
La política ante la inmigración ilegal es un tema que cada vez sale más en los debates políticos en España y ya es un fijo en las campañas electorales. Desgraciadamente, el debate suele quedarse en los aspectos más superficiales sin entrar en el fondo de la cuestión.
Por ejemplo, los partidos que hacen bandera de la lucha contra la inmigración ilegal suelen hacer especial énfasis en el control de las fronteras y, concretamente, en la necesidad de construir “muros infranqueables” en torno a Ceuta y Melilla. Asimismo, reclaman al gobierno español que exija una colaboración leal de Marruecos en este ámbito.
Para empezar, es un error asociar la inmigración irregular con la que nos llega con pateras por el mar o con la que salta las vallas de Ceuta y Melilla, por la sencilla razón de que la mayor parte de esa inmigración nos llega legalmente por los aeropuertos simulando ser turistas.
Por su propia naturaleza cuantificar la inmigración irregular es difícil, pero un estudio realizado por la Universidad Carlos III y la Fundación porCausa, considerado como uno de los más completos que se han hecho en los últimos años, aporta datos interesantes.
Según este estudio, a finales de 2019 el número de inmigrantes que residían de manera irregular en España era de 390.000 a 470.000 (dependiendo de la metodología empleada). Pero, casi cuatro de cada cinco (77%) de ellos procedían de América Central y del Sur. Principalmente de Colombia, Honduras y Venezuela, que juntos son el 60% de los que proceden del área latinoamericana. Y estos, obviamente, han entrado en España por los aeropuertos.
“Teniendo en cuenta, entonces, que más del 90% de la inmigración ilegal que tenemos muy probablemente viene por los aeropuertos haciéndose pasar por turistas, ¿cómo se hace para eliminar esa inmigración?”
En cambio, el conjunto del continente africano aporta el 9,2% de la inmigración ilegal (unas 43.000 personas). La mitad de los cuales son de Marruecos. Estos sí podrían haber venido por mar o saltando las vallas de Ceuta y Melilla.
Teniendo en cuenta, entonces, que más del 90% de la inmigración ilegal que tenemos muy probablemente viene por los aeropuertos haciéndose pasar por turistas, ¿cómo se hace para eliminar esa inmigración?
VOX, el partido que ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal una de sus principales señas de identidad, propone en su Agenda España diversas medidas, entre otras: “Los inmigrantes ilegales no pueden empadronarse ni adquirir con ello los beneficios y las ayudas correspondientes. Cualquier persona que entre irregularmente en nuestro territorio debe saber que nunca podrá regularizar su situación en España”.
¿Significa eso que a los inmigrantes ilegales latinoamericanos (la gran mayoría, como hemos visto) también se les van a aplicar esas medidas?
En otro de los puntos de su Agenda España señala: “Nuestra política de inmigración atenderá de forma prioritaria a los ciudadanos procedentes de las naciones que comparten idioma e importantes lazos de amistad, historia y cultura con España”. ¿Cómo se les va a atender de forma prioritaria? A quienes hayan entrado ilegalmente no se les va a dar ni agua, como se desprende claramente del punto anterior. ¿Significa entonces que, al menos a los procedentes de América Latina se les van a dar unas facilidades mayores que a los demás para que entren como inmigrantes legales? ¿Cuáles?
Si vemos los requisitos del Gobierno para autorizar la contratación de extranjeros quizás el más significativo es el que plantea la condición de que “la situación nacional de empleo permita la contratación”. Y la permite si, entre otras condiciones, “la ocupación que va a desempeñar el trabajador en la empresa está incluida en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) publica trimestralmente”.
Ahora bien, si uno consulta ese catálogo para ver cuáles son esas ocupaciones que, por ser de difícil cobertura, permitirían a las empresas contratar extranjeros para que vengan a trabajar legalmente, se encuentra con que, salvo algunos en el sector naval y salvo deportistas profesionales, todos los demás NO son de difícil cobertura ni, por tanto, admiten la contratación legal de extranjeros. Es decir, según el SEPE, los empleos en el servicio doméstico, hostelería, construcción y agricultura, que son los sectores en los que, de hecho, trabajan la mayoría de los inmigrantes, se pueden cubrir con españoles sin problemas. Un ejemplo de divorcio absoluto entre la visión oficial y la realidad.
