El dinero es la razón por la que se cometen la mayoría de los delitos y los peores crímenes. También es lo que nos mueve a levantarnos por las mañanas y ponernos delante del ordenador a hacer un trabajo que tiene relativamente poco que ver con nuestra vocación profunda. Pero, ¿sabemos realmente qué es eso del dinero?.
Los economistas entienden por dinero cualquier medio de pago generalmente aceptado. Por muy maravillosamente impreso que esté un pedazo de papel, no será dinero si no se acepta en los pagos, y a la inversa, por muy extraño o inútil que pueda parecer un material o un objeto, será dinero si se acepta generalmente como medio de pago. De hecho, en distintos momentos históricos y en distintas culturas, se han admitido como dinero objetos muy diversos, que, por una razón u otra, resultaban deseables para la mayoría de la gente. Así, a lo largo de la historia, han servido como dinero cosas tan peregrinas como las conchas, la sal, el tabaco o el cacao; aunque el dinero más comunmente aceptado han sido las monedas de oro o plata. En este formato, el dinero valía tanto como la materia prima de la que estaba hecho.
Después se pasó a los billetes y al patrón oro. El dinero papel tenía valor porque estaba respaldado por el oro que había en el banco. En teoría uno podía ir con sus billetes al banco central y cambiarlos por oro. Los Estados no podían modificar a su voluntad la cantidad de dinero en circulación, ya que no podían emitir más billetes que el equivalente en oro del que físicamente dispusieran. Si un país exportaba bienes recibía oro a cambio y podía imprimir billetes, que eran reflejo del enriquecimiento de su economía; si los importaba tenía que dar oro con lo que disminuían sus reservas del metal y debía disminuir también la cantidad de dinero. Es decir, no podía haber un crecimiento excesivo de la cantidad de dinero en circulación ya que debía estar respaldado por oro, con lo que la inflación se mantenía contenida.
Coincidiendo con los gastos bélicos de la Primera Guerra Mundial y los de la posterior reconstrucción, el Reino Unido necesitó más dinero del que podía emitir dentro del límite de sus reservas de oro, con lo que el patrón oro empezó a romperse hasta que, a pesar de los posteriores intentos de restaurarlo, recibió la puntilla con la Gran Depresión. Nace el llamado dinero fiduciario: los Estados emiten papelitos, que no valen nada como materia prima, sino que simplemente tienen valor porque los propios Estados emisores los declaran medio de pago que debe ser obligatoriamente aceptado. Internacionalmente vale tanto como la credibilidad que tenga el Estado emisor.
Pero el dinero, además de tener la función de servir al intercambio, tiene que ser un depósito de valor, es decir, la gente tiene que creer que el dinero va a mantener su valor en el futuro. Nadie estaría dispuesto a aceptar hoy el dinero a cambio de bienes y servicios si no pensara que en el futuro va a poder utilizarlo para comprar, ya que el dinero no se consume directamente (aunque a veces la ansiedad por acumularlo parezca indicar lo contrario).
Para entender todo el cuadro, hay que tener en cuenta otro factor: la aparición de los bancos como creadores de dinero. Desde que empieza el negocio de los bancos, el dinero ya no es únicamente la suma total de monedas de oro o de billetes emitidos, sino que es algo más que genera el propio negocio bancario.
Una fábula, que se explica en las escuelas de economía y que podría tener cierta base histórica, cuenta que los primeros bancos empezaron en las orfebrerías que tenían cajas fuertes para guardar el oro. Los comerciantes se dieron cuenta de que era más seguro guardar el oro en la orfebrería, que les entregaba a cambio un documento del depósito. Para los comerciantes era más cómodo pagar con cargo a ese depósito mediante cheques, en lugar de directamente con oro. Al poco tiempo, el orfebre-banquero se dio cuenta de que era muy improbable que todos los depositantes retiraran al mismo tiempo todo el oro, por lo que no era necesario que guardara en su caja fuerte la totalidad del metal que habían depositado. Podía prestar ese oro a terceros y obtener una rentabilidad, manteniendo siempre una determinada cantidad de reservas en su caja para atender a los requerimientos de los comerciantes. En este momento el orfebre-banquero ha creado un dinero, entendido como medio de pago, que antes no existía. A partir de entonces el dinero es la suma del oro existente más los préstamos que han otorgado los bancos. Cuanto menores sean las reservas de oro que mantiene el banquero, mayores serán los préstamos y existirá más dinero bancario. Y a medida que esto sucede los bancos se vuelven sensibles al miedo: si en una situación de pánico todos los depositantes quisieran recuperar su oro/dinero, el orfebre/banquero tendría que suspender pagos.
Este funcionamiento, inicialmente sencillo, se ha complicado enormemente y está en la raíz de la crisis financiera que estamos viviendo y de la que está por venir.
Recapitulemos. Tenemos un dinero fiduciario: los billetitos que emiten los Estados y que sirven para los intercambios porque nos dicen que tienen valor; aunque puedan emitirse sin tener contrapartida en la riqueza del país. Además, tenemos un dinero bancario que también se utiliza en los intercambios pero que ni siquiera tiene soporte en los billetes en circulación. Todo este dinero es la base sobre la que se asienta nuestro modelo económico. Es decir, se sostiene haciendo equilibrios sobre una ficción.
