El número oficial de víctimas de los atentados del 11-S fue de 2.973 muertos y más de 6.000 heridos de diversa consideración. Si bien estos números por sí mismos son aterradores, y sin entrar en las víctimas de las guerras de Afganistán e Irak, que también pueden considerarse consecuencia indirecta de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, el número de víctimas inmediatas del ataque fue mucho mayor, pese a no recibir tal consideración ni ser contabilizadas en ninguna parte. Víctimas imprevistas incluso por los propios terroristas.
Así, como consecuencia directa del impacto de los aviones contra las Torres Gemelas, la primera medida que tomó el gobierno estadounidense fue cerrar por completo el espacio aéreo, y en los días posteriores a los trágicos sucesos, el cielo permaneció cerrado, abriéndose después, en un principio, de forma restringida, lo que dejó en tierra a muchos pasajeros. Además, cuando por fin se recobró la normalidad, el engorro provocado por las nuevas medidas de seguridad y el miedo a volar de gran parte de los usuarios provocó un descenso generalizado del volumen de viajeros de avión, no solo en EEUU, sino en todo el mundo.
Pero cerrado o abierto el espacio aéreo, con miedo a volar o no, la gente tenía que seguir viajando, y los atentados fueron causa directa e inmediata de un importante trasvase de pasajeros desde el medio aéreo al terrestre. El problema es que, pese a accidentes puntuales, y tal y como las compañías aéreas se encargan de recordarnos en todo momento, el avión es hoy por hoy el más seguro de los modos de transporte (en la industria les encanta decir que estadísticamente es más seguro montar en un avión que en un ascensor), y muchas de las personas que no tomaron un avión por miedo a nuevos ataques terroristas o por no verse sometidos a las molestias que suponía embarcar en un avión, pasaron a utilizar el coche para sus desplazamientos; pero viajar en coche es estadísticamente mucho más peligroso que volar, y estas personas que no cogieron el avión sufrieron o provocaron accidentes de tráfico que causaron víctimas. Así, aplicando las tasas de siniestralidad media en desplazamientos por coche a una estimación conservadora del incremento de tráfico terrestre achacable directamente a los atentados, las víctimas en accidentes de carretera superarían fácilmente los 3.000 muertos. Lo que nos lleva a que, posiblemente, Ben Laden mató el 11-S a 3.000 personas más de las que creía haber matado.
El ejemplo anterior, citado por Nassim Nicholas Taleb en su libro “El Cisne Negro” con otro propósito, para mí es muy ilustrativo de cómo las implicaciones indirectas de un acontecimiento pueden llegar a ser del mismo, o mayor, orden de magnitud que las directas, y es ilustrativo de cómo los encargados de tomar las decisiones que realmente nos afectan deberían ser gente lo suficientemente inteligente (o con el tipo de inteligencia adecuada) como para llevar el proceso lógico de las consecuencias de sus decisiones más allá de los efectos evidentes de esa decisión. En otras palabras: lo que ahora parece muy bueno mañana se convierte en un regalo envenenado y a lo mejor lo que hoy me permite ganar unas elecciones lleva mi país a la ruina en unos años.
Y estas cosas generalmente son difíciles de ver; ¿alguien imaginaba que la Ley del Suelo con la que tantos se hicieron ricos podía llevarnos a todos a la ruina? A veces hace falta un poco de “pensamiento lateral” para tomar las decisiones correctas, para poder ver las implicaciones ocultas de las acciones que tomamos. Pero, aunque entiendo que la gestión de un país no debe ser algo precisamente sencillo, también creo que el problema de fondo es que la gente a la que elegimos para llevar a cabo esa responsabilidad no tiene el tipo de estructura mental adecuada para guiar a la sociedad. Así, en el mejor de los casos, cuando los ministros o secretarios de estado son buenos gestores, cuesta mucho encontrar entre la clase dirigente a personas innovadoras o con ideas. Incluso cuando son honrados e inteligentes (combinación que tras leer los periódicos es menos habitual de lo que debería), los políticos, aunque solo sea por el proceso de selección que les ha llevado al cargo (generalmente a dedo), no cumplen el requisito básico de “capacidad de ver más allá de lo evidente” que deberíamos exigirles.
