El desencuentro entre la familia y los colegios sigue dando importantes noticias día tras día en los escenarios escolares. Cuando no son casos de abusos, lo son de acoso; cuando no es la grabación de una paliza, son comentarios humillantes y vejatorios a través de las redes sociales.

La escuela tiene su propia particularidad, centrada en el quehacer didáctico y en la estructura académica, pero es sin duda, también, un espejo fiel de las dinámicas y conflictos sociales, al acoger a una multiplicidad de individuos de procedencias diversas y algunas veces antagónicas. Los que hemos estado cerca del medio sabemos lo complicado de las relaciones entre los centros, profesores y directivos, y las familias de los alumnos. También conocemos la tendencia de los primeros a querer delimitar de la manera más clara posible su función docente, desligándola del resto de aspectos relativos al desarrollo de los menores, con éxito desigual.

La situación de los profesores y docentes, como colectivo, mayoritariamente en centros públicos, pero también en los privados, es de las peores que pueden darse en el medio social actual. Bajas innumerables por depresión, por estrés o por ansiedad; frustraciones constantes por las dificultades en el desarrollo de su tarea docente; miedo, cuando no pánico, por el ambiente hostil y, muchas veces, violento en el que se desenvuelven las relaciones con los alumnos; un alto nivel de responsabilidad sobrevenida en la consecución de los fines educativos. Y así un largo etcétera de circunstancias que están muy lejos de reunir las condiciones necesarias para desarrollar una labor, que por sí misma, entraña importantes dificultades.

La situación de las familias, que por su naturaleza tiene un seguimiento más complejo y dificultoso que la de los centros educativos, está plagada de realidades difíciles y complicadas, pues han de enfrentarse a objetivos muy importantes que van desde la más simple subsistencia hasta el desarrollo personal de todos sus miembros; todo ello desde una estructura grupal cada vez más endeble, derivada del estilo individualista que domina los objetivos vitales de las personas que viven en ellas.

En un mundo que cada vez es más exigente, los padres se deben ocupar de cuestiones esenciales para un desarrollo saludable de sus hijos, tales como el correcto manejo de los impulsos en un entorno que excita permanentemente los deseos, la interiorización de una autoridad que permita el autocontrol frente a una realidad bastante agresiva, el desarrollo de todo el mundo emocional para apoyarse en una identidad sólida y consistente ante todo un frente social que pretende tu homogeneidad, la generación de vínculos afectivos desde el entendimiento y no desde la rivalidad propia de la competitividad, etc. Todo ello se presenta como hitos cada vez más difíciles de cumplir desde personas con no demasiada vocación de padres, y con crisis de pareja frecuentes.

El pacto silencioso que ambos conjuntos sociales: familia y escuela, habían mantenido en el pasado, en el que juntos sumaban fuerzas para lograr los objetivos para el desarrollo básico necesario para los menores, hace mucho tiempo que se rompió por los sustanciales cambios producidos en la estructura familiar. Trasladándose las funciones familiares incumplidas, en un sordo pero constante goteo, en exigencias al medio escolar, en una ceremonia de la confusión en la que se pide a los menores que aprendan lo más posible, cuando son bastante incapaces de tener el estado personal necesario para mantener la atención más de un cuarto de hora seguido.

Ante esto, la más que habitual actitud abnegada de los profesores y docentes, que intentan poner un poco de orden y sensatez a la avalancha de carencias personales con las que los menores se presentan en los centros, es de temer, por las evidencias, que está teniendo sus límites, y que cada vez se sienten más sobrepasados por la situación. Y aquellos que vieron en lo educativo un panorama idealizado de su vocación, o un espacio valido para el desarrollo profesional previsible o rentable, se encuentran cada vez más abocados a ejercer parentalmente por la fuerza de los hechos, o a pedir la baja en el médico de cabecera.

El perverso conductismo social que nos domina, aplicando una de sus herramientas más características, escinde el problema de la violencia del entorno escolar situándolo en una anómala relación entre agresor y víctima, lanzándonos permanentes eslóganes anti violencia en defensa de los agredidos y denostando a los agresores, cuando ambas partes del problema del acoso arrostran importantes dificultades individuales de diferente tipo que requieren de enfoques distintos para su solución.