Existe cierto consenso en que una de las principales causas de la crisis financiera fueron las burbujas creadas por el descomunal aumento del dinero impreso, unos tipos de interés bajísimos y un aumento considerable de los préstamos bancarios (dinero bancario). Esto llevó a una verdadera fiebre de gasto estatal y privado. Porque el dinero y el gasto son como una droga. Cuanto más se tiene más se quiere, aunque no tenga reflejo en un crecimiento de la economía real. La psicología del ‘enfermo de dinero’ hace que quiera conseguir el máximo en el mínimo tiempo. La abundancia de dinero a interés bajo hace que el ‘enfermo’ enloquezca buscando productos financieros de alto riesgo y también alta rentabilidad. Es así como se crea una burbuja. Y también como termina estallando.
Pues bien, la idea feliz de nuestros gobernantes es que por el mismo camino que entramos en la crisis vamos a salir de ella. Vamos a emitir mucho más dinero, vamos a seguir alimentando la ficción de que somos ricos, a ver si todos se lo creen y así de burbuja en burbuja hasta el estallido final (que por este camino se va a parecer al big bang). Einstein se equivocaba cuando dijo aquello de que no se podía solucionar un problema pensando del mismo modo que cuando se creó. No. Nosotros vamos a desafiar a la física y vamos a caer hacia arriba. Me da que nos la vamos a pegar a lo grande.
La idea genial es que los Estados deben imprimir más dinero para así mantener el nivel de gasto público o privado. Esta ocurrencia se le oye incluso a un premio nobel como Paul Krugman que apoyó que Estados Unidos emitiera la moneda del billón de dólares para superar la crisis provocada por el techo de deuda. ¿No nos damos cuenta de que el dinero es una ficción y que sólo tiene valor mientras creamos que quien lo emite actúa con seriedad? Mi hijo me dijo el otro día, papá deja de trabajar, quédate jugando conmigo y vamos todos los días al cajero a sacar dinero. Suena bien, pero resulta que llega un momento en que el banco no me fiará más. Claro, que mi hijo tiene 5 años. Pero parece que gente más mayor ha tenido la misma idea y lo que va a pasar si se sigue abusando de la emisión de billetitos o de la creación de dinero bancario, es que sencillamente su valor se va a aproximar al de la materia prima de la que está hecho: cero patatero. Y esta sí que promete ser una crisis de verdad.
Y si no, que se lo pregunten a los alemanes, que en los años 20 tuvieron una hiperinflación de tal calibre que su moneda llegó a no valer nada y los precios tuvieron que fijarse en dólares. Ahora esperan algo parecido, pero global. Por eso, después de muchos años, han retirado sus reservas de oro de Estados Unidos y Francia y las han depositado en Alemania.
Buenos días.
Quisiera felicitar a Isaac Salama por una excelente descripción de la reciente evolución del dinero y de alguna de las muy complejas raíces de esta crisis.
Como curiosidad añadiría alguna cosa que también ha sido dinero:
Los «Tally Sticks» o «Split Tallies». (ver Wiki para más detalles y fotos)
Eran Tablillas de avellano o de otras maderas muy veteadas que tras recibir unos cortes transversales que representaban unidades monetarias, eran cortados en dos. Una mitad para el deudor y otra para el acreedor. Eran imposibles de falsificar dado que no hay dos trozos de madera con la misma estructura de vetas salvo los de una misma rama.
Fueron usados por la corona inglesa hasta no hace tanto, siglo XVII o XIX, durante al menos 800 años para certificar deudas y eran aceptados como pago de Impuestos.
Su uso es conocido desde el paleolítico y es posible que en Suiza hayan estado más tiempo que en Gran Bretaña.
Hace unos días, antes de empezar una conferencia sobre este asunto, se me ocurrió preguntar a uno de los asistentes, un catedrático de humanidades, si sabía qué era un «sistema bancario de reserva fraccionaria».
Me sonrió y me dijo que había escuchado la expresión pero que no lo sabía y por lo tanto antes de comenzar lo expliqué brevemente. Incluso los que lo hemos estudiado solemos olvidarlo y creo que ayudó a entender mejor las cosas.
El término «reserva fraccionaria» se refiere a la fracción de nuestros depósitos que el banco debe retener para devolver los depósitos «a la vista».
Es decir si depositamos 1000 euros, la reserva puede ser de un 100%, un 50% de 10% o mucho menor.
Es lo que convierte el contrato de depósito bancario en un «contrato impropio». El depositario puede usar todo o parte de lo depositado como suyo. Una anomalía legal promovida por el estado.
Cuando terminé la carrera (1970) los bancos occidentales tenían que tener un 10% de reserva (simplificando).
Es decir podían prestar un 90% de cada depósito. Esto quiere decir que de 1000 euros que uno deposita, el primer banco de la cadena puede prestar 900, el siguiente 810, el siguiente 729 etc. Así hasta unos 9000 euros de préstamos acumulados por cada depósito de 1000 euros.
