Cada dos por tres nos desayunamos con la noticia de un nuevo recorte en derechos que creíamos poco menos que sagrados. Un día nos dicen que hay que pagar más por los medicamentos, otro día son las tasas judiciales, otro las universitarias, otro el paro o las pensiones… y así suma y sigue. Es lógico, por tanto, que cada vez haya más gente indignada y que no esté el patio para muchas bromas. 

Sin embargo es precisamente ahora, cuando hay señales de que nuestro modelo se está derrumbando y es, por tanto, el momento de repensarlo, cuando nos conviene alzar la mirada y contemplar el bosque en su conjunto, más allá de lo que tenemos delante.

Como nos estamos refiriendo a aquellos derechos que conllevan una determinada prestación, sea en materia de sanidad, de pensiones, de educación, etc., y todas ellas tienen un coste, la primera pregunta que cabe hacerse es: ¿quién paga lo que cuestan mis derechos? La respuesta, en teoría, es clara: lo pago yo con mis impuestos, y si no son suficientes porque mis ingresos, y en consecuencia mis impuestos, no dan para tanto, lo pagan los que tienen más ingresos que yo con sus impuestos. Para eso está la solidaridad y la redistribución de riqueza que promueve el Estado.

Pero como cada vez hay más pensionistas y la natalidad sigue por los suelos, los que sostienen con sus impuestos los derechos de todos son, y serán, cada vez menos. Con lo cual es muy probable que llegue un momento en que las cuentas no cuadren. De momento se ajustan pidiendo prestado. Pero, lógicamente, eso tiene un límite. Hace unos días saltó la noticia de que la deuda pública de España había alcanzado el año pasado un record histórico, situándose en 882.300 millones de euros. En los últimos cinco años ha aumentado en 500.000 M€, de los cuales 146.000 corresponden a 2012: nada menos que 400 millones cada día. Por supuesto que se trata de un aumento excepcional debido a la crisis, que tiene que ver principalmente con la caída de ingresos, el mayor número de desempleados y el brusco aumento en los intereses de la deuda. De hecho, solo para pagar los intereses, los presupuestos del Gobierno para el 2013 prevén 38.660 M€, un 33% más que el año pasado y más que lo que nos cuestan los sueldos de todos los funcionarios (médicos, jueces, profesores, etc.).

Hay quienes creen que esto se solucionará en cuanto salgamos de la crisis y volvamos a crecer. Es posible que así sea, pero a mí me cuesta creerlo. Primero porque en el pasado, en plenas vacas gordas, nuestra economía siguió generando déficit y más deuda. En los 10 años anteriores a la crisis, entre 1998 y 2007, la deuda pública pasó de 345.953 M€ a 382.307. Creció mucho menos que ahora, claro, pero la cuestión es que, si en la que probablemente ha sido la época más boyante de nuestra historia, nuestra deuda aumentó en un promedio de 10 millones de euros cada día, habrá que pensar que eso de reducir la deuda no debe ser tan sencillo. Como tantos otros yo también creo que aún hay mucho margen para ahorrar en los gastos del Estado. Por ejemplo, optimizando el funcionamiento del sector público y reduciéndolo, persiguiendo el fraude fiscal de los grandes patrimonios y empresas, obligando a los bancos y cajas de ahorro a asumir sus pérdidas o racionalizando las inversiones en infraestructuras.

Pero aún así no lo veo claro. El gasto público tiene mucho que ver con una cultura ciudadana que nos hemos creado y que hace que por todas partes surjan nuevas “necesidades” cuya factura siempre se le asigna al Estado, lo cual contribuye a que sujetar las cuentas sea bastante difícil.

Por otra parte a mí me cuesta creer que, tras la crisis, nuestra economía recupere unos niveles de crecimiento que permitan devolver la deuda y, sobre todo, financiar los gastos crecientes de nuestro Estado de Bienestar. Básicamente porque para eso tendríamos que ser más competitivos que los demás y exportarles bastante más de lo que ellos nos exporten a nosotros. 

En resumidas cuentas, no veo nada claro cómo se van a financiar en el futuro esos derechos de los que estamos hablando, porque ni veo que se puedan aumentar mucho más los impuestos ni me creo que se vaya a reducir sustancialmente el gasto público. Es más, aun en el supuesto de que se llegase a gestionar bien el gasto público, creo que llegaría un momento en que sería inevitable recortar el gasto asociado a nuestro Estado de Bienestar.

Esto nos lleva a otra cuestión. Los derechos de los que hablamos son conceptos que hay que llenar de contenido. Por ejemplo, ¿cuál debe ser la cuantía de las pensiones? A todos nos encantaría que cuando nos jubilásemos nos pagasen una pensión como Dios manda. Pero Dios no se moja en esto. La decisión es nuestra. ¿Qué cantidad es la correcta? En la actualidad hay casi 9 millones de pensionistas y el importe medio de sus pensiones asciende a 827 euros mensuales. Por otra parte, el salario medio neto mensual de los españoles en el 2010 fue de 1.345 euros, mientras que el de los jóvenes de 20 a 25 años apenas superó los 900 euros y el de los de 25 a 29 años no llegó a 1.200 euros. Ante este panorama, y aún considerando incuestionable el pago de las pensiones, ¿es razonable que su cuantía siga siendo la que es? Teniendo en cuenta que en el 2049 habrá más de 15 millones de jubilados ¿cuánto tiempo nos vamos a poder permitir seguir pagando estas pensiones? Otro tanto se podría decir de la sanidad, de la educación o de cualquiera de estos derechos. Creo que siempre será necesario disponer de un Estado de Bienestar pero la cuestión es definir qué prestaciones son las realmente necesarias y cómo financiarlas.

Hay, sin embargo, otros aspectos que me parecen relevantes en torno a este tema. Uno de ellos es el papel del Estado en general y el de los gobiernos y los políticos en particular. Parece evidente que gobernar se ha convertido, sobre todo, en un ejercicio de gasto del presupuesto público. En principio cabe justificarlo cuando ello sirve para proteger a los sectores de la población más débiles o cuando tiene por objetivo incentivar el desarrollo inicial de actividades importantes para el futuro del país, como por ejemplo la investigación. Lo que pasa es que como todo en la vida esto tiene su cara y su cruz.  