Al mal le gusta la equiparación de víctimas y verdugos en su afán por difuminar los límites de lo positivo y negativo para el desarrollo, pero de lo que estamos hablando es de si, para practicar el bien, se necesita de más oportunidades para resolver las sociopatías y psicopatías a las que estamos abocando a los menores por cientos. Y para ello hace falta bastante más que esta película de culpables e inocentes con la que se suelen tratar estos temas. Hace falta una escuela preparada para ese reto, unos profesores más dispuestos a priorizar los aspectos emocionales en el desempeño de su tarea, unos centros que asuman funciones básicas para el desarrollo individual en un contexto social difícil, y unos alumnos que sientan el espacio escolar como vía para encontrar respuesta a sus dilemas internos y relacionales.

Dado que “lo familiar” indefectiblemente está echado a perder, habría que plantearse seriamente cómo sustituir el vacío creado en los espacios familiares; y si la escuela es la alternativa a barajar se debería hacer de una forma muy distinta, para evitar todas estas tensiones y malestares que están dando lugar a los altos niveles de sufrimiento a los que estamos asistiendo.

16 comentarios

16 Respuestas a “¿Violencia o desmadre?”

  1. Manu Oquendo dice:

    Supongo que habrá excepciones en parte del sistema escolar porque el panorama descrito no me llega a través de mis nietos (sistema público aún de calidad y privado razonable en España y en UK).
    Doy por sentado que Carlos habla de un número importante de centros públicos en ambientes en depresión económica y social (hoy muy mayoritaria). Es decir, aunque no nos toque directamente, la situación descrita es real, mayoritaria y creciente.

    Como de costumbre, los temas nos desbordan por su extensión, profundidad y complejidad. En cada problema no hay nunca menos de cinco o más causas importantes cuyo análisis exige conocimientos igual de diversos que no poseemos.

    Pensemos que estamos hablando de niños cuyos padres quizás no están en condiciones de ofrecerles (por la vía del ejemplo que es la que cuenta) ninguna guía de conducta o de valores.

    Esto nos lleva a tener que analizar lo que nos sucede desde una perspectiva más amplia y a plantearnos hipótesis que no presupongan que se trata de «problemas» puntuales dentro de un sistema que tenemos por «el mejor posible» cuando cada día nos demuestra lo contrario.

    Supongamos por un momento lo siguiente.

    1. Nos encontramos en un sistema que por sus…. (agentes, reglas y entorno) está en descomposición o en colapso y que no se puede arreglar en tanto no se reconsideren ….sus agentes, sus reglas y sus relaciones de entorno.

    2. Que lo anterior sucede de vez en cuando en la historia.
    Que ya ha sucedido antes. Normalmente al final de los «imperios» o «paradigmas» como el largo tránsito de Roma al Renacimiento, de éste al Absolutismo y de éste a la Ilustración y las Revoluciones (desde 1776 a 1917) etc.
    El final de esta etapa actual llegó hace tiempo y quizás hacemos mal en creernos inmunes y eternos.

    3. Que estos procesos son muy largos (la revolución Francesa siglo y medio hasta llegar al voto femenino en 1944) y que duran varias generaciones siendo poco previsibles sus resultados. La única certeza es un cambio drástico.

    4. Que la sociedad civil carece de instrumentos para analizar, sintetizar y orientar la búsqueda de soluciones porque está en manos de los mismos Agentes (Instituciones) y Leyes (Reglas) que nos han traído hasta aquí.

    La conclusión de lo anterior es que la primera prioridad debe ser la creación de órganos propios de la Sociedad Civil, independientes del entramado institucional, que permitan monitorizar, analizar y diagnosticar para a partir de ello tratar de marcar la dirección del cambio usando la propia opinión así formada.

    Tampoco esto es la primera vez que sucede de forma estructurada. De hecho la Ilustración en gran medida fueron grupos de estudio y comprensión de la realidad (Sociétés de Pensée), identificación de problemas (Cahiers de doléances) y planteamiento de soluciones.

    Probablemente estemos en el momento en el cual este proceso deba empezar de nuevo y para durar mucho tiempo.