¿Y por qué los que nos dirigen, los que mandan, no cumplen con este requisito? ¿Por qué no pertenecen a esa categoría de personas? Pues, posiblemente, porque el sistema que tenemos no fomenta en aquellos que están destinados a puestos de responsabilidad -en casi cualquier ámbito, no solo en el político- la capacidad de ver más allá de la primera evidencia.
Vivimos en un modelo de sociedad que, a nivel educativo, se basa en pasar exámenes, donde el profesor (desde el maestro primario hasta el catedrático de universidad) es el que tiene el libro con las respuestas correctas. Los que llegan a la cima de nuestro sistema educativo, al final lo único que han demostrado es su capacidad para aprobar exámenes, es decir: para saber cuál es la respuesta correcta para el profesor de turno.
Luego, en el mundo de la empresa o dentro de un partido político, lo que tienes que aprender es con quién te tienes que juntar y a quién tienes que apoyar. Si te paras a pensar, en nuestro modelo social, estructuras realmente meritocráticas hay pocas.
Además, cuando se alcanza cierto grado de responsabilidad, el día a día suele comerse todo el tiempo disponible, y pocos saben distinguir lo urgente de lo importante. Por si fuera poco, a corto plazo los errores no se notan casi nunca, y no es necesario llegar a la segunda derivada en un proceso de pensamiento cuando se está tomando una decisión. Así, cuando empiezan a manifestarse los efectos perversos de una decisión es muy posible que el político de turno ya haya ganado las elecciones o que el banquero ya se haya llevado a casa su bono por los buenos resultados del banco para el que trabaja.
No hay más que ver como se está abordando la gestión de la crisis: ¿Ves alguna idea nueva? ¿Ves alguna preocupación por las implicaciones futuras de las medidas que se están tomando? Yo no.
Yo solo veo la aplicación de viejas recetas que salen en (ciertos) libros de economía. Se está tratado de responder a una crisis nueva con mecanismos que ni siquiera sirvieron en las viejas ¿Por qué?: Porque a nadie se le ocurre otra cosa. En realidad, lo que están haciendo los diversos gobiernos es aplicar fórmulas manidas mientras se espera que cambie, de forma milagrosa, el ciclo económico. Si todo lo que tienes es un martillo vas a ver clavos por todos lados, y eso es precisamente lo que le pasa a esta gente. Deberíamos estar gobernados por jugadores de ajedrez, artistas o matemáticos y estamos gobernados por contables (con todo el respeto hacia los contables).
En este post estás poniendo el acento en la incompetencia de nuestros gobernantes, que al parecer no tienen las ideas buenas o innovadoras que harían falta.
En mi opinión la falta de ideas puede no ser toda la explicación, y tal vez ni siquiera lo más importante de la explicación. Al fin y al cabo nuestros “excelentes” gobernantes están rodeados de asesores, lobbies, académicos, etc, que les soplan al oído continuamente sus propuestas. La mayoría será un bodrio pero algunas de ellas serán innovadoras y estupendas.
El problema puede ser de incentivos, de intereses creados. Si los que se están lucrando con el marco actual de leyes e instituciones son amigos de nuestros gobernantes, tanto los unos como los otros se van a resistir obstinadamente a las reformas que puedan poner ese lucro en peligro. Aunque las buenas reformas puedan ser perfectamente conocidas por nuestros gobernantes, pueden ser ignoradas si afectan a los intereses de aquellos en los que se apoyan.
De ahí que se nos diga que la Ducha fría conviene ..les conviene ..
pues anda que no hay energías alternativas aparte de las gasistas y petroleras.
Entiendo este punto de vista pero yo le daría una vuelta de tuerca más. Cuanto más leo más pienso que esto es un plan muy bien pensado por la derecha neoliberal, que ha visto la manera de que las empresas puedan conseguir más beneficios; como el mercado en los paises desarrollados está saturado, han bajado costes a base de austeridad y así aumentar sus beneficios. Para mi esta técnica la empezó Margaret Thatcher, incluso he pensado que habría pasado si ella hubiera sido de izquierdas (http://wp.me/p2fW1E-g7).
