
Es lógico que, en España, tras la cantidad de personas que han muerto o que se han infectado por el coronavirus en poco más de tres meses, la población esté muy sensibilizada y busque culpables.
A eso también ha contribuido, desde mi punto de vista, un Gobierno muy bisoño y, además, de coalición, que ha cometido un sinfín de errores. Desde no aprovechar el ambiente propicio que hubo durante las primeras semanas para haber construido un clima de confianza y de colaboración política con la mayoría de los partidos de la oposición, hasta culminar con el terrible patinazo del pacto con Bildu para cargarse la reforma laboral de Rajoy, pasando por un rosario de continuas contradicciones y cambios de criterio en sus directrices, entre otros errores.
Y, por supuesto, también ha contribuido, en mi opinión, el endurecimiento que ha ido mostrando el PP, como principal partido de la oposición, hasta votar en contra de la ampliación del estado de alarma en el parlamento, con lo que eso significaba de cuestionamiento de la estrategia de salida del confinamiento masivo y vuelta a la normalidad económica planteada por el Gobierno.
Con todos estos ingredientes me parece lógico que hayamos llegado a la situación de crispación que estamos viendo desde hace varias semanas. Una situación en la que es difícil para muchos ciudadanos mantener la cabeza fría y tratar de hacerse una composición de lugar lo más objetiva posible a partir de la maraña de datos confusos y hasta contradictorios que nos suministran a diario los medios de comunicación, sin dejarse arrastrar por la tentación de simplificar drásticamente todo este complejo panorama.
El ideal sería que se hiciera una evaluación rigurosa de todo lo que ha pasado, a fin de identificar los fallos que se han producido a niveles técnicos y políticos, analizar sus causas y tomar las medidas para que no se vuelvan a repetir.
Sin embargo, sería muy importante para este país que supiéramos aprovechar todas las lecciones que nos brinda esta experiencia con el fin de prepararnos lo mejor posible para hacer frente a otra pandemia diferente que pueda venir en el futuro. El ideal sería que se hiciera una evaluación rigurosa de todo lo que ha pasado, a fin de identificar los fallos que se han producido a niveles técnicos y políticos, analizar sus causas y tomar las medidas para que no se vuelvan a repetir. Posiblemente descubriríamos que con cualquiera que hubiera estado al frente del gobierno se habrían cometido también algunos de los errores que más han irritado a la opinión pública.
Por ejemplo, una de las cuestiones que más críticas ha suscitado la gestión de esta pandemia es si el Gobierno de España y, en su caso, el de cada Comunidad Autónoma, tardaron demasiado, o no, en adoptar las medidas de protección de la población que hubieran podido impedir que este virus se propagase tanto como se propagó y, en consecuencia, hubieran podido evitar en alguna medida que la cifra de muertos llegase a lo que ha llegado.
En mi opinión, y con la información que había disponible según los medios de comunicación, fuera quien fuese el presidente del gobierno, ante esta situación habría perdido unos días que, a posteriori, se vieron claves.
Porque si aceptamos que las únicas medidas que han resultado realmente eficaces han sido las del confinamiento de la población, con la consiguiente paralización de la actividad económica y el tremendo coste que ello iba a implicar en desempleo y desaparición de empresas, es lógico que cualquier responsable político se resistiese a tomar estas medidas hasta que no se convenciera de la vertiginosa velocidad a la que se estaba propagando el virus y a la que estaba creciendo el número de contagiados y de muertos.
¿Hubiera sido capaz de aprobar aquel lunes 9 un confinamiento de la población que iba a costar una caída del PIB del 10% solo en este año, porque habían muerto 17 personas a causa de este virus? Creo que no.
Ahora sabemos que el lunes 9 de marzo los servicios sanitarios informaron de que ya había 610 casos diagnosticados y 17 muertes; y que entre esa fecha y el sábado 14, día en que el Gobierno aprobó el decreto con el confinamiento masivo, las cifras de muertos crecieron hasta los 191. Visto retrospectivamente podemos pensar que ese decreto debió aprobarse antes.
Honestamente, si yo hubiera sido el presidente del Gobierno creo que, quizás, habría planteado antes algunas medidas intermedias de autoprotección de los ciudadanos, pero creo que ese decreto no lo habría aprobado mucho antes de lo que se aprobó. ¿Hubiera sido capaz de aprobar aquel lunes 9 un confinamiento de la población que iba a costar una caída del PIB del 10% solo en este año, porque habían muerto 17 personas a causa de este virus? Creo que no.
No solo por el impacto que el confinamiento iba a tener en la economía. También por la incertidumbre en la que se movían los expertos científicos y los responsables médicos, que no vieron la necesidad de dar la voz de alarma y de pedir a sus responsables políticos que actuasen hasta muy tarde.
Concretamente, más allá de la decisión de las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid (que adoptaron sus primeras medidas el 6 de marzo en centros de mayores y similares) ninguna otra dio consignas sencillas de primer nivel a la población. Tampoco parece que nadie considerase necesario que se prohibieran los actos multitudinarios del domingo 8 y, desde luego, no fue hasta el lunes 9 cuando el Ministerio de Sanidad y las CCAA de Madrid, País Vasco y La Rioja decidieron suspender las clases, restringir las visitas a las residencias de ancianos, prohibir los eventos multitudinarios, etc., en esos territorios.
(…) los sistemas médicos de detección temprana de esta enfermedad fallaron, por la sencilla razón de que el virus era completamente desconocido y la sintomatología de quienes lo padecen es inexistente en muchos casos, con lo cual lo han estado propagando sin que nadie se enterase.
