La idea es sencilla: trasladamos a Marte un montón de cohetes con cabezas nucleares y las hacemos detonar en los polos del planeta, para calentarlo, rebajando las temperaturas medias. Cuando se alcance una temperatura que haga el proceso factible gasificamos el planeta con dióxido de carbono, para hacer más espesa la atmosfera marciana y causar el efecto invernadero que, en unas décadas, podría hacer habitable para el ser humano el planeta rojo.

Parece una locura propia de una novela de ciencia ficción, y posiblemente sea algo bastante difícil de conseguir y con elevados riesgos -que estalle un cohete con una bomba atómica en la atmosfera terrestre es uno de ellos- pero haríamos bien en tomarnos en serio el proyecto, porque el que enuncia esta idea no es un visionario cualquiera, no es un charlatán; el que enuncia esta idea es Elon Musk.

Este señor, ya en la lista de los hombres más ricos del mundo, llegó a Canadá con 17 años procedente de su Sudáfrica natal, para luego dar el salto a Estados Unidos. En 1995, dos días después de inscribirse en un programa de doctorado en Stanford, abandonó la universidad y fundó junto a su hermano una compañía (Zip2), que vendió a Compaq por 300 millones de dólares cuatro años después.

Musk había trabajado como becario en un banco canadiense, y la visión que se llevó de los banqueros fue la de un colectivo sin ninguna imaginación, así que con el dinero que había obtenido se embarcó en un nuevo proyecto, pretendiendo reinventar la banca con la ayuda de Internet. Aunque no consiguió todo lo que se proponía, en octubre de 2002 eBay pagó por PayPal (la empresa que había cofundado para desafiar a la banca tradicional) 1.500 millones de dólares y Musk ganó en el proceso una cantidad ingente de dinero, lo que le permitió afrontar su verdadero objetivo: convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria para evitar su extinción.

Musk quiere que la humanidad sobreviva y para ello- él lo tiene clarísimo- hay que salir de la Tierra, donde cualquier pequeño error sin importancia (como dejarle a Trump el maletín nuclear, por ejemplo) puede acabar de un plumazo con la especie.

Para conseguirlo, con el dinero que ganó en PayPal fundó SpaceX, que manda satélites al espacio y está a punto de construir un cohete más potente que el que llevó al hombre a la Luna. En el pensamiento de este señor está que si además podemos por el camino convertir la Tierra en un lugar mejor, librándonos de la dependencia del petróleo, mejor que mejor, de modo que se convirtió en el máximo accionista de Tesla, la empresa que parece destinada a cambiar la forma de concebir el transporte terrestre gracias al coche eléctrico, y de Solar City, que ya es uno de los mayores proveedores de energía solar del mundo. Y si es necesario declararle la guerra a la inteligencia artificial que puede llegar a nacer de las entrañas de los superordenadores de Google (otro de sus miedos), estaos tranquilos que Musk lo hará.

Este multimillonario, en el que se inspiró Robert Dowley Jr. para recrear el personaje de Tony Stark en Iron Man, es el ejemplo evidente de que con ideas originales, inteligencia y capacidad de trabajo se puede conseguir casi cualquier cosa, por ridícula e ingenua que pueda parecer.

Es cierto que aún no ha llegado a Marte, que Tesla no ha demostrado todavía que puede barrer del mercado a las grandes empresas del automóvil y que SpaceX puede pasar de ser una de las empresas más rentables del mundo a un completo fracaso en el momento en que estalle uno de sus cohetes con un astronauta dentro, pero en estos momentos es igual de probable que todas sus empresas y descomunales proyectos triunfen, y la gente le escucha con atención: cuando se enteró del dinero que pensaba gastarse el Estado de California en un tren de Alta Velocidad que uniese San Francisco y Los Ángeles se indignó enormemente (el tren de Alta Velocidad, pese a que en España nadie lo ponga en duda, es una inversión casi siempre lamentable) y propuso un método alternativo, el Hyperloop (un medio con el que se podrían unir Madrid y Barcelona en media hora más o menos con una inversión parecida a la del AVE…), consiguiendo paralizar la construcción del tren entre las dos ciudades americanas.

Si hace solo unos años (no más de diez o doce) alguien te dijese que se podían repensar las cosas y se podía desafiar a sectores tan potentes como el de la Energía, la Industria del Automóvil, la Industria Aeroespacial o la Banca, y que les podía desafiar un hombre solo con una idea loca, seguramente habrías dicho que el loco era él.