Para cualquier gobierno es muy tentador tirar del presupuesto para satisfacer las demandas que constantemente surgen por aquí y por allá. Siempre se podrá alegar que es por razones de interés social, pero a estas alturas pocos dudarán que detrás de muchas de estas medidas hay un cálculo electoral. Para beneficiarse o para no verse perjudicado. Es más, si no existiera en absoluto ese cálculo, es probable que esas medidas ni se planteasen. Cuesta trabajo creer que, por ejemplo, ese afán por subir las pensiones de que hacen gala todos los gobiernos a la mínima que pueden se deba tan solo a una bondadosa preocupación por el bienestar de los jubilados. Y el problema es que, en este como en muchos otros casos, los gobiernos tratan de ganar votos con medidas que financian nuestros impuestos, o los de nuestros hijos, nietos o bisnietos. Cunde por tanto la sospecha de que los políticos que administran nuestro dinero, en demasiadas ocasiones, no lo gastan en función de los intereses generales sino en función de los suyos. De los suyos para perpetuarse en el poder y para ramificarlo. Y digo ramificarlo porque es muy fácil extender y extender el papel del Estado, de su sector público, a cuenta de las nuevas necesidades sociales que van surgiendo con más o menos fundamento. Pero, ¿un sector público cada vez más amplio es lo que más nos conviene? ¿A quién le conviene?

Desde luego a una ciudadanía que sueñe con que el Estado se lo de todo resuelto le parecerá de perlas. Pero no nos engañemos el precio de eso es que cada vez somos más dependientes del Estado y vivimos en una libertad más tutelada por él. Y en la medida en que el Estado está gobernado por unos partidos, dependemos cada vez más de lo que decidan los pocos que mandan en ellos. Lo cual se contradice, obviamente, con la creciente desconfianza que inspiran los políticos en la ciudadanía. No podemos, por tanto, exigir más y más derechos que, a su vez, se traducirán en más y más Estado, en más y más poder para los partidos, y al mismo tiempo lamentarnos de que cada vez estamos más en sus manos. 

La única solución que yo le veo a esto es que los ciudadanos renuncien, al menos en parte, a esa dependencia del Estado y desarrollen una actitud donde cada uno ejerza más sus responsabilidades en lugar de transferírselas al Gobierno. Una actitud, en definitiva, de sustituir en la medida de lo posible esta cultura de “reclamar mis derechos” por una cultura de “ejercer mis responsabilidades”. Una cultura que signifique pensar menos en lo que me conviene a mí y más en lo que le conviene a los demás. Soy consciente de que traducir esto en la práctica es complejo y está lleno de claroscuros, pero voy a tratar de ilustrarlo con algunos ejemplos.

Uno de los más claros es el del mecenazgo: emplear tu dinero (quienes lo tengan, obviamente) en financiar proyectos culturales o de interés social. En una línea similar irían las llamadas empresas sociales cuyo objetivo principal es solucionar algún problema comunitario. Para quienes solo puedan aportar su tiempo y esfuerzo personal hay un vasto campo de actividades en el ámbito de las ONG´s, fundaciones u organizaciones sin afán de lucro.

En otra perspectiva podríamos hablar de quienes tienen un piso vacío y ceden su uso temporal a personas que han sido desahuciadas o que simplemente lo necesitan. Del mismo modo se podría hablar de quien siendo propietario de un terreno sin ningún uso, lo cede temporalmente para su explotación agrícola a otros que lo puedan necesitar.

Una cultura de la responsabilidad debería implicar que cuando alguien sabe positivamente que no tiene ciertas necesidades, o que ya las tiene resueltas por su propia situación personal, debería renunciar, total o parcialmente, a los derechos que la sociedad le reconoce para solucionarlas. Así, por ejemplo, una persona que tiene dinero para vivir bien el resto de sus días debería sentir la responsabilidad de renunciar a su pensión pese a tener derecho a ella. Nadie debería obligarle a ello y mucho menos el Estado, pero su responsabilidad tendría que llevarle a no usar los recursos colectivos cuando él no los necesita y otros sí.

Se trataría en definitiva de generar, en la medida de las posibilidades de cada uno, una actitud de autosuficiencia y de autonomía, tanto a nivel individual como colectivo, recurriendo al Estado como solución de último recurso.

Fue famoso el discurso de investidura de John F. Kennedy el 20 de enero de 1961, y quedó para la posterioridad aquella frase que dirigió a sus compatriotas: “preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país». Si al hablar de su país se estaba refiriendo a sus ciudadanos, esta frase, dicha hace más de 50 años, tendría hoy todo el sentido.

30 comentarios

30 Respuestas a “¿DERECHOS O RESPONSABILIDADES?”

  1. María Isabel dice:

    Yo creo que el discurso de Kennedy no está reñido con lo público. El problema que tenemos es que un porcentaje muy elevado de la población pensaba que lo público era gratis. Y además, parece que en esa cultura lo que es gratis hay que acapararlo, sin agradecerlo y, a veces, malgastarlo. Bien, hay que agradecer lo que se nos da de forma gratuita, pero es que lo público no se nos da de forma gratuita. ¿Por qué la responsabilidad parece que sólo se puede ejercer en lo privado?

    Una comunidad de vecinos gestiona en común los servicios de la misma y, de puertas adentro, cada uno gestiona su casa. Pues bien, en una comunidad de ciudadanos tiene sentido pensar que la gestión debe ser pública. Si cada uno barre su trozo de calle es posible que usted o yo tengamos un accidente o una enfermedad y no podamos hacerlo, y ese trozo de calle es un espacio común que no puede quedar sucio para el resto de ciudadanos, pero, además, ¿qué clase de sociedad pretendemos crear que, en una situación así, nos dejara pudrirnos en nuestra casa cuando no dispusiéramos de recursos? Por otra parte, no es lo público lo que ha fracasado en esta crisis, sino lo privado, y la irresponsabilidad de las personas que se han convertido en ladrones de lo público para hacerlo privado.

    Les recomiendo la entrevista que EL PAÍS SEMANAL hace a Miguel Martín, asesor del Gobierno en materia de salud y Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, además de profesor, científico destacado y fundador del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama.

  2. Totalmente de acuerdo con el análisis de Manuel Bautista y con la observación de María Isabel: la reducción del gobierno no se puede sustituir con una apelación a la responsabilidad privada.
    La salida de este cul de sac exige la constitución de una esfera política ajena al estado que nos permita rediseñar las funciones y objetivos del gobierno y devolver a la economía a donde le corresponde: garantizar una vida digna a todos los ciudadanos -revisión del catálogo de necesidades individuales y colectivas- y someter la producción a límites compatibles con una vida civilizada y con la conservación de una Naturaleza de la que, inevitablemente, somos parte.
    No es fácil pero, como dice Manuel, el estado de bienestar no volverá y privatización de la vida nos hará más vulnerables.

  3. Geranio dice:

    Esta frase de María Isabel es digna de pasar a lo anales de los comentarios más graciosos: «Por otra parte, no es lo público lo que ha fracasado en esta crisis, sino lo privado».

    Lo reenvío a libro Guinness de los records.

  4. Manuel Bautista dice:

    Estoy de acuerdo con María Isabel en que se da una perversa confusión al entender que lo público nos sale gratis y que eso nos lleva a malgastarlo. En mi opinión, eso sucede en gran medida por el papel que le atribuimos al Estado; no lo vemos como la comunidad de vecinos si no que ha llegado a constituirse como un Ente aparte y con vida propia.