Para entender esta tardanza en reaccionar por parte de las autoridades sanitarias hay que tener en cuenta que los sistemas médicos de detección temprana de esta enfermedad fallaron, por la sencilla razón de que el virus era completamente desconocido y la sintomatología de quienes lo padecen es inexistente en muchos casos, con lo cual lo han estado propagando sin que nadie se enterase. De hecho, cada vez se oye más que este virus lleva circulando por medio mundo, incluido España, desde diciembre. Tras el estudio de seroprevalencia realizado a 36.000 personas, ahora se cree que en España pueden ser más de 2 millones de personas las que estén infectadas, la mayoría por supuesto sin ningún síntoma.
Por tanto, si dentro de 5 años surgiera otro virus distinto, ¿se tardaría menos en reaccionar? ¿Con cuántos muertos habría que confinar a la población y paralizar la economía del país, teniendo en cuenta que quizás luego podría resultar que se propagase muy poco?
Además de esta cuestión habría que examinar lo que ha sucedido en relación con los demás fallos que se han detectado: falta de equipos para la atención de los enfermos, la protección del personal sanitario y los ciudadanos; falta de test fiables de detección, etc. Seguramente, muchos fallos podrían haberse evitado, pero quizás otros no. Y sería importante hacer este análisis para que todos tengamos claro qué responsabilidades son exigibles y cuáles no.
Es posible que muchos de nosotros nos hubiésemos comportado de forma igualmente irresponsable para dar prioridad bien a nuestros intereses bien a nuestra comodidad.
Pero no todo el mundo es Igual. De hecho muchos países reaccionaron ante los mismos o menores problemas de forma muy diferente. Por ejemplo, Alemania el día seis de Enero asignó responsable (Koch Institute) y se preparó para estar aprovisionada. Hoy, con noventa millones de habitantes no llega a 9,000 muertos. Luego hablaremos de Portugal. El problema no es cuándo se comienza el arresto domiciliario. El problema fundamental es y sigue siendo logístico, de inventarios y de protocolos. Es decir, recibir el golpe preparados. Unos países lo estuvieron y otros no. Unos reaccionaron profesionalmente y otros no.
A Mi me parece que de momento la evaluación ya comienza a estar bastante clara.
1. El gobierno español reaccionó tarde, ignoró avisos de todo tipo –y algunos de ellos desde dentro de Moncloa–, desde la UE y desde la OMS por muy connivente que esta organización pueda ser con los intereses de algunos países.
2. Por qué los ignoró no lo sé pero hay evidencia indiciaria sobrada para imaginar por qué. De hecho hasta una Ministra está grabada «off the record» reconociéndolo. Además del hecho de que la Imprudencia Temeraria no depende de intenciones. Se da o no se da porque no es posible entrar en las razones íntimas. Y aquí sobran señales de mucha imprudencia temeraria con resultado de muerte y lesiones.
3. La evidencia ya está presentada en miles de querellas y denuncias en los juzgados. Algunos ya con primeras condenas y otros en proceso. Lo iremos viendo los próximos meses y años.
4. También se reconoce dicha evidencia –complejo Junguiano perfecto que Carlos Peiró reconocería ipso facto– en la conducta del Ministro del Interior que, perfectamente conocedor de lo ilegal de sus instrucciones y sus actos, continúa aferrado a una postura que, como mínimo, es deshonrosa con sus subordinados y con el Estado de Derecho que han destrozado. En mi opinión deliberadamente porque en este momento de «Reconstrucción», cuanto más se rompa todo, mejor.
5. Lo mismo cabe decir de las primeras reacciones contra los jueces de una Abogacía del Estado que está «recogiendo el polvo del camino con los faldones de la toga» -frase de Conde Pumpido para comprometerse con los actos de Rodríguez Zapatero– y llevando el desprestigio corporativo a simas insospechadas.
Es posible que muchos de nosotros nos hubiésemos comportado de forma igualmente irresponsable para dar prioridad bien a nuestros intereses bien a nuestra comodidad.
Pero no todo el mundo es Igual.
Los hechos lo prueban porque hace tres días España tenía el Record Mundial de Muertos por Habitante —hasta que con nocturnidad y alevosía «ajustaron» los datos reportados a la OMS en primero 2000 muertos menos y al día siguiente en otros 800 Resucitados (muertos negativos) que evitan que el Gobierno de Pedro Sánchez pase del Peor registro mundial al segundo o tercero peores. Enlace a datos al final del comentario.
El Mantra de «Son todos iguales» es la primera línea de defensa psicológica del votante de Izquierdas emocionalmente implicado en la «causa» –pueden comprobarlo en sus propias familias y amistades–. Pero no es verdad. No son, ni somos, «todos iguales». Es otra táctica de encubrimiento y de blanqueo. Una especie de Disonancia Cognitiva elevada a terapia del alma.
Es evidente que muchos países no se comportaron de esta forma. Que UK, Francia o Italia lo hicieran podrá servir de refugio a Sánchez, a Iglesias y a otros responsables –algunos de ellos también residentes en la selva autonómica cuya «grave Inutilidad» acabamos de ver a un coste monumental en vidas en en derroche económico.
Formosa, Corea, Alemania, Dinamarca, NUESTRO VECINO Portugal –Gobierno de Izquierdas– y tantos otros países que ya tienen sus colegios abiertos, que han permitido a sus poblaciones salir a hacer ejercicio desde el primer día del confinamiento y que no han necesitado, como el Gobierno de España…
1. Imponer el arresto domiciliario más duro y destructivo de Occidente. Y hacerlo fuera de la Constitución.
2. Usar la situación para exhibir su Talante Sancionador imponiendo sanciones desproporcionadas e ILEGALES como iremos viendo en tribunales obligando a la policía a sancionar sin base legal …..que «se especificará en otro momento» y según interese. Se blanquean mintiendo pero al ciudadano lo fríen despiadadamente.
3. Recibir advertencias desde la UE acerca de la rigidez, exceso y secretismo de argumentos y decisiones. También en los tribunales por Notoria Parcialidad y Obscurantismo.
