Parece que las cosas no cambian, que todo sigue igual, pero sí que lo hacen, vaya si lo hacen…

Tratemos de ponernos en la piel de alguien que esté cumpliendo cien años en estos momentos, lo que hoy por hoy no es tan extraño: cumplir cien años se está convirtiendo en algo relativamente normal. Imaginemos, por ejemplo, una persona que nació en España en 1915; por aquel entonces reinaba Alfonso XIII, y esto era una monarquía de las de antes. Este señor -o posiblemente señora: las mujeres viven más- cuando aún era pequeña, vivió primero la dictadura de Primo de Rivera y luego la “dictablanda” de Dámaso Berenguer. Después, mientras crecía, vio marchar al rey e instaurarse la Segunda República, para luego sufrir la Guerra Civil, después la dictadura de Franco y posteriormente ver como se entronizaba a un nuevo Rey. Cuando ya era mayor, presenció la Transición y, por último, llegó la Democracia. Sin entrar en los avances tecnológicos o sociales, solo en cuanto a regímenes políticos se refiere, esta persona ha visto unas cuantas formas de Estado bastante distintas a lo largo de una sola vida.

Porque, aunque parece que nada se mueve, las cosas cambian, y ahora todo parece indicar que estamos inmersos en un momento de cambio. Posiblemente se trate de un cambio en muchos aspectos, no solo a nivel político, pero también lo va a ser a nivel político, ya que este año puede ser un punto de inflexión en lo que a la situación en España se refiere.

El año 2015 se presenta movidito: primero elecciones en Andalucía, luego elecciones autonómicas y municipales, posteriormente casi con seguridad elecciones en Cataluña en clave plebiscitaria y, como colofón a la “fiesta de la democracia”, posiblemente Elecciones Generales antes de navidades.

Cuando finalice el año, a pesar de que posiblemente el sistema electoral -pensado por y para para mantener el bipartidismo y la “gobernabilidad”- haga de las suyas, y el viejo bipartidismo acabe conservando en gran medida su parcela de poder, el escenario político en España será radicalmente distinto al actual, y nuevos actores entrarán en escena. Estamos viviendo tiempos interesantes, y aunque para algunos no vivir tiempos aburridos sea una maldición, creo que tenemos mucha suerte de poder vivirlos.

Y si las cosas cambian a nivel político en España, uno de los factores que habrán tenido más influencia es el cambio en la percepción que se tiene de la política desde amplios sectores de la sociedad: en solo unos años hemos pasado de ser una sociedad a la que para nada interesaba la política a una en la que el grado de interés por la vida pública es cada vez mayor.

Aunque, desgraciadamente, este interés repentino por la política posiblemente esté motivado porque la gente está insatisfecha con su situación personal y busca culpables. Lo cierto es que hasta hace bien poco amplios sectores de la población eran claramente apolíticos, y para la mayoría de la gente la política era un juego al que solo jugaban unos pocos. A los demás parecía importarles bastante poco lo que los políticos, esa nueva aristocracia, una clase en sí misma, hicieran o dejasen de hacer.

Sabíamos que el Sistema tenía fallos, que no estaba bien engrasado, que no funcionaba correctamente y que en algún momento podía tener un fallo crítico, uno de los que acaban con el motor en llamas, heridos y víctimas inocentes, pero actuábamos igual que el hombre que, después de haber caído al vacío y llevar recorridos cien metros sin haber sufrido ningún daño, cree que los últimos centímetros de la caída serán solo una mera formalidad…

Además, todos percibíamos que las posibilidades de intervenir de algún modo en la vida pública o el devenir político no iban más allá de ejercer el derecho al voto cada cierto tiempo y, cuando lo hacíamos, tampoco había muchas opciones: si no eras un fanático seguidor, de esos capaces de perdonarle todo a tu partido -y muchos millones de españoles lo siguen siendo- o votabas al PP para castigar al PSOE o votabas al PSOE para castigar al PP. Porque nos habían contado que la democracia iba solo de eso, de votar cada cuatro años para elegir a nuestros representantes, y nos hacían creer que servía para algo.

No nos importaba porque todo parecía ir bien: todo estaba lleno de grúas, había AVE por todos lados y, además, ganamos la Eurocopa y el Mundial. Un mundo perfecto.

Como sociedad nos tenían -y aun nos tienen- comprados y adormecidos. No nos movíamos porque teníamos cosas que perder. Es cierto que percibíamos que las cosas podían cambiar, que debían cambiar para mejor, pero la mayor parte de la gente vivía razonablemente bien y nadie se movía para no arriesgarse a perder lo que consideraba como sus derechos inalienables.

