista del estado de Derecho, se ha visto violada por quienes deberían ser los primeros en defender y nadie puede asegurar cómo serán los próximos cinco años.
    Tomemos como ejemplo la crisis de refugiados o desplazamiento obligado de millones de personas de sus lugares de origen. No es algo casual o inocente. Tiene unos responsables concretos ante el Derecho Internacional pero… ¿quien se atreve a denunciarlo en un mundo cuya «independencia» mediática se ha convertido en un gran oligopolio? ¿Quien en la ONU va a exigir responsabilidades por una acción criminal sujeta a intereses bastardos?
    Otro ejemplo: la inmigración o colonización inversa de Occidente que, como una catarata, llega a las costas, puertos y aeropuertos españoles por la gran facilidad que presentan. Es más, sólo parece importar las imágenes mediáticas. En este caso no se trata de personas obligadas a salir de sus pueblos o ciudades, sino de personas engañadas por el falso «buenismo» de unos gobernantes para mejorar su imagen. En medio de ello, siempre los traficantes «estrella» que impiden conocer la cruel realidad de los cientos y cientos que llegan cada día. El negocio de «pateras», el transporte ilegal y la droga son los beneficiarios inmediatos. ¿Quien paga la fiesta de los «voluntarios» dedicados a estas tareas? Seguramente los mismos «fondos de inversión» que compran deuda pública irrecuperable más allá de los intereses. Unos países se han dado cuenta y han prohibido el tráfico de esclavos en sus puertos y costas. Otros ¿más tontos que los demás? corren a hacerse la foto al lado de los grandes barcos tipo «Open Arms» o «Aquarius», pero no acuden a cada rincón de la costa donde cada día llegan los que carecen del dinero necesario para pagar el tráfico de seres humanos. La diferencia en sus aspectos y condiciones físicas son muy elocuentes.
    Lo dicho, hay un plan preconcebido en algún lugar, desde hace ya unos cuantos años, para crear el «caos» purificador. En lugar de guerras se opta por un genocidio más sutil: crear conflictos innecesarios, arrasar con culturas y pueblos y obligar a sus gentes a desplazarse en una dirección concreta ¿o es que a nadie se le ha ocurrido desplazarse hacia otros países más que a Europa?
    Podemos parecer tontos, pero algunos lo vemos venir desde hace muchos años porque ignoramos al dedo que señala y miramos la luna directamente.
    Un saludo y disculpas por «okupar» tanto espacio.