Si la fracción de reserva exigida baja al 2% la capacidad de prestar se multiplica. El primer banco presta 980, el segundo 960, el tercero 941, etc. así hasta unos 49,000 euros con los mismos 1000 euros.
Es la magia de la creación de dinero artificial y un negocio de la China por la gracia del estado, si todo va bien.
En el primer caso el sistema ha prestado 9,000 euros a partir de los 1,000 del depósito inicial. En el segundo 49,000 con los mismos 1000.
¿Cuál es el problema?
El problema es qué sucede cuando alguien no puede pagar su préstamo al banco.
Supongamos que el 3% de los créditos no pagan. Hoy nuestros niveles de fallidos superan notablemente esa cifra.
En el primer caso el sistema bancario habrá perdido 270 euros y si tiene, como tenían por entonces, un 10% aproximadamente de capital y reservas pues podían aguantar. Mal pero aguantaban.
En el segundo caso el sistema pierde no 270, sino 1470 euros y quiebra varias veces porque no tiene suficiente capital.
Desde mediados de los 70 y más desde los 80, los capitales y reservas exigidos («core» capital de Basilea) fueron bajando al 2% o incluso menos y se han multiplicado las capacidades de emitir crédito con «innovaciones».
Además de lo anterior se ha incrementado hasta límites inauditos la venta de créditos desde los balances bancarios.
Esto, por así decirlo, transfiere el riesgo de impago al comprador del crédito (los clientes del banco) y permite al banco volver a emitir crédito más allá del límite anterior.
Los bancos disponen de este modo de la capacidad de emitir crédito realmente sin límite.
Y esto, como ya explicó hace cinco siglos nuestra Escuela de Salamanca, se conoce como la Madre de la Inflación. Más dinero más inflación. Es la «Teoría Cuantitativa del Dinero», y funciona.
Al ver esto se entiende perfectamente que es el estado, todos los estados, y no los bancos, quienes han legislado y creado la expansión desaforada del crédito.
¿Por qué?
Entender por qué lo han hecho requiere recordar y comprender los cambios que los estados y el poder político, ejecutivo y legislativo, han ido experimentando durante el siglo XX.
Una vez entendido se empieza a ver la naturaleza real de esta crisis y por qué es política y no económica. Es decir, los efectos económicos son fruto necesario de dinámicas políticas.
Y esto es harina de otro costal.
Pero, en cualquier caso, la comprensión de lo que nos sucede no es posible si no dedicamos unos instantes a entender las cosas que tan bien ilustra Isaac.
Buenos días.
Genial, Manu. Una forma brillante de explicar el multiplicador monetario. ¡Si lo explicaran así en las facultades, en lugar de soltar la fórmula, la cosa sería mucho más interesante! Así sí que se ve claro como a medida que disminuyen las reservas, aumenta el ‘dinero bancario’.
Efectivamente creo que hay mucho de política monetaria equivocada detrás de la crisis, pero posiblemente también se haya puesto de manifiesto la dificultad de la política de tomar decisiones sin estar mediatizada por los poderes económicos. Primero, porque el político con conocimientos profundos del sistema financiero, normalmente sólo puede proceder precisamente del ‘mercado’ que va a regular, con lo que tiene una ‘contaminación’ de partida. Segundo, porque después de su paso por la política suele tener aspiraciones de volver al sector, por lo que tiene que ‘prepararse’ su salida
Genial el artículo y genial el comentario de Manu. A los que no somos expertos en economía nos viene siempre bien que alguien nos explique estos «fenómenos paranormales».
De lo que sí entiendo es de materias primas, y puedo decir que me preocupan mucho los planes de estímulo que están lanzando las principales economías. Como bien decís, el dinero actual, al no estar soportado por ningún valor real, puede ser casi infinito. Me parece un desarrollo enfermizo de la economía, pero habrá que aceptarlo.
Ahora bien, con ese dinero se están comprando y utilizando unas materias primas que son finitas. No sólo finitas, sino que están dando síntomas de agotamiento. De hecho, justo antes de Lehman Brothers, el precio de las materias primas sufrió un calentamiento sin precedentes. Si nos fijamos en el valor del BRENT (119$/bbl) a día de hoy, con el consumo global todavía bajo y los planes de estímulo en fase de preparación, ¿qué va a ocurrir cuando estas economías inyecten dinero en el sistema? ¿Cuántos coches van a poner en funcionamiento, cuántos km de autopistas, cuántas casas se construirán?
No llego a ver cómo solucionará el sistema financiero ese desfase entre la economía real, los recursos naturales y el «dinero» que figura en los ordenadores de los bancos. Espero equivocarme, pero los conflictos internacionales que se están produciendo, unidos al fraude democrático en Europa (que culminará con el acuerdo de libre comercio con EEUU), todo apunta a un régimen bastante poco democrático. Espero equivocarme.