Si con casi tres millones de personas en paro en España y ni las familias consiguen cubrir sus ofertas de trabajo doméstico ni las empresas de los sectores mencionados las suyas con españoles, solo hay dos opciones políticas.
Que el gobierno modifique sustancialmente la regulación del mercado laboral incluyendo posiblemente reducciones en las ayudas económicas que perciben los desempleados, a fin de que buena parte de esos tres millones de parados acepten esos empleos.
O, en el caso de que eso no se vea posible o conveniente, habrá que incluir dentro del mencionado catálogo de ocupaciones de difícil cobertura todos estos empleos para que los puedan ocupar legalmente los extranjeros que estén dispuestos a ello.
Cuesta creer que se vaya a llevar a cabo alguna de estas dos opciones. De hecho, el ministro Escrivá acaba de hacer una propuesta a las organizaciones sindicales y empresariales para hacer algunos cambios dentro de ésta segunda opción, y no parece probable que se vaya a llegar a ningún acuerdo.
“(…) la relativa tolerancia con la inmigración ilegal de origen latinoamericano que se ha venido practicando por los últimos gobiernos se presenta como la vía más pragmática para cubrir con esos inmigrantes todos esos empleos que los españoles no quieren, evitando así paralizar a esos sectores por falta de trabajadores (…)”
Si no se consigue avanzar en una u otra dirección, la relativa tolerancia con la inmigración ilegal de origen latinoamericano que se ha venido practicando por los últimos gobiernos se presenta como la vía más pragmática para cubrir con esos inmigrantes todos esos empleos que los españoles no quieren, evitando así paralizar a esos sectores por falta de trabajadores y, de paso, dar un cierto trato de favor a una inmigración que es mucho más fácil de integrar y a la que, por razones históricas, sentimentales y políticas hacia sus respectivos países, debemos tratar con deferencia.
Vistas así las cosas la política de mano dura hacia la inmigración irregular solo tiene algún viso de realismo si se refiere, básicamente, a la de origen africano. Un continente que, si bien hoy aporta menos del 10% de estos inmigrantes, en el futuro es muy probable que crezca considerablemente si su evolución demográfica se acerca a las previsiones de la ONU. Según estas previsiones, en el 2.100 la población mundial habrá crecido en unos 3.500 millones de personas y de ellas, 3 de cada 4 nacerán en los países que están al sur del Sáhara.
Ahora bien, no es realista pensar que cualquier política de control de fronteras que pretenda un gobierno español sea efectiva si se limita a actuar en las fronteras españolas y no cuenta con la colaboración activa de los países intermedios para frenar los flujos de inmigración subsahariana. Marruecos y Argelia principalmente.
Pero, lograr esa colaboración, no nos engañemos, coloca a España en una situación de dependencia política hacia estos países. Y cuanto mayor sea la presión migratoria de los países del África subsahariana mayor será nuestra dependencia. Motivo por el cual también presenta cierta contradicción ese otro punto de la Agenda España de VOX en el cual afirma que “Se impondrán sanciones a aquellos Estados que promuevan oleadas masivas de inmigrantes o las utilicen como arma diplomática (…)”.
“(…) cualquier política de mano dura hacia los inmigrantes ilegales que ya han conseguido entrar y se han instalado en nuestro país puede ser, en gran medida, incompatible con el objetivo de lograr la mejor integración posible de los inmigrantes legales que comparten con aquellos vínculos de solidaridad, de nacionalidad e, incluso, de familia.”
Todo ello sin perder de vista otro aspecto: que cualquier política de mano dura hacia los inmigrantes ilegales que ya han conseguido entrar y se han instalado en nuestro país puede ser, en gran medida, incompatible con el objetivo de lograr la mejor integración posible de los inmigrantes legales que comparten con aquellos vínculos de solidaridad, de nacionalidad e, incluso, de familia.
En definitiva, ante un asunto tan complejo como es el de la inmigración, convendría que los partidos evitaran caer en tentaciones simplistas y lo abordaran con el mayor rigor posible.
Buenas tardes Don Manuel
Complejo tema el que propone. Los links que ha aportado, los 2 del principio excelentes. Recomiendo al personal que les dedique un poco de tiempo.
