
Acostumbrada a la seguridad y estabilidad que le ha proporcionado la alianza con los Estados Unidos durante los 70 años transcurridos tras la Segunda Guerra Mundial, Europa ha vivido con inquietud y desconcierto el radical cuestionamiento de los fundamentos de esa alianza que ha supuesto la presidencia de Trump.
Se entiende, por tanto, que la posibilidad de un triunfo electoral del candidato demócrata, Joe Biden, sea vista con gran ansiedad por los líderes europeos, confiando en que, si éste gana, su presidencia suponga la vuelta de Estados Unidos a la “normalidad” en su relación con Europa. Sin embargo, es muy posible que los europeos estemos confundiendo los sueños con la realidad y que, sencillamente, las cosas ya no puedan volver a ser como antes.
Admitiendo, de entrada, que las relaciones entre EEUU y Europa se extienden a varios ámbitos, como son, por ejemplo, el comercial, el medio ambiente, el financiero o el papel de los organismos internacionales, y que, por tanto, el resultado de las próximas elecciones en EEUU puede tener mayor o menor incidencia en cada uno de ellos, me voy a centrar en un aspecto vital para los europeos: el de la defensa.
“(…) el Congreso de Estados Unidos no iba a aceptar por mucho más tiempo que los contribuyentes estadounidenses siguieran haciéndose cargo del 75% del gasto de la OTAN (cuando durante la Guerra Fría era el 50%) mientras los presupuestos de defensa europeos disminuían.”
La presión norteamericana para que sus socios europeos en la OTAN aumenten sustancialmente sus contribuciones presupuestarias viene de lejos. Por ejemplo, en junio de 2011, siendo presidente Barack Obama, su secretario de Defensa, Robert Gates, en una conferencia en Bruselas ya advirtió que el Congreso de Estados Unidos no iba a aceptar por mucho más tiempo que los contribuyentes estadounidenses siguieran haciéndose cargo del 75% del gasto de la OTAN (cuando durante la Guerra Fría era el 50%) mientras los presupuestos de defensa europeos disminuían.
No nos engañemos, Trump ha planteado esta exigencia con el estilo brutal y ofensivo que le caracteriza, pero en este aspecto es más que probable que los próximos años veamos a los dirigentes de Estados Unidos aumentar esa presión sobre los europeos, con mejor o peor estilo. Y razones para ello no les faltan.
Mientras la Unión Europea sigue enredada en sus problemas internos, Estados Unidos afronta en solitario el enorme desafío que supone para occidente el imparable despliegue de China como potencia global, tanto en los ámbitos comercial y tecnológico, como en el puramente militar.
Paralelamente, la Rusia de Putin está cada vez más decidida a recuperar, tanto como pueda, su influencia en los países que formaban parte de la antigua URSS y en Oriente Medio, empleando la fuerza militar cuando lo crea necesario. Georgia, Ucrania y Siria lo demuestran. Por no hablar del expansionismo militar que también está mostrando Turquía, antigua candidata a entrar en la UE y hoy decidida a encontrar su propio espacio de influencia geopolítica.
“(…) casi todos los analistas coinciden en que la UE no tiene más remedio que avanzar decididamente en la creación de un auténtico ejército europeo (…)”
En estas circunstancias, casi todos los analistas coinciden en que la UE no tiene más remedio que avanzar decididamente en la creación de un auténtico ejército europeo, si no quiere quedar a merced de los acontecimientos. Pero este objetivo topa con varios problemas, a cual más importante.
El primero de ellos es que, siendo realistas, los europeos no pueden prescindir de la alianza con EEUU. Podrían, eso sí, aumentar sustancialmente su contribución económica y militar en el seno de la OTAN. Pero eso no resolvería el fondo de la cuestión. Porque si a lo que de verdad aspira la UE es a tener un ejército propio, que llegado el momento pudiera responder a sus propios intereses vitales, tal como hace EEUU, y no limitarse a quedar supeditado a las iniciativas de su socio americano, la UE tendría que dotarse de su propio armamento, desarrollado por su industria militar, y dotarse de su propia estructura de mando. Y eso, obviamente, choca con los intereses industriales y militares de EEUU. ¿Podrá conciliarse, por tanto, el deseo de los europeos de tener un ejército moderno y autónomo, con el mantenimiento de la OTAN y del compromiso militar de EEUU? ¿Sería posible una alianza entre europeos y estadounidenses, como “iguales”?
“(…) no cabe imaginar un ejército europeo sin que, por encima jerárquicamente, exista un gobierno europeo con una política exterior que inspire coherentemente la estrategia a seguir, incluida la militar, (…)”
El segundo problema con el que se enfrenta la UE es que no cabe imaginar un ejército europeo sin que, por encima jerárquicamente, exista un gobierno europeo con una política exterior que inspire coherentemente la estrategia a seguir, incluida la militar, en los escenarios internacionales de interés prioritario para Europa. Obviamente, ese gobierno europeo está lejos de ser una realidad en el estado actual de la UE. ¿Servirán de acicate las amenazas internacionales que afectan a la UE para que sus principales miembros resuelvan sus disensiones internas y avancen hacia el tipo de integración política que diera lugar a ese gobierno europeo?