Y puede que lo sea, pero lo cierto es que las cosas se mueven gracias a las ideas locas, gracias a que ciertas personas, en ciertos momentos, deciden que el que algo funcione de una determinada manera no quiere decir que esa sea la manera en que tiene que funcionar, que a lo mejor se pueden hacer las cosas de otra forma, o no hacerse, o hacerse otras…

Llevados al ámbito del modelo político y social, creo que ejemplos como el de Musk pueden ser inspiradores; en un momento en que parece que todo está inventado, nunca es tarde para indagar en las cosas que funcionan mal y preguntarnos qué se puede hacer para que funcionen mejor, porque aunque pueda parecer una idea loca o descabellada, encontrar alguna de esas ideas puede cambiar el mundo.

Los políticos, incluso los mejor intencionados, suelen quedarse en la primera derivada, e incluso cuando se plantean cambios estos suelen ser para introducir ligeras modificaciones en procesos o en la estructura de ciertas instituciones, pero pocas veces, por no decir ninguna, se parte de la suposición de que a lo mejor es el modelo entero el que debe ser repensado.

Cuando se habla de la Ley de Educación, del sistema impositivo o del sistema de pensiones los partidos políticos se limitan a tratar de escorar un modelo ya existente hacia sus posiciones ideológicas, pero no suelen plantearse la posibilidad de un cambio realmente significativo respecto a lo que tenemos.

Por poner un ejemplo: en un ámbito tan importante como el educativo, cada partido que llega al poder, y los que están en la oposición, se limitan a hacer propuestas en cuanto a la amplitud o el contenido de los temarios. Los más radicales se plantean cosas como deberes sí o deberes no, o la conveniencia de introducir la danza en los colegios, pero nadie se plantea hacer algo parecido a lo que se está haciendo en Finlandia, por ejemplo, donde el país está aboliendo el considerado como “mejor sistema educativo del mundo” y pasando del sistema de aprendizaje por materias, especializado, a explorar un modelo conceptualmente distinto, de aprendizaje por proyectos, donde los niños aprenden a pensar de forma multidisciplinar.

Entiendo que los cambios profundos asustan, y que hay muchos intereses involucrados que hacen que la inercia sea “no tocar” cosas que parecen funcionar, pero el coste para una sociedad de estancarse puede ser muy grande.

Echémosle imaginación.

9 comentarios

9 Respuestas a “Echémosle imaginación”

  1. NUria Fontela dice:

    Totalmente de acuerdo. NO tenemos partidos políticos valientes que intenten enseñarnos otra forma de vivir, porque no les conviene. El modelo educativo está hecho por los ricos para crear empleados y esclavos, nada de empresarios, inversores o dueños de grandes negocios. No quieren que pensemos como manejar el dinero,por eso no tenemos educación financiera y nos repiten una y otra vez la misma mantra «estudia,saca buenas notas, y busca un buen empleo. Luego cásate, compra una casa, con una hipoteca,ten hijos,….y siempre trabajando y gastando, haciendo a los ricos más ricos. Cuando ahora esto ya no funciona porque en un futuro no muy lejano ya no habrá trabajos para toda la vida, habrá menos personas y más robots y aplicaciones. Hay que espabilar y buscar alternativas y no dar por sentado que todo está inventado o que no podemos vivir conforme nuestros sueños haciendo o trabajando en otra cosa. La Era Industrial ya pasó, pero seguimos estudiando como hace 300 años,con asignaturas que muchas no valen para salir preparados para vivir la vida. ¿A quién le han enseñado como manejar el dinero e invertir? a nadie,no les interesa a los bancos ni a los politicos, pero si queremos conseguir activos, y una casa no es un activo es un pasivo porque no nos da dinero tenemos que pagar el IBI todos los años por ella, además de reparaciones ,seguro del hogar..,tenemos que educarnos financieramente y conseguir que el dinero trabaje para nosotros,no nosotros trabajar por el dinero. Un saludo.

  2. EB dice:

    Ojalá fuera tan simple y algún Musk ya esté imaginando cómo construir un «paraíso terrenal» en Marte. Aunque nuestros conocimientos de la naturaleza no-humana han avanzado mucho y permiten imaginar aventuras que hasta ayer parecían locuras, nuestros conocimientos de la naturaleza humana y la historia de la humanidad siguen siendo pobres para imaginar que pronto algún Mao podrá construir un «paraíso terrenal» en la Tierra o Marte sin sacrificar a cientos de millones de humanos en el intento.

