La progresiva decadencia que están sufriendo las democracias parlamentarias o representativas, como queramos llamarlas, ha hecho que, desde movimientos sociales con cierto arraigo, se venga reivindicando una democracia más directa y participativa, a imagen de las antiguas democracias asamblearias de la Grecia clásica.
A esta fuerte vocación social a participar más directamente en los asuntos que nos atañen, se une la revolución tecnológica que viene a proporcionar un medio eficaz, hace pocos años impensable, para canalizar esa voluntad social. Hace pocos días leía la noticia de que en Finlandia, a través de internet, los ciudadanos participaban directamente en una fase inicial de la elaboración y enmienda de algunos proyectos de textos legales. Por supuesto, después esos textos tenían que pasar por las manos del Parlamento para su aprobación.
La palabra democracia la utiliza por primera vez Herodoto, como poder (kratos) del pueblo (demos), enfrentada a la aristocracia o gobierno de una elite. La polis griega fue un laboratorio ideal de la democracia participativa por su pequeña dimensión y porque los ciudadanos vivían en perfecta simbiosis con la ciudad. La democracia ateniense se basaba en la asamblea ciudadana, en un consejo de unos quinientos miembros y en muy diversas magistraturas, a las que se accedía por sorteo y con rápidas rotaciones. Esto generaba una vida política sin políticos. Una representación horizontal de la política, en la que los gobernados y los gobernantes rotaban, por turnos, en sus papeles.
Suena bien, ¿no? Pero, como sucede con casi todo, este sistema tenía sus efectos secundarios. El autogobierno de los griegos exigía una total devoción del ciudadano al servicio público: gobernarse a sí mismo quiere decir pasarse la vida gobernando. En palabras de Fustel de Coulanges, el ciudadano “se entregaba por entero al Estado; le daba su sangre en la guerra; el tiempo en la paz; no tenía libertad para dejar aparte los negocios públicos para ocuparse de los propios …”. El ciudadano era total, a tiempo completo. Existía una hipertrofia política y una atrofia de todo lo demás. Claro que, como señaló Rousseau, en Grecia “los esclavos trabajaban por ellos, … ¡Qué! La libertad no se mantiene ¿si no se apoya en la esclavitud?”. Además, los procedimientos directos fomentaron posturas radicales, en las que los ciudadanos hacían y deshacían leyes a su gusto y, por este camino, la ciudad acabó polarizada en el conflicto entre pobres y ricos (Sartori). No se concebían ni el pluralismo ni la disidencia, la polis se imponía por completo al individuo. Por lo demás, la polis no fue capaz de crecer, condenada al espacio que la hacía posible.
Esto hizo que la democracia clásica durara poco tiempo y no tuviera un final feliz. Hasta el punto de que desde el siglo III a. C. hasta el siglo XIX la propia palabra no tuviera buena prensa. Para Platón y Aristóteles era una forma degenerada de gobierno. Kant repetía una opinión muy común cuando afirmaba que la democracia «era necesariamente un despotismo». Los revolucionarios franceses y americanos sólo hablaban de ‘democracia’ para criticarla y preferían la expresión ‘república’ (res publica o cosa de todos).
Si la teoría de las palabras y sus significados refleja la historia, el rechazo durante casi 2.000 años de la palabra democracia, revela hasta qué punto el desplome de la democracia antigua fue memorable. Cuando el término resurge con fuerza a mediados del siglo XIX lo hace para definir una realidad totalmente nueva: la democracia representativa o liberal, en la que la gran cuestión pasa a ser el acierto en la elección de las élites gobernantes.
Y esta es precisamente la clave que se omite en el debate entre democracia directa y democracia representativa. La democracia directa se basa en que todos somos igual de capaces para el gobierno de la polis y, por tanto, si esto es así, lo lógico es que los iguales se repartan por turnos ese gobierno. Democracia pura. Democracia de comunidad de vecinos. Pero es que es radicalmente incierto que todos seamos igual de capaces. El modelo feudal y nobiliario por derecho divino fue arrollado porque se quería un mundo cuya regla no fuera el privilegio, ni la aristocracia de sangre, sino la aristocracia del más capaz. Es decir, para que, a través de la igualdad de oportunidades, la meritocracia se abriera camino. No para que contra toda evidencia se igualara al sabio con el ignorante. Y es que, volviendo a Rousseau, “es contra las leyes de la naturaleza … que un imbécil conduzca a un hombre sabio”.
Ciertamente es un hecho que en las modernas democracias representativas hemos fracasado en la selección de las élites que nos gobiernan. Este fiasco lo utilizan los participacionistas para defender la vuelta a la democracia clásica, ocultando que el fracaso es, en cierta medida, de la sociedad y de cada uno de nosotros.