El tercer problema es que un aumento sustancial de los gastos en defensa de los países de la UE sería incompatible con el enorme gasto social (sobre todo en pensiones) que tienen la mayoría de esos países, si no se aumentasen los impuestos.
“(…) un aumento sustancial de los gastos en defensa de los países de la UE sería incompatible con el enorme gasto social (sobre todo en pensiones) que tienen la mayoría de esos países, si no se aumentasen los impuestos.”
Habida cuenta del envejecimiento de la población europea es previsible que el gasto en pensiones y sanidad aumente en los próximos años. Por otra parte, con el aumento de la automatización y la digitalización en las empresas (sin olvidar la globalización) es difícil que tanto el empleo como los sueldos vayan a crecer, y que además lo hagan tanto como para que los ingresos fiscales puedan aumentar significativamente. Así pues ¿de dónde va a salir el dinero para ese ejército europeo?
Hay expertos que señalan varias vías de ahorro en el gasto militar que, de llevarse a la práctica, moderarían las necesidades de crecimiento presupuestario. Un ejemplo, solo con integrar las compras de armamento de los países de la UE se obtendrían ahorros que, según ciertas estimaciones, podrían superar los 25.000 millones de euros anuales. Otro ejemplo, la suma de las fuerzas armadas de los 28 (incluido el Reino Unido) supera los 1,9 millones de efectivos humanos, en comparación con los 1,1 millones del ejército de EEUU, por tanto, si se integraran los ejércitos nacionales en uno europeo podrían obtenerse ahorros por la reducción de efectivos.
Pero, esto nos lleva a un cuarto problema: ¿estarán los principales países de la UE dispuestos a renunciar en algún momento a la gran porción de soberanía nacional que supone tener sus propias fuerzas armadas? La mayoría de ellos han renunciado a sus monedas y, en cierta medida, al control de sus fronteras, pero ¿llegarán a estar maduras las condiciones para que los gobiernos nacionales pongan la seguridad de sus países en manos europeas? ¿O, como ha sucedido a menudo en el proceso de construcción de la UE, se puede pensar que, en este caso, también podría avanzarse mediante pasos escalonados? Obviamente, esto también forma parte del problema de la unión política antes mencionado.
El quinto problema, y eso nos sitúa en la cruda realidad que tenemos entre manos, es que, sin cerrar las heridas sociales, políticas y en el tejido productivo, generadas por la crisis del euro y ahora amplificadas enormemente (aún no sabemos cuánto) por la presente crisis del coronavirus, es poco menos que utópico hablar de nuevos gastos en materia de defensa. No solo porque las cuentas no salgan, sino sobre todo porque las sociedades europeas no entenderían ni apoyarían ese gasto.
Por tanto, la solución a la mayoría de los problemas de fondo que tiene la UE en el ámbito de la defensa depende básicamente de los propios europeos. Pero esa solución, caso de llegarse a ella en clave europeísta, requiere de unos cuantos años para que madure. Años en los que Europa necesita imperiosamente que se mantenga el statu quo actual con Estados Unidos.
Desde este punto de vista, un segundo mandato presidencial de Trump conllevaría probablemente una intensa presión sobre sus socios europeos para que aumentasen sus contribuciones a la OTAN. Sin descartar decisiones imprevistas y radicales hasta llegar incluso, como han señalado alguno de sus excolaboradores y otros medios, a que finalmente decidiera cortar por lo sano y ordenara la salida de EEUU de la OTAN. No obstante, muchos confían en que los altos responsables políticos y militares de Estados Unidos le harían entrar en razón.
Don Manuel, pone usted el dedo en la llaga en un tema que por ser TABU no suele salir en los medios.
Yendo directamente al tema de las relaciones USA con Europa, y el tema de la defensa convendría primero recordar lo que dijo Lord Hastings Ismay, el primer secretario general de la OTAN: La Organización del Tratado del Atlántico Norte fue concebida para «mantener a la Unión Soviética fuera, a los estadounidenses dentro y a los alemanes abajo»
Eso mas las palabras en su discurso de despedida del 17 de Enero de 1961 de Eisenhower «Debemos cuidarnos de la adquisición de influencia injustificada, tanto solicitada como no solicitada, del complejo militar industrial»
Y para guinda del pastel: General Wesley Clark, siete países en cinco años:
https://www.youtube.com/watch?v=FNt7s_Wed_4
Con estos mimbres (mas el tema de los cinco ojos, la red de inteligencia USA, UK, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) pregunta real es ¿que se le ha perdido a Europa, Europa continental sobre todo y en ella, a España, con las alianzas vinculadas a los países anglosajones?
