Imaginad que vivís dentro de un búnker mientras fuera se libran batallas políticas, sociales, religiosas o morales. Lo mismo da. Imaginad que la única forma que tenéis de informaros sobre lo que ocurre más allá de las gruesas paredes que os resguardan, es dejar entrar una vez al día a una sola persona.
Esa persona ha sido elegida por vosotros y está encargada de relataros los acontecimientos que presencia, de comunicaros los avances o retrocesos de los que pelean fuera y de interpretar fracasos o triunfos. Esta persona, inevitablemente, estará de parte de aquellos a los que vosotros apoyáis y en contra de aquellos a los que vosotros despreciáis. Y precisamente por eso la habéis elegido. No la habéis elegido porque sea libre, la habéis elegido porque es “de los vuestros”.
Esta persona vendrá ya con sus miedos, intenciones o expectativas, pero vosotros no tendréis otra conexión con el mundo exterior que la que él os presta. Por lo tanto, toda la información que llegue a vuestros oídos ya estará tamizada por la mirada de otro ser humano, y esa mirada es la suya, no la vuestra. Aún así, creeréis estar informados a través de este único vínculo con la superficie.
Sé que es poco probable que debamos mantenernos dentro de un búnker, y es poco probable que sólo contemos con un informador para conocer el rumbo del planeta. Y sin embargo, es así como vivimos. Vivimos protegidos por nuestro adoctrinamiento y nos informamos a través de un solo periódico, que es el que comparte nuestros prejuicios. Tenemos a nuestro alcance multitud de opciones, pero por lo general elegimos vivir rodeados de quienes piensan como nosotros y elegimos consultar los medios de los que piensan como nosotros. Y la única motivación de tener algún colega con el que discrepamos es convencerle en un futuro para que termine compartiendo nuestras opiniones.
Los que no piensan igual son enemigos o víctimas de nuestras intenciones de conversión.
Y de repente, parece que la amistad sólo surgiera con aquellos que piensan como nosotros, como si la afinidad con otro individuo estuviera al servicio exclusivo de la mente. Como si no existieran otro tipo de vínculos para relacionarnos.
No deberíamos conformarnos con un solo periódico, ni con una sola emisora, ni con los informativos de un solo canal de televisión. Podemos contrastar informaciones, sacar conclusiones propias, cuestionar incluso a aquellos a los que en apariencia apoyamos, romper esquemas, crear nuevos matices, dejar de juzgar a quien se lleva el periódico supuestamente contrario al nuestro en el quiosco. Podemos dejar de dar por hecho que esas personas son el enemigo, incluso dejar de pensar que tenemos razón, que nuestra verdad es la única que cuenta, que las verdades de los otros son mentiras disfrazadas de noticias. Podemos dejar de afirmar que los que son diferentes lo son por ignorancia.
La democracia es el sistema político más exigente con el ciudadano. La soberanía recae en cada uno de nosotros. Nosotros tomamos las decisiones. La democracia sólo funciona si asumimos las responsabilidad de formarnos. Una sociedad de borregos fácilmente manipulables no puede aspirar a una democracia real.
Abandonemos de vez en cuando la arrogancia para intentar mirar la vida desde unas pupilas nuevas. Existe un mundo lleno de posibilidades que ni nos hemos acercado a explorar.
Salgamos de este zulo ideológico antes de que sea demasiado tarde.
Barbara Alpuente me hace pensar quienes son los otros. Los otros no son solo los que están al otro lado del espejo. Los otros no son solo los que están más allá de las distancias cortas. Los otros también están allende los mares, los que están en las esquinas de los naufragios, viviendo entre cajones de hambre y de frío.
Como bien dice Alpuente, no miramos más allá de nuestras narices, de nuestras vanidades, de nuestras ideologías. Pero que es la ideología?. Nos aterraba cuando los políticos, de finales de los 80, decían que había llegado el fin de las ideologías. Quería decir que nuestras consignas, que nuestra pertenencia a un grupo determinado, aún más, que nuestra rebeldía, que todo esto, estaba desfasado?. De repente alguien nos decía que estábamos equivocados. Entonces habíamos madurado y ya no eramos de izquierda o de derecha?. Muchos dijeron que hay que revisar la historia y también la ciencia. Y aquí estamos, «digo yo», en los periódicos. Y aquí estamos, «digo yo», en las empresas. Si,estamos en el «digo yo». Es esto democracia?. Que pasa con las teorías?. Que pasa con la cosmología?. Estas también han sido derrotadas por la practica, por la tecnología, por la eficiencia?. Que es la democracia?. Es acaso un pensamiento único?.
Alpuente, creo yo, que dice lo contrario. Si, pero dice lo contrario y, al decir lo contrario, podemos seguir diciendo que se llama democracia?.Podemos seguir llamando, atando a los mismos postulados nuestra transformación?. Que es una democracia «abierta?. Que es una democracia real?. «Nothing is real», cantaban, soñadoramente, los Beatles en mi pubertad. Y ahora los chavales «golpean» el mundo con su «rap». Y en los países árabes los cánticos guturales llaman a la rebelión.
Las comunicaciones, las nuevas tecnologías son tactiles. Tocamos, hacemos un sonido y suena en todas partes. Por fin vibra el mundo, hay cascadas de sonidos, lluvias de ilusión. Vuelve la cosmogonía, vuelve. Sigue la transformación.
Buen comentario este que acabo de leer, pero..quizás sea pesimismo, las sociedades humanas por lo general andamos demasiado manipuladas desde el nacimiento a la muerte por aquellos que «dicen»- están, ostentando el «Poder», al menos es así como yo me siento, simplemente;empezamos a manejar eso llamado «dinero»..para poder adquirir lo más básico de la existencia (alojamiento- comida- vestido),..y esta sustancia ya hace de las suyas en nuestro espacio cerebral, le terminamos dando un «valor» casi que por encima de nuestra propia vida; antiguamente, la cosa estaba mas clara..se decía: la bolsa o la vida..y se tenía claro el asunto; Hoy en día no hay más que escuchar hablar a los políticos y entender la gran estafa colectiva que nos desean colar por donde haga falta..y con sus consecuencias venideras que ya se sabe cuales son..»todo al servicio del Capital»..con el consiguiente manipuleo, sino no sería posible llevar a cabo tanta actividad financiera-capitalitis,si la Democracia empieza por un@ mismo, entonces o hacemos mucha introspección interna e intentamos comprender el mundo en el que vivimos desde la raíz, o seremos llevados por las corrientes que estos supuestos «mandamases», nos tienen establecidas, cuyo final ya se sabe cual es: conformismo medicalizado, o vida arrastrada-triste y moribunda….en fin, que al fin y al cabo elegimos el cómo vamos a vivir, cada un@ de nosotr@s..y lo de la Democracia Real..nos aborreguemos o no!..pues a ver…si lo permiten!!, que a cañonazo limpio..se impiden demasiadas cosas en este planeta llamado TIERRA.