
En nuestro octavo programa ya hablamos sobre el precio de la energía, explicamos qué se paga realmente en la factura de la luz, cómo se fijan los precios, etc. El panorama ha cambiado bastante desde que estalló la guerra entre Rusia y Ucrania y, aunque Putin niega que Rusia sea responsable de la crisis energética de la Unión Europea, la crisis energética “haberla hayla”. ¿cuales son las previsiones para el invierno? ¿Qué estrategia debe seguir Europa a corto y a largo plazo? ¿Está Europa preparada para un posible corte del suministro de gas por parte de Rusia? Sanchez asegura que sí.
Además, por si esto fuera poco, queremos entender bien los tipos de energías que se utilizan en España y en otros países, su futuro, energías alternativas al carbón, etc. y responder a todas las dudas que podamos tener al respecto.
Para ayudarnos a resolver todas estas cuestiones está con nosotros Manuel Parra (experto en energía con una gran experiencia profesional en el sector y que actualmente es analista y documentalista científico-técnico en Repsol).
¿Debemos preocuparnos por el futuro energético de Europa y de España?
Pues sí. Ya lo creo que hay que preocuparse no sólo por el futuro energético en Europa, sino por las consecuencias de las políticas que la UE está llevando a cabo. Y recalco las «políticas» que no son competencia de la UE, sino de los países miembros en su conjunto donde se han colocado una especie de comparsas serviles a los intereses de EE.UU. sin preocuparles el daño que para sus propios países supone.
La UE es un conjunto de naciones cada una de ellas con sus recursos propios que tendrían el derecho de aprovechar, pero la intención es otra: debilitar al máximo las economías nacionales para dejarlas sometidas a las hegemonías financieras o capitalismo salvaje (Ferrajoli) que se ha impuesto con la ayuda de las llamadas «izquierdas».
Se están desmantelando bajo la superchería de la «descarbonización» instalaciones energéticas, bajo un ecologismo mal entendido (y bien pagado) las nucleares dejaron de existir, con los mismos intereses se impide la producción de economías primarias, etc. etc. En todo ello hay que plantear la pregunta del millón: ¿quien se beneficia?
Por de pronto EE.UU. que tras prohibir a Europa el suministro de gas desde Rusia, ahora nos lo vende al triple de precio (el sabotaje directo en el Báltico todavía deja muchos interrogantes, así como el impedir reparaciones en las instalaciones dañadas.
No le demos vueltas. Aquí hay unos amos, unos siervos y una sociedad callada y resignada que niose hace preguntas y, si se las hace, teme saber la verdadera respuesta.
Un saludo.