Pero que tengan que ser instituciones como la Carlos III o la Fundación porCausa quienes se lo curren y que no se lleve una estadística precisa, actualizada y fiable; desde el Ministerio del Interior, Asuntos Sociales… nos dice mucho del verdadero interés de nuestras administraciones al respecto. No está mal recordar el caso del senegalés empadronado con 62 identidades diferentes que estafó más de un millón de € en ayudas.
https://www.elmundo.es/pais-vasco/2022/06/08/629f9b8f21efa0d9148b45c9.html
Es una anécdota, lo sé, pero es muy indicativo de cómo funciona la “Administración” y cuáles son sus verdaderos intereses.
Hay varios aspectos que tratar al respecto, junto con la “legal”, los nacionalizados, y los nacionalizados de 2ª generación.
– El tema de la delincuencia. Que las cárceles estén llenas de extranjeros o recién nacionalizados… en mucha mayor que los españoles cañí y que además o no se les pueda expulsar cuando acaban su condena, o no se les pueda retirar la nacionalidad… junto con su alto grado de reincidencia; no ayuda a enfocar éste tema con objetividad. Conviene recordar que cada día de cárcel de un preso sale muy caro.
Además es un tema que vemos día a día, las bandas “latinas”, el preso que el otro día en Zaragoza mató a una mujer después de casi 20 años en la cárcel por prácticamente lo mismo…etc. Por no mencionar lo de Saint Denis.
– El tema de cómo repercute en los salarios personas que están dispuestas a trabajar por menos. Pocos piensan que si no muy posiblemente esos trabajos no existirían. Yo creo que es un tema superado, excepto por los sindicatos habituales. Y es un tema que podría ir mucho mejor si las leyes de contratación y despido se parecieran a las del resto del mundo, así como los incentivos al no trabajar. Que si se reformaran muy posiblemente lograrían que ese diferencial de paro con el resto bajara mucho. Con lo que el tema del empleo emigrante pesaría menos.
– El del “acaparamiento” de los servicios sociales. Desplazando a los antiguos curritos. material escolar, guarderías, ayudas sociales, pisos, becas…
– El de la falta de integración, porque los incentivos han sido diseñados para que no se integren. Y así poder ser cooptados por los grupos (mucha ONG de serie B) que viven de negociar subvenciones desde la Administración para solucionar su falta de integración (y el círculo se cierra y realimenta)
– El de los MENAS.
– El de la falta de promoción de la natalidad propia. ¿Por qué en Hungría funcionan las medidas de promoción y no necesitarán población foránea y aquí no existen?
– Etc, la casuística es infinita.
Son temas en los que insisito se mezcla legales, ilegales, nacionalizados… que influyen mucho en la percepciñon scial de futuras legalizaciones y que a la Adminstración pareciera que la da igual. Luego está, además, la falta de reciprocidad. Que le pregunten a un español que tenga que trabajar fuera, incluso en la UE, como es la cosa en comparación con aquí.
Respecto las futuras invasiones masivas desde África hay dos cosas a contemplar.
– Es precisamente por eso, creo, que se tiene que controlar y extremar el tema de Ceuta/Melilla y Canarias. Y si es necesario poner muchos más medios humanos y físicos, leyes de retorno en caliente mucho más drásticas, control de la población filo marroquí en las propias plazas… pues que se haga.
– Cortar de manera continuada nuestra dependencia económica de Marruecos.
Con Marruecos nos está pasando lo mismo que a Alemania con Rusia. Sobre todo por como se ha corrompido el sistema estatal, con muchas instituciones no trabajando para España sino para fuera. ¿Cuántos Schröder tenemos por aquí? En versión marroquí. Con el añadido de que Rusia no ha sido el enemigo tradicional de Alemania (mas bien al revés), Mientras que Marruecos si lo ha sido de nosotros desde mucho tiempo atrás.
Una vez reducida al mínimo nuestra dependencia económica será mucho más fácil controlar flujos migratorios, porque tendremos con lo que negociar en vez de con lo que ser presionados. Y si a la UE le molesta… pues se les “explica”.
Ese problema que puede suponer Marruecos no lo tendremos con los países de Hispanoamérica donde habría que ser mucho más duros para el caso de la delincuencia. Sobre todo con las bandas (donde los emigrantes que están aquí son los primeros perjudicados)
Un cordial saludo
Efectivamente es muy complejo el problema de la inmigración (legal o ilegal) sobre todo cuando se parte de prejuicios subjetivos en vez de la racionalidad y objetividad necesaria.