La democracia es un sistema de gobierno exigente con los ciudadanos. Es por eso de resultado incierto. Depende de cómo los ciudadanos en los que se apoya asuman el compromiso/responsabilidad con su polis. Con el corazón en la mano, ¿cuántos de nosotros podemos decir que hemos sido leales a ese compromiso en la selección de nuestros líderes? ¿Cuántos hemos leído sus programas de gobierno o examinado a quienes presentaban en sus candidaturas? ¿Cuántos hemos seguido y analizado con rigor la acción de los sucesivos gobiernos? Si no hemos sido capaces de cumplir con estos deberes relativamente sencillos, ¿realmente creemos que la solución pasa porque sea la sociedad quien directamente estudie y tome cada decisión de gobierno?
A nadie se le oculta que los ciudadanos nos encontramos absolutamente desolados por el escaso margen que tenemos en la selección de las élites políticas. En la mayoría de las elecciones hay que optar entre lo malo y lo peor. Y sin duda esta es la principal causa del fiasco: los partidos de masas, que son los actores principales de una democracia representativa, no han tenido capacidad/voluntad de favorecer el ascenso de los candidatos de más mérito (al margen de filias o tiempo de permanencia en las estructuras), con lo que vivimos en una oligarquía de dirigentes de escaso nivel. Y es aquí donde el ciudadano, con fuerza, tiene que reclamar mayor participación: en la selección que en los partidos –organizaciones al servicio de la sociedad- hacen de nuestras élites. Es aquí donde la tecnología brinda una excelente posibilidad de que la sociedad intervenga en la criba de los más capaces. Para eso hace falta un nuevo modelo de partidos más abiertos a la ciudadanía, menos endogámicos, menos asfixiantes del mérito.
En definitiva, no podemos olvidar que en la democracia representativa la gran cuestión sigue siendo la de escoger los más capaces y que por eso ninguna forma de gobierno tiene tanta necesidad de grandes líderes (Bryce). Y que lo que está matando a las democracias es el rechazo, incluso conceptual, de que estas élites existan. Se dice que el concepto es discriminatorio, cuando no hay mayor discriminación que tratar igual a los desiguales. Por tanto, si esto tiene solución es la contraria de la que sustenta el participacionismo: no todos somos iguales. No todos tenemos la misma capacidad, inteligencia y liderazgo para gobernar. A partir de esta premisa básica surge la responsabilidad de cada uno de nosotros de exigir a los partidos que sirvan para canalizar el mérito y no la mediocridad y, cuando nos toca, de elegir al más capaz, por encima de siglas o campañas de marketing.
Con el corazón en la mano, ¿ confiamos en los PUEBLOS ? ¿ Tienen los ciudadanos lealtad consigo mismos ?, a mí la palabra Pueblo, me deja dudas, seriamente, como en todo, hay Pueblos y Pueblos, pero si uno de ellos elige la postura del Pueblo protagonista en la obra de Lord Byron » Marino Faliero», apaga y vámonos. A veces se dice, » Pobre Pueblo»,¡ a ver si no es tan pobrecito Pueblo!, siempre es bueno dejar un margen en nuestras opiniones, porque nos llevamos unas decepciones tan grandes.
Interesante el artículo y lleva mucha razón en muchas cosas, pero el individuo se traiciona a sí mismo, cuanto más a su propia sociedad.
http://www.youtube.com/watch?v=Xvgx-cPE0Jo
Saludos.
Como en casi todo, no se puede hablar de blanco y negro. Hay que fijarse en toda la gama de colores que existe. Puede ser verdad, que para ciertas decisiones haya que delegar en los ciudadanos más capaces. También es cierto, que a partir de cierto tamaño, los grupos dejan de ser eficientes a la hora de tomar una decisión consensuada. Sin embargo, nadie puede negar que todos debemos tener el mismo derecho a influir en la toma de decisión a través de nuestro voto. Vale lo mismo mi voto que el de mi vecino, puesto que las decisiones que se tomen afectarán a toda la sociedad en su conjunto. Teniendo esto claro, creo que es evidente que deben existir mecanismos de participación, más allá de las elecciones que se celebran cada cuatro años. Habrá asuntos en los que la sociedad se vuelque a la hora de emitir su opinión, como se ha visto en el caso de la ILP lanzada por la PAH, o en las manifestaciones que tuvieron lugar durante la guerra de Irak. Por esta misma razón, el sistema no puede excluir por defecto la participación directa, sino que debe tener mecanismos que dejen la puerta abierta a la decisión de la ciudadanía, aunque estos no se utilicen de forma constante. Esto es más necesario y evidente si cabe, cuando tenemos a nuestro alcance tecnologías que permiten desarrollar la democracia directa, que de este modo no sería excluyente de la democracia representativa.
