Se supone que cuando un partido político gana las elecciones y se dispone a gobernar, tras unos cuantos años en la oposición, llega con las ideas muy claras sobre los problemas que tiene el país y las soluciones que requieren. Al margen de lo que diga o no diga en público, se da por supuesto que habrá ido preparando su programa de Gobierno, con las prioridades y estrategias de actuación que de verdad piensa aplicar. Si además ese partido ya gobernó en el pasado, se espera que su programa sea mucho más realista y fiable, al haber sido elaborado por gente que sabe de las complejidades de gobernar.
Me temo, sin embargo, que la realidad sea muy otra. Para empezar, los partidos, cualquiera de ellos, tras una derrota electoral suelen cambiar a sus respectivos grupos dirigentes, y éstos a su vez suelen rodearse de personas de su confianza. Distinción esta que, desgraciadamente, suele tener más que ver con la fidelidad y las luchas por el poder que con la experiencia y el nivel intelectual. En segundo lugar, para un partido en la oposición su principal objetivo, por no decir el único, es ganar las siguientes elecciones. En la actual concepción de la política, eso implica concentrarse en dos cosas: por una parte desgastar al Gobierno todo lo que se pueda y, por otra, construir la imagen de sí mismos que más votos dé. Y esto último, desde luego, tiene mucho más que ver con las técnicas de comunicación y la mercadotecnia, que con la explicación de propuestas de Gobierno alternativas. De hecho, una regla de oro de nuestra cultura política afirma que “las elecciones no las gana la oposición, sino que las pierde el Gobierno”.
Si la política fuese un asunto serio, donde la gente que predominara fuese responsable y tuviese la capacidad, la preparación y la altura de miras que el Gobierno del país necesita, las cosas tendrían que hacerse de otro modo. Máxime cuando se han perdido unas elecciones estrepitosamente, como acaba de suceder en España. [quote]Lo lógico sería partir de un análisis a fondo de los problemas por los que atraviesa el país, y enlazarlo con una reflexión sobre el tipo de sociedad que nos gustaría tener en el futuro, aunque para ello hubiera que hablar de un escenario a 15 ó 20 años. Hecha esa reflexión es cuando un partido podría decir que tiene un proyecto estratégico de país, una idea clara del país que ambiciona.[/quote]
Tras ello habría que definir las líneas de actuación, las etapas, los objetivos, los medios requeridos y, en definitiva, todo lo necesario para alcanzar ese escenario, tras una hipotética vuelta al Gobierno. A continuación, y como en una legislatura no habría tiempo para todo, tendría que elaborar el Programa de Gobierno que intentaría aplicar, si ganase las siguientes elecciones, seleccionando y definiendo bien sus prioridades para aprovechar a tope la legislatura. Siendo además conscientes de que, en función de los problemas que heredasen y de los que luego fueran surgiendo cada día –ese absorbente día a día- los márgenes de disponibilidad para seguir impulsando las grandes trasformaciones de fondo se verían muy mermados en la práctica.
Para llevar a cabo ese proyecto estratégico serían necesarias, probablemente, varias legislaturas. Y, naturalmente, podría verse truncado en el camino por múltiples imponderables. Uno de ellos, perder las elecciones siguientes, o las posteriores. Pero no importa, un partido que aspirase a gobernar debería contar con ese proyecto a largo plazo. Cualquier empresa seria tiene una estrategia similar para llevar adelante su negocio. Y gobernar un país, que es mucho más complejo que una empresa, con mayor razón aún.
Ahora bien, definir un proyecto estratégico de país es un asunto complicado, y se puede hacer bien, mal o regular. Hacerlo bien exigiría incluir, dentro de los límites de esa reflexión, todo aquello que incide significativamente en el bienestar de los ciudadanos. Entendiendo el bienestar en sentido amplio. Algunos hablarían incluso de felicidad, pese a la confusión que suscita este concepto. En cualquier caso, no sólo habría que consultar a economistas y politólogos, también habría que recurrir a sociólogos, educadores, psicólogos, filósofos y, si me apuran, hasta neurólogos y biólogos, sobre qué aspectos son los que más inciden en el bienestar individual y colectivo. Y, por supuesto, habría que preguntar a la gente de a pié que, al final, son los auténticos protagonistas de estos cambios.
