En 1840 sale a la luz por primera vez el Calendario Zaragozano, en el que se hacen predicciones del tiempo meteorológico para toda España a través de un pequeño boletín anual, que se distribuye en librerías y que alcanza enorme popularidad entre la población rural por su alto porcentaje de acierto, convirtiéndose rápidamente en un clásico para todos aquellos que quieren conocer el futuro atmosférico.

En diciembre de 2014, en unos de los rituales litúrgicos anuales más importantes como es la retransmisión de las doce campanadas de final de año en la Sexta, nuestra estrella televisiva Cristina Pedroche luce un impresionante traje oscuro de transparencias y somete a los televidentes a una de las mayores incógnitas de la historia de la humanidad: “¿Crees que llevo algo rojo?”.

La predicción del futuro, por lo que supone de reducir la incertidumbre, y el revelado de secretos, en el sentido de conocer todos los elementos que han dado lugar al pasado, giran ambos sobre un mismo eje: el conocimiento del destino.

A nivel mundial,  ha habido varios episodios esenciales de diez años a esta parte, en lo concerniente a la revelación de secretos. A finales de 2010, Julian Assange, creador de WikiLeaks e importante “ciberactivista”, sacaba a la luz un importante número de documentos sobre cuestiones clave de la diplomacia internacional, mediante el acceso a los ordenadores que contenían dicha información. Entre ellos están informes de la importancia de operaciones contra el terrorismo mundial u operaciones militares de las alianzas internacionales. Con ellos, aportó los detalles de algo que cualquier persona culta intuye, las maniobras manipuladoras ocultas que todo poder importante realiza para garantizar sus propios intereses. Es un auténtico jaque al “establishment” político que ratifica la natural desconfianza de la ciudadanía sobre la limpieza de sus dirigentes.

A otra escala, un pobre inocente con escaso control sobre sus acciones, llamado Edward Snowden, ex empleado de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional dedicado al espionaje informático, en 2013 revela a varios periódicos el sistema de vigilancia mundial que dichas instituciones realizan de forma masiva y generalizada, incluidas las naciones, sus más altos dirigentes y sus jefes de Estado. Otro mazazo contundente que pone en evidencia la honestidad del discurso de los altos mandatarios y de sus acciones ocultas.

Algunos otros ejemplos hay del juego sucio que emplea el Poder en general para dominar el mundo y pastorear al ciudadano, dentro de esa categoría que cada vez se hace más falaz de las democracias avanzadas.

No se ha considerado suficientemente la importancia de estos factores en el ascenso de dirigentes y corrientes políticas que abogan por fórmulas sencillas, directas y fácilmente identificables por los electores. O, dicho de otro modo, el inevitable descenso del crédito de las propuestas políticas establecidas  y el más que cuestionable modo en que estas se hacen valer. Es muy posible que cualquier poder establecido haya echado mano de este tipo de decisiones y comportamientos “oscuros”, en mayor o menor medida, a lo largo de toda la historia de la humanidad, de modo que el auténtico rasgo diferencial con la actualidad es que ahora es mucho más sencillo que estas salgan a la luz y se hagan públicas.

Pero si nos asomáramos a la vida privada de quienes se postulan como adalides de la limpieza democrática y son los primeros en lanzar el dedo acusador contra este tipo de acciones, nos encontraríamos con múltiples situaciones en las que se les podría identificar por algo muy similar a lo que critican. Si bien la variante consistiría en su alta especialización en persuadir al resto de su inocencia.

Lo cierto es que la evidencia de los juegos sucios y subterráneos del poder, y su consecuente descrédito traducido en términos sobre todo electorales, ya suponen un antes y un después en el ámbito político, que difícilmente tendrán una vuelta atrás, y abren un nuevo escenario desconocido lleno de interrogantes poco predecibles. Cabe atribuírselo, casi en exclusiva, al “efecto de la transparencia”. De ahí se pueden deducir los sucesivos chascos que los analistas de las encuestas de opinión han tenido en los últimos años, los cuales deberían contratar a los especialistas del calendario zaragozano, o en su defecto convencer a la diva de que por fin nos desvele si lleva o no algo rojo.

La confrontación ahora se sitúa más allá del clásico espacio derecha-izquierda, para establecerse entre el sistema versus sus alternativas, equivocadamente definidos como “antisistemas”. Habremos de echar mano de conceptos complejos y elaborados, como el del subconsciente colectivo o el pasado territorial, para entender como en cada territorio esta dinámica da lugar a diferentes propuestas políticas ascendentes, con problemas para ser identificadas con las categorías ideológicas clásicas devengadas de un caduco siglo XIX.