El respeto que nos merecen situaciones de desplazamientos forzados por conflictos bélicos principalmente o destrucción de países, no debe constituir una venda para no darnos cuenta de que alguien «·mece la cuna» de estas invasiones ilegales; que alguien se lucra con el negocio de las mismas apoyados por efectos «llamada» de todo tipo; que alguien establece cuando, como y hacia donde dirigir a estos nuevos esclavos de Occidente, donde el excedente de mano de obra barata y precaria, obliga a aceptar condiciones semejantes a los nacionales.
Engañar con falsas promesas cuando no con «llamadas» institucionales, es lo más miserable que se puede hacer con seres humanos arrancados de sus raíces, de sus tradiciones, de su cultura o de su familia. Dejarlos tirados a su aire sin una mínima posibilidad de mantenerse con un trabajo real y digno, es explotación y tráfico de seres humanos.
En vez de profundizar en eso se pone énfasis y publicidad mediática emocional en el maniqueísmo de siempre: «los buenos quieren que vengan inmigrantes sin ninguna cortapisa», «los malos quieren levantar muros o pedirles simplemente que cumplan los trámites administrativos que todos los nacionales sufren». Los primeros siempre tienen la opción de responsabilizarse de ellos como «invitados» (naturalmente con las garantías necesarias), ayudarles a encontrar empleo de forma altruista (no como organización retribuida), mantenerlos y orientarles en la nueva forma de vida que hayan elegido (muchas veces distinta a lo que les han contado). Pero no lo harán. Los «utilizarán» (como a otros muchos grupos sociales) en el peor sentido del término para justificar subvenciones y resolver su propia vida (con las excepciones que siempre existen).
Tenemos tres tipos de inmigración: el primero procedente en general de países del Este europeo, de cultura cristiana, musulmana o laicos, que en general utilizan las vías legales para su residencia en España, buscan obtener unas condiciones económicas que les permitan volver a su país de origen o ayudar a sus familias, pero prefieren su tierra como es lógico. El segundo tiene origen en Sudamérica principalmente, donde confluyen inmigrantes cultos y con preparación importante procedentes de países venidos a menos y personas casi analfabetas procedentes de aislados medios rurales que se deslumbran con la vida consumista occidental y suelen caer en actividades precarias o delictivas para lograrlo; no tienen ningún interés en regresar a sus orígenes, sino en traer al resto de sus paisanos, familiares o amigos a la tierra de promisión donde, antes que comer, hay que tener el último modelo de móvil. El tercero viene -en general- de núcleos urbanos a los que llegaron buscando también (equivocadamente) ese «way of life» que les llega desde las televisiones llenas de series americanas donde nadie trabaja, ni hace nada útil. Pocos proceden del mundo rural de aldeas pequeñas donde pueden subsistir sin problemas (hay agricultura básica, ganadería, etc.), ajenos a las tecnologías impuestas hasta que alguien les enseña los «juguetes»: unas veces con intereses comerciales, otras con intereses de conflicto etnico.
He recorrido parte de ese mundo africano sin parar en las ciudades en la medida de lo posible. Tengo testimonios de la alegría y la felicidad con que viven dentro de su pobreza sin los problemas urbanos. Cómo su escasez de medios de entretenimiento (adoctrinamiento y manipulación) les hace mantener costumbres y culturas. Cómo son capaces de vivir sencillamente, en lugar de morir con un arma en la mano.
Por todo ello hay que andar con cuidado con las calificaciones simples que le hacen el juego a quienes trafican con sus vidas, las explotan y las envilecen para tenerlas sometidas. Un buen conocedor de la sociedad americana Tom Wolfe habla de la «izquierda exquisita». La del dinero y grandes mansiones donde los inmigrantes trabajan para la plutocracia del Este americano (los demócratas).
Un saludo.