Soluciones para esta crisis hay y las están contando economistas en la televisión cada día, sólo hay que querer aplicarlas por ejemplo :salir del Euro y devaluar la peseta (http://wp.me/p2fW1E-cH) o reclamar que Europa devalúe el Euro (http://wp.me/p2fW1E-7u); en paralelo podriamos orientar dinero que estamos gastando en cosas innecesarias y prescindibles en tiempos de crisis en generar empleo y promover la industria de energias renovables que es la única en la que podemos confiar en el futuro (http://wp.me/p2fW1E-hh)
Por eso pienso que los políticos que tenemos simplemente no quieren hacerlo porque se están beneficiando, y espero que se consiga poner en el gobierno gente con voluntad de servir a los ciudadanos. A menudo pienso que en España no hay politicos (http://wp.me/p2fW1E-eU)
¿Salir de Europa y devaluar la peseta? No quiero ni pensar qué pasaría con la máquina de fabricar dinero en manos de quienes nos gobiernan.
Margaret Thatcher es uno de los mejores políticos que ha habido en Europa en los tiempos modernos, y entre las «políticas» (por aquello del género) la mejor y la primera de todos los tiempos. Con una señora Thatcher gobernándonos se habría terminado hace mucho el tanto tontear y consentir a terroristas y a separatistas y a sindicalistas.
Las energías renovables son carísimas y el impacto medioambiental no es tan inocuo como se cuenta.
Lo de que estamos gastando en cosas innecesarias es verdad. Hoy mismo he escuchado en la radio que la nueva sede de uno de los dos sindicatos (no sé cuál, pero es lo mismo) en Mérida tiene una extensión de 3000 m2 (que qué falta les hará tanto espacio cuando apenas tienen afiliados, aunque los que mangonean son legión) ha costado 2700 millones de euros. Y entre tanto aplican un ere a sus empleados al mismo tiempo que se manifiestan contra la reforma laboral en que se amparan para despedirlos.
Y el gobierno los sigue subvencionando.
Perdona Alicia pero un par de cosas:
Empiezo por el final, el gobierno no financia si subvenciona a los sindicatos, los subvenciona el Estado, es decir, nosotros, los españolitos de a pie. Además de a los sindicatos, financiamos a la patronal, ¿te parece bien?, a la Iglesia Católica ¿bien también?, a los partidos políticos ¿mejor todavía?, a la Casa Real ¿estupendamente entonces? y a una colección de secretarios, subsecretarios, alcaldes, concejales, asesores, cadenas de televisión…, incluso, ¡¡¡tonadilleras!!!. Supongo que los que veis telemadrid, a todos estos si os parece bien que se les subvencione, ¿verdad?
Las energías renovables son carísimas a fecha de hoy por el mismo motivo que hace veinte o treinta años, era carísimo comprarse un reproductor de DVD o peor aún, de Laser-Disc; Todas las cosas, cuando empiezan a ponerse a rodar y hasta que se implantan, no son baratas. Respecto a que no son tan inocuas como se dice (argumento utilizado hasta la saciedad por Aznar y unos cuantos «geólogos» más que, como él, niegan el cambio climático), te comento; inocuas no son, nadie dice que lo sean, de hecho, su nombre es «Energías renovables», es decir, que no se agotan, no que no contaminen. Ahora bien, ni en el peor escenario de contaminación generada por la obtención (esto es lo que hace que sean «algo» contaminantes, no su utilización) de energías renovables, alcanzaríamos una centésima parte del volumen de contaminación actual, y digo actual, no lo comparo con el peor escenario actual posible, que sería algo así como que reventasen de golpe todas las centrales nucleares que hay en el mundo. Lo ponemos en la balanza y ¿con cual te quedas tú?. Supongo que con la que te diga telemadrid o 13tv o la FAES que tienes que quedarte.