Por otro lado, lantear la situación actual como un error de la ciudadanía a la hora de elegir sus representantes, es un insulto a la inteligencia. Cualquier persona formada e inteligente, reconocerá que el propio sistema ha sido creado para y por una élite, que se salra todas las leyes y normas morales existentes. La historia es una enciclopedia de atropellos a los derechos humanos, algo que se ha incrementado con el tiempo. Por lo tanto, no se puede alabar es sistema actual, a no ser que uno mismo pertenezca a la clase parasitaria que se beneficia de aplastar a la ciudadanía. No nos equivoquemos.
Es más, en caso de no establecerse mecanismos que permitan una toma de decisión directa de la ciudadanía (ya sea a través de ILP, wikigobierno o referendum), es el propio ciudadanos el que tiene derecho a considerarse independiente del Estado. Un gobierno no puede ser legítimo si no está obligado a cumplir la voluntad de la población. De hecho, el desarrollo que estamos viendo actualmente sólo nos puede llevar a dos situaciones: El autoritarismo o la ausencia de gobierno. Uno de los dos vencerá, a no ser que se establezcan nuevos mecanismos democráticos.
Al socaire del comentario de Ulmo, y de algún otro, lo que hoy alegremente llamamos democracia tiene bastantes ángulos muy ineficaces y que conducen a degradar el conjunto de la sociedad y a sus miembros. En particular si se estudian en conjunción con los sistemas constitucionales modernos.
Estos sistemas nos han conducido a la actual situación que ofrece un horizonte inaceptable para todos pero especialmente para los más jóvenes a quienes se han trasladado los efectos.
Efectos en deuda, en educación, en falta de libertad real (fuera de sexo y drogas), en oportunidades de realización autónoma y responsable.
Esto último tiene su aquel porque si lo que construye este sistema son mayorías de «dependientes» el sistema está abocado a reventar.
No durante las primeras etapas sino cuando lo piramidal e insostenible se hace evidente.
Es decir, en pocas iteraciones de ciclos electorales, diez, quince, veinte o treinta el sistema colapsa.
Junto a la falta de autonomía responsable y la dependencia, el sistema produce incentivos para que un porcentaje no desdeñable de la población se refugie en la dependencia y en sus «industrias paralelas». Es decir, en «costes agregados» prescindibles que terminan por ahogar al conjunto.
Hoy estamos ya en esa situación porque más del 50% de lo que se llama PIB consta de dependientes y de aquellos que viven de gestionar el sistema incluyendo aquí ese concepto afortunado de «Elites Extractivas»
Resolver esto no está inventado y habrá que ir haciéndolo, pero el sistema ha llegado a su límite y sigue creciendo a niveles soviéticos.
Recuerden que ya han comenzado a obligarnos a consumir.
Como el Consumo va al PIB y necesitan que crezca pues todas las cacicadas les vienen bien.
ITV’s coche-casa, uso obligado de bancos con comisiones escandalosas, bolsitas de plástico y miles y miles de reglamentos por nuestro bien que siempre nos impiden hacer y siempre nos obligan al peaje y nos imponen restricciones a desarrollar alternativas más económicas (por ejemplo autonomía energética en el hogar, algo posible y necesario)
En fin, que hay muchas cosas que arreglar pero la primera de ellas es de cajón: ¿Qué obligación con su comunidad tiene o tenemos aquellos que viven o vivimos o viviremos de ella?
Desarrollar alguna forma de servicio comunitario obligado para los receptores de subvenciones no contributivas nos vendría estupendamente.
1. Reduce el coste monetario del servicio público y por tanto la carga fiscal.
2. Desincentiva y dificulta el Free-Riding y el Rent-Seeking
Resolver problemas nunca es cuestión de grandes cosas. Lo normal es que baste reducir costes como un diez por ciento eliminando las tensiones para que crezcan.
Saludos
Manu, entiendo su preocupación por la economía. A veces se tiene la sensación de que la democracia solo es posible cuando la economía va bien. Y confundimos democracia con estado de bienestar. Cuando la realidad es que es precisamente ese estado de bienestar el que nos ha convertido en idiotas al estilo griego, esto es, mas pendientes de nuestros asuntos particulares que de la cosa pública y el bien común. Quizás esta crisis pueda traer algo bueno aunque paguemos un alto precio por ello. Ya conoce lo que dice el saber popular: las cosas solo se valoran cuando se pierden.
Yo misma me he sorprendido a veces diciendo, no sin demasiada reflexión, lo mismo que dice usted. Ante los abusos que hacían algunas personas del subsidio de desempleo que habría que ponerles alguna contraprestación laboral. Pero no creo que esa sea la solución. Si hay trabajo este ha de ser remunerado. Sea cual sea. No se trata de hacer trabajar a los que reciben prestaciones, y menos a costa de destruir empleo público. Se trata de crear empleo. Público o privado.