La cosa podía tener cierto sentido durante la guerra fría, pero:
1/ el muro cayó hace tiempo
2/ la guerra en Yugoslavia se hizo como ensayo promocionado por USA/UK para cargarse la URSS
3/ el ingreso en la UE de países del Este, Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Bálticos.. que no tenía ninguna lógica económica (salvo algún caso particular) se hizo para que sirviera de excusa a que ingresaran en la NATO
4/ el presupuesto militar actual de Rusia, incluso el de Rusia + China es ridículo en comparación con el USA/NATO…
5/Muchos de los problemas que nos afectan de rebote, Kosovo, Chehenia, Ucrania, y el actual de Nagorno Karabaj .. mas los de los seven countries, etc, esos y tienen mucho mas ver que ver con la geopolítica anglo que con la de la Europa continental.
España y nuestro ingreso en la NATO ha sido el paradigma de entrar en una organización no se sabe muy bien para que, dejando fuera intereses estratégicos obvios cómo Ceuta-Melilla-Gibraltar, acabar de enemigos de naciones con las que históricamente no teníamos ningún contencioso cómo Rusia (salvo unos barcos podridos y el oro de Moscú) .. y mandar nuestras tropas a los países Bálticos a jugar al ratón y al gato mientras nos entran pateras a mares en Canarias/Alicante/Almería… Amen de boicots desde la UE que han acabado de poner la puntilla a nuestro mercado agropecuario mientras desde los países que promocionan los boicots se nos aplican impuestos desmesurados a esos mismos productos.
Para colmo de males en Siria se ha demostrado que Rusia con un presupuesto mucho menor se ha llevado el gato al agua.
¿No sería la hora de analizar si esos enormes presupuestos sirven de verdad para algo?
¿Realmente el armamento y la inteligencia USA valen lo que cuestan?
¿No es en realidad el pago de un pinzo a una estructura mafiosa y no a una organización que busque proteger intereses comunes?
Sólo después de analizar realmente cuales son nuestros (los de España, no los de 17 kioskos) verdaderos intereses y hasta que punto hay confluencias con los de terceros se pueden analizar los temas de una defensa conjunta, con economías de escala que nos permitieran hacerla con los menores costes posibles.
Y realmente los intereses de la Europa continental, y dentro de ellos los de España (cuyo mayor activo es ser una potencia cultural de primer orden mundial) son muy otros que los de UK y USA. Como dijo Lord Ismay.
Un muy cordial saludo
PS UK pidió el Brexit. Pero de la NATO y su relación con la UE y hasta que punto empresas de ligadas al sector del armamento de UK, podrían ser sustituidas por empresas alemanas o francesas nadie se atreve a abrir la boca.
Estimado Pasmao,
Tengo entendido que efectivamente la OTAN fue creada para, simplificándolo quizás excesivamente, “mantener a la Unión Soviética fuera, a los estadounidenses dentro y a los alemanes abajo”.
No obstante, hay que tener en cuenta que, terminada la 2ª Guerra Mundial, Europa occidental estaba exhausta (vencedores y vencidos) y que no hubieran podido frenar los ánimos expansionistas de la URSS (que, de haber querido, podrían haber llegado hasta Lisboa tranquilamente), salvo que EEUU se estableciese militarmente en Europa, mostrando a la URSS que estaban dispuestos a pararles los pies. Y además EEUU era el único país que podía incorporar a Alemania al carro occidental, venciendo los enormes recelos de Francia y demás socios europeos hacia una posible resurrección del militarismo germano.
Es decir, yo siempre he interpretado esa famosa frase en el sentido de que, para mantener fuera de Europa Occidental a los soviéticos y evitar el resurgimiento del militarismo (y el revanchismo) alemán, como sucedió después de la 1ª Guerra Mundial, la única forma era teniendo al ejército americano controlando la situación sobre el terreno.
Visto así, en aquellas circunstancias, cuesta no ver la OTAN como un invento genial.
Otra cuestión es si, como bien señala usted, derrumbado el imperio soviético, tiene sentido seguir manteniendo esa enorme estructura militar, y si los objetivos y prioridades de los europeos, en materia de defensa, siguen tan alineados con los de EEUU como para seguir perpetuando a la OTAN.
Yo, desde luego, no tengo las respuestas a esas cuestiones. Pero, tiendo a creer que la UE debería ir construyendo su propia organización militar. Y supongo que el punto clave es cómo ir haciendo eso, mientras se mantienen a la OTAN y a EEUU como paraguas protector, hasta que se les deje de necesitar, y que esa protección no se convierta en una especie de “abrazo del oso” que nos impida volar por nuestra cuenta cuando los europeos ya nos “hagamos mayores”.
Todo esto, sin olvidar que, como dice Félix Arteaga, investigador del Real Instituto Elcano, en uno de sus artículos (http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/ari125-2018-arteaga-defensa-europea-de-que-ejercito-europeo-hablan-macron-merkel): “no vaya a ser que a la UE le haga más falta crear un Ejército con científicos, matemáticos, ingenieros, tecnólogos o emprendedores que uno con militares”.
Un cordial saludo
Buen artículo y buen comentario al mismo por parte de Pasmao. Por cierto…. ¿alguien ha oído o visto que en nuestro Parlamento de hable del tema?