    El mundo ha estado cambiando y mucho. A pesar de los revolucionarios falsos y genocidas que tanto hicieron entre 1930 y 1990 para imponer sus paraísos, desde 1945 el mundo ha estado cambiando para bien. Sí, podemos entretenernos imaginando mundos mejores, pero no hay ningún camino fácil para alcanzar cualquiera de ellos porque ni siquiera se está dispuesto a hacer el esfuerzo de entender qué ha estado pasando. Cuando no se entiende dónde estamos parados y cómo llegamos aquí, poco o nada sirve la ilusión de que mañana estaremos en el paraíso.

  3. Loli dice:

    Es normal, seguramente, que acabemos hablando y comentando acerca de cómo funciona nuestro modelo social, y qué alternativas buscamos a evidente declive.

    Pero muchas veces, quizás también, al hacerlo, no somos capaces de buscar un punto de vista de una altura mayor, y obviamos el importante hecho de que estamos ligados a una interconexión global.

    Cuando buscamos soluciones, no deberíamos olvidar que éstas pasan por conocer y tener en cuenta cómo en realidad y en qué situación se encuentran el resto del mundo, porque si tenemos un modelo determinado de organización social y económica, es consecuencia de que a otros pueblos, se les ha impuesto y predeterminado otro modelo, que en muchísimos casos ha limitado su capacidad de crecimiento y desarrollo, en ambos sentidos.

    Sé que este planteamiento es en exceso generalista, y como apuntó otro comentarista el en anterior artículo de Manuel Bautista, la falta de cultura más específica, tanto social como económica, dificulta poder imaginar alternativas viables, o con una mínima posibilidad de ser aplicadas en algún aspecto de ese trabajo de búsqueda de ideas nuevas.

    No por eso, ese trabajo no debe acometerse, en mi modesta opinión, pero sí teniendo en cuenta de dónde partimos, y no todo el mundo parte de la misma situación ni conocimiento del entorno, ni está especializado en lo mismo.

    Pero es interesante huir de generalidades, y así cómo, el señor Musk puede tener un gran poder imaginativo, y en algunos casos esa capacidad servir de base o inducir ideas a gentes más preparadas, no se puede tomar su perspectiva como, quizás, el camino a seguir, sin matices y sin cuidado alguno…(vale que en Marte su alternativa fuera viable, sin tener en cuenta que, a lo mejor, estaríamos conculcando, o destruyendo, o interviniendo en otras formas de vida, que no por no detectarlas, o no verlas, significa que no existan, o sean necesariamente inferiores ….¿bajo qué criterio, claro?….. que las nuestras, y merecedoras de un sacrificio impuesto en aras a la supervivencia del «ser humano»).

    De la misma forma, cuando se habla de una educación financiera, solo tenemos en cuenta nuestro modelo de funcionamiento económico, sin caer en la cuenta de que conceptos como «inversión» y «financiación», son términos que no solo conocemos poco, sino que solo aplicamos a nuestra visión del sistema en el que nos desenvolvemos y perdemos la perspectiva global a la que pertenece, y no tiene en cuenta cuántas poblaciones han quedado en el camino del «desarrollo», para que en nuestro entorno podamos hablar en esos términos.

    En la educación, creo que, mejor entonces que incidir en esa terminología financiera, sería interesante buscar un conocimiento más amplio y real de lo que da origen a la economía….de lo que realmente significa el dinero, de dónde nació ese concepto, cómo se materializó…y eso, enlaza con otras muchas materias, abordadas de otro muchos puntos….

    Imaginación, sí, como punto de partida….pero el resto es necesario trabajarlo.

    No es fácil huir de las generalidades, cuando no se tienen conocimiento de las cosas, pero eso no supone ir en vías de articular ideas que se puedan llevar a cabo, con viabilidad.

  4. EB dice:

    Aunque Raúl usa la palabra imaginación en el sentido de capacidad para desarrollar proyectos o ideas novedosas (es decir, imaginación = creación), recordemos que tiene otros significados, en particular capacidad para manipular información en la memoria y negar la realidad (es decir, imaginación = ficción). En este segundo sentido, los políticos y sus cómplices hoy día recurren a la imaginación en forma excesiva, como lo prueban sus muchas mentiras y engaños.