En las dinámicas mentales de los pueblos, de forma similar a lo que sucede a nivel individual, cuando la estructura que lo soporta empieza a hacer aguas, suelen encontrarse en una encrucijada con solo dos caminos posibles, y una misteriosa opción de cambio en ciernes, como tercera y desconocida posibilidad. Esos dos primeros y habituales caminos, son el progresivo descenso del estado de ánimo colectivo, caracterizado por la prolongación exhaustiva de los estilos, valores y principios, ya ausentes de vitalidad pero henchidos de ansiedad, hacia un paradigma depresivo; o, el desenterramiento de los cadáveres que jalonan los caminos conjuntos, en una ceremonia que los convierte en muertos vivientes, con el fin de revertir las historias pasadas y dotarles de un sentido justiciero, convirtiendo el presente en un sinfín de presencias fantasmagóricas antiguas, propias de la mejor paranoia.

Desde ahí se explica, desde el primero de los dos principios, el vergonzoso y penoso proceso vital autodestructivo que están sufriendo las nuevas generaciones, sometidas a una dinámica que está lejos de responder a sus expectativas como nuevos hombres. Y aunque se pueda pecar de abusar de los clichés, en el segundo de los caminos, también se explica que en unos sitios asciendan los que apelan a su grandeza, en otros a su raza, más allá lo hagan a su pueblo y, cruzando el charco, a lo ocurrido en la conquista del Oeste. Saquen las viejas fotos de los arcones del ático, compárenlas con los líderes que actualmente ascienden a los puestos de poder y verán a un predicador postmoderno, al retrato de la iluminada Juana de Arco, al rabioso y xenófobo Calvino quemando al impío extranjero Miguel Servet, o a Leandro, Obispo de Sevilla, rebelándose contra el decretazo de convertir a todo un pueblo arriano al catolicismo.

Como en cualquier tiempo de crisis, entendiendo esta como parte de los procesos de crecimiento, los cambios se hacen imperativos, pero los miedos irremisiblemente hacen acto de presencia para aferrarse al anhelo paradójico de la seguridad. Y no cabe otra opción que empezar por mirarse con valentía en el espejo de nuestra propia imagen, sin desviar la mirada ni escuchar las voces que salen de la impronta que el azogue ha recogido de nuestra imagen oscura. Quizá por eso, en nuestro caso, sea tan importante que el torero siga queriendo hacer bailar al toro en un enfrentamiento mortal.

9 comentarios

9 Respuestas a “Transparencias”

  1. EB dice:

    Leyendo este artículo

    http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2017/01/11/actualidad/1484146349_373194.html

    espero que todos aquellos españoles que se llenan la boca con la libertad de expresión manifiesten su total rechazo al periodismo podrido que se colude para controlar la información, arrogándose la autoridad de decidir qué se publica y qué no. No me extraña que esas porquerías socialistas que controlan los tres medios se hayan coludido con quién sí les puede dar de comer para sobrevivir. Cualquiera que revise las ediciones online de The Guardian y el NYT sabe bien la clase de porquería que publican y que El País alegremente repite a través de sus pobres ratones disfrazados de periodistas.

  2. EB dice:

    Carlos, su post Transparencias me confunde porque no es transparente en qué pretende. Supongo que no pretenderá que haya fact-checkers para cuidarnos de lo que no debemos saber o de lo que nos puede dar miedo. Ya hay demasiados payasos falsos intentando ser fact-checkers.

  3. EB dice:

    Carlos, la pregunta importante es por qué la política es tan podrida. La respuesta no es más transparencia. La respuesta es menos poder y más responsabilidad personal. Antes que Peter Eigen fundara Transparency International (1993) por años le insistí en que esa era la respuesta, pero se quedó con la transparencia y hoy todavía sigue con el mismo cuento.

  4. Carlos Peiró Ripoll dice:

    Estimado amigo EB,

    Suscribiría sin duda alguna ese lema de «menos poder y más responsabilidad personal». Esto dicho en el plano de lo que trato de aplicar a lo que me concierne en general en mi vida. Pero «mi mundo» no es «el mundo» por mucho que me quiera empeñar en ello, sino que este tiene su propia realidad, su propias circunstancias, sus propios estados evolutivos, a partir de la generalización de millones de individualidades. El todo nunca es la suma de las partes, sino que es otro factor más añadido, a veces el principal.

    El tema que he querido tocar en este artículo, aunque habitualmente acabamos chocando en todos, es una variante importante que me parece que ha empezado a darse desde hace algún tiempo, como es la facilidad con la que los mundos más opacos van saliendo a la luz, y los efectos que eso está produciendo a nivel socio-político.

    Lanzándolo al aire, da la impresión que una de las leyes no escritas que han regido anteriormente en los funcionamientos de los «poderes», como es la complicidad y el mutuo encubrimiento, va perdiendo importancia en favor de una mayor transparencia. Vamos, que ya no solo se trata de que algo huela mal, sino de que se puede ver y comprobar, y si me permite la expresión, casi hasta tocar. Es la diferencia entre sospechar y contrastar.