Ulmo, la respuesta al desfase se llama inflación: pérdida del valor del dinero. Saludos
Me parece magnífica esta iniciativa (la global de «Otras políticas» y en concreto esta entrada de ahora con un sesgo tan marcadamente educativo). Porque las generaciones que vivimos ahora en este pais, tras 40 años de dictadura, estamos mucho más «peces» de lo que creemos en el conocimiento de cómo funciona el sistema del que formamos parte. Somos mucho más ignorantes que la mayoría de los ciudadanos de los países europeos en conceptos básicos de la democracia, de la justicia, de la organización política e incluso de los mecanismos del comercio. Pero no somos capaces ni siquiera de caer en ello y de asumirlo. Es como sí en la transición nos hubiesen dicho: ahora sois una monarquía democrática liberal, de la noche a la mañana, pero la verdad es que no tenemos una tradición que nos respalde. Esto es fundamental.
Antes que nada saludar a los autores en plural porque cada intervención es de mucha altura.
Aquí lo único que hecho en falta es la mención al interés compuesto, cosa que por otra parte complementa esta debacle imposible de frenar.
Ya que se sita a Einstein debo recordar otra frase «El interés compuesta es la fuerza mas poderosa de la naturaleza».
¿Porque? pues en este momento las grandes fortunas están duplicando sus ingresos cada 4 años y eso gracias al interés compuesto. Ademas se debe tener en cuenta que la forma de creación de dinero (muy bien explicada antes) lleva el interés asociado, este interés, no existe es dinero nuevo que claro debe salir de las manos de otra persona que antes pidió un crédito.
En síntesis para que uno pague sus créditos, otro (en un caso como el actual que no hay crédito nuevo) debe dejar indefectiblemente de pagar el suyo y por lo tanto perderlo todo.
Os dejo para mas información cuatro enlaces muy importantes
https://www.facebook.com/APORMAsNAVA?ref=hl
http://www.change.org/petitions/comunidad-econ%C3%B3mica-europea-acabar-con-el-dinero-creado-por-los-bancos-privados
http://www.monetative.de/
http://www.positivemoney.org/
Me parece muy elemental todo lo que se dice aquí
Primero porque esto mismo te lo cuenta Naredo, Vicenc Navarro, Harvey, Alberto Garzón… vamos lo puedes leer hasta en un artículo de opinión de El País de Emilio Ontiveros, o en un medio más reaccionario todavía como Le Monde Diplomatique, referencia de progres-socialdemócratas-verdes-no se sabe muy bien el qué (la disidencia controlada)
Y segundo, porque el dinero bancario, financiero, no es más que una solución del modelo a la Crisis del 71-73 de exceso de capacidad (…para que la gente compre necesita crédito) y retomar este tema ahora es muy aburrido, ¿no hay nada nuevo desde entonces? Esto ya lo sabíamos en el 73…
Hoy, si tuviéramos una empresa nos encontraríamos con tres dificultades… 1) no nos podemos financiar; 2) no hay recursos a un precio razonable (materiales, humanos), 3) nadie nos compra nuestros productos…vamos, los bancos no prestan dinero, el precio de los recursos (energía, materias primas) se encarece por la competencia de las economías emergentes y volvemos a tener exceso de capacidad (Europa fabrica 20 millones de coches que nadie quiere o puede comprar)… y como nunca había fallado todo a la vez, ahora nadie sabe como resolver esto
Conclusión… como dice Paul Valéry, anticipándose medio siglo a esta Crisis, “se inició el tiempo del mundo finito”
Dorothy,
Elemental para algunos, interesante para otros. Depende del punto de partida.
En cualquier caso, creo que esta crisis tiene poco que ver con la del petróleo de 1971-74 en que, después de la Guerra de Yom Kippur, la OPEP restringió la oferta cuadruplicándose el precio del petróleo. Esto provocó la mayor recesión desde la 2a Guerra Mundial. En los años 79-80 se duplicaron los precios como consecuencia de una nueva intervención de la OPEP. En esos momentos, los economistas no sabían como responder ante un desplazamiento de la curva de la oferta de esa magnitud, con lo que la política económica del Gobierno de Carter fue errática.
Como dices, en la crisis que vivimos se mezclan muchos factores que la hacen extraordinariamente compleja y posiblemente sin equivalente en nada que hayamos visto antes.
Saludos.
¿Estás seguro que la historia es cómo te la han contado? “En 1973 la OPEP sube los precios del crudo como castigo a los países que apoyan a Israel en la guerra”… de verdad crees que la OPEP hubiese podido realizar una subida de los precios del petróleo sin el consentimiento de los EEUU, hay que ser muy ingenuo para pensar así (de la misma forma la última guerra de Irak no se entiende desligada de las reservas de petróleo). Es más que sabido que la administración Nixon jugó esta baza como instrumento más en la guerra comercial contra sus rivales europeos y japoneses, mucho más dependientes del petróleo árabe. Otro de los efectos, entonces apenas intuido, de la crisis del petróleo, fue la posterior afluencia masiva de los petrodólares a la eficaz máquina de reciclaje del sistema financiero estadounidense.