    Nota. Estos últimos meses se ha generado un debate sobre la idea de que vivimos en un universo simulado, no uno real. Musk ha hecho público su apoyo a esa idea. Ver

    http://www.simulation-argument.com

    https://www.theguardian.com/technology/2016/oct/11/simulated-world-elon-musk-the-matrix

    https://motherboard.vice.com/read/we-dont-live-in-a-simulation?utm_source=mbtwitter

    https://www.psychologytoday.com/blog/the-science-imagination/201606/might-we-live-in-simulated-world-response-manzotti

  5. EB dice:

    En su nueva edición la revista The Economist incluye un artículo (titulado Countdown) sobre las finanzas del imperio de Elon Musk. Sí, tantos grandes proyectos tienen que ser financiados y su financiamiento depende primero y ante todo de las expectativas de ingresos y de la confianza en los gestores y controladores de los proyectos. Más allá de si Musk puede o no tener un problema serio de liquidez o solvencia en un futuro cercano, el artículo nos recuerda la importancia crítica del financiamiento para cualquier proyecto que uno tenga —se trate de ver si hay tierra más allá del horizonte como fue el caso de Colón, o se trate de ganar una elección para tener poder como es el caso de Hillary y Trump. Tener imaginación puede reflejar una mente muy creativa pero sin financiamiento ni siquiera es posible hablar de proyecto. Como descubrió Colón antes de partir, el financiamiento condiciona el proyecto. Y como lo descubre pronto cualquiera que sueñe con acceder al poder del Estado, su proyecto toma forma sólo cuando su financiamiento se va aclarando. Hoy, después de mucho tiempo en EEUU y GB y de menos tiempo en otras democracias constitucionales, poco o nada se sabe sobré cómo se han estado financiando los partidos políticos y las campañas electorales de los últimos 10 años. El cuento de la transparencia y la responsabilidad poco ha servido para superar nuestra tremenda ignorancia sobre ese financiamiento. Cualquier intento de reformar la política pasa por aclarar bien cómo se financiarán los partidos políticos (se los podrá cambiar el nombre pero en toda democracia constitucional siempre serán necesarios para acceder al poder) y las campañas electorales.

    Nota. En la reforma de la institucionalidad de la política y el gobierno, sólo hay un tema previo al tema del financiamiento. Ese tema es la limitación eficaz del poder del Estado porque debe recordarse que esos límites definen el premio de competir por el poder y que cuánto menor es el premio, menor es el incentivo para que candidatos falsos (mentirosos e hipócritas) participen en la competencia.

    1. O,farrill dice:

      Me gustaría señalar el comentario de EB sobre la limitación eficaz del poder del Estado y lo llevaría un poco más allá: la limitación del poder de los imperios que tratan de imponer «su» ley más allá de sus fronteras.
      Estoy releyendo «El desafío americano» de J.J. Servan-Schreiber editado en el año 1967 y reeditado hasta el 1979 que, como en el caso de otros autores, una llamada de atención y alerta sobre cómo Europa iba a enfrentarse a una forma nueva de colonización e invasión económica, basada en la debilidad europea y que llevaría a nuestra «bancarrota histórica»:
      «Basta observar la invasión americana posándose, como la célebre golondrina, en el suelo sin ruido y no perderla de vista, para ver lo que trae consigo, para ver como se lanza, gira, envuelve, arranca, arrastra, estalla y retumba….»
      La invasión de la industria americana y sus inversiones en Europa se hace a costa de la referida «debilidad» institucional europea con penetración directa e implantación de «sus» corporaciones y empresas que tienen sus propias normas (no aceptan las europeas) de desarrollo, organización y funcionamiento, se suelen financiar tanto directa como indirectamente con recursos europeos y fagocitan a continuación el cada vez más escaso sistema productivo europeo, hasta que se hacen imprescindibles y crean las dependencias que todos conocemos.
      Es curioso que Europa, con su potencial, no sea capaz de competir y prefiera seguir «chupando rueda» e incluso invertir en USA antes que en sus propios países. ¿No es un poco chocante todo ello?
      En un estudio del profesor Gilles Bertin de la Universidad de California, ya se daban algunas cifras en el año 1963 del control americano en Europa que, naturalmente, han ido creciendo todos estos años:
      15% de la producción de bienes de consumo
      50% de la producción de semiconductores
      80% de la producción de ordenadores
      95% de los circuitos integrados
      Eso sí, para la financiación de la «invasión» contaban sólo con un 10% de transferencias netas de capital americano; un 55% de empréstitos y créditos obtenidos en el mercado europeo; un 35% en subvenciones presupuestarias de las autoridades de los países europeos….etc. Lo que supone para el autor de dicho libro que «las inversiones americanas en Europa son financiadas en sus 9/10 partes por los propios recursos europeos; les pagamos para que nos compren a su vez.»
      El poder (si alguna vez lo tuvimos), se nos ha escapado de las manos hace mucho tiempo y ha sido capturado y retenido por intereses que no son los nuestros, por mucho que se empeñen en convencernos de lo contrario.
      Un saludo.