    De esto y de la dificultad del empeño estoy bastante seguro.

    Saludos

  2. Adam Smith dice:

    El tema de la educación (=desarrollo personal durante la infancia y la adolescencia) da para mucho porque los cambios culturales de los últimos 70 años, en todo el mundo, han tenido consecuencias importantes para las familias y las escuelas y por consiguiente para la relación entre ambas. Para peor, y a pesar del fracaso de los estados totalitarios, en la casi totalidad de los países, los gobiernos se han arrogado y conseguido el control casi total de las escuelas (en donde se permite la existencia de escuelas privadas, su regulación limita mucho sus estructuras y servicios). No tomar en cuenta el papel crítico de la intervención de los gobiernos en las escuelas (y en aspectos relacionados con las escuelas) es un error grave en el diagnóstico de Carlos.

    En los últimos 70 años la intervención estatal permitió la masificación de la asistencia escolar obligatoria en casi todo el mundo. Como en tantas otras intervenciones estatales, la cantidad y la calidad del servicio por escolar disminuyó mucho porque los pocos recursos asignados han sido y siguen siendo mal usados y además porque existe una pretensión de estandarizar la educación en contextos sociales en que coexisten familias distintas en varios sentidos (para peor, la estandarización es usada como excusa para conseguir el propósito principal que anima a muchos gobiernos, es decir, la imposición de valores colectivos que el grueso de la sociedad no acepta–la vieja idea de usar la escuela pública para promover la patria hoy se usa para promover otros valores). El análisis de la labor de profesores y docentes debe hacerse en el contexto institucional de una escolaridad intervenida por los gobiernos para sus propósitos políticos de usufructuar el poder. Quizás no en España, pero en otros países los profesores y docentes no se diferencian de otros funcionarios públicos.

  3. Carlos Peiró Ripoll dice:

    Sr. Smith, quizá usted desconozca el texto de la ley educativa vigente en el Estado Español. En ella podría observarse el amplio margen que el profesor (y el propio centro) tienen en la confección del currículo educativo, válido tanto para lo público como para lo privado. Desde lo escrito por la propia ley se deduce que, salvo unos mínimos aplicables de forma generalizada, el medio educativo -lease claustro y dirección-, tiene la potestad definitiva sobre contenidos, métodos y niveles, a aplicar en los centros en los que se gestiona la enseñanza de los alumnos. Otra cosa es si se está preparado para ello, o si hay voluntad y motivación real para asumir semejante tarea. En este blog hay especialistas en la materia que sin duda puden atestiguar la veracidad de lo expuesto.

    Así, por lo tanto, argüir, como suele ser habitual, a la invasión del Estado en ámbitos puramente sociales, como lo es sin duda la eduación, la causa de los desastres, es la primera gran falacia con la que topa constantemente la ignorancia. Una sustancial equivocación en su análisis que desvía el tema principal del artículo, que de manera premeditada trata de devolver al ámbito que le es propio un asunto enormemente delicado como es el del desarrollo de los menores.

    El problema central que el artículo trata, es básico en cualquier sociedad moderna, y sin embargo es uno de los tabús que más cuesta entender en el funcionamiento social. Convendría centrarse en el porqué es tan dificil plantear estos problemas tan esenciales para la salud social, y que hay detrás de esta dificultad. Seguramente ese debate inteligente tenga mucho más interés para colectivos que se atribuyen ser desarrollados que otros de los propuestos. Más allá de la queja razonable, la madurez requiere de ir sondeando posibilidades de avance.

    1. Adam Smith dice:

      Se equivoca y mucho. Para cualquiera que le importa y mucho la educación, la invasión del Estado ha sido y es causa principal de que los sistemas escolares hayan tenido serios problemas para adaptarse a la evolución cultural de la humanidad. Lea usted la carta que hoy José Antonio Marina dirige al nuevo ministro de Educación

      http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2015-07-14/carta-al-nuevo-ministro-de-educacion_926129/

      y pregúntese por qué el Sr. Marina piensa que el ministro es la persona que podría abrir la puerta a los cambios. No necesito estar de acuerdo con el Sr. Marina en todo lo que dice –y estoy lejos de estar de acuerdo con él en muchas cosas– pero en un país donde el cambio del sistema escolar necesita aprobación del Estado (como sucede en distintos grados en todos los demás países, guste o no) no puedo ignorarlo.