Lo que no entiendo son las políticas de Bruselas, no ven que con sus políticas está subiendo la extrema derecha mas radical y con razón, no entiendo cómo estamos sometidos a sus leyes y presiones, El Boicot que se le está haciendo a Rusia lo estamos padeciendo nosotros, España no compra petróleo ni gas a Rusia, nuestros suministros de toda la vida han sido de Libia , o Argelia, y algo de Arabia Saudíta, he trabajado 40 años en una Refinería y leía los boletines y composición, y lo que respecta a los cereales , con las dos castillas y Andalucía , que no tenemos suficiente? No me lo creo,, Vivo en un puerto de mar y algo de pienso y cereales viene de Canadá o de los EE.UU, Ahora se ha echo imprescindible Ucrania, , mentiras y juegos sucios de los políticos y de Bruselas, tendrá algo que ver la OTAN!? Españaquistan está enviando armas, munición, misiles, tanques, Pregunta las bombas nucleares para cuando, OTAN no bases fuera, Putin ten misericordia de nosotros y envía los misiles a Bruselas y al Congreso, saludos Putin.
Buenas tardes Juan
Lo que yo entiendo es que cuando «pasan» estas cosas siempre hay damnificados y benficiados.
¿Cuantas PIMES y autónomos se van a arruinar, entre otras cosas por no poder disponer de los fondos a los que si pueden acceder las grandes macroempresas que operan en régimen de cuasimonopolio?
¿Cuantas economias de escala, ecologistas, resilientes y egoloflastixs… se van a promocionar contra las que nadie de tamañao pequeño o mediano podrá luchar?
¿Cuanto del destrozo que ello provocará recabará al final en egordar a las otras, con perjuicio además sobre los clientes y proveedores, que dependerán de oligopolios de facto sin posible alternativa?
Lo estamos viendo, por ejemplo, con las gasolineras. ¿Cuantas lowcost sobrevivirán versus las grandes de siempre que antes del lío te cobraban sistemáticamente 0,15 €/l de mas, y que habían perdido cuotas de mercado muy significativas?
Analice sectores y extrapole. Algunas cosas no ocurren por casualidad. Luego nos dicen que la UE y la OTAN son unos «benditos», lo serán para algunos. Pero para la generalidad del currito hace tiempo que no.
Con el añadido de que en esos oligopolios, conglomerados transnacionales siniestros, hasta hace no mucho vivían en la idea de que eso mismo se podría aplicar a escala planetaria. Pero ahora no les queda otra que ver que han perdido su pedazo de tarta en Rusia, China, India, gran parte de África, gran parte de «Latino» América … Irán, etc… Ya no podrán ir a esos paises (y muchos otros) de la misma manera que antes de la guerra de Ucrania y las sanciones que han impuesto a Rusia (lo del Swift y el bloqueo de las reservas)…
Por cierto, respecto las importaciones de grano. Es un clásico que cada vez que subían los precios en España aparecía un barco en Tarragona con miles de toneladas de maiz, trigo, cebada o de lo que fuera menester… y los precios caían a plomo.
No se cuanto supondrían sobre el total final. Pero que servían para «moderar» los precios del agricultor castellano o aragonés está mas que claro.
Un saludo cordial
El barco sólia venir de Ucrania.
(se me pasó ponerlo)
En estos tiempos que corren no me extrañaría mucho que un día Bruselas ,nos impida producir aceite de oliva para que se lo tengamos que comprar a China, o jamón serrano, o vino de Rioja,
Para mí Bruselas es un club de mercaderes y banqueros.
Nos han obligado a mal vender y regalar toda nuestra industria, Telefónica, Renfe, Tabacalera, Altos hornos, astilleros, Refinerías, etc etc etc etc etc , Donde a ido a parar todo ese dinero,
Esto es la UE o Bruselas. Las cosas que no cambian pierden la oportunidad de mejorar.
No soy comunista ni de derechas.para aclaración de algunos.
Sigo pensando lo mismo, saludos mister Putin..
Estimado Manuel: hoy una frase del presidente de gobierno creo que responde al tema que planteas: (copiada de Trump o de Vox)
«No podemos permitir la inmigración ilegal por mafias que trafican con seres humanos». A continuacioón alababa a la gendarmería marroquí por el excelente trabajo realizado con la matanza de decenas de inmigrantes en la valla de Melilla a los que esperan fosas comunes.
Si, en efecto, hablamos del mismo personaje que recibió a la «mafia» del «Open Arms» a bombo y platillo mediático y daba acogida (teórica claro) a los inmigrantes.
Y «es que las cosas adelantan que es una barbaridad…». se decía en una divertida comedia española.
Un saludo.