      1. EB dice:

        Discrepo profundamente de lo que usted dice. Por supuesto usted mal interpreta lo que yo digo y que se refiere exclusivamente al poder del Estado-nación en una democracia constitucional.

        En cuanto a lo que usted dice, le recuerdo que luego de la SGM, EEUU –contrariamente a lo que siempre hicieron los imperios europeos antes de la Primera Guerra Mundial– no ocupó ninguno de los países derrotados. Todo lo contrario. Hizo un gran esfuerzo para que sus economías se recuperaran rápidamente y al mismo tiempo hizo frente a la amenaza de los genocidas soviéticos para que no ocuparán toda Europa. Aunque haya habido algunos políticos de EEUU que sí quisieron esa ocupación, esos políticos perdieron (de igual manera que perdieron en Filipinas cuando antes de la SGM proponían un estado asociado como Puerto Rico). El desafío que las empresas de EEUU le plantearon a toda Europa y también Japón fue levantarse y competir abiertamente, algo muy difícil luego de la SGM. No hay ninguna equivalencia –ni moral ni política– entre el supuesto imperio de EEUU post-SGM y los imperios europeos anteriores a la PGM, incluyendo el imperio español. La prueba más reciente es que cuando Trump dijo que EEUU debería cobrar a los países europeos por su protección, los políticos europeos protestaron para no pagar –sí, los políticos hipócritas quieren que les den servicio gratis.

        1. O,farrill dice:

          Estimado EB, no sólo comparto su comentario sino que lo amplío con una opinión (modesta pero algo conocedora de la cuestión) sobre cómo el poder puede manifestarse de formas mucho más sutiles, como muy bien describe el autor de referencia. Es cierto que el «Hudson Institute» no acertó del todo en sus pronósticos para el año 2000 sobre la sociedad «post-industrial», pero se mantiene el predominio de la «colonización amiga» en todo el mundo. ¿Se ha preguntado porqué la UE no acaba de consolidarse como bloque? ¿Por incapacidad de sus gentes o por conveniencias externas? ¿Por los inconvenientes para crear o por las facilidades a las creaciones externas? En todo caso no creo oportuno extenderme más; si lo he interpretado mal, mis disculpas sinceras.

  6. YolandaHdez dice:

    Desde mi punto de vista, una cosa es “echarle imaginación” a título individual y tomar riesgos si es necesario, y otra, adoptar medidas políticas basadas en ese “echarle imaginación” siendo los destinatarios los ciudadanos y sin que ni siquiera se les haya consultado.

    El nuevo sistema finlandés educativo basado en estudios de materias prácticas centrándose en enseñanzas especializadas y no disciplinares está siendo objeto de duras críticas en nuestro país vecino. Su Ministerio de Educación, encabezado por la Ministra Najat Vallaud-Belkacem, ha tomado como modelo el sistema finlandés y está implantándolo en sus aulas, ¿la razón?, según la versión oficial porque los alumnos franceses se aburren en clase.

    Entre los más críticos con esta medida está el profesor Jean-Paul Brighelli que ha escrito numerosos libros sobre el sistema educativo de su país, entre otros, “La fábrica de cretinos”. Él se encarga de trasladar de forma notoria el malestar del profesorado y editores, por considerar que el nuevo sistema carece de método, contenido, análisis de las materias y profundidad, no ofrece reflexión ni crítica a los valores tradicionales sociales (no se considera que sea algo a enseñar en las aulas), y a todo ello se une, la pérdida de funciones de los “enseñantes” que dejarán de ser transmisores de conocimiento, para convertirse en animadores cuyo objetivo será motivar a los alumnos. La frase del encargado del sector de Desarrollo de Helsinki defendiendo este sistema ha calado en los medios franceses: para ser un buen empleado de banca no será necesario saber contar, será suficiente con saber utilizar el ordenador que lo haga. Algunos se preguntan si estamos en los albores del famoso “Un mundo feliz” de Aldous Huxley.

    Los sindicatos estudiantiles apoyan 100% la iniciativa sin valorar, probablemente, la repercusión que ello tendrá en su futuro profesional y cómo no, personal.

    Los editores de libros no han llegado a tiempo con tanta indefinición para elaborar materiales, así que el curso académico francés está dando de qué hablar.
    Con el tiempo se verá si el lobo es tan fiero como lo pintan o si por el contrario, tendrá alguna ventaja para dar respuesta a las necesidades de la sociedad moderna hacia la que vamos….¿o es hacia la que nos llevan?.

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