  3. Alicia dice:

    Escuchado hoy en las noticias:
    En lo que va de año nos han llegado, concretamente a España y por unas razones u otras – como pueda ser el arranque del presidente Sánchez de, para pasar a la Historia como el presidente más bueno de todos los presidentes buenos, decir «que me manden a mí los que no quiera nadie» -, 26.000 inmigrantes.
    Hace un par de días, en un video difundido por facebook y que puede ver cualquiera, unos inmigrantes (negros y con gorros, pero podían haber sido blancos sin gorros, que no es cuestión de razas ni de atuendos) se dedicaban en un supermercado a morder piezas de fruta y una vez mordidas volver a dejar en su sitio. Se ve que les divertía, porque se reían mucho.
    Esta misma mañana, de un dentro de internamiento se han escapado 16; parece que la policía ha podido coger a 5.
    No sé cómo se vive en los centros de internamiento. Puede que mucho confort no haya. Pero si vienen de países donde lo están pasando muy mal y en los centros en cuestión tiene techo y comida gratis («gratis» porque como dijo aquella ministra el dinero público no es de nadie) deberían de estar muy contentos y darse en los dientes no con las piezas de fruta que como gentuza mordisquean sino con un canto.
    Eso, tirando por lo bajo y más inocuo, que cuando te organizan un atentado (lo del parlamento de Londres, hace unos días, lo cierto es que no sé si está ya claro si fue o no fue atentado) ya es para que a uno (o por lo menos a una, ésta, yo) le hierva la sangre.
    Luego es verdad que conmueve ver entre los inmigrantes, en esos barcos, a niños y bebés en brazos de adultos de los que en un principio ha de suponerse (y se supone) que son buenas personas y que lo que quieren es lo mejor para esos hijos a los que espera quizás un futuro incierto. Y verdad también que cuando una (la de tres renglones más arriba), furiosa e indignada, dice aunque nadie la oiga «¡que se vayan todos y nos dejen en paz!», se siente culpable, malvada y despiadada porque «¿estaré siendo injusta?, «¿estaré siendo xenófoba?».
    Pienso de verdad que no lo soy.
    Pero pienso también que la situación es insostenible, y que los gobiernos (por las razones que sea y que ellos sabrán aunque no trascienda a los informativos) están haciendo muy poquito o nada para ponerle freno.
    Y, como guinda del merengue y mal añadido, muchos, muchísimos de ellos son de religión islámica.
    No es que diga yo que el fanatismo católico de la Edad Media quemando herejes fuese menos malo, pero de eso han pasado siglos mientras que de esto (y si no hay quien le ponga remedio y sensatez) no es que nos esperen siglos, sino que en un par de generaciones los europeos, católicos o protestantes o lo que cada cual sea, seremos ciudadanos de segunda (o de tercera) en nuestra propia casa. Que se diga lo que se diga, y aunque quede muy mal el decirlo, Europa es básicamente de los europeos, y los europeos quienes más derechos debiéramos de tener en ella. Y el que llegue de fuera que se amolde a lo que hay, con buenas maneras, y si no le gusta que se marche en la misma patera en la que llegó.
    Así que «Preparar para el futuro», reza el título.
    Buen preparativo tenemos preparado para el futuro que, a la vista del panorama, se nos viene encima.

  4. Enrique Sánchez Ludeña dice:

    Queridos O´Farril y Alicia:
    Siempre son bienvenidos vuestros comentarios, pero creo que en esta ocasión no se ajustan al tema del artículo, que trata sobre cómo se debería educar a nuestros jóvenes para vivir en un mundo incierto en el que estará muy presente la tecnología. No se hablaba para nada de inmigración, ni de intransigencia o tolerancia cultural o religiosa, ni siquiera de política.

    Un saludo cordial

    1. Alicia dice:

      Tienes toda la razón y pido disculpas. Borra mi comentario y lo acoplaré en algún otro artículo donde guarde relación con el tema. Es que a veces soy demasiado impulsiva.