    En mi opinión siempre necesitaremos un Estado (un Gobierno, una Administración, etc.) que resuelva muchas de las cosas que nosotros solos no podríamos. Por tanto no es discutible para mí que hace falta un sector público. Pero hay tres cosas claves a discutir.

    Una, a qué debe dedicarse el Estado y por consiguiente qué tamaño y coste debe adquirir.

    Dos, qué relación debe articularse entre los ciudadanos y el Estado.

    Y tres: qué actitud y qué papel deben jugar los ciudadanos.

    Si los ciudadanos dejamos el campo de lo comunitario libre y además animamos al Estado a que nos lo de todo hecho y cada vez le pedimos más, no debiera sorprender a nadie que acabemos teniendo un Frankenstein. Es decir, estar de acuerdo en que necesitamos un sector público no quita que tengamos que establecer una relación clara y eficiente con él. Más o menos como cada vecino con el presidente de su comunidad.

    Discrepo, sin embargo, en eso de que lo público no ha fracasado en esta crisis. Un botón de muestra: pocos discutirían que si el Banco de España hubiera ejercido una supervisión como Dios manda sobre las Cajas de Ahorro otro gallo habría cantado. Eso por no hablar del Ministerio de Economía, de las CCAA y de las Cajas de Ahorro.

    Y, por supuesto, “lo privado” también ha fallado. Se supone que somos mayorcitos y que quien pide un crédito para comprarse un piso sabrá en qué condiciones está para poderlo pagar. La “borrachera” de nuevos ricos ha sido muy extensa. Eso por no hablar de otras muchas responsabilidades entre lo público y lo privado que ha habido.

    A José Luis Martínez querría hacerle un matiz en relación con su afirmación de que “la reducción del gobierno no se puede sustituir por una apelación a la responsabilidad privada”. Yo creo que, efectivamente, hay ámbitos donde la responsabilidad privada no puede reemplazar a la pública. Por ejemplo: la supervisión del Banco de España, o la que realiza el Consejo de Seguridad Nuclear sobre las centrales nucleares. Pero hay otros muchos en los que sí. Por ejemplo, hoy consideramos necesario que el Gobierno nos financie el sueldo del señor o señora que cuida a nuestra abuela, sin embargo hace 50 años eso lo hacían las familias. Es decir, las llamadas “cargas familiares” antes eran asumidas como parte de tu responsabilidad personal y nadie pensaba que lo tuviera que resolver el Estado.

    En cualquier caso, ejercer la responsabilidad privada no es que sea necesario para sustituir al Gobierno y pagar menos impuestos. Yo lo veo necesario para llegar a ser ciudadanos “adultos” que sepamos lo que queremos y que ejercitemos nuestra solidaridad y afecto con nuestros vecinos, sin delegar eso en el Estado ni en nadie. Aunque el Estado siga estando ahí.

    1. María Isabel dice:

      Está claro que no me he expresado bien, aunque al récord de Geranio no creo que llegue, porque últimamente hay mucha competencia. En realidad quería decir que si los encargados de lo público funcionan como si fuera suyo, es decir, privado, no es lo público lo que fracasa, sino lo privado. Cuando los supervisores no funcionan hay que pensar que quizás no tienen un interés público, sino privado, o bien que hay un interés privado que pesa más que el público. El equilibrio entre lo privado y lo público tiene que ver con el equilibrio entre nuestra dimensión individual y social.

      Es cierto que vemos al Estado como un ente abstracto, pero el Estado somos todos. Otra cosa es el Gobierno. Si lo entendiéramos así, sabríamos que lo que pedimos al estado nos lo estamos pidiendo a nosotros mismos. Y el Gobierno no puede utilizar los bienes del Estado como si fueran suyos. Lo que es de todos hay que cuidarlo más que lo propio (Y aquí sí que me río yo de mi misma, por mi propia ingenuidad). Cuando entendamos esto nos haremos mayores y seremos capaces de prosperar en lo público y en lo privado.

      También es cierto que antes no era necesario que el Estado asumiera las «cargas familiares», pero no es del todo exacto que lo hicieran las familias. La verdad es que lo hacían las mujeres de las familias, que ahora se habían incorporado al mundo laboral.

  5. ubaldo de azpiazu del campo dice:

    Dentro del pesimismo que desde hace tiempo me embarga, tomando la frase del Presidente J.F.K. la pregunta es, están las estructuras del Estado «afinadas» (por decirlo de alguna manera) listas para desarrollarlas?, creo honestamente que no.

    Como ejemplo valga las iniciativas de la Sociedad Civil cuyo objetivo, que no es trivial, es el de fijar la Agenda o poner en la Agenda aquellos asuntos de interés para la propia Sociedad, el resultados es muy pobre las propias estructuras se las ingenian ellas solas para desmontarlas. Asumiendo la tesis de Manolo, al final del día son los pocos qué manejan los partidos políticos, quienes manejan los Gobiernos, mal estamos!

    La cultura que propone Manolo, pienso menos en mí y más en el bien común, tal y como tenemos montada esta sociedad está muy lejos de ser posible, y la responsabilidad privada no puede/debe asumir otros roles.

    Creo que sí vale la pena el definir esas necesidades que constituirán el nuevo estado de bienestar, quien lo hace?, pero paralelamente generar una realidad político/administrativa que garantice que los impuestos, asumamos que tenemos un sistema fiscal justo,sean empleados por los «pocos que manejan los partidos» en aquellas cosas que realmente garanticen unos mínimos , lo de no robar se da por supuesto, que efectivamente serán muy difíciles de definir pero para empezar no está de más darle una revisada a los puntos que la «Sociedad Civil» nos ha puesto en la Agenda.

    Por otra parte me gustaría poner en el debate de redefinición los gastos en Defensa,rearme moral de la sociedad (Universidades, cumplen su papel?), sistema electoral etc… sobre todo cuando todos asumimos que los ingresos vía impuestos son los qué son, la natalidad a la baja y cada día todos más «viejitos»

  6. Ariadne dice:

    Una pena de articulo.

    Un pseudoeconomista de los verbotraficantes -antiguamente predicadores – del dios MERCADO como los de «Nada es gratis», lo hace mucho mejor.

    Me parece lamentable la carencia del mas minimo analisis en el manejo de los pocos datos que -sin citar fuentes- se aportan.

    En el tema de las pensiones del sistema publico de reparto, el autor omite el incremento de la productividasd por asalariado desde su creacion.
    Pero ya lo dijo goebbles, Joseph . Una mentira repetida un buen numero de veces se transforma en una verdad indudable.

    Si lo que pretende es fomentar nuevamente la estafa financiera de los fondos de pensiones privados, es mejor que espere un decenio para que el personal ya este desmemoriado y pueda ser engatusado nuevamente.