      1. Carlos Peiró Ripoll dice:

        Nada, que no acaba de entenderlo usted. Que el Estado habría tenido mucho menos que hacer si no se hubiera producido una auténtica metamorfosis en el ámbito familiar. Que esa concomitancia no sea casual, no significa que se descuide la responsabilidad familiar, que tiene otras características como Remedios insinúa en su comentario, y que abriría el debate sobre el tema tabú, que usted también esquiva como tantos otros. Debería ser más cauto en establecer referentes como los que usted menciona. El Sr. Marina es, nada menos, que uno de los impulsores de Educación para la ciudadanía, ese maquiavélico mecanismo de adoctrinamiento del Estado para convertir a ciudadanos en súbditos. Lo pone como ejemplo de la resistencia de los ciudadanos frente al poder del Estado, ¡Ay, mi madre!

        1. Adam Smith dice:

          Por favor vuelva a leer el primer párrafo de mi primer comentario. No esquivo la importancia decisiva de los cambios culturales en la transformación de las familias y por lo tanto en su papel central en la educación. Lo que sí digo es que la transformación de la escuela, el otro elemento esencial de la educación, ha dependido principalmente de la intervención estatal y que esta intervención ha sido negativa y no se puede ignorar.

          En relación al Sr. Marina, no lo uso como referente positivo sino como referente negativo por su grado de sumisión al gobierno. El Sr. Marina tiene algunas ideas positivas pero acepta que el gobierno es el único agente de cambio. Y precisamente lo que debe preocupar es que se vea al Estado, por el control que ha tenido y sigue teniendo de las escuelas, como único agente de cambio.

          1. Carlos Peiró Ripoll dice:

            Claro, no se puede ignorar la transformación de la escuela y el papel central -o único, como dice usted-, que ha jugado el Estado en ello. Seguramente en ello coincidiremos. Pero en cualquier caso, el tema a debatir en el artículo está centrado en la transformación de las familias, y es lo que quisiera que fuera la cuestión sobre el que poder hablar. Y me sigo preguntando porqué nos cuesta tanto hacerlo.

  4. Remedios dice:

    Entremezclado con lo expuesto, se entiende el que hay una pregunta lanzada al aire que no encuentra ninguna respuesta. Y es un asunto que está preguntando sobre los cambios en el papel de la mujer en la sociedad, por ser ella la que tradicionalmente se ha encargado de los temas del desarrollos de los niños.

    Los descensos en la natalidad se comprueban con cifras de nacimientos, los descensos en la práctica de la maternidad ¿con qué se comprueban? Habría que hacer un análisis comparativo entre la disminución de la crianza y el aumento de las mascotas domésticas. Por poner solo uno.

  5. Jose Maria Bravo dice:

    Muy complejo tema el que aborda Carlos. Como padre lo he vivido. La transmision de nuestras dificultades y violencias se evidencia en la vida escolar. Es alli donde pasan mucho tiempo nuestros hijos, en donde «cuajan» su ambiente personal. Amigos, emociones, deseos, rebeldias, etc.

    No se mucho de las leyes estatales sobre la actividad academica y la funcion docente. Pero se la dificultad y las carencias que pueden sobrevenir en el ambiente escolar es evidente. Asi lo precibo

  6. Remedios dice:

    ¿Y las madres? ¿Cuándo van a hablar las madres?

  7. Loli dice:

    Es verdad, Carlos, el tema del artículo está abierto a los cambios estructurales de esta sociedad en crisis, y en la forma tan abrupta y violenta en que está afectando a ese pilar sobre, aunque solo formalmente, se supone se sostenía el modelo social en el que dormitábamos…yo, al menos lo he entendido así.

    Y creo que Remedios hace bien en seguir reclamando que nos se pase por encima el papel tan denostado, manipulado, …incomprendido….de lo «femenino», de la mujer, de la madre…del papel de madre….en el hogar.