Empiezo con la pregunta titular. Claro que nos afecta, igual que a les afectará al resto del mundo que tiene relaciones y acuerdos con EE.UU. en una u otra forma. Europa desde la 1ª G.M. ha estado sometida a la colonización americana de formas más o menos directas ya que EE.UU. era el patrón a copiar. Las redes de intereses se entrecruzan y Europa pasa a ser una especie de «protectorado» USA del que emanan recomendaciones, indicaciones y sugerencias para trasladar a la vida de los europeos en determinados países (Bélgica uno de los más afectados), con la resistencia de otros y la claudicación final ante el aparato de propaganda desplegado. Ellos nos aconsejan por nuestro bien (como a los niños) e incluso disponen sobre nuestras formas y organización políticas, económicas, intereses geoestratégicos, etc. Pero además pagan la «fiesta» por unas vías u otras para que toda la «carne» esté en el asador que, como es lógico, les interese.
Así ha sido y, desde los inicios del Mercado Común, ya empieza a plantearse una Europa unida como mejor fórmula de relación con EE.UU. Todo el proceso de la UE ha estado vigilado, supervisado y dirigido por EE.UU.
Centrándonos en la cuestión de Defensa Europea. La OTAN es la forma de crear un escudo al otro lado del Atlántico, tanto en el plano ideológico, como en el militar. También mejor contar con un solo interlocutor europeo que estar sometido a acuerdos específicos en cada caso con cada país. De nuevo el dinero manda y se cubre por parte de EE.UU. un porcentaje suficientemente amplio para ser socios preferentes, socios VIP. Hasta que los ciudadanos americanos cogidos en la crisis económica pasada empiezan a preguntarse por el coste de la situación. Y el Congreso empieza a hacer preguntas delicadas sobre el sistema intervencionista de EE.UU. con todos los presidentes (hasta Trump) en el resto del mundo. ¿Compensan los gastos con los beneficios obtenidos? Las gentes sencillas que padecen en sus carnes la precariedad, que son ajenas a la «alta política» de intereses de la costa Este, les parece un despilfarro y declaran su desacuerdo con la política imperial y más de acuerdo con la política nacional de sus intereses diarios.
Trump aparece entonces identificándose con tales deseos y rompiendo al cabo de muchos años la visión imperialista de los ricos del Este y sus industrias estratégicas. Ellos se enfadan con él ya que no pueden manejarlo como quisieran y montan la gran campaña anti-Trump que hemos conocido y que han llevado hasta sus «cipayos» de los medios de comunicación y propaganda europeos. Algo muy parecido a lo que se pretende hacer en una escala mucho menor con Vox. Acostumbrados a jugar en el «tablero mundial» (Bzerzinski) a su antojo (las declaraciones del general Wesley Clark y las del propio Eisenhoover lo demuestran) van a poner en marcha hasta el último momento de campaña las tretas, trampas, descalificaciones y falsedades que sean necesarias para impedir la renovación de Trump. Veremos si lo consiguen.
¿Qué o quienes afectará el resultado? Pues a aquellos gobiernos peones de los intereses globalistas (demócratas), a sus lacayos de los medios de comunicación, a las muchas organizaciones que viven de la propaganda contra Trump y, en definitiva, a los asalariados del capitalismo salvaje, de la izquierda exquisita que diría Wolf. El resto de los ciudadanos normales europeos quedarán beneficiados, reconociéndose más en sus propios problemas, en sus propias formas de solucionarlos y en sus culturas ancestrales siempre abiertos a acuerdos de intereses mutuos. Europa no es de los gobiernos, es de los europeos y espero que sepamos responder con nuestro propio talento, recursos y convivencia pacífica, siempre que no haya quien cree la discordia desde afuera.
Un saludo.
Lógicamente nos afectará y nos irá peor sin Trump, que con Trump. Mucho peor y más dependientes y sumisos.,
Solemos olvidar que nuestro status real en relación con los EEUU es el de una colonia –en régimen de protectorado mientras duró la URSS. Hoy ya no hace falta el protectorado pero el estatus colonial está a la vista de todo el mundo.
Por eso no pueden surgir auténticos liderazgos europeos y estamos gobernados por gerentes de sucursal. Un líder europeo lo primero que tendrá que hacer para serlo es reconocer la realidad y trabajar para la Independencia.
El propio Brzezinski, el todopoderoso Zar de la NSA –durante los más de 40 años que perteneció a dicha Agencia– lo plasmó diciendo que, en relación con Europa, la política de los EEUU debería ser….»evitar la colusión de los vasallos» (sic). https://www.theguardian.com/us-news/2017/may/28/zbigniew-brzezinski-obituary
Los únicos que no queremos darnos cuenta somos los europeos.
Saludos
PS. Excelentes comentarios los que preceden a este breve apunte. Comentarios que demuestran que la cuestión va camino de ser del dominio público y cuando lo sea se hará innegable.
Estimado Manu,
La verdad es que yo no tengo tan claro como tú que nos vaya a ir peor sin Trump que con él.