    Tampoco dice que la elevada deuda publica y sus intereses, se deben esencialmente a apuntalar e impedir la quiebra de practicamente todas las entidades financieras espannolas menos unas 4 o 5; y que estas mismas entidades tecnicamente quebradas, obtienen del BCE creditos a bajo interes que prestan al estado que las rescato a un interes de usura.

    Adjunto un enlace que lo explica muy claro:

    http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=HKy577PAMOc#

  7. AABRC dice:

    Con todo respeto para el Sr. Manuel creo que es un poco utópico, pero es muy buena la intención y hay muy buenas ideas, como por ejemplo dónde vivo actualmente el equipo de bomberos que consta de 15 personas,¿ por qué tenemos que mantenerlos a todos? si desde que vivo aquí no ha habido fuego a Dios gracias, se emplea el camión de bomberos para hacer la fiesta de la espuma cada año en las fiestas patronales. A lo mejor con 5 bomberos estamos bien servidos para la fiesta de la espuma. Creo que este tipo de fugas de dinero deberíamos detectarlas y eliminarlas. Nos ahorraríamos 182.000 euros anuales (incluyendo pagas extras) sólo en este caso y eso que vivo en una zona de pocos habitantes. Esos 182.000 euros posiblemente serían excelentemente empleados en becas para la investigación por ejemplo.
    Cuanto dinero debe de estar perdiéndose por ahí de una manera salvaje a falta de una buena administración y una buena supervisión.
    El sistema capitalista imperante a nivel mundial esta en pleno apogeo, pero el coste de estar inmerso en este sistema es precisamente lo que le esta pasando a España a día de hoy, yo lo llamó el crimen económico del capitalismo. Es parecido a la ruleta rusa. Esta vez nos ha tocado a nosotros, otras veces les ha tocado a otros. Todas las crisis han sido superadas, los españoles las superaremos con creces cuando llegue el momento.

  8. Manuel Bautista dice:

    En respuesta a María Isabel, estoy de acuerdo que si los encargados de lo público (políticos y funcionarios) actuaran como si lo que tuvieran entre manos fuera de su propiedad la gestión pública sería mucho más eficiente.

    Pero en las ineficiencias de la gestión pública yo no pondría este punto como la causa principal. Hay otros factores que pesan aún más. Por ejemplo, casi nadie en el Gobierno-Administración analiza los problemas y sus posibles soluciones con una perspectiva de largo plazo, digamos 10 o 15 años. Lo habitual es mirar hasta las próximas elecciones y, si me apuras, hasta “lo que calculo que voy a durar en este puesto”. Y así no hay manera de afrontar los problemas con rigor.

    En relación con lo que dice Ubaldo de Azpiazu, es cierto que las estructuras del Estado tratarán de “pasar” olímpicamente de las propuestas y demandas de la sociedad, si no conllevan una amenaza de erosión electoral. Pero eso es solo cuestión de que la sociedad civil siga organizándose y siga insistiendo y presionando. Al final, y hay múltiples experiencias, acaban haciendo caso. Lo que sucede es que, para lograr el nivel de persistencia necesario (¡las moscas co… son imbatibles!) y la calidad en las propuestas, hacen falta unas estructuras organizativas que a la sociedad civil le cuesta incorporar. Sin embargo, creo que por ahí van los tiros.

    A Ariadne me gustaría que me dijera qué cifras he puesto sin citar la fuente de donde las he sacado. Y, asimismo, me gustaría pedirle cómo llega él/ella a la conclusión de que los 500.000 M€ en que ha aumentado la deuda pública entre el 2007 y el 2012 se deben al dinero que ha habido que meter para “apuntalar e impedir la quiebra de prácticamente todas las entidades financieras españolas…”: ¿Puede decirme la fuente de donde obtiene las cifras para hacer semejante afirmación? Lo digo porque, hasta ahora, yo creía que el saneamiento de nuestras entidades financieras nos estaría costando un montón de dinero pero por debajo de los 100.000 M€.

    Agradezco los comentarios de todos.

  9. Ariadne dice:

    El primero que tiene que aportar datos para soportar sus opiniones es Vd. que inicia el tema.

    Como tengo cosas muy gratas a que dedicar mis horas, le recuerdo que con eurostat y el ine espannol se puede hacer alguna labor de punto o ganchillo con los numeros.

    No voy – por lo indicado antes – a rebatir muchas de sus afirmaciones. Pero sus lectores podran usar su capacidad analitica con estos enlaces:

    unos graficos citando fuente http://spaineconomy.blogspot.co.uk/

    una articulo – ya antiguo -de la britanica y mundialmente prestigiosa BBC que se encuentra a annos luz de la calamitosa RTVEspannola.

    http://www.bbc.co.uk/news/business-17549970

    Y un articulo – este en espannol – sobre pensiones:

    http://www.vnavarro.org/?p=8415

    Salud, ariadne

  10. José María Bravo dice:

    Yo creo que el articulo de Bautista tiene el problema de ser muy «realista». Se podría decir que «descarnadamente realista». Dentro del criterio político que impera la previsión de Bautista es «realista».

    Quizás el ejercicio de la política no deba ser tan fatalista. Quiero decir que no debería ser tan previsible pero, aparentemente, es así. Pero yo lo que le pediría a Bautista es que no cayera en ese error de interpretación. Que no sujetara sus tesis de Bienestar en, por ejemplo, que «la época mas boyante de nuestra historia» fue la de 1998 a 2007. Porque quizás esto es una falacia. En esa época se genero la crisis. Podríamos decir que se especulo con la realidad. La realidad era que la riqueza era una especulación.

    Yo entiendo el discurso de Bautista. Pero yo le pediría que fuera más claro y expusiera a que se debe el Déficit, el por qué del Endeudamiento. Que no fuera tan de bruces a que el problema es el gasto en Salud, en Educación, en Investigación, en Pensiones, en fin en lo que se llama prestaciones sociales.

    Creo en su discurso sobre la responsabilidad pero creo que lo matiza mal. Es acaso responsable el ciego de no ver?

    1. Manuel Bautista dice:

      Al hablar de “la época más boyante de nuestra historia” lo hacía desde el punto de vista de los ingresos fiscales del Estado. Es obvio que en esa época se gestó la burbuja cuyo estallido posterior ahora padecemos. No fue, por tanto, una época boyante desde muchos puntos de vista. Ni se aprovechó políticamente para hacer las grandes reformas pendientes (reforma del sector público, laboral, del sector energético, etc.) ni se controló a las cajas de ahorro para racionalizar tanto crédito absurdo, ni tantas otras cosas.