Por último, asegurar que la Sra. Thatcher (que Dios la tenga dónde se merezca) es la mejor política que ha habido y que con ella no estaríamos así… bueno, digamos que, viajes un poquito y vayas, por poner un ejemplo, a las regiones industriales de Gran Bretaña en las que la Sra. Thatcher implantó esas políticas que a tí, según parece, te resultan atractivas y que consideras digamos, ¿convenientes?, en nuestra actual situación. Descubrirás que, lo que hizo, fue condenar a la miseria y la «semiesclavitud» a toda una generación de jóvenes británicos, hijos de obreros, nietos de obreros y biznietos de aquellos obreros que llevaron a cabo la revolución industrial en Gran Bretaña y convirtieron a esa nación en una potencia económica mundial sin que nadie la hiciese sombra, llevando a cabo semejantes acciones por considerarlos a todos ellos, gente que no tenía que tener los mismos derechos que la casta dirigente a la que ella defendía y representaba, cuya única función vital era trabajar por un salario ínfimo y sin casi derechos sociales. En telemadrid y 13tv esto no lo cuentan, pero esa mujer, consideraba que, por poner un solo ejemplo, los negros de sudáfrica condenados a vivir como animales por un régimen totalitario y repugnante como era el apartheid, eran terroristas, si si, terroristas, por defender que tenían que tener los mismos derechos que los ciudadanos blancos, haciéndolo en ocasiones, utilizando la violencia (engendro de si misma) que contra ellos previamente se había utilizado. Incluso cuando el mundo entero clamaba contra el apartheid, esta señora seguía defendiendo la segregación racial. Antes de canonizar a alguien de forma gratuita, hay que mirarle la etiqueta.
Y por último, en este y todos los países, NO SON LOS SINDICATOS, los que tienen que crear empleo y llevar a cabo medidas para fomentar su creación y mejorar la situación de los trabajadores, SON LOS POLÍTICOS. A fecha de hoy y por contar con una mayoría absoluta, SON LOS DIPUTADOS Y SENADORES DEL PP, los que aprueban las leyes que hacen que, después de un año y medio de gobierno popular, tengamos más de un millón más de parados de los que había, y un déficit mayor que el que había, no es culpa de la UGT, ni de C punto C punto O punto O punto, ni de USO, ni tampoco de MANOS BLANCAS. Aunque me atrevería a apostar, leyendo tus habituales posts en esta página, que a estos no te importa que los financiemos.
Tienes razón en que a veces escribo “gobierno” donde debería escribir “estado”.
No la tienes cuando supones que unas subvenciones me parecen mejor que otra. Por mi gusto no habría subvenciones a nada ni a nadie.
En cuanto a lo que escribes sobre la energía nuclear tengo entendido que es enormemente segura, y que su peligro radica en lo muy grave que es que reviente una central; pero eso es muy, muy infrecuente.
La señora Tatcher tendría, como todos los políticos y como todos los personajes públicos, luces y sombras y admito que muchas decisiones y opiniones suyas pudieran ser cuestionables. Pero, oye, a mí me caía bien… Y no por eso estoy de acuerdo con la segregación racial que (por no estar yo, he de admitirlo, muy bien enterada) no se sí ella defendía como tú afirmas. Trataré de buscar algo, en hemerotecas, para informarme porque (he de admitir también) en los tiempos en que ella gobernaba yo me interesaba apenas por la política.
“Antes de canonizar a alguien de forma gratuita, hay que mirarle la etiqueta”, escribes.
Me pregunto la etiqueta puesta por quién, porque tú me colocas a mí, de forma gratuita, la de mirar Telemadrid y tv13. Yo también podría imaginar, por lo que se desprende de tu escrito, la que tú m. Pero te estaría etiquetando, y no tengo por qué.
Sé que no son los sindicatos los que tienen que crear empleo. No les reprocho que no lo creen, lo que les reprocho es… bueno, pues exactamente lo que les reprocho en el comentario que ha dado pie a este cruce de epístolas entre tú y yo.
Con independencia de nuestras diferencias, que a simple vista son muchas (y a vista más compleja serían, me figuro, muchas más), me ha gustado que me contentes. Quizás es que soy un poco discutidora.
Saludos.