Reconociendo que carezco de información y que, por tanto, juzgo por apariencias, creo que estos primeros cuatro años de Trump han sido bastante negativos. No solo por las formas (en eso es difícil no descalificarlo), sino también por el fondo. Incluso en su decisión de pararle los pies a China en su política comercial y tecnológica, en la que uno podría estar de acuerdo, me da la impresión de que ha carecido de una estrategia bien diseñada y, en su lugar, ha ido funcionando a golpe de ocurrencias y de bandazos.
Algo así me vinieron a decir, a una pregunta mía, dos conferenciantes muy ilustres y avezados en el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE). Institución que creo que conoces bien.
Joe Biden me da la impresión de ser muy flojito. Pero, desgraciadamente, cada nuevo presidente de EEUU es un riesgo que corremos todos y, más allá del estilo personal, hasta que no le veamos ejerciendo como Presidente (si es que realmente consigue ser elegido), no podremos saber si es mejor, peor o por el estilo que Trump.
Un cordial saludo
Querido Manuel.
Comparto mucho de lo que dices con respecto a Trump lo cual no es óbice para que piense que su actual alternativa ( o la anterior) sería peor para un proceso de renovación y renacimiento de Europa.
La tela de araña que se ha ido tejiendo desde el imperio en torno a un «globalismo» con tintes cada vez más totalitarios muestra parones importantes durante los últimos cuatro años y esto, sin duda, nos conviene si somos capaces de recuperar la voluntad de ser Europeos respetando nuestras raíces para tratar de recuperar un mínimo de soberanía.
Hay montañas de datos que lo atestiguan pero quizás sea mejor desgranarlos en otro momento. Ahora mismo basta con un dato: El número de solicitudes de Patentes Europeas del último informe de la Oficina Mundial de Patentes. Datos de 2017 publicados a finales del 2019.
Lo resumo.
Total Mundial de solicitudes de registro: 3. 129.900
China produjo el 42.8%;
USA el 19.4%;
Japón el 10,2%;
República de Corea el 6.7% y…
la Oficina Europea de Patentes el 5.1%. El Resto del Mundo el 15.8%
En menos de ochenta años esto es lo que nos ha sucedido en este aspecto nada banal y mientras tanto nuestros gobernantes –responsables sucesivos de esta debacle– hacen como que no está pasando nada y plena Hecatombe Civilizatoria.
Supongo que los 28 países de la UE y sus 400 millones de almas podrían hacerlo un poquito mejor que los 100 millones de japoneses o los 51 millones de Coreanos del Sur. Pero no. No somos capaces. Lo fuimos pero ya no.
Lo que estos datos nos plantean es que la UE sigue sin quererse enterar del mundo en el que vivimos y que nuestros sistemas educativos son un chiste al lado de los asiáticos. Esto no se arregla echándole dinero a paladas. Hay problemas mucho más graves que resolver y mientras sigamos en un status colonial no podremos ni tener redes sociales nuestras.
Creo que es imperativo despertar como europeos y como españoles, franceses, alemanes, italianos, etc.
Todo ello sin el menor ánimo hostil a nuestros vecinos del otro lado del Atlántico que también están pasando lo suyo. Por cierto China ya tiene un PIB 17% mayor que el de los EEUU medido en precios relativos.
Un abrazo cordial
Saludos
Querido Manu,
Los datos que das en cuanto a solicitud de patentes son impresionantes y desmoralizadores. Pero, yo de ahí solo deduciría que, en ese aspecto, los europeos lo estamos haciendo realmente mal y… que los chinos lo están haciendo demasiado bien. Pero no veo, en cambio, cómo ha podido incidir nuestra relación con los Estados Unido en ese aspecto.
Para un proceso de renovación y renacimiento de Europa, que a mí me parece imprescindible, creo que lo más importante es que los gobernantes y las elites empresariales e intelectuales europeas apuesten decididamente por esa vía y acierten con la fórmula adecuada.
Pero también me parece importante que EEUU apoye esa apuesta. Porque a ellos también les va mucho en ello. Porque frente a la cada vez más inquietante amenaza china, EEUU necesita tener cerca una Europa fuerte (y eso significa unida) y en buena sintonía trasatlántica. Y, desde luego, Europa necesita la alianza con EEUU para lidiar esa amenaza.
Naturalmente, en ese tipo de alianzas siempre el que se encuentra en el papel de socio pequeño no puede fiarse del todo del socio grande y tiene que intentar por todos los medios que el grande le deje crecer y no le vampirice.
En cualquier caso, creo que Trump ha jugado claramente a torpedear todo lo que ha podido el proceso de construcción de la UE y a sembrar de mutuas desconfianzas la relación atlántica. Y en 4 años más el destrozo podría ser inimaginable. Si ganase Biden no sé cómo lo haría, pero en mi opinión será muy difícil que lo haga peor que Trump.
Es posible, no obstante, que yo carezca de la información suficiente y adecuada.
Un abrazo Manu.
Buenos días, Manuel:
Una de las claves de lo que planteas está en el estado de postración en el que quedó Europa occidental como resultado de nuestras estúpidas y criminales guerras del siglo XX.