      Pero, desde el punto de vista de la recaudación de impuestos y, por tanto, de las posibilidades que hubo para eliminar el déficit público y reducir drásticamente la deuda, fue una gran oportunidad. Que, en parte, se aprovechó, pero no todo lo que hubiera podido ser. Quizás porque los sucesivos responsables políticos (Aznar, Zapatero, …) prefirieron creer que aquella “fiesta” no se iba a acabar nunca.

      En cuanto a las causas del fuerte endeudamiento de estos últimos cinco años, en mi opinión las más importantes han sido: la caída de ingresos fiscales por una parte (desaparecen 4 millones de empleos y un montón de empresas cierran, y eso se nota) y el aumento del gasto público.

      Esto último por el tremendo aumento del paro, y las correspondientes prestaciones por desempleo, el aumento disparatado de los intereses de la deuda (en parte por culpa del deficiente diseño institucional del euro, por el juego especulativo de algunos gobiernos “socios” y de los famosos mercados; y en parte por la falta de credibilidad de las medidas adoptadas por nuestros gobiernos) y por la inyección de fondos públicos para salvar de la quiebra a muchas cajas de ahorro, entre otras cuestiones.

      No digo, por tanto, que el endeudamiento de estos años se haya debido a las pensiones, la sanidad, a educación, etc. Lo que sí digo es que, si miramos la composición del gasto público en un año “normal”, la mayor parte se debe a las pensiones, sanidad, educación, paro, etc. Estoy de acuerdo en que no sería necesario reducir el gasto público si tuviéramos la seguridad de que en los próximos 30 ó 40 años vamos a tener un elevado ritmo de crecimiento económico. Pero haría falta que fuese muy elevado, porque de lo contrario, el envejecimiento de la población y su mayor gasto sanitario harían que todo esto fuese insostenible.

      Como yo no me creo para nada que vayamos a poder lograr esos ritmos de crecimiento, es por lo que creo que, aunque no nos guste un pimiento la idea, no nos va a quedar más remedio que reducir el coste de nuestros gastos sociales. Y eso aunque se suban más los impuestos (y aprovecho para recomendaros que leáis mañana el magnífico artículo que publicaremos de Isaac Salama porque hace una exposición muy lúcida y didáctica sobre este tema), aunque no volviesen a quebrar nunca más los bancos y los tuviéramos que rescatar de nuevo (cosa que dudo) y aunque los intereses de la deuda se desplomaran. Incluso aunque se acometiera una reforma en serio del sector público, incluyendo nuestro peculiar Estado de las Autonomías.

      En cuanto a mi concepto de la responsabilidad, yo no creo efectivamente que el ciego sea responsable de no ver, pero también creo que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

      Un saludo y te agradezco tu comentario

      1. Ariadne dice:

        Stupendo – diria Forges – nos aproximamos… Y si hablamos de las SICAV que salen fiscalmente de rositas mientras el IVA esta por las nubes ?
        Podriamos hablar de la regresion o fraude fiscal fomentado desde el poder politico?.
        O del proceso del reparto de la tarta de la riqueza en el que la porcion de los ricos – P. Krugman diria 0,1% (1) – es desde hace ya decenios, cada vez mayor?

        Astalmastonto no le cuadra como desde el poder se dice que se pretende que aumente el consumo para incentivar produccion y empleo en una sociedad carente de consumidores (por perdida de capacidad adquisitiva).

        Es obvio que el 0,1% no pueden consumir mas y estan condenados irreversiblemente a acumular riqueza sin fin. Algunos practican el buenismo del mecenazgo.

        Claro que la historia se repite, en el siglo XXI volveremos a una nueva version del XIX.

        (1)http://www.nytimes.com/2011/11/25/opinion/we-are-the-99-9.html?_r=2&ref=opinion&

        En espannol: http://www.rebelion.org/noticia_pdf.php?id=140735

  11. José María Bravo dice:

    Manuel, te agradezco la respuesta. Clara y hasta contundente.

    Pero para mi sigue siendo imprescindible que haya una transformación del modelo. Como tu dices no es para mañana, pero debe comenzar mañana.

    El fatalismo, como concepto, que la logica es esa y que su resultado sera ese, tiene que cambiar. La ciencia hace lo contrario, cada día desmiente al anterior. La Politica nació como ciencia, como busqueda del conocimiento, como desarrollo de la consciencia. Como uno de los conceptos que juega un papel esencia en el desarrollo humano y su interacción con la naturaleza.

    No podemos seguir aceptando que la realidad, «tecnica», es que seguiremos teniendo politicas de empleo como las que tenemos, que se seguira habiendo un mercado internacional en donde la «libre» competencia favorece al más fuerte. No puede seguir persistiendo la teoria Darwiniana en el devenir socioeconomico.

    Me parece bien que nos abras los ojos para que veamos lo que puede venir. Pero lo que puede venir si se perpetua este estado de cosas, este estado de opinión.

    En la parte ultima de tu articulo hablabas de un posible camino, el de la solidaridad responsable. Es una idea, es algo que aparece en las sociedades con estas diferencias enormes de riqueza pero que, luego, se convierten en formas de evadir impuestos,etc.

    Tu articulo abre ojos, pero es pesimista, en cierto sentido. Abrir ojos, sin populismo, es señalar otros caminos.

    Muchas gracias

  12. gema dice:

    Pues nada!, siguiendo el discurso de este articulista-Manuel, todo dios desde los 65años, con pensiones no-contributivas (354-360€ mes), o apuntados al envejecimiento activo que apunta esa la Soraya- vicenosequé de España,( o sea trabaja hasta que la palmes), y cuando la Troika y company necesiten más sangre (dinero), oye que vayan cogiendo de los ahorros de la gente, así como disimuladamente o en diferido, ó como les venga en gana que viene a ser lo mismo, y mira que guayss del paraguayss que, no pasa nada, que eso de los Derechos Humanos lo dejamos para cuando podamos vivir en Marte, y ale rezamos un padrenuestro con el Berglogio….glup-glup..mientras nos hundimos, que yo sepa..a esto no he venido Yo a este mundo, estamos!!!

  13. killbilderberg.blogspot.com dice:

    Hay muchísimos sectores que no han experimentado recortes y que bastarían para mantener el mal llamado estado del bienestar. El gasto militar -yo no quiero un ejército para nada, y mucho menos en lugar de la sanidad o la educación-, la monarquía, los latifundios, los sueldos -vitalicios- de los cargos públicos, gastos atribuibles a esos mismos cargos públicos -cochazos oficiales, jets privados, cáterings de lujo etc.-, rescates mafiosos a la banca… Y así podría seguir toda la tarde. Entonces, ¿CÓMO PUEDE USTED ASEVERAR QUE EL PUEBLO, COMO SI DE UN NIÑO MALCRIADO SE TRATARA, SE NOS HA VUELTO DEMASIADO PEDIGÜEÑO? ¿Es que pertenece usted a la élite, que no sólo no ve recortados sus derechos sino que está sacando tajada con esta pseudocrisis? Por otra parte, veo que usted pasa por alto que la creación monetaria no está en manos públicas sino que pertenece a la banca privada y que dicha creación se realiza ex-nihilo (de la nada), concediendo posteriormente líneas de crédito a un interés variable PERO SIEMPRE ESCLAVIZANTE a los distintos gobiernos, que de este modo se ven privados de todo poder democrático-soberanista, siendo inexorablemente deficitarios. Si el pueblo recuperara la creación monetaria, los recortes, simple y llanamente, no serían necesarios. No sé si es usted un desinformador a sueldo -probable- o si es simplemente un ser muy crédulo.