Ay, que me estaba saltando lo de Manos Blancas. No sé si los subvencionamos, pero creo que sus manifestaciones suelen ser contra ETA. Quiero imaginar que eso no te parece mal.
«la que tú miras», quería escribir. Que una «m» así sola queda fatal. Lo siento.
¡Ah bueno!, que como lo de reventar una central es infrecuente, pues es poco contaminante… Desde luego que es infrecuente, si fuese habitual, ya no habría planeta, pero el día a día, sin que las centrales nucleares exploten (¡¡¡gracias a Dios!!!), es infinitamente más contaminante que si utilizásemos energías renovables, energías que NUNCA podrán agotarse (a diferencia del petroleo, el gas, etc) y que, no están implantadas por el bloqueo continuado de las grandes empresas petroleras y automovilísticas para no perder su pedazo de pastel, ¡¡¡¡INMENSO PEDAZO DE PASTEL!!!!.
Dices que te he etiquetado como televidente de Telemadrid y 13tv. Pues no, te he etiquetado como televidente ÚNICAMENTE de Telemadrid y 13tv, porque no es el primer post tuyo que leo (aunque a lo mejor no eres la misma Alicia que en el resto, pero que casualidad, si es así, te pido disculpas, pero si no, eres la misma persona que justifica que, por ejemplo, Andrea Fabra, sin oficio conocido nada más que el de hija de Presidente de Diputación, dijera que se jodieran los parados en las Cortes Generales del Reino), y todos ellos son justificativos al máximo de todo lo que hace el gobierno del PP y sin embargo, con una total ausencia de objetividad a la hora de valorar a cualquier otro partido político u asociación que no sea la patronal. Dices que sabrás la tv que yo veo; te digo, a diferencia de vosotros, veo todas, telemadrid y 13tv y las demás, por aquello de ver como te cuentan las cosas desde un lado u otro, por eso sé cuando estoy leyendo a un televidente único y exclusivo de cadenas afines al Partido Popular y cuando no.
El problema de este país, son sin duda las etiquetas, es verdad, y tienes toda la razón en decir que no deberíamos etiquetar pero, sabes que ocurre, que siempre, siempre, llegáis los que repetís una y otra vez las consignas peperas, como el credo de la Legión «…con razón, o sin ella…» y todo son alabanzas y comprensión hacia el gobierno actual (ahora la crisis es mundial y Rajoy no tiene la culpa, antes la crisis era mundial pero provocada por Zapatero) y cajas destempladas, críticas destructivas, análisis subjetivos e incluso falacias ruines y miserables (la presidente de la PAH es etarra), para todo lo que no sea de derechas y, la gente que como yo, intentamos dar al César lo que es del César, estamos hartos, HARTOS. Fíjate que en tu última línea del post en el que me contestas ya sueltas aquello de «…quiero imaginar que eso no te parece mal», es decir, ya vas inclinando a dar a entender que los que no votamos al PP o somos críticos con su forma de gobernar, ya somos, indefectiblemente, etarras o proetarras. Pues te digo, manos blancas, se ha manifestado contra ETA (bueno, en sus manifestacione no se veía ni una pancarta contra ETA, ni se oía ningún grito contra ella tampoco, todo eran «Zapatero, al hoyo con tu abuelo», «rojos al paredón», etc), pero dime, aparte de HB o Amaiur o como se vayan llamando en cada momento, ¿hay alguien en este país con un mínimo de decencia que no lo haya hecho?. Por lo tanto ni me parece mal, ni tampoco me parece destacable, sobre todo tratándose de un sindicato que, únicamente se han manifestado contra ETA y las negociaciones con la banda criminal, cuando ha gobernado Zapatero, cuando Aznar negociaba con ellos, no salieron a decir que era un traidor a España ni nada similar por negociar con asesinos, aunque bueno, lo cierto es que, en la época de Aznar no eran asesinos, ni criminales, ni siquiera terroritas, eran un Movimiento de Liberación Nacional (sic)… aunque puede que, al igual que con Bárcenas, negociasen con ellos «en diferido». También salieron a criticar la repugnante reforma laboral de Zapatero (inconstitucional a todas luces, pasándose por el arco la irretroactividad de las normas tal y como está recogido en la Carta Magna), que nos convertía, a toda la clase obrera de este país en, casi, siervos de los patronos, sin embargo, la reforma de Rajoy, que ha ido un par de pasos más allá y nos convierte en semiesclavos, les parece perfecta «leña al mono que es de goma».