4. Centralizar funciones transferidas a las Autonomías hace más de veinte años con un Ministerio que ni tenía ni podía tener capacidad de desarrollar misiones críticas al carece de los conocimientos necesarios. Por ejemplo en Compras. Una función que, todavía hoy, no ha conseguido proveer adecuadamente al Sistema Sanitario.
No sigo porque de esto saldrán libros pese a la actual operación de Blanqueo capitaneada por el buque Insignia de nuestra prensa. Un buque insignia cuyo principal accionista es un gran banco español y presidido por uno de sus recientes directivos. D. Javier Monzón. Habrá que ver cómo nuestras grandes empresas ven si su «responsabilidad social corporativa» es con respecto a sus ciudadanos y a la verdad o se trata más bien de sostener a este gobierno que tanto gasta y por ello gusta. Total los que terminamos pagando las facturas no son ni los gobernantes ni el IBEX.
Aquí traigo algunos datos reportados por España a la OMS.
Muertos totales
Día 3 de junio: 29,858
Día 4 de Junio 27,940 Este Dato nos seguía manteniendo en el liderazgo global de muertos por habitante. (La Razón de hace tres días)
Día 5 de Junio 27,133. Para lograr salir del macabro liderazgo ese día España reportó 807 Resucitados. Muertos negativos.
¿Explicaciones? Ustedes mismos.
Justo cuando es del dominio público que el diferencial de muertos con las historia estadística reciente es de más de 43,000 y que por tanto el gobierno de España es Incapaz de Explicar y presentar datos fiables de Mortandad en una situación en la que el Propio gobierno también fue incapaz de proporcionar los tests que luego exigía para contar los muertos.
Mientras tanto, nuestro vecino Portugal ha tenido a sus casi 12 millones de habitantes saliendo tranquila pero prudentemente desde el día uno y, hasta ayer , tenía 1659 muertos reportados. Es decir menos del 15% de la tasa oficial española.
Recordemos lo sucedido con los Administradores del AVE y del Metro de Valencia condenados o en proceso por, habiendo un responsable directo de los accidentes, no haber previsto fallos humanos e implantado las medidas de seguridad necesarias si estos fallos (maquinista hablando por el Móvil en el momento de llegar a la curva de entrada en Santiago, por ejemplo) se llegasen a producir.
¿Ha de haber un rasero diferente para los Administradores de la Nación?
Creo que a medida que se vayan haciendo públicos los detalles hoy soslayados nos vamos a ir dando cuenta real de lo que tenemos.
Saludos cordiales
PS. Enlace permanente al histórico de la OMS. https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports
Estimado Manu,
No estoy en absoluto de acuerdo en que la única razón que pueda explicar el comportamiento de cualquiera que hubiera estado al frente del gobierno, en la tardanza de su reacción, sea la de dar prioridad a sus intereses o a su comodidad.
Ni siquiera creo que fuera esa la explicación en la mayoría de los casos de situaciones de crisis en las que la toma de decisiones tuviera que lidiar con dos factores claves, que se han dado en ésta: su novedad y su elevada dependencia de un conocimiento científico casi inexistente.
Y sé de lo que hablo, porque en mi vida profesional me ha tocado vivir unas cuantas situaciones de crisis (obviamente, muy distintas a esta) en las que se daban esos dos factores y, desde luego, a poco que intuyeras lo que se te iba a venir encima, nadie toma las decisiones fundamentales en función de su comodidad o de sus propios intereses. Aunque no sea más que por evitar el aluvión de críticas que después se te van a venir encima.
Es evidente que el gobierno español reaccionó tarde. De hecho, hoy mismo lo reconoce en una entrevista el ministro de sanidad. Es evidente el baile de cifras con que nos encontramos casi todos los días. Y son evidentes muchas cosas más. Pero, lo importante, desde mi punto de vista, es esclarecer cuáles de esos errores son achacables a la pura negligencia y cuáles no.
Por otra parte, no creo que tenga mucho sentido examinar solo al gobierno de España, ya que las competencias sobre el sistema sanitario y sobre las residencias de ancianos son exclusivamente de las Comunidades Autónomas. Y no parece que ninguna de estas propusiera medidas muy distintas.
Si yo, como madrileño, quisiera pedir responsabilidades a los políticos que, por acción u omisión, han tenido que jugar algún papel en esta crisis, lo lógico es que empezara a pedírselas al gobierno de la comunidad de Madrid (donde dicho sea de paso se han acumulado casi la mitad de los muertos de todo el país) y, después, al gobierno de España.
Es verdad que a Portugal le ha ido muy bien, pero también a Andalucía, a Galicia y a Valencia. ¿Sabemos cuál es la explicación real? Yo creo que no.
Se dice, y es un argumento razonable, que las ciudades más conectadas con el resto del mundo son las que más se han visto afectadas. Quizás por eso Madrid y Barcelona han sido las zonas más afectadas, más que Lisboa. Pero, supongo que habrán influido más factores.
Por no extenderme mucho, te añado un enlace de un artículo que se publica hoy y a cuyo autor es difícil acusarle de complicidad con un gobierno socialista: Pedro J. Ramírez (https://www.elespanol.com/opinion/carta-del-director/20200607/suevotaurilia-sanchez-casado/495900407_20.html).
Saludos cordiales
Querido Manuel, como esto va para largo creo que, entendiendo tu posición, debemos centrarnos en los hechos y en los datos concretos.
Esto, a efectos judiciales, acaba de comenzar y van a salir a la luz cantidad de cuestiones que hoy no son del conocimiento público comenzando por los avisos concretos desde instituciones del propio complejo monclovita. De estos hay bastantes que sistemáticamente fueron silenciados por Moncloa. Lo vamos a ir viendo cuando tengan que defenderse ante los tribunales e ingeniárselas para no comparecer porque hay mucho aforado. También a nivel autonómico pero no olvidemos que estos perdieron competencias y responsabilidad tras el decretazo.