  14. Alicia Bermúdez dice:

    Resulta bastante irritante la forma tan sesgada en que, dependiendo de si la ideología del que comenta es una o la contraria, se interpretan los artículos. Y, bueno, de la interpretación cada cual es libre, pero que quienes interpretan nos «cuenten» a todos los demás cuál es la interpretación acertada y correcta es algo que raya con la soberbia.
    Y sucede en este blog mucho y con frecuencia. Prueba fehaciente de que es este un espacio en el que no se practican, por parte de los articulistas, ni la réplica airada y visceral ni la censura.

  15. Me llama mucho la atención el que sólo se habla de pérdidas económicas, y que además esas pérdidas resulta que las tiene que pagar la ciudadanía;

    De antemano, digo no entender de economía y de dinero, todavía menos..pero, ocurre qué, cuando enciendo el televisor–estoy haciendo economía?, estoy generando ingreso dinerario para alguién; cuando me pago el metro que está por las nubes, acaso no cobra alguién o algunos más conmigo?; cuando opero con internet, cuando pago eso pedazos de recibos de luz y gas, cuando me tomo un café, cuando viajo, cuando compro lo que sea..acaso no genero economía y dinero?, yo creo que sí;
    Y las ganancias dónde están las ganancias, porque no nos las cuentan, todo lo que se recauda, esos sueldazos imposibles que se llevan directores y consejeros en los bancos..los ingresos del Estado español por turismo etc..

    que gran mentira es esta de que no hay dinero?, pero que gran mentira y qué mal articulada que está?…encaminar a las sociedades humanas hacia el abismo interno es la intencionalidad predominante sobre esta manera de hacer economía o dinero (para los que lo fabrican y manejan); ahora que un máquina te hace el trabajo tranquilamente de 5.000 personas, ahora que las personas pudierámos vivr algo mejor…viene el integrismo–financiero y variantes y NOS LO JODE…

    De verdad, sino hay trabajo-sueldo, si no hay unas rentas minímas o no garantizando la subsistencia de las personas en unos derechos mínimos, oye por favor..de que´vivimos?–me lo explican o me lo cuentan?–
    no se trata de estado de bienestar ni pachangadas de esas, se trata de que con algunas cuestiones que tienen que ver con el desarrollo HUMANO no se mercantilice salvajemente…ahora a por los transplantes de órganos!!´–pero bueno que es esto!!

    En mi opinión debería estar penalizada la riqueza extrema, y se debería poner ciertos impuestos a grandes fortunas, es inmoral que haya gente con tantísimo y personas sin nada–NADA, conocen esa palabra–nada!!

    EStá muy claro que la cuestión dineraria-monetaria, es una cuestión intencional y mental, y que todo está articulado de tal manera que al final LA BANCA–si les dejamos, sea la propietaria de absolutamente TODO, y sean sus impresentables gestores los que decidan los designios de la humanidad, y cómo para la banca sólo existen los números que no las personas-desde luego, porque han de defender a las personas y sus más elementales derechos no son sus competencias laborables;

    Todo gobernante hoy día es un títere de la banca pagada por los ciudadanos a los que axfixia, así como la policia está pagada por los impuestos de los ciudadanos a los que aporrea en manifestaciones etc..así que porque no pensar que…esto el déficit- cambio de modelo económico ultraneo–solamente ES para aquellos que están orquestando las guerras en los diferentes lugares del planeta..sobre todo en todo oriente y va expandiéndose, lo que a su vez les sigue generando beneficios y PODER, mientras, cómo no…los ciudadanos cada vez bién jodidos y axfisiados vamos pagando las guerras de otros lugares…
    desde luego..no es que esl estado de bienestar se vaya a acabar, ees que va a terminar la cosa en algo pero que muchísimo mejor, y con otras perspectivas a las de ahora..
    porque lo de hoy en día no sólo es abominable, sino que además es que no sirve para absolutamente nada!!———
    recortes?, para qué?, sacrificio?, para qué?–para luego estar mejor?, a mi me da que todo es «na gran mentira»…simplemente.

  16. Alberto dice:

    Difícil es creer que una persona tan mal educada como algunas de las que han escrito comentarios a este artículo crean en la posibilidad de un mundo mejor. Por buenas que pudieran llegar a ser sus ideas, ¡Dios nos libre de tener que padecerlos de cerca! Las actitudes ante la diferencia contienen, a mi parecer, no pocas de las respuestas que necesitamos para iniciar procesos estimulantes de cambio.

  17. gema dice:

    Dios nos libre de los malpensados que obran hipócritamente, los borreguitos igualitarios a un lado, las personas libres al otro…please.

  18. Miguel Gordillo dice:

    Menos mal que no está el patio para bromas, porque ésta es de las malas.

    Leo este artículo y me empiezo a sentir culpable por quejarme tanto. Tengo que ser más proactivo. Voy a renunciar a parte de mi nómina, para que el gobierno contrate algunos asesores más, por ejemplo.

    ¿Qué podemos hacer por nuestro país? Defender un modelo en el que muchos creemos. Pero no lo estamos haciendo, así que tranquilos los que prefieren un modelo privado, espérense un poco esos empresarios ávidos de cobrar más dinero público por gestionar los servicios sanitarios, educativos,…Porque por supuesto la pérdida de derechos, como el sanitario, no va a suponer un ahorro para el Estado. Véase el modelo Alzira.

    Leo este artículo y me siento como un cerdito que va al matadero. Estoy yendo, pero me retuerzo y resisto dentro de mis posibilidades. Miro a los ojos al matarife sabiendo al menos que la justicia está de mi parte, Voy a morir con dignidad, una poca…y de pronto alguien me susurra que no, que no sea egoísta, que no proteste más. No puede haber derechos para todos, colabora, renuncia al jamón y al morro, que eso es para otros. El matarife sólo hace su trabajo, no lo odies. Vas a convertirte en unas exquisitas salchichas de Jabugo o en jamón de Frankfurt.