Además, si entre 1965 y 1970 EEUU cruzó el cénit de producción de petróleo, entre 2007 y 2012 se llegó al pico del petróleo a escala planetaria, como se demuestra en el siguiente artículo de Nature (la producción de petróleo se ha vuelto inelástica),
http://www.nature.com/nature/journal/v481/n7382/full/481433a.html
Sigues pensando que no existe una relación entre la crisis del 73 y la actual… yo llamaría al período actual, la 2º crisis del petróleo o la crisis de los límites del crecimiento, así se entienden mucho mejor las cosas
Para Dorothy.
Me sorprende su apreciación de la identidad entre lo que aquí se dice y lo que Navarro, Garzón u Ontiveros proclaman a los cuatro vientos desde la izquierda (El Copartícipe-Secreto de Conrad).
También me gustaría saber a quién se refiere usted que en el 73 ya vio claros a Friedman, la muerte de Keynes a manos del Laborismo Británico, los efectos del «fiat money» y las servidumbres del consenso de Washington o del WTO que por aquel entonces no habían nacido.
Mi sensación es que –si hubo profecía desde el Marxismo– habría que irse a fechas muy anteriores. Sweezy en el 42 en algunos aspectos (no en todos) o Baran y Sweezy en el 66 con su Monopoly Capital referido exclusivamente a USA. Hoy Brenner, Wade o el hijo de Galbraith han publicado cosas interesantes pero más descriptivas que predictivas.
Hay un tratadista alemán, un austríaco moderado, Wilhelm Röpke, que sí lo anunció y lo hizo en 1958 en “Jenseits von Angebot und Nachfrage“. “Más allá de la oferta y la demanda“. Un texto que me parece que no se tradujo al español pero que es una delicia volver a leerlo hoy día. Hay versión inglesa con el título «A humane economy».
En cualquier caso ese no es el problema porque el marxismo en su evolución natural está hoy estratégicamente integrado en el sistema global y, salvo las salidas de pata de banco de sus más ingenuos representantes, espera encantado a recoger los frutos de la convergencia. Modelo Chino, Ruso, Indio o Vietnam.
Una de las cosas que más llaman la atención en este instante histórico son los silencios acerca de soluciones reales, es decir soluciones que aporten y produzcan empleo suficiente en Occidente.
Me refiero a empleo productivo real no a creaciones burbujeras.
Entre estos silencios puedo entender el del marxismo, incluso el de algunos austríacos, pero el que más me cuesta entender es el de la Iglesia.
Han optado por hacer un esfuerzo en lo paliativo, mitigar la pobreza extrema. Pero callan sobre las cuestiones de fondo.
Y no es por falta de conocimientos ni de documentos bastante más convincentes que lo que predican la Ortodoxia Neoclásica o el Marxismo. Y justo en este momento va Ratziinger y dimite si haber abierto la boca realmente sobre este asunto.
Cuando la Iglesia calla siempre es por algo. Y esto sería una interesantísima conversación.
Saludos
“Existe cierto consenso en que una de las principales causas de la crisis financiera fueron las burbujas creadas por el descomunal aumento del dinero impreso, unos tipos de interés bajísimos y un aumento considerable de los préstamos bancarios (dinero bancario)”.
¿Qué hay de nuevo en esto? Ya se han publicado docemil libros que repiten lo mismo, y encima es falso… el sistema freno en seco en 2007 porque los mercados anticiparon (para algo se hacen los estudios de evaluación de riesgos) los límites de crecimiento. No hay que trabajar en Goldman Sachs para darse cuenta que 4800 millones de nuevos consumidores (bric y next11) iban a tener una repercusión en la economía y los recursos del planeta (al ritmo actual de crecimiento, India y China consumirán todo el petróleo del planeta en 2018!!).
Robert Brenner sería un buen ejemplo tomando una obra reciente: La economía de la turbulencia global, donde se plantea la situación de complementariedad entre polos de acumulación de capital y países que forman la demanda de consumo a partir de burbujas de activos. Este tipo de complementariedad, en la medida en que esta mediada por los tipos de cambio (a partir de «Bretton Woods»), es altamente volátil como hemos visto en España recientemente.
Y entre los “viejos”, Naredo (referente de la economía ecológica) vino a decir lo mismo en los 80.
¿Soluciones para crear empleo? Para resolver el problema, hay que ir más allá del marxismo o de las obras clásicas de economía, hay que remontarse a las revoluciones liberales… y no creo que la Iglesia tenga demasiado peso en esta historia.
Quería decir que China e India coparán la demanda de toda la producción de petróleo a partir de 2018!
Dorothy,
Soy consciente de que la frase que citas del post no entraña ninguna novedad, por eso empieza diciendo ‘existe cierto consenso’. Lo que puede ser algo más novedoso es decir que estamos intentando salir de esta crisis creando nuevas burbujas hasta el estallido final y sin afrontar los verdaderos problemas a los que te has referido y con los que puedo estar de acuerdo.
En cuanto a la crisis del 73, es cierto que casi siempre la versión oficial encierra algo de mentira, pero también le tengo cierta aversión a esa explicación que tiende a culpar de todo a los EEUU, aunque ese país fuera uno de los principales perjudicados de la crisis.
Por otro lado la crisis de exceso de demanda que describes en tu comentario -y que en este blog en cierto modo ha tratado Manuel Bautista http://www.otraspoliticas.com/politica/¿cuantas-camisas-necesitamos-tener-en-el-armario- no creo que se resuelva con un fuerte incremento de la oferta monetaria.