    Me da la sensación de que hasta no hace mucho, mal que bien , pero se podía pensar que en los hogares se podía dar un entorno que asegurase, de alguna manera, una estabilidad emocional y referencial.

    Ello, queramos o no, venía dado porque la madre, la mujer, lo podía proporcionar a sus hijos menores, mientras estaba en casa con ellos, mientras los criaba, educaba y jugaba con ellos, a la vez que aseguraba una presencia acogedora y comprometida a la hora de volver a casa.

    Esa figura, y prácticamente de la noche a la mañana, ha desaparecido.

    Y, pienso, que, muy en contra de lo que pudiese parecer, y muy en contra también de lo a fuerzas mediáticas se refiere….no ha sido ni voluntario, ni del agrado de la mayoría de las mujeres que se han visto obligadas a ello.

    De la noche a la mañana, si todos los miembros adultos de una familia no salen a trabajar o a buscar trabajo….no pueden vivir.

    Ya me contarán cómo no va a influir ésto en los niños, menores…y adultos.

    Se ha retirado la alfombra de debajo de los pies de forma violenta, bajo la justificación del avance, el progreso y ¿la liberación de la mujer?….Para dejar a todos sin referentes…o más bien para intentar arrebatar esencialidades bajo la «sospecha» de «antiprogresista» o «conservador».

    A los menores no se les ha preparado para ello, ni a las familias, ni a los adultos, ni a nadie.

    Por supuesto tampoco a docentes ni profesores, a los que se les exige programaciones y valoraciones estandarizadas, lejanas de las mareas emocionales a las que diariamente se enfrentan, a la realidad y responsabilidad que se les ha venido encima…con poca …o ninguna ayuda.

    Tienes razón, Remedios, cuando pides que se hable de las madres.

  8. Jose Maria Bravo dice:

    Carlos, tu articulo me suscita muchas preguntas, muchas dudas, Desgraciadamente uno no tiene mucho tiempo para hacer un analisis de los sistemas educativos. Pero, aqui en este Blog se han esbozado modelos educativos diversos que yo siempre he cuestionado, pensando en la importancia de la enseñanza publica. Pensando en que la situacion economica de mucha gente no permitiria alternativas privadas o semi privadas.

    Tu articulo va a la «yugular» del problema. Pero, desgraciadamente, creo que es un problema muy complejo. Por eso uno a veces piensa como re-direccionar el asunto de la educacion publica. Como en vez de recortar, el aporte publico, en algo tan esencial, dinamizarlo, modificarlo, transformarlo.

    No es que, per se, uno piense en lo «publico», ni siquiera en este tipo de gobernaza. Pero estamos en la sociedad que estamos, con diferencias sociales apabullantes. Que hacer?

  9. Manu Oquendo dice:

    A juzgar por varios comentarios me temo que no tengo mucho conocimiento directo de cómo era una familia en la cual la madre se dedicase al hogar.

    Una en la que, los niños, al volver del colegio, tuviesen un ratito de solaz entre merienda y deberes hasta la hora de la cena familiar al calor del hogar y con los deberes bien hechos y todos felicísimos.

    Esto uno lo ha visto en películas, o ha podido intuirlo en un par de familias de cuando éramos niños, pero no lo ha vivido.

    Mi madre, como mis abuelas, trabajaba fuera de su casa. Por lo tanto eran otras las personas que se ocupaban de nosotros.

    Muy pronto, a los 8 años, fuimos enviados a un internado y la compañía de los padres se tenía en las horas de trabajo durante las vacaciones porque trabajábamos en alguna de las actividades fabriles de la familia, según tocase.

    Era trabajo serio y a partir de los 9 años.
    Hoy sería ilegal pero, en esto, el Estado se equivoca gravemente porque lo único que consigue es maleducar y que la juventud pierda el tiempo holgazaneando.

    Todos nosotros aprendimos cosas útiles y nos queda el orgullo de haber ayudado a la supervivencia de la familia sin depender de Estado alguno. Esto de sobrevivir empresarialmente, como sabe quien lo haya vivido, es casi un milagro.