    “Desde luego a una ciudadanía que sueñe con que el Estado se lo de todo resuelto le parecerá de perlas”. Perlas tiene muchas este artículo. Hacernos sentir culpables es la mejor. No sólo nos maltratan, sino que además vienen y nos dicen que nos lo merecemos. Acabaremos todos con síndrome de Estocolmo o rifle en mano a lo
    Patricia Hearst, atracando a pensionistas eso sí.

    “No podemos, por tanto, exigir más y más derechos que, a su vez, se traducirán en más y más Estado, en más y más poder para los partidos, y al mismo tiempo lamentarnos de que cada vez estamos más en sus manos.”
    Esta perlita es buena también. Está claro, no exijamos derechos, dejemos que privaticen todo y no pongamos el foco en criticar al gobierno, sino en reflexionar sobre la legitimidad de nuestras exigencias. Esto se traducirá en menos y menos poder para los partidos, menos y menos Estado…por favor…

    Leo este artículo y me cabrea profundamente. ¿Cultura de la responsabilidad? Claro que sí. Totalmente de acuerdo en promover una sociedad altruista y responsable. ¿Pero qué tiene que ver la velocidad con el tocino del cerdito? El ejemplo del piso vacío es casi cómico. No sé cuánta gente tendrá dos pisos y uno de ellos vacío y además en vez de alquilarlo lo cederá gratis… pero si el problema de los desahucios hay que fiarlo a eso vamos apañados. El problema se puede arreglar desde el gobierno, que es el que legisla y administra los presupuestos. El altruismo podrá parchear casos concretos, pero poco más. No es incompatible, sin duda, seamos altruistas, pero la principal línea de acción debería ser la defensa de nuestros derechos. Y para eso habría que presionar y criticar al gobierno, y por supuesto para eso hay que creer en la legitimidad de nuestras exigencias .Este artículo no contribuye a eso precisamente.

    Pero si de lo que estamos hablando es asumir la derrota, entonces de acuerdo. Me uno a la petición de solidaridad. Por una cultura de la subsistencia.

    1. Manuel Bautista dice:

      Si usted cree que la salida de este panorama la tiene el Gobierno, y que todo lo que debemos hacer es presionarle para que la ponga en marcha, creo que está muy equivocado.

      Las cifras parece que son las que son, y en este mundo tan globalizado no vamos a encontrar la salida pidiendo a quienes tienen dinero que nos sigan prestando cada vez más. ¿Por qué han de hacerlo? ¿Por qué nosotros tenemos unos derechos que son sagrados y que alguien nos tiene que financiar? ¿Y por qué a nosotros en vez de a los congoleños o a los vietnamitas?

      ¡Claro que hay que exigirle al Gobierno que tome las medidas más adecuadas! Pero una cosa es eso y otra creerse que, por mucho que haga, todo este Estado del Bienestar es sostenible a largo plazo. Eso, en mi opinión, es no querer ver la realidad.

      ¿Significa eso que los ciudadanos solo podemos elegir entre chillarle al Gobierno, o a quien sea que señalemos como culpable, para que nos saque de esta crisis; o irnos deprimidos a un rincón? Evidentemente no.

      Lo que he tratado de mostrar en este artículo es que si desarrolláramos mucho más nuestra autonomía, nuestra capacidad de iniciativa y construyéramos (porque, es verdad, que lo está poco) una cultura de mayor responsabilización individual, sin quedarse ahí esperando a que el Gobierno reaccione de una vez, se podrían ir poniendo en marcha otras soluciones, que aunque parciales ayudarían. Como de hecho ya está sucediendo.

      No obstante, este es un blog para pensar juntos y quizás usted es capaz de ver soluciones donde yo no las he visto. Si es así, le quedaría muy agradecido que nos las expusiera.

      Un saludo cordial.

      1. Miguel Gordillo dice:

        Estimado Manuel, usted parte de la premisa de que el Estado del Bienestar no es sostenible a largo plazo. Está claro que con la gestión actual no, no es sostenible.
        Hablemos de financiación.
        ¿Por qué el BCE no financia directamente a los Estados? Ahí ya acabaríamos con mucha especulación y pagaríamos muchos menos intereses. Beneficiados: los bancos.

        ¿Por qué no se aumentan los impuestos a las grandes fortunas, SICAVS, Iglesia,…? Ahí hay dinero, mucho…

        Eso sería atacar la raíz de los problemas.

        Hablemos de gestión.
        Como en todo es cuestión de prioridades. La sanidad, educación y demas servicios públicos son prioritarios. Hay otros muchos sitios de los que recortar: bancos, ejército, iglesia, partidos políticos, sindicatos, personal de confianza de los políticos, contratos a empresas amigas,…

        El ejemplo del modelo de Alzira es clarificador. Aprovechando la crisis, y bajo la premisa por usted defendida de que el Estado del Bienestar es insostenible, se privatiza la gestión de los hospitales públicos. Como es obvio sale más caro y los únicos beneficiados son las empresas privadas.

        Otra consecuencia de asumir la insostenibilidad del Estado del Bienestar ha sido la no asistencia sanitaria a los inmigrantes sin tarjeta sanitaria. Bonito modelo de sociedad solidaria y responsable a la que vamos.

        Saludos cordiales.

        1. Manuel Bautista dice:

          Estimado Miguel, efectivamente yo no creo que el actual Estado de Bienestar sea sostenible a largo plazo. Pero no soy ningún experto en las cifras de la Contabilidad Nacional ni en sus fundamentos; así que bien podría suceder que yo estuviese equivocado.

          Usted propone que el BCE financie directamente a los Estados para reducir los intereses que pagamos por la deuda. Para una primera fase estoy de acuerdo en que podría funcionar, a más largo plazo no lo creo. ¿De dónde sacaría el BCE el dinero para financiar la deuda de todos los Estados de la UE? ¿Tiraría de la máquina de imprimir euros (¡cuidado con la inflación!) o tendría que pedírselo prestado a otros? ¿Y si esos otros prestamistas (China, Rusia, privados…) llega un momento en que se niegan a seguir prestándole dinero al BCE porque no ven visos de devolución?

          El problema que se puede presentar por esta vía (y es, en parte, por lo que ciertos países de Europa, encabezados por Alemania, se oponen a “mutualizar” la deuda europea) es que pasemos de un riesgo de quiebra nacional a una quiebra europea.

          ¿Por qué no aumentan los impuestos a las grandes fortunas, etc.? Estoy completamente de acuerdo en que hay que avanzar por ahí. No sé cuánto de posible es. Desde luego, no creo que fuera una buena solución aumentarle más los impuestos a los que tienen nómina (IRPF) ni a las pequeñas y medianas empresas (PYMES). A las grandes empresas habrá que subirles los impuestos siempre y cuando no se nos vayan o dejen de ser capaces de exportar. Con todo, algo se les podrá sacar.