[quote]Por ejemplo, en una sociedad con una población en la que el número de personas que llega en buenas condiciones a los 65, 70 e incluso 80 años es cada vez mayor, ¿todo lo que se les puede ofrecer, desde una acción de Gobierno, es una pensión, asistencia sanitaria gratuita y algún viaje turístico a cuenta del Inserso? ¿No se les podría ofrecer opciones para aprovechar su experiencia de modo que fuera interesante para ellos y además para el conjunto de la sociedad? Se trata de un 17% de la población, que en 2010 superaba ya los 65 años, y que seguirá aumentando.[/quote]
Otro ejemplo: Con una juventud menguando a marchas forzadas, por la caída de la natalidad (en 2010 había 1,75 millones menos de españoles entre 18 y 25 años que en el año 2000) y con casi un 50% de paro y de fracaso escolar además de cierta tolerancia con el consumo de alcohol, ¿no justificaría que quienes aspiren a gobernarnos promoviesen una reflexión colectiva sobre las causas de ello y sus posibles soluciones? ¿No es un debate tan crucial para el futuro de este país como el que, por ejemplo, nos brindan a diario los medios de comunicación y los líderes políticos sobre la crisis financiera?
Estos y otros muchos temas justificarían sobradamente que se abordase un proyecto estratégico de esta índole. Pero no puede ser algo a realizar deprisa y corriendo, para que dé tiempo a rentabilizarlo en las siguientes elecciones. No. Debería ser la labor más esencial de los partidos políticos. Y para ello no deberían apoyarse de forma casi exclusiva en la gente afín. Reflexionar sobre el tipo de sociedad que nos gustaría tener dentro de 15 ó 20 años, es una tarea para la que debe convocarse a la gente con ideas, sea del color que sea. A esa tarea deberían dedicar los partidos buena parte de sus energías. En la oposición desde luego pero, sobre todo y aunque sea mucho más difícil, también cuando gobiernan. Implicaría, por supuesto, otra concepción de los partidos y de su relación con la sociedad. Mucho más como instrumentos de movilización de la reflexión colectiva sobre los problemas y aspiraciones de fondo que tiene la sociedad y sobre las tendencias a impulsar. Pero sería una forma de que nuestra democracia realmente ganase en calidad.
En el articulo de esta semana, «¿ Saben que tienen que hacer cuando llegan al gobierno?.» Asunto al que quisiera argumentar de una manera clara. Es evidente que este tema es muy amplio y que Bautista, en un lenguaje sencillo, para dar un enfoque general al tema, lo expone así. Pero esto no es algo novedoso, al contrario, es algo que se ha estudiado mucho, sobre todo a partir de la segunda guerra mundial. Por lo que la planificación ha tenido mucho que ver en el desarrollo de la vida de los pueblos actuales
Podríamos, en principio, dividir en dos las planificaciones: las planificaciones a corto plazo y las planificaciones a largo plazo. Las planificaciones a corto plazo son por ejemplo, después de la segunda guerra, la reconstrucción que implicaba algo concreto y evidente. Y, las planificaciones a largo plazo, que son más complejas porque dependen, y mucho, del sistema político a saber: el sistema socialista y el sistema, que podíamos llamar en términos generales, liberal.
La planificacion, a largo plazo, en el sistema socialista es, podríamos decir, inherente a el porque no hay economía de mercado. Incluso, altisonantemente se hablaba de la Planificación de los «planes quinquenales», etc.Estoy hablando de ese sistema como tal, no como ha cambiado, degenerado o a perdido ese nombre.
La planificación, a largo plazo, en un sistema liberal es, de suyo, contradictoria porque en la economía de mercado la vigencia de las etapas, del proceso de desarrollo, son esencialmente fluctuantes y coyunturales. Claro que se puede imprimir una mayor o menor velocidad en los cambios y una coherencia necesaria entre la eficacia económica y la eficacia política, etc. Y, una táctica, siempre supeditada a la dinámica de las situaciones políticas de cada momento y una «formacion de la consciencia» que debe realizarse a pesar de las situaciones de cambios coyunturales. También deben hacerse analisis interdisciplinarios entre la política, la economía, la ciencia, la técnica, etc. Pero todos esos conceptos son fluctuantes o para ser más «filosófico», transformadores.
Analizando el contexto, en que vivimos, en Europa el asunto se complejiza, porque el mercado interno se ha supeditado al mercado internacional y esto tiende a favorecer a los más fuertes. Esto ha llevado a la racionalización del proceso llevado por la orientación del mercado y la rutina de la administración estatal.
En fin, aquello de a donde vamos?. Se ha vuelto para bien o para mal en un asunto, exagerando, casi diario. Estamos todos los días mirando la prima de riesgo, los tipos de interés, etc. Pero, yo le pregunto a Bautista y a los contertulios: ¿eso es culpa de quien o de que?. Mi respuesta es que dejemos de personalizar la respuesta. Que dejemos de pensar que esos personajes televisivos son los «Totem» de nuestro devenir o de nuestras trabas. Ellos,como nosotros, inciden, incidimos.
Con permiso del autor, añadiría a lo expuesto para dar con más incisión a eso que llamamos partidos políticos, que aprovecho para proponer a los que escriben que nos expliquen, desde su punto de vista, que son ese «entramado» en la actualidad, no solo si saben lo que tienen que hacer cuando llegan al gobierno, sino además en que están pensando, pues es más que evidente para cualquier observador que nunca dicen lo que piensan.