Si, es verdad, tienes razón, no deberíamos etiquetar pero, nuestro gobierno, a mí y a millones de españoles, nos ha puesto la etiqueta de «carne barata», «utilícese como empleados de servicios», «si se ponen enfermos, que se mueran», «sus hijos que no estudien», y así un largo etcétera y qué quieres, no me gusta y no me parece bien e, igual que si lo hiciese Zapatero (que nos colocó así, by the face, unas cuantas también), Rubalcaba, Cayo Lara, Cospedal, Griñán, Artur Mas o la (con perdón), madre que los parió a todos, diría lo mismo.
Por último y ya termino: la política-ficción no me gusta, aquello de «pues con estos otros o con aquellos, estaríamos peor o mejor», te digo, especular en como serían las cosas es una acción bastante estéril, nunca sabremos como le habría ido a este país si la República hubiese ganado la GC, si Suárez hubiera sido Presidente más tiempo, si Zapatero hubiese tenido mayoría absoluta, si Rajoy no la tuviera, etc.
Te pido sinceras disculpas a tí y al resto, por el ladrillo y, si has llegado hasta aquí, agradecértelo encarecidamente, que me pongo a darle a la tecla y se me va de las manos el asunto.
Saludos.
Impacto ambiental de las energías renovables?…
El manchurrón negro del Prestige igual fué tinta de calamar o pequeños hilillos de plastilina como dijo precisamente el que está al frente del Ejecutivo Español y comentó un locutor de radio, Carlos Llamas que en que en paz descansa.
Por desgracia hoy dia a los gobernantes solo les pedimos que sean buenos gestores. Y digo solo, sabiendo que eso ya es mucho.
Me gustaria pensar que aquellas personas que sienten la necesidad de trabajar para los demas, para mejorar nuestra sociedad, para dirigirla tienen la capacidad, no solo, de gestionarla sino de cambiarla e impulsarla. Por desgracia nuestros politicos cumplen fielmente su papel de alumnos y se presentan a los examenes con el unico objetivo de aprobar.
Estaria bien que los alumnos empezaran a pensar por si mismos, sean politicos o estudiantes. Pero cuidado nuestra sociedad no esta preparada nuevos pensadores.
El efecto que se contempla en el artículo coincide, en líneas generales, con el de Externalidad.
Es decir, consecuencias negativas de un acto que no recaen sobre los costes de su autor o inciden cuando ya no pueden afectarle.. Es muy frecuente y una de las razones de que muchas cosas sucedan. Los beneficios recaen sobre alguien concreto y una parte de los costes sobre «otro alguien» en el mismo momento o en un plazo más largo.
Las Externalidades siempre están presentes y las pusieron de moda los activistas del ecologismo al pedir que los costes de limpiar los daños de la contaminación sean asumidos por sus causantes directos.
Asumiendo que las personas activas en política –o viviendo directamente de ella– sean, más o menos entre 300 y 400,000, es difícil pensar que sean más incompetentes que la población a quien representan. Probablemente, –atendiendo a sus cerebros, IQ, formación, información disponible, experiencia, etc– es al revés.
Por poner un ejemplo conocido, el célebre Sr. Pacheco, Alcalde de Jerez durante décadas, hizo tras acceder al cargo una especialización universitaria en Urbanismo (uno de los Masters que florecieron en cuanto se vio claro cómo era la cosa esta de la democracia representativa en acción). Sabía cantidad y no se le escapaba una.
He conocido más de un concejal de urbanismo con su Master sobre la Materia hecho en Harvard y eso en pueblos pequeños, del tamaño de Tolosa en Guipúzcoa o del Puerto de Santa Mª en Cádiz.
No es tanto cuestión de Aptitudes como de Actitudes. Y es aquí donde tenemos un gravísimo problema.