    O sea que para cuando terminamos los estudios ya sabíamos que las cosas hay que hacerlas bien y nadie tenía que explicarnos cómo era eso de trabajar.

    Solo cuando las hijas se hicieron mayores y con sus casas, maridos e hijos, pude ver algo más de cerca cómo se sienten ellas que al igual que sus antepasadas llegan a casa después de las 21 o más y los niños, externos, llevan varias horas atendidos por una señora que tampoco es su madre. Omito lo de las familias de los chicos varones por simétrico.

    La segunda, que tiene tres hijos, viaja y llega a casa a la misma hora que su marido, dice frecuentemente que la única mujer del mundo que envidia es su propia madre que sí pudo dedicarse a sus hijos sin las angustias de un trabajo «competitivo».

    Otras veces dice que «menudo timo nos han soltado con esto del trabajo fuera de casa». Y añade «muy listas no somos por cómo hemos entrado al trapo».

    Otra, con otros tres, ha enviado a los mayores a un internado y la pequeña va saliendo adelante gracias a Lita, una señora extranjera y a su abuela materna.

    Es decir de todo lo que se habla no tengo mucha experiencia ni conozco casos que me puedan ilustrar. Los que conozco me hablan de otro ·»Relato». Otra forma de contarlo. El relato que yo he vivido no coincide con el habitual.

    En general, con los rendimientos medios de España (en torno a 25,000 euros brutos con casi un 60% de fiscalidad por todos los conceptos) es muy difícil ver dónde está, económicamente, la ventaja.

    Los costes que debe incurrir una familia con hijos, con la madre y el padre trabajando,
    son superiores a los rendimientos netos de uno de los progenitores (suponiendo el rendimiento medio).
    Es decir, se ahorra más dedicándose a la familia que lo que queda limpio trabajando para terceros. Está claro a quién conviene este esquema.

    Es un tema que si económicamente –visto desde la perspectiva de una familia–
    no tiene fundamento habrá que buscárselo en otras causas y en otras perspectivas. Aquí operan otros factores.

    Por otra parte como los sistemas se las ingenian siempre para Producir y Reproducir el entorno Cultural que Necesita( no debemos creer la espontaneidad de los cambios sociales) cabe pensar que estos cambios se han producido a instancias del Poder.

    Pero esto, que tiene muchas papeletas, no se analiza ni estudia a fondo nunca.

    Hoy se ha ido a su casa en Basilea una vecina de 66 años. Sin hijos. Estuvo casada con otro profesor de universidad durante 35 años. El martes de esta semana firmaron su divorcio.

    Ni ella ni él han vuelto a dedicar un minuto a su profesión tras jubilarse. Es decir, escasos ingredientes….vocacionales.

    Cuando uno comienza a mirar a su alrededor desde esta atalaya, lo que se ve es manifiestamente mejorable y las soluciones no vienen de fuera. Nunca lo hacen cuando los problemas son de este tenor.

    Dicho lo cual, en la mayor parte de las familias actuales los niños ganarían mucho en un internado –con el fin de semana con los padres en casa.

    Si se hace bien, un internado público no tiene por qué ser tan caro porque a fin de cuentas y dado que ya comen en los colegios se trataría de cubrir personas (vocacionales, por favor) para las horas de Estudio, recreos, desayuno y cena, el Dormitorio y un retén de enfermería.

    Vamos, es evidente que habría un ahorro neto importante simplemente en productividades en todos los campos involucrados.

    Esto sería un cambio inmensamente positivo para todos los afectados excepto los sistemas de transporte. ¿Por qué no se hace?

    Los ahorros de tiempo darían para levantar Pirámides mas grandes que las de Egipto. La esperanza estadística de vivir en una familia divorciada, hoy ya supera el 60%.

    Por mucho que nos bombardeen con slogans, me temo que «la modernidad » no ha pasado de un mal timo y estamos comenzando a darnos cuenta de ello.

    Buenos días.

  10. Loli dice:

    Igual se trataría de eso…de llamar la atención sobre el absurdo de haber querido estandarizar todas las posibles formas que tienen de organizarse las personas en una sociedad, normalizar (dotar de normas y leyes), y luego racionalizar de tal modo que dé la sensación de que esa normalización es producto de una evolución´»lógica» del ser humano.