    El manejo manipulador de la prensa en general, sesgada, doctrinal e intencional, sobre los hechos que saltan a la luz pública, no quita sino corrobora esta realidad.

    Saludos cordiales,

    1. EB dice:

      Carlos, lo que ha cambiado es el costo de buscar entre la basura. Gracias a las nuevas tecnologías, ese costo ha disminuido mucho pero lo que encontramos no es «la verdad». Esa búsqueda con suerte, con mucha suerte, nos entrega algunas pruebas «relevantes» y «fiables» para luego encontrar «la verdad» sobre las responsabilidades de algunos sobre algo probado. Pero en política y en otras actividades muchos se dedican a fabricar y manipular evidencia en el juego eterno de destruir al enemigo y entonces contar con esas pruebas es un ejercicio que no puede dejarse a periodistas e investigadores a sueldo de partes interesadas.

      Si se tienen algunas pruebas «relevantes» y «fiables», entonces quizás se pueda encontrar «la verdad». Pero encontrarla requiere primero y ante todo honestidad, algo que siempre ha sido y sigue siendo escaso. Y en segundo lugar requiere habilidad, mucha habilidad, que pocos tienen.

      Ojalá la realidad fuera como en las series de televisión donde «la ciencia» y «la tecnología» ayudan a encontrar esas pruebas y donde «los buenos investigadores» pueden fácilmente determinar quiénes son responsables del «crimen». No lo es, pero las series nos dan buenas pautas de por qué es tan difícil encontrar «la verdad», mucho más cuando quienes «controlan» el proceso de búsqueda de pruebas y determinación de las responsabilidades son corruptos.

      Sí, ha habido progreso, pero eso no implica que estemos cerca de algún ideal. Como siempre, el paso adelante deja ver mejor cuánto falta (esto es cierto sólo para quienes quieren ver).

  5. Isi dice:

    Google tiene esta página marcada. Bajo el dominio aparece el mensaje «este sitio puede estar comprometido». Supongo que ya lo saben pero tenía que decirlo.

    1. Loli dice:

      Pues espero que, ya que se han tomado la molestia de «marcarlo», también se utilicen y se sea transparente en los motivos que les haya llevado a realizar esa tarea.

      Un saludo cordial

  6. Rosae. dice:

    Puesto que es un blog- que está abierto atodo tipo de opiniones, muy variado en temática y bastante plural,
    Estaría bien…no lo «censuren» de alguna forma…

    cómo de informática sé lo justo y menos, y de hackeo nada..
    esto venía después de lo «comprimetido»:

    La notificación «Este sitio puede haber sido comprometido» no se eliminará hasta que el webmaster del sitio tome medidas.

    Prueba estos pasos para solucionar el problema de tu sitio web:

    Registra y verifica el sitio web enSearch Console de Google.Inicia sesión en Search Console y consulta la sección «Problemas de seguridad» para ver información de ejemplos de URL que pueden haber sido comprometidas. Soluciona el problema de seguridad que ha permitido que tu sitio web se infectara. Si no lo haces, es probable que vuelva a infectarse.Consulta los recursos para sitios comprometidos para obtener información detallada sobre cómo solucionar el problema del tuyo.Solicita una revisión en la sección Problemas de seguridad de Search Console cuando todo tu sitio web esté limpio y sea seguro. Una vez que hayamos comprobado que el problema de tu sitio web se ha solucionado, eliminaremos el mensaje «Este sitio puede haber sido comprometido».

    ¿Necesitas más ayuda? Publica una pregunta en el foro del producto, donde expertos en Search Console podrán ayudarte.

    Y, cómo es muy tarde; Buenas noches y hasta otros momentos.

  7. Rosae. dice:

    Cómo es un asunto de informática etc…a quien compete, si quiere, que proceda:
    Parece que se debería abrir la web, a través de search-console- para que Googlebot/(robot), analice la web a fondo, esté más accesible cuando la buscan etc… (o se hace el proceso), o seguirá esa «notificación», aminorando-quizás-participación; ya que habla de virus maliciosos etc…

    el nuevo (o no), invento de Google para tenerlo todo bajo control? , incluida la información que «circula» por webs?
    Será…que yo ando pez con la tecnología, los humanoides- los cybors y la madre que nos….
    qué mundo este de las máquinas, da canguelo; Cómo me «mande» un robot lo desatornillo- de- inmediato!
    Y nada, para transpariencia: el agua deshelada de la «nieve» que vilmente cubre los lugares de refugiados de guerra mientras Europa sigue subrogada y maltrecha las consignas de quienes preparan el «abismo de la nada»,
    A Buen@s entendedores- pocas- palabras bastan!
    Adeu.

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