YO DIRÍA QUE EL PROBLEMA QUE SE PLANTEA NO ES EL DE QUE LOS POLÍTICVOS LLEGADO AL PODER DIGAN LO CONTRARIO A LO QUE DECÍAN PENSAR, CONDUCTA AL PARECER INEVITABLE -POR LO UNÁNIME- SI NO SI REALMENTE SABEN LO QUE PIENSAN O SI LO QUE PIENSAN SE ACERCA A LO QUE REALMENTE HAY NO YA CUANDO PRESCRIBEN CIERTAS RECETAS SINO CUANDO FINALMENTE LLEGAN AL GOBIERNO.
EN EL CASO QUE NOS OCUPA, PARECE QUE LAS MEDIDAS ADOPTADAS CON INDEPENDENCIA DE LAS CIRCUNSTANCIAS SUPONEN UNA RENUNCIA A PRINCIPIOS QUE SE INVOCARON HASTA LA SACIEDAD COMO IRRENUNCIABLES (¿ACASO NO LO SON TODOS LOS PRINCIPIOS’). SI EL DINERO COMO MEJOR ESTÁ ERA «SIEMPRE» (ESENCIAL) EN EL BOLSILLO DE LOS ESPAÑOLES Y EL AUMENTO DE LA PRESIÓN FISCAL «NUNCA» (ESENCIAL) SACA A UN PAÍS DE LAS CRISIS, ¿QUÉ CIRCUNSTANCIA (CONTINGENCIA) LLEVA A ACORDAR COMO PRIMERA MEDIDA EXACTAMENTE LO CONTRARIO?PARECE QUE MATAR LA VACA PARA DAR DE COMER ES UNA SOLUCIÓN CORTOPLACISTA QUE, EVIDENTEMENTE, TIENE CONSECUENCIAS A LARGO, LAS PRIMERAS, DE ORDEN POLÍTICO, PERO NO LAS ÚNICAS…
ESTÁ POR VER QUÉ VAYA A PRODUCIR EFECTOS POSITIVOS A SALVO SALVAR UNA SITUACIÓN DE TESORERÍA PARA LA QUE HABÍA MÁS MEDIDAS POSIBLES -TV AUTONÓMICAS,RTVE, SUBVENCIONES A P.P.POLÍTICOS Y SINDICATOS,EMPRESAS PÚBLICAS ESTATLES Y AUTONÓMICAS, FINANCIACIÓN DE FUNDACIONES ERGO PRIVATICACIÓN DE ACTIVIDAES DE FOMENTO PREVIO PASO POR CAJA,VÉASE MAMANDURRIAS VARIAS, PRIVATIZACIÓN – GESTIÓN CON INTERMEDIARIOS- DE LA FORMACIÓN PARA EL EMPLEO, … DIGO
Estoy bastante de acuerdo con todo lodicho hasta el momento. LO unico, comentar los 4 u 8 años de retraso con los que llega. Se idéntifica mucho con la política vacía aplicada por el gobierno socialista, configurada en gran parte por políticos y no por especialistas de cada asunto en cuestión.
Por lo demás gebial artículo.
Hablando de «otras políticas»…
P – (10) La actual arremetida del capitalismo mundializado, facilitada por la institucionalización del estado de excepción, parece estar conduciéndonos a un punto de no retorno en el que el desastre ecológico y social es una posibilidad cierta, nada remota. ¿Cómo reinventar las luchas libertarias en el siglo XXI, considerando esta dinámica económico-política que nos enfrenta a una situación inédita en nuestra historia?
R – La fuerza del capitalismo globalizado actual con su ideología neoliberal y con su capitalismo salvaje, sólo puede ser contestada desde la unidad de acción de todos los movimientos que creen en un cambio radical y profundo del mundo. Díganse estos movimientos marxistas heterodoxos, libertarios, anarcosindicalistas, 15-M, etc. Precisamente las ocupaciones de plazas y el funcionamiento de las asambleas de barrio han venido a demostrar la viveza del anarquismo (aunque el adjetivo no se nombre) en sus valores fundamentales: Acción directa, solidaridad, federalismo, apoyo mutuo, autogestión y democracia directa. Todos éstos conceptos, en mayor o menor medida, se han aplicado (o aún se aplican) en la mayoría de las relaciones asamblearias del 15-M. Por tanto las luchas libertarias, por encima incluso, de organizaciones continúa viva en medio de la sociedad.
(Diez preguntas sobre el anarquismo · Entrevista a Ferrán Aisa) · 17 DE ENERO DE 2012
http://archipielagoenresistencia.blogspot.com/2012/01/diez-preguntas-sobre-el-anarquismo-una_17.html