Hoy, por nuestra culpa, nos encontramos en una situación colonial en un protectorado que ya es insostenible hasta para la potencia imperial.
El resultado de esta realidad es una mentalidad europea de «dependiente irresponsable de su propia vida» y por lo tanto nadie toma iniciativa alguna salvo si los administradores del imperio –que incluye los «virreinatos europeos»– lo desean y ponen fondos al efecto.
Es la Racionalidad pura de cualquier Agente Social: tratar de acceder a los incentivos sistémicos que son los que son y a la vista de todos están.
Nuestros candidatos, hasta para las elecciones al parlamento europeo, han de tener bendiciones y apoyos previos. A Zapatero le llaman desde Washington para que se retire tras la debacle negada. A Rajoy lo llaman a México poco después de su apabullante cosecha de 11 millones de votos para que se «centre» y haga solo determinadas cosas de su programa. Su interlocutor un expresidente Mexicano –alta jerarquía de los innombrables– se lo explica y Rajoy, buen alumno opositor, toma nota. ¿Por qué en México? Lógico, Rajoy no hablaba inglés y hay cosas que no se pueden contar a un traductor simultáneo.
Ya, con el sustituto de Rajoy, estamos todos al tanto de qué apoyos tiene en ultramar y cuál es su agenda. Simplemente basta ver sus primeros visitantes y a quién va a ver el primero cuando cruza el charco.
Hasta en la prensa impresa viene la lista de los Parlamentarios «aprobados» como «de confianza» por quienes manejan el cotarro de verdad. A mí, en esa lista me han tocado ocho conocidos. Una sencilla búsqueda arroja un filón.
Y es comprensible porque todo el mundo tiene que vivir de algo. Pero esto ha dejado de ser un pueblo soberano hace mucho tiempo.
El caso es que cuando eres dependiente del plato de lentejas todo se degrada. Hasta tu propia iniciativa y esfuerzo porque sabes que tu vida ya no está en tus manos ni es responsabilidad tuya.
De ahí a un sistema educativo que «prima el no esfuerzo» y la «no crítica» ¿Para qué si ya sabemos que el «Know Who» es mucho más importante que el Know How? Los jóvenes lo tienen clarísimo.
El propio sistema, siempre cuidadoso con estas cosas, se ocupa activamente de Degradar la valoración social del esfuerzo y del mérito.
Esto no es que pase ahora por casualidad: Se incrustó en los sistemas educativos desde los años 80 con profundas modificaciones de las técnicas pedagógicas a manos de Kohlberg y de Rawls.
Una segunda cuestión planteada por Loli es el acercamiento a Rusia.
Yo también creo que es cuestión muy importante. Por eso traje a colación la obra de Brzezinski –polaco nacionalizado, a fin de cuentas–.
La expansión al Este de la UE, en términos geoestratégicos dificultará este movimiento y fue fomentada por USA –como la guerra de Yugoslavia–por muchos motivos. Uno de ellos es que dificultaría el acercamiento UE-Rusia que es una de las claves de los planteamientos de Brzezinski (Dificultar la colusión entre nuestros vasallos). Es decir, fomentar la discrepancia y la división interna. No olvidemos que, en muchos escenarios estratégicos, la UE deja de existir hacia el 2040.
Rusia va a seguir ahí, es Europa, es inmensa y muy poco poblada. Juntos sumamos mucho más que separados y en un status colonial. Y desde la fuerza no hay que ser enemigo de nadie –y menos nosotros que tenemos tanto al otro lado del Atlántico. Pero hay que ser más soberano y más independiente y como colonia nunca lo seremos.
Son temas complejos que desbordan estos breves comentarios. Cuestiones todas ellas que deberían recibir mucha atención por nuestra parte. Además de hablar de ellas aquí –que es una de las grandes aportaciones sociales de este foro– quizás podríamos profundizar con algunos grupos de estudio y alguna conferencia online bajo el patrocinio del blog o de algunos de sus partícipes.
Un abrazo.
Siento decirles que esto es el «juego del teto». Un timo, una estafa, un juego de trileros, una engañifa.
¿Qué golosina tan golosa somos nosotros para que seamos el punto de mira de otros?
¿Qué tenemos?
¿Acaso quieren Marbella? ¿Quieren Benidorm? ¿Quizás el valle del Jerte?
No se me ocurre cuál es el interés. ¿El paso por el estrecho? ¿Mallorca? ¿El jamón de Bellota?
Existen países o zonas muchísimo más suculentas en el panorama mundial que nosotros y nuestra querida Europa con tropecientos hablando tropecientas lenguas.
Quizá soy muy ingenuo. Reconozco que no tengo ni idea sobre estos asuntos porque no me interesan.
No me interesa, o mejor dicho, no me motiva el pensar en qué ejército debemos tener para defendernos de no sé quién.
Es que no quiero tener que defenderme de nadie.
Es horroroso tener que pensar en semejantes cosas.
No nos atacan con armas. Nos atacan con su capacidad de generar riqueza, con su capacidad para fabricar de todo. Con su riqueza como grupo.