Desde mi punto de vista el 15-M significó en este aspecto un importante punto de inflexión, y es llamativo como, unida a la desafección que mayoritariamente sentimos hacia la clase política, de las entrañas de la crisis está naciendo una nueva conciencia de nuestra realidad como ciudadanos y de la necesidad de que la Sociedad Civil se implique de forma determinante en la realidad política de nuestro país. El conjunto de la Sociedad reniega de los políticos y reniega de la mayor parte de las instituciones (o al menos de cómo funcionan), pero al mismo tiempo empieza a tomar consciencia de que hay que intervenir para cambiar. Algo de lo que antes no éramos conscientes.

Todo lo que entonces dábamos por sentado de repente no es tan evidente. Todos los “derechos” con los que nos habían comprado, con los que nos han acallado, de repente pueden desaparecer. No digo que no nos los merezcamos, pero desde luego, lo único que tenemos que agradecer a la crisis es que nos hemos dado cuenta de que no podemos darlos por sentados.

Porque puede que las cosas cambien lentamente, pero ahora estamos cada vez más concienciados de que aunque algo tarde mucho tiempo en producir algún efecto, esa no es razón para rendirse y que la verdad quizá esté ahí fuera pero las mentiras están en nuestra cabeza: mentiras como que las cosas no pueden cambiarse. Y ese tipo de mentiras es precisamente las que hay que desechar.

Este año puede ser el principio de algo nuevo, y ojalá lo sea. Ojalá sea el inicio del fin del bipartidismo, ojalá sea el comienzo de la regeneración de la vida pública, de la racionalización de las instituciones. Ojalá de las cenizas de la crisis salga una realidad política nueva, más plural, con nuevos actores en el Gran Juego, con una Sociedad Civil más implicada… pero, si esto ocurre, no podemos contentarnos con gestionar mejor el modelo caduco que ahora se derrumba.

Pase lo que pase, no tenemos que caer en los errores del pasado, no debemos contentarnos con un modelo económico insostenible, no debemos conformarnos con un modelo educativo alienante, no debemos dar por bueno un sistema sanitario ineficiente y no debemos mantener instituciones inútiles.

Toda crisis es también una oportunidad. Tenemos que aprovechar esta para aprender de nuestros errores y poner cuidado en que nos lleven un paso adelante, no otra vez al mismo sitio.

4 comentarios

4 Respuestas a “LA FIESTA DE LA DEMOCRACIA”

  1. Jose Maria Bravo dice:

    Interesante articulo en el recuento historico y cojo, para mi, en la propuesta de futuro.

    Es evidente que las cosas tienen que cambiar pero antes tiene que haber una implicacion publica, del Estado, para paliar las desigualdades. En realidad, la ruina de gran parte de la poblacion. Y eso requiere un cambio «humanitario».

    Vivimos en un espejismo «intelectual». Vivimos, como escribio alguna vez Hemingway de Paris, «España era una fiesta». Pero esa fiesta, como tu recuentas, ha tenido entrañas de «toro herido». Tenemos que asumir, a pesar del boato de los gobernantes, que solo Grecia y Rumania, en Europa, tienen peores condiciones que España.

    Proponer, con prontitud sin definir que es «un modelo economico insostenible, un modelo educativo alienante, un sistema sanitario ineficiente». Que significa, privatizacion?. Que significa reduccion, en este momento, de las prestaciones sociales?. Que significa, en este momento, aminoramiento de la educacion publica?

    Se puede estar, muy de acuerdo, que hay cambiar el modelo. Pero no intelectualmente. Los modelos se cambian vitalmente, inclusivamente. Se requieren etapas y la primera es la Etica. Y la Etica implica la Retributiva. Aun estamos en un estadio bajo evolutivo de la Democracia. Hay mucha miseria economica, mucha!!!, mucha desigualdad social, mucha!!!!.Y parece que vivimos en una ensoñacion.