Como bien sabes por experiencia propia aquí no se tomaron decisiones elementales, –por ejemplo contactar y observar a quienes tienen un track-record de calidad en decisiones –caso de Alemania– o a Portugal –con un contacto muy intenso con su ex-colonia Macao– y no dejaron de ejecutar ni una sola de sus prioridades ideológicas –es decir, las prioridades de Pablo Iglesias. Casualmernte en aquellas prioridades que entraban en conflicto con la prudencia, ésta dejó de existir.
Desde la perspectiva de decisiones que a ambos nos ha tocado tomar con efectos sobre personas y en varios países hay una que para mi es de las peores porque demuestra la inmadurez del Mando y su espíritu poco reflexivo: La centralización de las decisiones y la PARALIZACIÓN de los Actos en curso por parte de quienes hasta ese momento eran responsables de ellos. Aquí va a ser muy interesante compararlo con los EEUU y con Alemania, dos paises con una estructura territorial parecida a la nuestra por razones históricas diferentes y que hoy van muchísimo mejor que nosotros en Mortalidad relativa. USA, por ejemplo ayer llevaba 107,000 muertos y Alemania unos 9,000. Son 300 Millones y 90 millones respectivamente. 7 veces y 2 veces más que España respectivamente.
Por un lado se creó parálisis y el órgano Ministerial que comenzó a decidir no tenía ni los recursos ni el capital humano con la experiencia operativa para saltar del tren en marcha y seguir corriendo. Todos esos recursos habían desaparecido desde las últimas transferencias de Aznar en los años 2000 a 2002.
Estamos en un momento muy malo para todos y para España. Muy malo.
POr cierto, P.J. ya no es el PJ. que se hizo un nombre al frente de El Mundo. Hoy gestiona su propio dinero y no lo hace de forma comparable a como lo hacía con FG o Zapatero.
En fin supongo que ya has observado que la operación de blanqueo está en marcha y que va a ser dura y tratarán de silenciar todo lo que puedan.
Como reza el dicho, «When the going gets tough, the tough get going».
Un saludo y ánimo.
Querido Manu,
Estoy de acuerdo en que la centralización de las decisiones por un Ministerio de Sanidad casi inexistente tras el vaciamiento de sus competencias fue, muy probablemente, un error de graves consecuencias para afrontar una crisis de estas características. Y el único motivo que encuentro para explicarlo es que no se fiaran de la lealtad de las CCAA. Aun así, me parece un argumento endeble. Sobre todo, porque a estas alturas son las CCAA las que tienen toda la experiencia.
No obstante, la centralización de competencias (de las que se centralizaron, porque no fueron todas) se produjo a partir del 14 de marzo. Con anterioridad a esa fecha, las CCAA tenían todas sus competencias intactas. Por tanto, eran ellas las que, con anterioridad al 14 de marzo, deberían haber dado los avisos correspondientes o haber tomado las decisiones que hubieran considerado necesarias, incluido ese acopio del material sanitario cuya escasez luego fue dramática. Y creo que ninguna hizo lo que hoy pensamos que deberían haber hecho.
Sin embargo, tanto en el caso de las CCAA como en el del gobierno español, yo sigo pensando que en aquellas dos primeras semanas de marzo era muy difícil prever lo que se vino encima y, en cambio, parecía mucho más sensato no tomar medidas que implicasen la paralización económica.
Es verdad que, al hilo del montón de querellas que están en curso, los jueces van a ir sacando a la luz mucha información que ahora nos falta. Y, quizás, eso ayude al ejercicio de transparencia que se necesita. Ojalá así sea, porque ayudaría a que se preparase mejor la respuesta para otra futura pandemia.
Pero, digo “quizás” porque también he tenido algunas experiencias con la justicia y, aunque siempre han sido positivas para mí, también me han permitido vislumbrar que no siempre los jueces son capaces de valorar adecuadamente ni el ambiente de tensión e incertidumbre en que hubieron de tomarse las decisiones por los gestores y/o responsables técnico-políticos, ni el trasfondo puramente técnico o científico en que necesariamente debían apoyarse esas decisiones. Y es comprensible porque esos jueces son personas como tú y como yo, disponen de un tiempo y de unos recursos limitados, que dan de sí lo que dan de sí.
Por otra parte, es evidente que, ante la envergadura de la tragedia humana que está teniendo esta crisis, va a ser extremadamente difícil reconstruir la verdad de lo que ha pasado. Porque quienes tienen las responsabilidades de gobierno, a nivel de España y a nivel de las CCAA, van a tratar por todos los medios de ocultar lo que les pueda perjudicar. Y porque quienes ejercen la oposición política, en cada uno de esos niveles, van a estar también muy interesados en presentarlo todo como una cascada de negligencias de quienes están en el gobierno. En este sentido yo no creo que la intención de los partidos de la oposición sea más “limpia, honesta y transparente” que la de los que están en los gobiernos. Solo que estos tienen mucho más que ocultar.
Citas los ejemplos de Alemania y Estados Unidos. Es evidente que Alemania ha sido un ejemplo de buen hacer y sería bueno que aprendiéramos de ellos. Sin embargo, el caso de Estados Unidos es diferente, porque, en mi opinión, es un ejemplo de cómo, pese a la mala gestión del presidente de la nación, los estados (nuestras CCAA) llevaron a cabo sus propias estrategias de respuesta con resultados aparentemente dispares, excelentes en el caso de California y muy negativos en el caso de Nueva York.
Un cordial saludo y, como siempre, Manu, te agradezco tus comentarios.
EL «paraguas» que utiliza el gobierno de España para justificar su gestión con respecto a la pandemia, en mi opinión, no se sostiene. El gobierno argumenta, que esta situación era impredicible y que todos los gobiernos de las distintas naciones, se han visto desbordados.