    2. O'farrill dice:

      Querido Enrique, creo que, tanto lo comentado por Alicia como por mi parte, es desgraciadamente el verdadero guión del «futuro». Comprendo que el artículo está enfocado desde otra visión más particular (la de mirar el dedo solamente) y esa es precisamente la trampa: «educar a nuestros jóvenes para vivir en un mundo incierto EN QUE ESTARA PRESENTE LA TECNOLOGIA…» Es decir, aceptar resignadamente el proyecto que nos han preparado y seguir todas sus pautas, seguir «la voz del amo….» que nos pastorea y seguir los patrones o modelos «predeterminados» en cuanto al sistema educativo con predominio de la «tecnología», sobre la sabiduría y el conocimiento. Si no somos capaces de salir de ese bucle maldito, lo pasaremos muy mal y «nuestros jóvenes» acabarán siendo carne de cañón para intereses bastardos, como ya lo son los inmigrantes «precocinados».
      Cuando en el año 1954 Kissinger (uno de los conocen y son parte del tema) estableció el «fin de la industria», empezó no solo el desempleo a asomar la oreja, también la degradación y pérdida de conocimientos acumulados durante los últimos siglos. Ya no hay «oficios». Esos que de verdad hacen a los profesionales, no los títulos ni evaluaciones académicas que ahora empiezan a asomar como se «precocinan». ¿Recuerdas como en la Universidad en la época del PSOE se laminaron a los verdaderos catedráticos, para dejar vacantes que cubrir políticamente….?
      El problema que tenemos los «mayores» es que parecemos ver con más claridad todo ello y por eso estorbamos al «dedo» que señala. El problema que veo en los jóvenes es que alardean de su ignorancia y desconocimiento, limitándose a seguir los modelos audiovisuales de sociedad, de vida, de comportamientos…. y viven «en la nube» (hasta que cae el chaparrón y se encuentran desarmados ante la realidad). Esto es, mientras estén los padres sufragando las fiestas y un modo de vida ajeno al mérito de su aportación social, pero llega otra gran recesión más fuerte que las anteriores….
      Entiendo que, como profesor, lo único que cabe esperar es el «plan» siguiente preparado por los que mandan. Pero la degradación cultural, el analfabetismo integral y el sometimiento a las tecnologías, harán un mundo caótico, infeliz, de esclavos que se limitarán a obedecer órdenes. Un mundo plano, homogéneo y cruel, donde la lucha por la supervivencia nos llevará a situaciones extremas de hambre, miseria, epidemias y sufrimiento….. Orwell en estado puro.
      Repito…¿de qué futuro hablamos? ¿del que nos quieren imponer….? Para eso no hace falta más que obedecer al pastor. Las ovejas no se plantean cual será su futuro, sino que se limitan a pastar (mientras puedan).
      Un saludo y encantado del debate abierto….

      1. pasmao dice:

        buenas tardes

        por unir lo que dice Enrique con lo de Alicia y O´farrrill

        En un futuro tecnológico quien va a mandar es quien posea la tecnología que se haya impuesto, y dicha tecnología se habrá impuesto (no por su calidad ni por los beneficios que traiga) porque el que manda, manda.

        Y así se cierra el circula y continuarán mandando los que hacen de causar problemas a muchos su oportunidad de negocio.

        Para que una tecnología triunfe es necesario, sobre todo las robóticas, inteligencias artificiales… que haya enormes economías de escala. Esto grábenselo ustedes en piedra o tatuénselo en la mano.

        ENORMES ECONOMÍAS DE ESCALA

        Para que haya economías de escala, y rapidito porque esas cosas cuestan una pasta y hay que amortizarlas cuanto antes, es necesario que las generaciones presentes y formadas de otra manera no puedan (hablando en claro) joder la marrana.

        Se trata de arrasar con todo lo que pueda suponer un freno a ese modelo tecnológico, que además tiene la ventaja de hacernos esclavos aunque creamos que sómos libres, un modelo cómo el chino pero en guay (por algo Rokefeller dijo que China era el ejemplo a seguir, ya en el 73).

        La inmigración tiene un sólo fin, y es el mismo que el de las otras políticas del NOM, debiltar, liquidar cualquier asomo de resistencia critica (no me refiero al ludismo) y que esas tecnologias (los mismos robots e IA en todo el mundo) se puedan operar de la misma manera en todo el mundo.

        Un mundo neofeudalizado donde los nuevos señors feudales serán los amos de esas tecnológicas.

        De nuestros pobres vástagos que podemos esperar. Criados pulsando botones jugando a juegos que quialquier robot o programa hará mejor que ellos cuando a ellos les toque decir en que se pueden valer por si mismos.

        Por eso si creo, aunque de manera indirecta, que ambos Alicia y O´farrrill si tocan el tema en cuestión.

        El desarrollo intelectual, el de verdad, el que hizo que del XIX al XX hubiera ese salto que hubo, y la creatividad nunca habían estado tan bajo mínimos cómo ahora. Y va a menos.

        Todo lo que no pueda ser tamizado por una IA y proyectado al mundo a través de esos robots no existirá, y cualquier pensamiento que pueda ponerlo en duda, sobre todo si es original, debe de ser aniquilado.

        Un cordial saludo

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