China entra en nuestro país con su trabajo, su sudor y sus sonrisas. Igual que los americanos o los rusos o cualquiera que lo haga.
El ingenio, la capacidad de trabajo y de generar expectativas a futuro es lo que nos conquista.
Sin embargo encajamos pésimamente lo autoritario, lo excluyente o la desconfianza.
Las armas y los ejércitos no generan nada bueno, destrozan. Matan.
Qué difícil…
¡Qué incongruencia tan tremenda!
¿Cómo se puede defender la vida comprando armas?
¿Cómo se puede estar en contra del aborto y a favor de la vida con un arma en el cinto?
¿Cómo pueden otros decir «no a la guerra» y estar a favor del aborto libre? ¿A favor de matar a los hijos que llevan en sus vientres mientras gritan «no a la guerra»?
Otros quieren salvar a los toros de lidia mientras gritan eutanasia.
¿Habrase visto semejante incoherencia?
¿Qué locura nos lleva y hacia dónde?
Yo sé que todos debemos morir tarde o temprano. Sé que hay cosas que viven miles de años y otras apenas nada según nuestra escala de tiempo pero, ¿acaso sé cuándo deben hacerlo?
No lo sé.
¿Quién lo sabe?
¿Quién sabe cuándo deben las cosas dejar la parte de vida que contienen?
¿A quién tenemos que matar?
¿Cómo?
¿Les inyectamos un sedante? ¿Los arrancamos de las entrañas maternas? ¿Los tiramos a la basura una vez nacidos? ¿Nos repartimos metralletas y nos liamos a tiros todos contra todos?
¿Pero qué clase de locura es toda esta?
¿Estamos todos chalados perdidos o qué es lo que pasa?
¿No hemos tenido bastante? ¿No tenemos bastante ya?
Andamos con mascarillas por las calles mientras cavamos tumbas a docenas, nos morimos por enfermedades que desconocemos. Las orillas se llenan de peces muertos. Centenares de ballenas varadas por doquier. Focas que abortan en masa. Millones de aves muertas… Terremotos, huracanes, tsunamis, accidentes, y el nivel del mar subiendo…
¡Mi perrito lleva un suéter!
Es tremendo…
Las elecciones en EE. UU. nos afectan. Claro que nos afecta.
Un personaje que ha generado su riqueza gracias a la especulación. A comprar a dos y vender a treinta. Lo mismo que ocurre con las patatas de nuestros campos pagadas a céntimos y vendidas a precio de oro. ¿El otro? No sé. Más bien parece un alguien puesto allí por no se sabe quién.
La avaricia, la codicia, la soberbia… todas esas sombras que se apoderan de las personas y las convierten nos afectan.
Más nos vale que nos salvemos de nuestra locura y no de nuestros vecinos.
Desde un gran desconocimiento histórico y político que ruego se me perdone, me hago una pregunta: ¿Por qué no se plantea Europa una relación geoestratégica y comercial más amplia y profunda con Rusia?.
Sí existe la dificultad de un régimen personalista y con prevalencia de estructuras dictatoriales comunistas, pero tengo la impresión de que su pervivencia responde a un tipo de organización política y administrativa que el país ruso no termina de liquidar porque es el que le sirve, y ha servido, ante el recelo y el rechazo de Europa y EEUU.
No creo que esa subsistencia de estructuras administrativas, quizás, de la antigua URSS, tengan reflejo, cómo decirlo, ideológico ni anímico, en la población, ni siquiera en sus propios gobernantes aunque estos se comporten como sátrapas.
Y hablando de ello, no es mucho mejor el camino que se está empezando a recorrer desde el extremo más occidental de esa Europa, es decir, nuestra “piel de toro”, solo que aquí estamos haciendo el camino al revés y de forma mucho más burda….hacia una forma de tiranía…reflejo de lo que ocurre en otros países fuera de nuestro continente.
Es decir, y repito que desde el desconocimiento, me pregunto si no habría razones para que Europa sospesase explorar abrirse a su territorio más oriental.
Igual Rusia…no se mostraría beligerante, igual al revés.
Al fin y al cabo sería una relación más “natural”, no parece que actualmente sea absolutamente imprescindible el tutelaje protector de EEUU, al menos en el aspecto ideológico y en el militar, parece que tampoco están dispuestos a mantenerlo, frente a un totalitarismo ideológico y económico de la parte más oriental de Europa, que parece tiene un camino claro de disolución…parece, repito.
En realidad ahora por lo que habría que preocuparse, en ese aspecto, sería por lo que está ocurriendo en el extremo más occidental del continente.
Estimada Loli,
Yo también creo que Europa debería plantearse un acercamiento con Rusia. Es más, tengo la impresión de que el proyecto de la UE necesitará para su consolidación llegar a algún tipo de entendimiento con Rusia. De entendimiento, de cooperación, de creación de vínculos cada vez más estrechos, etc.
Pero creo que son muchos los obstáculos que, hoy por hoy, están ahí.