Saludos
volviendo al artículo (recomiendo leer a Noam Chomsky para la gente que tengan dudas sobre la política exterior americana), cuando dices “las principales causas de la crisis financiera fueron las burbujas creadas por el descomunal aumento del dinero impreso”, la fastidias por apoyar una mentira descomunal… el sistema ha colapsado por obviar pios. básicos de la vida y atentar contra los mismos
la economía ha planteado un modelo de vida que va contra la propia vida (pérdida biodiversidad planeta, cambio climático, esclavitud “tercer” mundo, guerras,…), y la idea del progreso resulta ser tan utópica como los modelos políticos que se podrían implementar como alternativa y se han descartado de antemano
Cada uno guarda sus recuerdos pero pocas cosas hay más vaporosas y mutantes que la memoria humana.
A veces me asusta mi propia capacidad de olvido y alteración imperceptible y profunda de los recuerdos hasta llegar a convertir en certezas incontrovertibles cosas que quizás ni llegaron a suceder o no lo hicieron por las causas que yo atribuyo.
En lo que Dorothy dice he sentido un cierto componente de impulsividad que se va dulcificando a medida que vamos encontrando puntos de coincidencia. Normal. Este es un lugar pacífico al que venimos en plan de amistosa tertulia, a aprender de otros y a contar algunas cositas de las que, malamente, conseguimos recordar.
Y al citar el año 73 han resucitado muchas «memories».
Aquel año nos fuimos a vivir a Inglaterra por trabajo y me tocaba cruzar el Atlántico con frecuencia. Pero para entender ese año y la subida del Barril –desde unos 3 o 3.5 $ a los 15 o 16 que alcanzó de un tirón– es necesario irse unos años atrás.
A esto me ayuda un recuerdo de la clase de Macro del año 69 al final de la carrera.
Un día, no recuerdo si en 4º o en 5º porque el profe era el mismo, nos pasamos la clase discutiendo las razones de De Gaulle y Pompidou para pedir frecuentemente a Nixon que les entregase Oro a cambio de sus eurodólares. Esto causaba una cierta irritación a «nuestros amigos» de Washington pero terminaban pagando. Terminé la carrera en Junio del 70 y me olvidé del asunto…
Hasta Agosto de 1971 tras una semanita en Camp David en la cual Nixon decidió su campaña electoral y su salida del pantanal vietnamita –la causa de que las deudas USA regaran el mundo de dólares–.
Por esa fecha Pompidou, ya presidente tras la retirada definitiva de De Gaulle, volvió a pedir Oro (a unos 44$ la Onza), los Ingleses se pusieron nerviosos y pidieron entre unos y otros la conversión de casi 4000 millones de Dólares.
Hoy resulta imposible imaginar lo que esa cantidad representaba pero era más que todo el gasto del estado español en un año pensiones incluidas. Eran tiempos de pleno empleo.
Nixon se negó y acabó la época de Breton Woods. Comenzó la era del «dinero-caca».
Y esto ofendió el honor de gente tan seria como es el mundo musulmán y de los sabios productores de «oro negro».
Todavía hoy circulan por internet vídeos de India y de países Árabes en los que de un modo muy gracioso e inteligente ponen el dedo en la llaga de cómo nuestros sistemas monetarios y bancarios son un timo.
No hace falta ir a Harvard. Basta darse una vuelta por cualquier mercadillo oriental y nos ofrecen una maravillosa lección de micro y de macro.
Estas cosas siempre son sabidas pero, repito, ese no es el problema. Más bien el problema es entender por qué suceden, qué consecuencias tienen y por qué socialmente no podemos hacer nada para cambiarlas a mejor. O cómo podríamos hacerlo.
Esto es lo que, de verdad, sería productivo.
Lo que tan bien nos han aclarado Isaac y Manu (muchísimas gracias por vuestro esfuerzo para que entendamos los legos y los ignorantes) también explica como es que el trabajo que realmente genera riqueza -y no el dinero bancario, fiduciario ni, en fin, el dinero ficticio en modo alguno- haya podido llegar a merecer tan poco respeto y tan poco valor como le atribuyen hoy no sólo los empresarios pagadores, sino la sociedad en general.
Si lo que mueve a trabajar es ganar dinero, pero existe la posibilidad de vivir a lo grande con sólo creer que los ceros -a la derecha- que figuran en tu cuenta corriente son multiplicables sin sudor ninguno de tu frente, ¿tonto el último?. Que sude otro.
De todas formas, resulta que aún sabiendo que una gran parte del dinero que el banco le asegura a uno que posee es imaginario, no nos atrevemos a prescindir de lo que en realidad no tenemos. Si hacemos como que la ilusión no es tal, podemos estirar la proyección hasta que la tensión rompa la cuerda (el gran batacazo que nos augura Isaac). Al fin y al cabo, el observador influye en lo observado, creando y creyéndose su propia realidad. ¿Será que Maya nos deja jugar con ella…hasta que se aburre de ver muchos carneros con los cuernos incrustados en la valla?.