    Porque, entiendo, que, al igual que ningún ser humano es igual a otro….no es una fotocopia del otro…, dentro de las sociedades, un sistema más evolucionado de las mismas, debería dar pasos para permitir que esa diversidad , riqueza de funcionamiento…se pudiera expresar….salvaguardando siempre, claro está, la imposibilidad de abusos de poder etc….

    Sí, no es fácil…nada fácil, pero deduzco del artículo de Carlos, una llamada a buscar porqué hemos llegado a esta situación, y ha hacerlo alejándonos un poco de los caminos tradicionales de análisis sociológicos académicos o excesivamente racionalistas.

    Se trataría de preguntarse porqué estas sociedades tan modernas y tan «normalizadas» ellas, no empiezan a tener en cuenta aspectos más globales del ser humano.

    El desarrollo biológico, emocional (no está disgregado), de las distintas etapas del niño y del adulto…teniendo en cuenta que tampoco ningún niño es igual a otro, y que sus desarrollos en todos estos aspectos, aunque guarden formas en común, en profundidad requieren, al menos, el reconocimiento de la diferencia.

    Tener en cuenta muchos más factores que el meramente organizativo cuando se trata de avanzar en el estudio de las personas…..asumir esa complejidad de desarrollo y entorno…

    De todo esto ya se ha hablado otras veces en este blog, pero es que se impone una nueva visión de lo que sucede en nuestro modelo de funcionamiento social….se impone, porque está empezando a dar señales de que los nuevos seres, la gente más joven, ya no encajan en el encorsetamiento al que les hemos sometido….y quién sabe si a lo mejor esa crisis, esa forma de revolverse, aunque no sepan realmente qué les está pasando, responda a capacidades que quieren poder desarrollarse, y que este sistema, esta forma «moderna y racional» de organización, intuyen que funciona precisamente para que ese desarrollo…no se produzca.

  11. charo gomeez dice:

    En mis casi 40 años en la enseñanza estatal y en diferentes institutos no he vivido nunca situaciones tan dramáticas de convivencia entre alumnos y profesorado , puede haber habido algún caso puntual pero el desarrollo del curso y la respuesta del alumnado ha sido bastante correcta

  12. Manu Oquendo dice:

    Europa occidental está inmersa en una serie de cambios sociales que –muy probablemente y por causas poco comprendidas o explicadas– están alterando profundamente el consenso y la homogeneidad cultural. Hoy estamos mucho más divididos y fragmentados que nunca.

    Muchos ya pagarían por no tener que formar parte obligada de estas sociedades que, además, en muchos aspectos han dejado de ser modelos culturales o morales para el resto del mundo.

    Un análisis frío de las políticas públicas desde hace unas décadas da peso a la hipótesis de que estos son cambios inducidos por los propios gobiernos o por las estructuras de poder.

    Es decir, además de cambios «desde abajo», se trataría fundamentalmente de cambios proyectados «desde arriba» que incluirían intentos de Cambios Culturales en la dirección marcada por los gobiernos. Ingeniería social a escala masiva.

    El informe de 1975 (sobre gobernabilidad en democracias representativas) citado en otros enlaces –Crozier, Huntington et al– para La Trilateral, sería un ejemplo típico de esta forma de crear Agendas Públicas en el espacio político occidental.

    Los efectos de aquellas recomendaciones están hoy en la calle.

    El caso es que nuestras sociedades están siendo alteradas a presión con resultados que nos llevan a un círculo vicioso de Acción-Reacción clásico y cuyo resultado más evidente son políticas restrictivas para toda la población en medio de la intromisión pública en un ámbito privado cada vez más limitado.

    La sospecha de que se nos gobierna contra nosotros mismos (como individuos y colectivamente) es fuerte y con base.

    Además están los silencios para preservar las Vacas Sagradas. Los arquetipos.

    http://www.rt.com/news/310757-sweden-malmo-blasts-crime/

    En fin, que las cosas no son lo que parecen y que debajo de las aguas tranquilas de los pantanos es donde más podredumbre hay en los fondos. Donde nace el metano.

    Saludos

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