Para empezar, supongo que cuesta mucho plantearse ese escenario en países como Alemania, Polonia, Austria, Hungría, Chequia, etc., que han tenido una historia, hasta hace muy poco, cargada de razones para desconfiar de las intenciones de Rusia. Y no digamos cómo se debe ver ese escenario desde la perspectiva de Rusia, que también tiene muchas razones para desconfiar de los europeos occidentales.
Además, mientras la UE no resuelva sus graves problemas internos, es inútil plantearse ese escenario. Y eso nos puede llevar 10, 15, 20 años…
Por otra parte, Rusia por su tamaño no aceptaría integrarse de cualquier manera. Exigiría formar parte del núcleo duro compartiendo la cabina de mando con Alemania, Francia y… ya. Y una integración de ese tipo sería complicado.
Eso por no hablar de los innumerables problemas que plantearía esa integración en términos políticos, institucionales y económicos.
Un cordial saludo,
Querido Manolo, como le plantee a O´farrill, tengo la impresión de que los acontecimientos se pueden ver acelerados por la crisis sanitaria, y que quizás esos tiempos de diez o quince años, pudieran acortarse, o a lo mejor no, pero de todos modos y remontándome un poquito a la historia, me llama la atención ese recelo continuado y mantenido de Europa Occidental hacia Rusia y los territorios del este.
Algo que quizás se puso de manifiesto, en nuestra edad Moderna y Contemporánea, con la guerra de Crimea, cuando, yo diría sorprendentemente, dos principales potencias europeas Inglaterra y Francia, apoyaron y permitieron la supervivencia del Imperio Otomano y su presión religiosa sobre los territorios orientales de Europa y Oriente Medio, con tal de que la Rusia zarista, pero también cristiana y ortodoxa, no aumentara su expansión y liderazgo (dada su envergadura territorial y de población), sobre esos territorios, a pesar de que podría haber sido una aliada «natural», con valores más compatibles para su desarrollo pacífico hacia los valores democráticos que luego se desenvolvieron en el continente.
Sin embargo, parece que se prefirió apostar por dicho Imperio Otomano, a pesar de que su conversión posterior hacia la adquisición de esos valores democráticos desde su postura más «intransigente» religiosa, se hacía más difícil…, como luego se vio, así como las consecuencias de esa radicalidad en los territorios en los que se mantuvieron gracias a la inestimable ayuda europea, pero igual estoy equivocada y me faltan datos.
Un abrazo
He vuelto a releer el artículo de Junio de Isaac, y plantea esa misma cuestión, con argumentación más elaborada, ¿por qué no mira la Unión Europea al este, a su lado oriental?.
Y creo que, a lo largo de la Historia Europea…no es la primera vez que esta cuestión se plantea…sin que finalmente haya encontrado un camino de entendimiento.
Estimada Loli: el mundo es un entramado de intereses geopolíticos desde que las civilizaciones se convirtieron en imperios. Nada ha cambiado en este sentido excepto las armas con que se combate para conseguirlo. Los resultados son siempre los mismos: muerte y destrucción de los vencidos e imposición de los vencedores en todos los aspectos. El día que no haga falta defenderse, la victoria será de la verdadera civilización sobre los gobiernos imperiales. En el siglo XX (ya desde el XIX) se establecen grandes potencias que pugnan por el dominio de Europa: Gran Bretaña, URSS y EE.UU. (no hace falta señalar los acuerdos entre ellas contra Alemania que a muchos «progres» les haría enrojecer). Las ideologías son la envoltura del ansia de poder. Son de uso según convenga. Sirven para enfrentar a los ciudadanos, dividir paises y sociedades, hundir economías y comprar a mejor precio. Tras la 2ª G.M. (y desde antes de la 1ª), EE.UU. quería tutelar Europa para defenderla del comunismo soviético. Tenían estrategias, dinero y poder militar y crearon una «sucursal» europea de EE.UU. en cuestiones culturales, financieras, corporativas, asistenciales, etc. que aseguraba ese predominio y dejaba al margen a otro gran país: Rusia ya convertida en URSS que, hasta la caída del muro de Berlín, era el enemigo total.
Pero Rusia es más Europa (o al menos tanto) como pueden ser otros. Tenemos más relación cultural y religiosa con el pueblo ruso que con otros incluIdas en la OTAN.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo contigo, estimado O’Farril.
Yo creo que todos los impedimentos o recelos históricos que parecen anteponerse a una unión natural con el territorio oriental de nuestro continente, en la evolución que están tomando los acontecimientos políticos, acelerados, creo, por la crisis de la enfermedad «covid» se van a diluir con rapidez también.
Si no, podemos contemplar que las cortapisas que la UE pone a los países de la antigua URSS, son de carácter de fiscalización de los principios y valores democráticos, ¿no?.
Pues aquí, en el Poniente de nuestro continente, no va a tener más remedio que «hacérselo mirar», a no ser que se exponga ya claramente que hay dos varas de medir.
Felicidades tanto por el artículo como por los comentarios. Me han parecido de mucha altura, lástima que no tenga base para aportar más argumentación. Sólo, con vuestro permiso, exportaré este enlace a otros foros que creo lo valorarán como es debido.