Sí, por supuesto, a todos los gobiernos les ha sobrepasado. Pero no todos han actuado con la misma eficacia, a unos se les puede considerar, que su gestión ha sido buena, otros regular, algunos mala, y otro el de España, pésima. Porque los datos objetivos, en cuanto al ratio de personas fallecidas y sanitarios contagiados, desgraciadamente, nos lleva a encabezar el listado de naciones con peores datos.
España, pudo tener el factor positivo de ver lo que estaba sucediendo en Italia, país de proximidad geográfica y características similares al nuestro, diez días antes de aquí explosionara , y no se hizo acopio de material ni se indicaron medidas de prevención. Parece evidente, que si no se tomaron medidas alguna, por alguna razón que lo justificara se hizo. La respuesta, por parte de cada cual puede ser diferente, la mía es que el motivo fue el sectarismo, primando el interés partidista frente al bien común.
Si tengo que adjetivizar la labor de este gobierno frente a la gestión de la pandemia, lo hago cronológicamente cómo Irresponsable, Sectario, Inepto y Mentiroso.
Irresponsable, porque tenían informes de la OMS del mes de enero advirtiendo de la peligrosidad de la expansión del virus. Y añadidamente desde el mes de febrero a través de la UE, comité del que forma parte el médico Simón, asesor del gobierno junto a otros miembros, éstos por ahora anónimos. Sin tomar medidas de aprovisionamiento de material.
Sectario, porque antepuso la celebración de las manifestaciones del 8 de marzo frente a la salvavaguardia de la población. Indicaciones que sí dieron a otras organizaciones para que evitaran la celebración de actos multitudinarios previstos para esa fecha.
Inepto, porque a los datos me remito. En cuánto a la adquisición de material sanitario y ratios de personas fallecidas y sanitarios contagiados por falta de material de protección.
Mentiroso, por la ocultación de datos e imposibilidad de acceder a los datos de proveedores de material. Además de las continuas contradiciones al decir hoy una cosa, y mañana la contraria.
No, no todos los gobiernos actuaron con la misma eficacia. El pretender poner cómo de dique de contención la imprevisibilidad, no es más que, desde mi punto de vista, una excusa para no afrontar su responsabilidad en la gestión de la pandemia. Ningún país de nuestro entorno, ha tenido unas restricciones mayores que nosotros y además con unos resultados mucho mejores que los habidos en España.
Reitero lo dicho, considero que el gobierno ha sido Irresponsable, Sectario, Inepto y Mentiroso, al margen de lo que dictaminen los tribunales llegado el caso, al que se podría añadir el calificativo de Delincuentes.
Pero ante un panaroma tan desolador, opino que lo más grave de la situación que vive esta nación, no es el nefasto gobierno que tenemos. Si no la masa social que propicia que estemos gobernados por estos señores. Es un hecho, desde mi punto de vista, que una cantidad muy significativa de la población va con las «orejeras» puestas y es incapaz de tener un pensamiento propio al margen de las directrices emanadas por la dirección de la tribu con la que se siente identificado, haciendo caso omiso a la responsabilidad individual que tiene cada persona para crear un pensamiento propio independientemente de que sea equivocado ó acertado.
Saludos y cuidaros
Es todo esto tremendo.
Lo que ha pasado es terrible, lo que está pasando lo sigue siendo y lo peor de todo es que lo que puede pasar lo seguirá siendo.
Llevo ya días pensando en todas estas cosas, y aunque como muchos o casi todos, yo también estoy profundamente enojado con las cosas que veo y oigo, lo que el futuro nos depara todavía me enoja más.
Si esto sigue así nos deparan meses y años de informaciones relativas a querellas y juicios y un sin fin de recordatorios diários de lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo mas todo lo que venga. Trapos sucios que nos irán sacando unos y otros mientras el común de los mortales iremos escuchando todas esas cosas mientras nuestra ira y enojo sigue aumentando.
Si no ha sido poco lo que ha pasado, lo que viene será peor porque vamos a peor. La justicia entrará en bucle de causa tras causa del tan sabido «y tú más».
Si el ambiente que se respira actualmente en los órganos de poder desprende ahora un tufo insoportable, lo que se intuye vendrá cuando comiencen a verse las caras y a repartir culpabilidades por doquier por posibles responsabilidades será todavía peor. Ya no habrá entonces diferencia alguna entre las cadenas de televisión generalistas y todo el mundo estará allí discutiendo entre unos y otros, entre querellas y apelaciones y entre suciedad arrojada de unos contra otros.
Pasmados en nuestras casas iremos viendo como toda esa podredumbre llena a diario nuestros salones y nuestras vidas y nos harán recordar la muerte y los muertos de lo ocurrido día tras día, otra vez.
Se juntan todas estas cosas, más las leídas y escuchadas más todo lo pensado y sabido. Todo lo recordado se suma y la conclusión venidera en tremenda. Otra vez.
Hablaba hace poco con alguien y se me ocurría en la prontitud de la conversación echarlos a todos fuera y poner a gente nueva. Mi interlocutor decía que para qué los necesitábamos si sin ellos todo había seguido igual.
No podía otra cosa que darle la razón.
¿Qué gentes son esas que sólo nos enseñan lo malo que el ser humano produce?
¿Qué nos inculcan si no rencores y agrios malestares?
Toda esa decadencia humana a la que asistimos perplejos. Ninguna virtud es allí ensalzada y digna de admirar. Todo reproches y mezquindades esparcidas al mundo.
Aquí y allí.
Ayer pude escuchar a un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al que cada vez que tiene que hablar en público se le adivina un encogimiento en la voz y el alma y unas inmensas ganas de llorar. Se le adivina Conciencia.
Conciencia: bien, mal, ética, moral, conocimiento… aparecen en su significado.