El primer –problema– es pensar en el tipo de estructura psicológica que se dedica a la política desde la juventud. Sus motivaciones y su proceso decisorio, electivo. ¿Por qué esa persona ha elegido precisamente esa actividad? ¿Entre qué y qué eligió? ¿Tuvo opción?
El segundo es entender cuáles son los factores de éxito y las recompensas por ello en las organizaciones políticas.
El tercero es ver la posibilidad de exigir responsabilidades por el desempeño que como vemos son prácticamente nulas entre inmunidades y dificultades.
Es decir, el sistema carece de los procesos mínimos necesarios para funcionar como una organización normal. Ni buena ni mala.
Sumémosle que el poder en la cúpula es enorme y en cualquier caso inmensamente superior al del resto de ciudadanos que ahora le son dependientes y veremos lo mal montado que está (mal para los ciudadanos)
Este proceso sólo puede estar construido por los mismos que lo disfrutan. Por una ley básica de sistemas: «Los objetivos de un sistema se deducen de sus resultados. De aquello que realmente hace»
El resultado es el que debe ser: Desastroso para unos y Estupendo para otros.
Saludos
A Ernesto:
Escribí que quizás soy un poquito discutidora, pero me temo que no tanto como para mantenerme a tu altura.
Por mi parte estás disculpado. Considero que has interpretado parte de lo que expreso de manera sesgada, y que me adjudicas una forma de pensar que se corresponde apenas con mi realidad.
En el mundo, en todos los países, también en los que no han tenido una guerra civil ni un dictador, existen las derechas y las izquierdas; pero en este nuestro el hecho de que alguien sea de derechas se asocia de inmediato con franquismo.
Aun en las circunstancias más ideales, imaginando que todo gobernante posible fuera un dechado de honestidad, yo me seguiría inclinando más por la derecha. No sé si es un delito, ni sé tampoco si yo ni nadie tenemos información o conocimientos lo bastante alambicados como para poder definirnos como de un lado o del otro; más bien creo que nos dejamos llevar por emociones y por datos que nos llegan muchas veces filtrados, e interpretados, por las emociones de quienes nos los hacen llegar.
Ocurre tan sólo que hay cosas, convicciones, formas de entender el mundo y la vida, que están muy arraigas en las personas, y las convicciones arraigadas en mí encuentran más sintonía (mucha menos de la que quizás imaginas) con las ideas que se nos venden como de derechas que con las contrarias.
La izquierda está representada por el comunismo y el socialismo, ¿no es cierto? Y ninguno de los dos me gusta.
No quiero un estado que lleve a sus ciudadanos de la mano, ni que decrete qué es lo correcto o lo incorrecto ni lo justo o lo injusto; ni quiero que haya que mostrarse dócil o ser de la cuerda de quienes gobiernan para sentirse protegido. No quiero ni tan sólo que nadie proteja a nadie y sí nada más que se facilite el que cada persona tengan o adquiera o aprenda la suficiente dignidad y la responsabilidad necesaria para no representar un peligro, en ningún aspecto, para ninguna otra nacida o por nacer.
Y porque me creo, puede que ingenuamente, que la derecha tiende más a esa libertad es por lo que (resumiendo mucho) me defino y me muestro como de derechas. Pero, llevadas las cosas a la práctica y visto lo visto, empiezo a sospechar que no soy de nada, ni de nadie, y que todos defraudan y que todos traicionan. Sin que quiera ello decir eso tan manoseado de “son todos iguales”. No, no son todos iguales. Pero ninguno es bueno. Quizás porque las personas no lo somos tampoco pese a ser tan diferentes una de otras.
Bueno, me está dando apuro extenderme tanto en algo que parece haberse convertido en cuestión personal. Como por otra parte no quiero que parezca que pretendo eludir la discusión te invito a, si lo deseas, responderme a estas líneas en mi blog. Las he pegado tal cual en http://lopezdelamanzanara.blogspot.com.es/2013/05/a-ernesto-en-efectos-colaterales.html
Aquí no te volveré a contestar.
Saludos
Hay un par de erratas. «Cada persona tengan» y, casi al final, «diferentes una de otras».