          Dice usted que se puede recortar en muchos otros sitios, y cita al ejército para empezar. De entrada, a mí eso también me suena bien. Pero luego lo pienso un poco más y me pregunto: con la incertidumbre que se respira en el norte de África, con la evolución que puede tomar el islamismo radical en nuestras fronteras, ¿de verdad yo me quedaría tan tranquilo desmantelando a nuestro ejército? Pues, la verdad no.

          ¿Los bancos? Sí creo que a algunos de ellos habría que haberlos dejado quebrar. No, desde luego, a los más grandes, por el tsunami de pánico y la crisis financiera que se podría haber desencadenado. Pero, dejar caer algunos y, sobre todo, llevar al juez a todos los responsables, sí creo que habría sido muy sano.

          Pero, con todo esto, estimado Miguel, yo creo que estamos a años luz de cuadrar las cuentas y hacer sostenibles nuestras pensiones, sanidad, educación, etc. Así que me parece conveniente hablar de todo esto, no porque yo quiera darle argumentos a quienes quieren desmantelar el Estado de Bienestar por intereses oscuros, sino por el mismo motivo que un padre debe decirles claramente a sus hijos que ha quebrado para que se espabilen.

          Pero, a lo mejor yo estoy equivocado y usted está en lo cierto. Le sugiero, si le parece oportuno, que coja algún ejemplo concreto de nuestro Estado de Bienestar y le ponga números, y así avanzamos en nuestro diálogo.

          Un saludo cordial

    2. Remedios dice:

      Si usted se siente culpable cuando alguien nos pide responsabilidad, usted tiene un gran problema.

      Si cuando alguien le dice que deberíamos actuar más y mejor, y usted dice que le están callando la boca, usted tiene un problema.

      Si cuando usted solo espera que le resuelvan la papeleta a base de quejarse, reclamar y lamentarse, y piensa que solo es eso lo que tiene que hacer, usted tiene un problema.

      Si cuando a usted le hacen una reflexión sostenida y argumentada, y se siente como un cerdito que va al matadero, usted tiene un problemón.

  19. Miguel Gordillo dice:

    Estimada Remedios, la realidad es que PSOE antes y ahora PP se están cargando el Estado del Bienestar.

    Este artículo justifica los recortes, al asumir que ese Estado del Bienestar es insostenible.Es esa justificación de los recortes la que me supone un problema.
    Manuel dice que no hay dinero,. Yo digo que está mal gestionado, que se podría recaudar más de los más ricos y que se podría conseguir a intereses muchísimo más bajos.

    La responsabilidad personal y la solidaridad están muy bien y no tengo nada en contra. Pero supongo que por ejemplo los inmigrantes sin tarjeta preferirían seguir teniendo derecho a asistencia sanitaria y no depender de la caridad ajena.

    Al final se trata de qué modelo de sociedad queremos. Supongo que en vuestra opinión habrá que reformar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que por otra parte es papel mojado.

    Saludos cordiales.

  20. Indignado dice:

    Este artículo es una justificación burda del desmantelamiento del jovencito Estado del Bienestar español por parte de la derecha española ( léase Partido Popular). Estado de Bienestar, que habría que aclarar que no data de la época de los Reyes Católicos, es mucho más reciente, las bases se pusieron en los sucesivos gobiernos de Felipe González. Luego hubo una época de recortes durante las dos legislaturas del bigotes ( el gasto social bajo desde el 27% del PIB al 20%) y últimamente se reforzaran las políticas con los gobiernos de Zapatero.
    También le quería aclarar al autor del artículo, que la deuda pública, que según él no ha dejado de crecer, que hubo dos años en el 2007 y 2008, gobernando el injustamente vilipendiado Zapatero, la deuda pública disminuyo como consecuencia de una mayor cantidad de ingresos que de gastos. Diferencia esta que se invirtió en disminuir la deuda pública ( llego a ser del 35% del PIB) y en aumentar el fondo de pensiones ( que llego a alcanzar la cifra de 75.000 millones de €.
    Para terminar indicarle que el Estado del Bienestar es viable, por supuesto que si, cuando el país salga de la crisis y aumenten los ingresos ( el problema actual de España no es el nivel de gasto sino la absoluta falta de ingresos), cuando se persiga el fraude fiscal, cuando la Iglesia pague lo que le corresponde y se obliguen a las grandes fortunas a pagar impuestos y…… tifo esto se conseguirá cuando la derecha vuelva a la oposición y se practiquen las políticas socialdemócratas del PSOE ( ni se olvide que fue el verdadero artífice de nuestro actual Estado del Bienestar).

    1. Manu Oquendo dice:

      Estimado Indignado.
      Muchos estamos, como usted, indignados.

      Pero eso no nos exime de seriedad con la historia y con los datos.

      El mal llamado «estado de bienestar» es un concepto del siglo XIX que se desarrolla a lo largo de la primera mitad del XX y que en España incluye, nos guste o no, el largo reinado de Franco.
      De hecho en términos de legislación laboral y de SS llevamos desde Franco destruyendo «derechos» a pesar de la pasta que han dilapidado.
      Cualquiera que haya vivido con uso de Razón los 60 y los primeros 70 sabe que esto es rigurosamente cierto.

      Es por ello falso que el estado de bienestar sea atribuible a González a quien por otra parte SÍ es imputable que hoy falten 260,000 millones de euros de SUPERAVITS contribuciones para pensiones que han desaparecido (por culpa documentada de Felipe, de Aznar y de Zapatero).
      Ver estudio de Alonso Meseguer publicado en 2007 por FUNCAS y hoy astutamente olvidado por «los expertos».

      Zapatero, por otra parte hace lo siguiente.
      Pasa de 200,000 millones de deuda a casi 700,000.

      Estos son los valores absolutos, no disfrazados por un PIB inflado a conciencia por una Burbuja Deliberada.

      Una burbuja que comienzan Solbes y Rato pero que Zapatero (Solbes y Salgado) multiplican casi por 3 en todos sus aspectos.

      1. De 350,000 viviendas año a 800,000 año.
      2. De 1.7 millones de emigrantes a 7 millones (legales) Los emigrantes son una exigencia «estructural» para poder crear una burbuja de crédito y vivienda.
      3. De 200,000 millones de deuda exterior a casi 700,000 pública.

      Es decir, el problema es otro, no es de «izquierdas o derechas» pero la destrucción de Zapatero es brutal, deliberada y egoísta.

      Es decir, por mera conveniencia electoral de sus huestes.

      Por cierto, España es el estado más antiguo de Europa y el PSOE trata de destruirlo desde Suresnes financiados por alemanes y, tras ellos, CIA (Erhardt, Fundación Ford y antes CIA directamente). Datos de G. Bueno, hijo. Conviene repasar actas de Suresnes.

      Así que vaya usted a saber por qué pasan las cosas que pasan.

      No nos distraigamos por los mantras sembrados en un universo LOGSE creado precisamente para que sean digeribles.

      Saludos

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