«One Health», «Salud Global» repetía insistentemente.
Y sí, ese es mi pensamiento también.
Si no hubiéramos visto lo que comenzó en la otra punta del mundo como un algo exótico y lejano sino como parte de esa «Salud Global» no estaríamos ahora en todos estos asuntos.
Hace bien poco hablaban de ello en otro artículo https://www.otraspoliticas.com/politica/el-verdadero-enemigo-pandemias-destruir-el-planeta-y-el-cambio-climatico/
Yo no quiero lo que ha pasado, no quiero lo que está pasando y todavía quiero menos lo que puede pasar si seguimos así.
Si esa «Conciencia Global» estuviera presente, no habríamos reaccionado tarde y lo de allí no habría afectado de la misma forma aquí y mucho menos habría afectado a los de allá. Pero solo pensamos en el terruño y en lo mío cuando todo es lo Nuestro.
Saludos.
Estimado Manuel: hace muchos años hice un proyecto para TV que se titulaba: «Si yo fuera presidente….» Se trataba de conocer cómo los ciudadanos normales enfrentarían la responsabilidad de tal función. El título de tu artículo me lo ha recordado como esas otras frases: «Yo también soy…..» cuando se trata de apoyar a alguien.
No voy a insistir sobre todo lo que otros comentarios aportan sobradamente, pero voy a hacerlo sobre la enorme responsabilidad de aceptar un cargo para el que no tienes capacidad o que te puede sobrepasar. Un gobierno no es el que está sólo en la publicidad mediática bien regada, sino el que es capaz de enfrentarse a problemas cuya complejidad pueden llegar a cuestiones de auténtica emergencia pública. El que tenemos estaba sólo en lo primero, hizo oídos sordos a lo segundo a pesar de su prioridad (estaba en otras cosas más abstractas como mesas de negociación, leyes del clima o estupideces de la «izquierda exquisita» -como dice Wolfe- ) y priorizó en cambio sus intereses electorales de cara al supuesto «feminismo» (también regado con abundancia desde los presupuestos). Si a estas alturas no lo hemos entendido aún, empieza a ser preocupante…..
Tú te pones en el puesto del presidente del gobierno. Pues bien, lo primero son las cuestiones de seguridad de los ciudadanos. Tienes a tu disposición un montón de organismos públicos que con absoluta lealtad te están alertando de un problema inminente y de las necesidades de poner los medios necesarios para enfrentarlo. Pues bien, ignoras todo eso y sigues entretenido con el «viva el 8M» y otras lindezas. No pones en alerta tus recursos (que son muchísimos), eres incapaz de generar un equipo de asesores independientes y de mutualizar -en su caso- la responsabilidad con la oposición desde la lealtad recíproca. En vez de eso mientes compulsivamente y además te crees eso de «O yo, o el caos…». Aplicas un 155 sin pasar por el procedimiento constitucional cuando te parece mejor asumiendo competencias cuya gestión desconoces (a pesar de haber ampliado tu «consejo de ministros»), engañas a unos y a otros con el juego del «trile» con una única mira: permanecer en la Moncloa, sigues el «juego» de un gurú que aplica su propio juego social con unos ciudadanos a los que cree ignorantes y estúpidos, dices que las comparecencias que te piden en el Parlamento las atiendes por «cortesía» (ignoras la C.E. una y otra vez), que quien nombra y es dueño de las instituciones eres tú, que por eso los cuerpos institucionales te deben obedecer aunque les pidas que violenten la ley (a la que tú, como es lógico, no te debes, faltaría más) y encima hablas de «policía patriótica» que hay que eliminar (supongo que España no te importa un comino porque tú no eres patriota más que de tu persona) que preparan un golpe de estado (temes la competencia porque lo estás dando tú) imaginario para desviar la atención (método Olledorf nazi)….
Con todo eso y tus antecedentes de mentiras….. ¿tú serías presidente…..? Si te conozco bien, yo diría que no.
Un abrazo.
Estimado O´farrill,
De mi experiencia en cargos de responsabilidad política durante 15 años he aprendido que, normalmente, las cosas se ven de una manera bastante distinta a cómo se cuentan en la prensa y a cómo lo ven la mayoría de los ciudadanos.
De esa experiencia también me ha quedado el impulso de evitar el fácil recurso de dividir el mundo de la política entre buenos y malos, sustituyéndolo por el intento de entender los motivos válidos que pudieran tener unos y otros. Y, en segundo lugar, de intentar ponerme siempre en la piel de los que tienen la responsabilidad de tomar las decisiones.
Por todo esto, como explico en el artículo, creo que cualquiera de nosotros habría tenido un comportamiento muy similar al que han tenido nuestros gobernantes en las primeras semanas de marzo. Otra cosa es cómo se ha gestionado la crisis en las semanas siguientes.
Tú dices que tenían un montón de organismos públicos “alertando de un problema inminente y de las necesidades de poner los medios necesarios para enfrentarlo”. Pues ahí discrepo por completo de ti, amigo O´farrill. No sé dónde ves tú ese montón de organismos alertando en tal sentido.
Por poner un ejemplo, la OMS. Que yo sepa, la OMS esperó hasta el 9 de marzo para recomendar la suspensión de clases y eventos multitudinarios en países que estaban en la situación de España. Antes hizo varias declaraciones, es verdad, pero esperó a hacer una recomendación clara y concreta como esta hasta el 9 de marzo.
Te recuerdo que la OMS había declarado ya otras 5 emergencias internacionales en los últimos 11 años, más de una cada dos años: la gripe A, en abril 2009, el polivirus salvaje, en mayo 2014, el ébola, en agosto 2014 y en octubre 2019, y el virus Zika, en febrero 2016.