  2. Inés dice:

    Cómo me gustaría brindar en esa Fiesta de la Democracia, cuando de verdad se diera ese paso, qué digo paso, salto en el aire del tiempo, que se cerrara por detrás para no repetir como bien dices.
    Sin embargo estamos dentro del sistema, de un sistema elaborado, como sabes mejor que yo, después de la última guerra…
    ( después de las guerras jamás se deberían tomar decisiones, los que no murieron se quedaron bastante heridos..)
    Ahora también, reaccionamos mayoritariamente por dolor, por necesidad.
    Me pregunto si esa falta de calma y serenidad interiores – la dureza, el estoicismo y la amargura de la gente , el cansancio y el desencanto que se palpa, podría ser contrarestado para que no haya precipitaciones.
    Es muy importante ir ahora despacio, nos caen bombas de miedo cada día, que necesitan paraguas resistentes. El aparato «vocero» lo está gritando a los cuatro vientos, está diciendo a mares:
    «desconfiad, quedémonos así, otros ya lo intentaron y mira lo que pasó» mirad lo que hacemos con los que instigan revoluciones…»
    ———————————————
    Mohammed Ibn ad-Dib al-Ajami, está encarcelado desde finales de 2011 por su poema «Jazmín». ( quien lo encarceló se considera sin embargo defensor de los derechos humanos fuera de su palacio)

    Aquí y allá, aunque no se acabe de reconocer, la represión es la misma, hay una guerra. A quince nos han matado ya aquí antes de la primavera, la última me ha sonreído algunas veces en el mercaíllo..

    Yo también quiero ir de fiesta, estamos haciéndonos los trajes, porque será que ya está en el aire?
    Pero hace falta valor para respirarla.

    1. Jose Maria Bravo dice:

      Ines, gracias por tan precioso comentario

  3. Colapso2015 dice:

    ¿Fiesta de la democracia?
    Que digo fiesta, descanso de la democracia,…
    El guateque, el convite, la velada, la juerga, la verbena, el espectáculo de la democracia.
    Que digo fiesta, una orgía, un desenfreno, la desmesura, ¡un festín!, el jolgorio de la democracia.
    Que digo orgía, una bacanal, un saturnal de la democracia.

    ¡La fiesta del poder del pueblo! ¿Será la fiesta del pueblo? Con orquesta y todo.

    ¿Puede existir semejante cacofonía mental?

    Sin hacer mucho caso a la “democracia” de la RAE,¿qué es una democracia?¿votar? Es pues el hijo bastardo (el bigotes de peinado al lado) del siglo XX, “el maligno” engendro de la democracia. Argumento este que utilizan los neo-”liberales” para atacar la democracia, incluso la descafeinada , la aristocrática (la representativa).

    –en Democracia: El elemento político constituyente y constituido responde a los intereses comunes de una mayoría.– Es decir, no es votar sino elegir,…

    ¿Mayoría son 7 tipos casi todos franquistas? (http://es.wikipedia.org/wiki/Padres_de_la_Constituci%C3%B3n), un contubernio, nido de falangistas.

    Aquí, como en el coliseo, local de la –propaganda–, donde la sangre humana corría. Nadie parecía preguntarse mientras salía por los vomitorios si aquello era realmente digno de llamarse deporte.
    Excepto Séneca,…,¿por qué razón se opondría? “Al hombre, sagrado para el hombre, lo matan por diversión y risas”, Es incomprensible…

    Y “llegó la democracia” La fiesta de la democracia, ¡ que maravilla !
    Y después llegó la corrupción y la deuda monstruosa, ¿por casualidad?
    Llego el despotismo hidráulico, la desigualdad, la impunidad y la indecencia pública (mentir en el parlamento), etc , todo, todo por casualidad.

    Y llegó el circo,…

    Wikipedia: “La Ley para la Reforma Política (Ley 1/1977, de 4 de enero, para la Reforma Política)1 fue aprobada el 18 de noviembre de 1976 —-por las Cortes Franquistas—-, recibiendo el apoyo de 435 de los 531 procuradores (81 % a favor), y sometida a referéndum el 15 de diciembre de 1976, con una participación del 77 % del censo y un 94,17 % de votos a favor. Tenía el carácter de Ley Fundamental, siendo la última de las Leyes Fundamentales del Reino del franquismo.”

    Wikipedia: “El presidente Suarez convocó elecciones para el 15 de junio. –Los partidos situados a la izquierda del PCE y los republicanos seguían siendo ilegales–, pero se les permitió presentarse a las elecciones bajo otra denominación.71 Sin embargo, el PCE (m-l) decidió no presentar candidaturas y llamó al boicot pidiendo la abstención. Siguió argumentando que ––la monarquía era la continuación de la dictadura de Franco, que las elecciones no serían libres si no se nombraba un gobierno provisional republicano y que los partidos republicanos estaban prohibidos—-.72 .73 nota 2 Tras los comicios, el partido sostuvo que habían sido celebrados sin garantías y los calificó como «farsa electoral»; en consecuencia, no reconoció los resultados.74 75 ”

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