Cómo NO entiendo de esa sustancia ultracorrosiva en la mentalidad de algunas personas,de eso llamado Dinero..contaré un medio-chiste: érase el Mariano Rajoy que le dice a Bárcenas, oye Bárcenas, tenemos que hablar!, a lo que responde el aludido, sobre?—y contesta el Rajoy: sí,si,si….
cambiaría la palabra ELEMENTAL por CONVENCIONAL
la crisis monetaria, es un reflejo de una crisis mucho más profunda que afecta a la economía real de otra manera,
http://www.guardian.co.uk/business/2010/jul/11/peak-oil-energy-disruption
si la mayor aseguradora del mundo dice que la aparición del céntit del petróleo ocasionará catastróficas consecuencias sobre la economía (creo que ya lo estamos viendo), algo está pasando más allá de la especulación financiera… podríamos decir que los mercados financieros, mediante complejos modelos (y el petróleo es sólo un factor entre decenas) anticiparon hace años la incapacidad de seguir creciendo (ahora se está jugando a otra cosa) y como resultado de lo anterior, el colapso del sistema del sistema monetario (a ver cómo resuelve EEUU su problema del déficit en marzo)…
en 1972 tres científicos llegaron a la misma conclusiones con un modelo mucho más sencillo,
http://es.wikipedia.org/wiki/Los_l%C3%ADmites_del_crecimiento
y 30 años después reafirmaron su pronóstico,
http://books.google.es/books/about/Los_l%C3%ADmites_del_crecimiento.html?hl=es&id=vk7mGAAACAAJ
firmado por más de 1.600 científicos, entre ellos 102 premios Nobel
¿crisis bancaria o crisis energética?
http://www.nodo50.org/ecologistas.valladolid/spip.php?article578
yo diría: ¿crisis energética o crisis del modelo de crecimiento ilimitado?
En este momento millones de personas normales, sin conocimientos especializados en finanzas, estructuras financieras y de la naturaleza del dinero y de los procesos para su creación están recibiendo grandes volúmenes de información por canales nuevos. Normalmente a través de blogs de texto o de video-blogs.
Lógicamente la primera reacción puede ser de sorpresa ante la realidad que sostiene el mundo que hemos creado. Pero en cuanto se entiende, algo importante sucede en nuestras mentes.
A veces a nivel subconsciente que es peor. Cuando hemos entendido pero aún no lo sabemos.
Ayer, sin ir más lejos, mucha gente habrá leído el inicio del Concurso de Acreedores de Royal Urbis por uns 3000 millones de Euros. La mayor parte son deudas con Bancos y apenas unos 400 M con la Hacienda Pública.
Muchísima gente se estará preguntando por qué si a efectos prácticos Royal Urbis ha hecho una «dación en pago» sin mayores problemas, este mismo proceso no está a disposición del común de los mortales hipotecados. Naturalmente sin entrar en tecnicismos jurídicos que podrían intentar explicarlo.
El caso es que la gente se lo está preguntando.
De hecho los promotores inmobiliarios no sólo tienen en la práctica acceso a los efectos de la «dación en pago» (por algo así nos han endosado la torre Foster a Bankia, antes Caja Madrid, por unos 800 millones) sino que todos estos años cobraban comisiones de los bancos cada vez que vendían una vivienda hipotecada.
Y cuando la gente se pregunta cosas termina por entender lo que es un esquema piramidal, un esquema Ponzi, santificado por el propio estado y sus gestores, la clase política que lo ha ido diseñando y tallando a golpe de ley y reglamento de forma casi idéntica en todo occidente.
Esto es lo terrible de la situación. Que de repente se nos cae toda la infancia por el desagüe y entendemos que los Reyes Magos somos…. nosotros mismos pasados por el túnel de los espejos.
En ese instante lo que realmente necesitas es la mirada amiga de un psicólogo o de un padre espiritual de los de antes. Aquellos curas buenos que hacían gratis la labor del terapeuta.
Tal como están las cosas millones de personas inevitablemente se deprimirán y perderán la fe. O viceversa.
Ha habido varios momentos históricos de pérdida masiva de fe. No muchos pero todos cataclísmicos y largos.
El fin del Imperio Romano de Occidente.
El Final de Carlomagno.
La caída de Constantinopla y del Imperio Romano de Oriente.
La reconquista cristiana de España y la expulsión de judios y musulmanes.
La revolución Francesa y la Ilustración.
El fin de la URSS simbolizado en el Muro.
Y ahora esta pérdida de confianza en nuestros propios mitos sacralizados.
Este es el tiempo que vivimos.
Ánimo porque será largo y hay mucho tajo por delante.
En el esquema clásico de la economía (que tanto le gusta a Manu), la pieza central, el mercado, es lo única relevante.
Mientras que en un esquema más realista e integrador; además hay que tener en cuenta, primero, los recursos esenciales para el desarrollo económico (energía y materiales), inputs del mercado; y segundo, los productos y los subproductos que salen del mismo, en forma de contaminación.