Si la actuación de la OMS hubiera sido medianamente ejemplar, no se habría aprobado una decisión tan excepcional en este tipo de organismos como es la de someterla a una “auditoria” de su gestión de esta crisis.
Por otra parte, aquí en España, la directora general de salud de la Comunidad de Madrid, Yolanda Fuentes, esperó hasta el día 9 de marzo para firmar un informe en el que alertaba por primera vez de la previsible muerte de “cientos de personas” en Madrid por un virus que ya estaba fuera de control. Fíjate lo claro que lo debían tener, ella y su equipo, que esos “cientos de personas” van ya por casi 9.000 oficiales. Pero, insisto, dudo mucho que yo hubiera hecho antes lo que hizo esta señora.
¿Por qué? Porque creo que si algo ha caracterizado la situación durante el mes de febrero y primera semana de marzo ha sido el despiste de los responsables médicos y científicos que en ninguna parte de España lo vieron venir, en los términos en los que vino. Me creo, por supuesto, que habría científicos que sospecharían que algo gordo podía suceder con este virus. Del mismo modo que otros creerían que pasaría lo que otras veces: mucho ruido y pocas nueces. Pero, eso de que hubo un montón de organismos alertando claramente… no estoy de acuerdo.
En cuanto a una imaginaria actuación ante esta crisis, pienso sinceramente que yo no la habría gestionado como se ha gestionado en los tres meses largos que llevamos. Porque no es difícil hacerlo mejor. Por lo menos en determinados aspectos. Pero, ¿en sus inicios? Creo que lo habría hecho por el estilo. Y, además, creo que la mayoría de nosotros también lo habría hecho por el estilo.
Saludos, O´farrill y gracias por tu participación en este blog
Amigo Manuel: gracias por tu rápida respuesta que plantea lo siguiente:
1ª.- Si la mayoría de nosotros hubiésemos actuado así (como dices) no estaríamos capacitados para presidir un gobierno. Por eso se supone que no se trata de algo frívolo, sino que hay que estar a las duras y a las maduras. Hazlo extensivo a buena parte del consejo de ministros.
2ª.- Modestamente también he asumido alguna responsabilidad administrativa. Es más, se supone que estoy preparado para afrontar problemas complejos. Pero conozco bastante bien el entramado institucional y sé de los medios de que dispone cualquier gobierno para su tarea. Otra cosa es que se prefiera al «gurú» de turno o a los que me ríen los chistes…. Piensa solamente en todo lo que hay desde la inteligencia militar a la civil, en los muchos órganos de «seguridad», en los muchos centros de investigación, en los muchos científicos especializados… aparte de personas como el Sr. Soros o el Sr. Gates como asesores independientes a través de sus redes filantrópicas.
3ª.- Personalmente preferiría que las competencias públicas y su titularidad fueran del Estado, con la delegación de gestión en las autonomías. Pero, mira por donde, las tienen y, según la Constitución, garantizadas por sus estatutos. No se puede soplar y sorber al mismo tiempo. Lo único posible era desde principios de enero trabajar conjuntamente con ellas y apoyarlas en caso necesario en esas fechas estábamos con la «mesa de diálogo» en la que estaba el Sr. Illa). Antes de so se había blindado el gobierno con nombramientos como la Fiscalía General del Estado, la presidencia del Congreso, etc.
4ª.- Varios miembros del gobierno han reconocido que en enero ya estaban reuniéndose, mientras que otros lo desmienten. En todo caso la propia ministra-consorte Sra. Montero lo ha reconocido «pero no se podía decir nada…..»
Como hemos hablado personalmente en varias ocasiones sobre política, sabemos lo que escribimos ambos y creo que nos une una cierta independencia y libertad de pensamiento, no voy a insistir en el mundo distópico de los actuales gobiernos (ejecutivos) donde Montesquieu ha quedado enterrado en cal (según una opinión ajena), la democracia real no tiene nada que ver con lo existente donde hay una clara deriva autoritaria y «cesarista» que recuerda de donde nacieron el nazismo y el fascismo, donde la clara alianza del capitalismo (neoliberal) con el supuesto socialismo para el globalismo o N.O.M. es innegable. Lo llaman «pragmatismo». Para ello necesitan nuevas religiones y dogmas que imponer a los que ellos consideran «ignorantes».
Está claro que eso les funciona con quienes ellos pueden manejar, pero no funciona con los que somos «mayores» por eso estorbamos. Te recuerdo el magnífico poema de León Felipe: «la cuna del hombre la mecen con cuentos…..» En eso estamos.
Otro abrazo y gracias a vosotros por poner estos debates sobre la mesa.
Disculpen que me meta por en medio, pero el día 24 de Enero se comenzó a construir un hospital en Wuhan y los primeros pacientes fueron ingresados el 3 de febrero.
Mientras tanto aquí veíamos eso en los informativos como una cosa de otro planeta. Cientos de escavadoras allanaban una inmensa zona de terreno durante las 24 horas del día y miles de persona iban poniendo tuberías, placas y todo lo necesario para construir el hospital.
Aquí seguíamos viendo aquello como una cosa lejana y de locos. ¿A ver que han construido ya?
https://cnnespanol.cnn.com/2020/02/08/china-acaba-de-construir-un-hospital-en-10-dias-asi-lo-logro/
Yo no sé que hacía la OMS durante aquellos días, pero si el resto del Mundo hubieran sido distintas provincias del mismo «país», y no me interpreten mal, eso no habría llegado a nosotros de la forma en que lo ha hecho y ni mucho menos a otros continentes.
No sé cuales son las relaciones entre unos y otros, pero en vista de todo lo que ha pasado son relaciones muy malas y de conveniencia y pura hipocresía única y exclusivamente con seguramente algunas excepciones.
Eso, bajo mi punto de vista y como completo ignorante en las tareas de gobierno, es un total desatino.
