Los Corregidores ejercían una inspección gubernativa sobre todo lo político y económico en los pueblos de los territorios o partidos que les estaban asignados, de manera firme a partir de los Reyes Católicos. Unos eran letrados, otros tenían atribuciones militares y, por último, estaban los estrictamente políticos.
“…nos encontramos en pleno siglo XXI con que los antiguos corregidores se sienten plenamente capaces de corregir todo aquello que por sus voluntades se antoje necesario arreglar.”
De esta aparente distribución surge en las primeras repúblicas, la idoneidad de contraponer en equilibrio las tres instancias que dan naturaleza a los nuevos Estados, a saber, el legislativo, el ejecutivo y el judicial. El devenir contemporáneo populista de estas macro estructuras, ha derivado en flagrantes descompensaciones en favor de quién tiene la iniciativa en el ejercicio de las dinámicas del gobierno, como es el ejecutivo.
Tras dos o tres vueltas más de tuerca en favor de la “voluntad popular” representada por los Gobiernos, sobre las otras dos instancias, nos encontramos en pleno siglo XXI con que los antiguos corregidores se sienten plenamente capaces de corregir todo aquello que por sus voluntades se antoje necesario arreglar, desde la organización urbana, a las fuentes de energía, pasando por la educación de los menores, la encarcelación suave de los mayores o la organización de las empresas instaladas en el tejido social.
“Embebidos de un poder irracional y enroscados en los laberintos de los derechos, se permiten decidir sobre el destino.”
Encaramados a la grupa de quien le vale todo con tal de lograr su ansiado fin de la gobernanza -que no deja de ser una forma moderna del “fin justifica los medios” en modo de trauma freudiano infantil- los corregidores se han venido tan arriba que le discuten a la cara y en modo de tú a tú al ámbito de lo íntimo, la lógica y la naturaleza de los seres vivos. Embebidos de un poder irracional y enroscados en los laberintos de los derechos, se permiten decidir sobre el destino de los niños intrauterinos, el sexo de los ángeles humanos, el suicidio de los angustiados, la justicia de las hormonas, la validación de las violaciones si son consentidas, las masturbaciones o las felaciones infantiles como formas de desarrollo personal.
¿Cómo es que ahora simplemente se valida una opinión porque quien la emite tiene el poder, sin que haya estudios e investigaciones científicas?
Me temo que todo ello se apoya solamente en un legítimo ejercicio de opinar y pensar por uno mismo, pero si en nuestra sociedades conseguimos vencer los oscurantismos a base de métodos científicos probados y comprobables, sobre lo que sustentar lo que es verdad y lo que no lo es, ¿cómo es que ahora simplemente se valida una opinión porque quien la emite tiene el poder, sin que haya estudios e investigaciones científicas, independientes, internacionales y fiables que avalen dichas tesis? No sé, pero si de alguna manera también se identifica el fascismo es por su carácter autoritario.
“Lo iletrado es tan osado, rabioso y resentido que, no teniendo un ápice de autocrítica, siempre impone a los demás la corrección de lo que son”.
Y es que eso tiene la consciencia, que no soporta en ningún caso que venga la Naturaleza a decirle lo que tiene o no que hacer. ¡A ver quién es el subconsciente para rectificar lo que los deseos proponen! ¡Habrase visto semejante manera heteropatriarcal de imponerse a mi Yo!
Lo iletrado es tan osado, rabioso y resentido que, no teniendo un ápice de autocrítica, siempre impone a los demás la corrección de lo que son, incapaz como es de volverse sobre sí misma para realizar un mínimo ejercicio de autocorrección.
A la vanguardia de esta política de ultracorrección ajena, nuestras sociedades se encuentran a la cabeza mundial del consumo de tranquilizantes. Pero seguro que no tendrá nada que ver.
Nada nuevo, es verdad, pero no me digan que íbamos a estar así a estas alturas…
Excelente reflexión
No se bien que hago escribiendo aquí ni lo que voy a escribir . Me estaba acordando estos días de una frase que me dijo la abuela de mi señora » Los problemas que se arreglan con dinero no son problemas » y no es que fuese una mujer adinerada , era una mujer humilde que trabajo en el campo y en las labores del hogar toda su vida , en un pequeño pueblo de Teruel , en esos pequeños pueblos donde la vida es dura y el poco ocio que tienen es un vicio que redimen a diario con su esfuerzo en el trabajo del campo y tampoco tenían la conciencia tan subyugada como en el trabajo de la ciudad .
Dicho esto me viene a la mente lo mal que se emplea el ocio , parece ser que el ocio es la puerta del vicio y se le ponen pocas barreras por parte de los gobiernos , podría parecer que lo fomentan . Sobre todo es muy importante la educación en la infancia porque es lo que marcaran sus vidas en el futuro , algo que debería preocupar y ocupar a los gobernantes .Con una buena educación se ahorraría mucho dinero y sufrimiento estéril.
La salud mental también debe ser preocupación del gobierno de turno y no se hace nada , nos hacen sentir culpables del cambio climático y por utilizar el coche y emitir CO2 , pagas un impuesto de emisiones y no puedes entrar en algunas ciudades si el coche es viejo .
Parece ser que l fin justifica los medios , pero sabemos cual es el fin? , me da lo mismo como se hagan las cosas ,se pueden hacer de muchas maneras de forma caótica si se quiere , pero el fin no lo justifica todo o eso es lo que me parece , normal que las personas pierdan el norte si no han recibido una buena educación saludable con valores a los que agarrarse cuando les vienen tiempos malos con depresiones y no ven luz que les guie , es como vivir en un infierno del que se sienten presos , una verdadera pena el sufrimiento estéril el que pasan cuando muchas de las veces se podría mitigar con una buena formación y menos medicación.
Para terminar . Deberían saber los gobernantes que los verdaderos problemas no se arreglan inyectando dinero .
Excelente artículo de nuevo, lleno de verdades que nos confrontan cada día pero que somos incapaces de asumir. En esto ha quedado la sociedad más desarrollada del planeta (otra mentira que digerir).
Hace unos días, un camarero joven me decía: «Menos mal que ustedes los mayores siguen siendo rebeldes, pero los jóvenes no vamos a hacer nunca nada, sino resignarnos a lo que quieran hacer con nosotros». Esta frase, tan fuerte en su significado, es una mera descripción del mundo distópico a que nos han llevado, a una vida organizada por esos «corregidores» mesiánicos que se creen en posesión de verdades eternas, cuando no son capaces de reconocerse como seres humanos.
«La vida administrada» es un estupendo análisis sobre el «naufragio social» en que estamos. Su autor el sociólogo Juanma Agulles basa su texto en ese barco ballenero al mando de su psicópata, el capitán Ahab, que lleva a la nave ya la tripulación al desastre tras la ballena blanca de sus pesadillas.
Organizados y administrados según intereses poco claros, nos hemos convertido en cobayas para experimentos sociales cocinados en diferentes espacios del entramado de los verdaderos poderes. Un nuevo nazismo de pensamiento único (el fascismo era otra cosa, aunque los dos casos procedan de la ideología socialista-sindicalista), se ha apoderado de mentes y cuerpos creando el caos primero, presentándose como «salvadores» después. Una estrategia que ya a pps. del siglo XX desarrolló el publicista americano Edward Bernays en su libro «Propaganda».
Un saludo.