Cualquiera de las dos consideraciones implican la imposibilidad de mantener un sistema que básicamente se basa en que las entradas podrán aumentarse indefinidamente si así se requiere, mientras que las salidas no generan ningún efecto nocivo destacable. Es decir, llegados a este punto, ya no podemos obviar que existen recursos limitados y el daño medioambiental limita la producción.
¿Qué ocurre cuando las entradas del mercado no pueden aumentar?
Esto es justo lo que explica Tullett Prebon (una de las principales corredoras de bolsa del mundo) en el siguiente informe,
«perfect storm energy, finance and the end of growth»
http://www.tullettprebon.com/
que empieza así
the end of an era
the four factors which are bringing down the curtain on growth
The economy as we know it is facing a lethal confluence of four critical factors – the fall-out from the biggest debt bubble in history; a disastrous experiment with globalisation; the
massaging of data to the point where economic trends are obscured; and, most important of all, the approach of an energy-returns cliff-edge.
Hay informes similares del FMI, ONU, PNUD, IEA; y noticias en la prensa de los periódicos más importantes, the guardian, le monde, the washigton post, spiegel, etc. que vienen a decir lo mismo.
Pero a España todas las noticias llegan con retraso!
A ver si nos enteramos de una vez… the end of growth is here!!!
«Mi hijo me dijo el otro día, papá deja de trabajar, quédate jugando conmigo y vamos todos los días al cajero a sacar dinero.»
Y tiene razon, deberia ser para cualquiera tan simple como eso.
Ese deberia ser el correcto funcionamiento de la economia. Primero que nada las necesidades de todos cubiertas de forma incondicional y despues ya elegir uno cuando quiere hacerse mas rico y mas rapido trabajando.
Por otro lado, lo publico (lo controlado por la poblacion) es lo mas adecuado para emitir billetes de curso legal y ademas tambien lo mas adecuado para crear bienes y servicios publicos donde usar y gastar esos billetes por determinado valor, ademas de recaudar a quienes tienen demasiados billetes, ademas de tener capacidad de guardar/ahorrar billetes si hubiesen demasiados en circulacion, capacidad de hacer leyes sobre el mercado privado y ademas de ser el que tiene que encargarse en primer lugar de que todos tenga sus necesidades cubiertas.
Por otro lado el mercado privado con animo de lucro por naturaleza es secundario, opcional, voluble, se va del lugar, saca el dinero fuera, esconde el dinero, elimina bienes y servicios para aumentar su valor, fomenta el egoismo, no le gusta cooperar con lo colectivo, tiende a no ser altruista con la poblacion, busca el maximo beneficio economico, no reduce precios a las cosas alla de la lucha de avaricias y la competencia (las cuales por si solas no tienen mucho exito exito en rebajar precios y menos cuando hay desigualdades u oligopolios/monopolios). Aunque a pequeña escala esta bien como opcion para aumentar la variedad y sacarse un extra por cuenta propia o con los excedentes que tenga uno (pero no vale para montar el esqueleto principal de un sistema economico, sino que debe ser un simple extra).
¿No ve una incoherencia decir lo que dice y sin embargo no es capaz de entender que haya regiones que no quieran a su costa seguir subvencionando a otras para nada?
Para Marta Vendrel.
Estimada Marta, su pregunta parece retórica e irreductible.
Excepto manipuladores semánticos de audiencias irreflexivas –como quienes hoy desgobiernan en Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona– nadie la repite.
Entre otras cosas porque quien ha querido entenderlo hace mucho que ha leído a los que llevan toda la vida estudiando repartos Redistributivos para Paliar desigualdades. Los Repartos son para eso: Para intentar Paliar (que no Eliminar) Desigualdades entre Regiones.
Cataluña es, por importancia relativa, la tercera región de España en la que eso sucede. Baleares y Madrid aportan mucho más y no manipulan ni dan la tabarra.
En todo caso se han leído atentamente al experto sobre el tema (Universidad de Barcelona, CESIC y FEDEA) Sr de la Fuente.
Carlos de la Fuente explica que los porcentajes españoles son como los de USA en el reparto federal, ni más ni menos. También recuerda que las quejas de Cataluña idénticas a las de algunos residentes de Texas con respecto a los subsidiados Californianos.
Pero ya hemos entendido todos por qué lo hace Artur Mas: Por Incordiar. No para Entender ni para Resolver porque él es el primero que hace lo mismo –redistribuir y comprarse votos en su zona de competencia– entre quienes tienen menos renta quitándosela a quienes tienen más.
En todo caso la situación es la misma que la de un contribuyente que paga el 52% de IRPF y se queja de que le quiten muchísimo más que a quienes va destinado lo que a él se le quita.
Razón no le falta, pero es lo que hay: En Occidente el Sistema Fiscal se usa para dos cosas:
1. Controlar exhaustivamente a la población.
2. Redistribuir desde unos hacia otros.
No es un sistema perfecto, es más hay quien piensa que es causa de graves problemas.
Pero, si se quiere cambiar, no se puede hacer lo que hace la Generalitat: Trampa.
Lo que hay que hacer es decir claramente que no se quiere un sistema fiscal de este tipo.
Esto es lo honrado, ir de frente.
Pero hasta ahí podíamos llegar.