Soy consciente de lo que se dice sobre China y de la posible limpieza de toda cifra, dato o veracidad de la información que sale de allí, pero visto lo visto, ¿quién está diciendo la verdad y en qué país?
El que no esconde los datos de las residencias es porque solo cuenta los confirmados por no sé qué método. El otro dice que al que diga que hay un caso de coronavirus lo fusila, el otro montado a caballo o en moto de agua ofreciendo barbacoas, el otro pidiendo que nos inyectemos lejía. Breve panorama de lo que sabemos a grandes rasgos. Miedo me da el saber sobre lo que desconocemos.
¿A quienes pagamos?
¿Qué hacen en esas cumbres a las que van a parte de llenarse el buche y pasear sus lustrosos zapatos por las alfombras de los mejores hoteles llevados en los mejores coches escoltados por cientos de personas serviles?
¿Qué narices hacen todos allí?
¡Con sus guerras, sus armas y sus mentiras a cuestas! ¡Con sus conspiraciones!
Es absolutamente intolerable la herencia heredada y la herencia que dejamos.
¡Me niego!
¡No puedo seguir viendo todas estas cosas y hacer como si no pasara nada! Como si no fuera conmigo.
No dejo de recordar estos días, ante la que se nos viene encima como comentaba, ante las mentiras de unos y de otros y ante el yo hubiera hecho yo qué sé que nos hubiera salvado a todos, a una persona que con todo su humildad dejó ver su ignorancia y reconoció el error cometido pidiendo perdón a los afectados.
Pidiendo perdón de verdad.
Seguro que la recuerdan:
https://www.youtube.com/watch?v=QNTZbJSQVis
Así estamos todos ante la ignorancia de las cosas que nos sobrepasan, pero algunos siguen inchando pecho y mintiendo.
Cosa espantosa.
Preferiría que me gobernara esa mujer que reconoce su ignorancia y pide perdón a toda la retaíla de incitadores a la maldad que lo hace ahora.
Soy consciente que quizás algunos de ustedes me vean como al que pide imposibles, pisar la luna también lo era. Entiendo que el nombre de este blog «Otras políticas» reconoce otras formas de gobierno, otras formas de hacer las cosas. Si no se aspira a la meta, más vale no salir corriendo.
Ni quiero este país que me dejan en herencia ni tampoco este Mundo que le acompaña. Aspiro a la meta, aunque sea el último.
Bisoñez es lo que parece intuirse en este artículo que nos congrega. Creo que se puede y debe calificar a este gobierno de España, con todos los calificativos pertinentes como bien ha hecho Julio y Manu en sus excelentes post. Poco más se puede añadir.
Dice Manuel de que lo ideal sería hacer una evaluación rigurosa de todo lo que ha acontecido;
No hay más que leer la prensa extranjera y declaraciones de distintas personas de alto calado en distintos sectores, para saber que este gobierno “bisoño y de coalición” ha hecho un pan como unas tortas, desde que se inició la pandemia.
Somos el sufrimiento y el hazme reír del universo.
– “es lógico que cualquier responsable político se resistiese a tomar estas medidas hasta que no se convenciera de la vertiginosa velocidad a la que se estaba propagando el virus” -.
A ver si ahora vamos a encalar de blanco nuclear sus actuaciones olvidando la trayectoria que han seguido desde Febrero.
Me hicieron mucha gracia las declaraciones de 3 ministras, la 1ª por decir , que el virus vino muy rápido y no les dio tiempo a reaccionar, la 2ª por decir que el virus iba de este a oeste, por eso en Portugal, están mejor que en España y la 3ª en discordia por decir, que Pekín, Teheran, Madrid y Nueva York están en linea recta y por no se que arte de magia, en esas ciudades han habido más muertes.
Amén de las falacias vertidas por los medios de comunicación afines, en su afán de blanquear las actuaciones de Sánchez-Iglesias y por ende de todo el gobierno.
Este gobierno bisoño y de coalición, ha cometido a día de hoy. Y esto no ha terminado aún:
– Negligencia en sus Actos.
– ¿Conducta Criminal y Actuación Dolosa?.
– Incumplimiento de la Constitución.
– Falsedad en TODAS sus Declaraciones.
– Conducta Impropia.
– Abandono.
– Pérdida de Autoridad y Traición.
Y aquí, en la espera de que salgan los de turno, para calificar a más de uno de pretender polarizar y de escribir para desahogarnos. Solo queda decir, que quien quiera dar vaselina a este gobierno que en desgracia nos ha tocado sufrir, que lo haga, está en su derecho y en su libertad de expresión.
Cuidaros
PD. Y tu Manuel, no habrías reaccionado ni mal, tarde.
Estimado Manuel,
Quiero empezar por dejar claro que me ha gustado su artículo y que estoy bastante de acuerdo con su tesis.
Sin embargo, creo que adolece de un problema importante, y es que al justificar los fallos del Gobierno de Sánchez (y los de algunas Comunidades Autónomas) reaccionando “tarde” en las dos primeras semanas de marzo, queda la sensación implícita de que también está usted justificando todos los demás fallos que se han producido después.
No quisiera que le molestara, pero en mi opinión su tesis es, en el mejor de los casos, una verdad “a medias”.
Por ejemplo, a mi me parece un auténtico escándalo el lío con las cifras de muertos y contagiados a las que estamos asistiendo un día sí y otro también. Sin ellas, no entiendo cómo se puede gestionar este “desescalamiento” o vuelta a la normalidad.
Unido a ello la práctica ausencia de equipos de rastreadores, bien equipados y organizados, que son fundamentales para detectar y controlar nuevos rebrotes del virus.
Esto ya no se puede justificar por saturación de los hospitales y los equipos sanitarios, porque afortunadamente las cifras de fallecidos o contagiados se han reducido drásticamente desde hace varias semanas.
Saludos cordiales y enhorabuena por este magnífico blog.