La democracia (en sentido formal) no es el gobierno de los más aptos,…, básicamente, porque existe una falacia IMPLÍCITA al erigir la dupla concepto-término aptitud.
Me puede explicar ¿qué titulación es la más apta para crear, por ejemplo, el código penal?¿Derecho? ¿Los años de pena quien los dicta? Los representantes electos o “los expertos”.
Mezcla usted, democracia representativa con lo parlamentario, obviamente no es democracia (tal como la entiendo yo y Montesquieu*, formal), después le añade el término liberal.
Liberal, no es en nuestros días una palabra unívoca, no obstante no puede ser liberal la democracia, es imposible. Puede ser liberal, la constitución y el concepto de ciudadanía en ella se erige, el liberalismo es una ideología. La democracia es una forma de gobierno, la república una forma de Estado.
En nuestros días, tenemos por ejemplo, democracias radicalmente distintas como son EEUU, Suiza y Francia. Regímenes parlamentarios, como R. Unido y dictaduras de partidos (Estado de partidos, partitocracia,…), donde todos los poderes emanan de una sola elección no representativa, en España. España no es una democracia.
“igualdad de oportunidades, la meritocracia se abriera camino”
Debería saber, la igualdad de oportunidades es un mito, como usted mismo cita (contradicción clara asume sin problemas, extraño) más inteligente, más guapo, más alto,…. La meritocracia otro mito, solo funciona en la empresa y en la promoción dentro del Estado. En el mundo real las cosas son bastante más caóticas, complejas y imprevistas que ese ordenado mundo ideal,…, meritocracia ideal liberal por otra parte. Aplicado al pie de la letra da cosas y casos como Singapur, una dictadura poco corrupta, pero dictadura.
Rousseau, no precisamente un autor de mi gusto,…, parte de otra falacia bastante sutil.
La falacia radica, existe un modo de vida ideal y patrón, del cual las élites entienden, son expertos e IMPONDRÁN, y, por otra parte, trata el conocimiento como descendido de los cielos, la ciencia infusa. Por ello, la arrogante frase de ignorantes y sabios, tan categórica. Que podríamos extender fácilmente al gobierno de los ricos,…, por aquello del mérito.
Categóricos pensamientos, acompañados de poder no limitado llevan a “La Comuna”,…, y a Thomas Paine a la cárcel,…
No gracias, la democracia va de ciudadanos, por y para sus asuntos públicos. Por ello, la única forma de democracia que existe se conforma, el Estado, como república*.
*: libertad constituyente + representatividad + separación de poderes ¡EN ORIGEN! no en función.
Es decir, límites a la tiranía de la mayoría (sentido puro democracia) y la élite del poder.
Entiendo que todo tu artículo es un alegato para defender que la participación ciudadana debe seguir orientada a la elección de sus representantes y que su papel ha de limitarse a exigir a los diferentes partidos que esos representantes sean los más capaces.
También nos habla de las supuestas virtudes de esos representantes políticos. Capacidad, inteligencia y liderazgo. El problema que le veo a este asunto es que ni la capacidad ni la inteligencia ni el liderazgo son condiciones suficientes para vivir en democracia. Por ejemplo, Hugo Chavez tiene una gran capacidad de liderazgo y no obstante se le acusa de populismo. Un psicópata puede ser una persona muy inteligente y se puede tener mucha capacidad y servir a intereses particulares y no necesariamente a la cosa pública.
Si gobernarse a sí mismo es pasarse la vida gobernando no puede ser algo relativo a unas élites. No es `por tanto una cuestión de capacidad o inteligencia o liderazgo. Es una cuestión de virtud. De moral. Cuando empecemos a hablar de solidaridad, de honestidad, de cooperación, de respeto y todas esas cosillas que hacen la vida más fácil en sociedad empezaremos a ir por buen camino.
La virtud no es una forma de gobierno, la democracia formal si. Considerar, “solidaridad, honestidad, cooperación, respeto y todas esas cosillas”, como un sistema de gobierno es como considerar una bombilla una forma de visión. Una forma de gobierno democrática, la definen las REGLAS del juego en si mismas, no lo que se hace con ellas (~Max Weber).
Debemos llamar a las cosas por su nombre. En caso contrario, podemos acabar llamando democracia a algo como España (país), un Estado de partidos, en el cual no existen balances de poder (“check and balances”) en origen (por elección directa), ni representatividad (representante real de una persona) por culpa de las listas (elaboradas a discreción por la cúpula del partido) en vez de elección de persona por distrito electoral a mayoría, y, la constitución se redactó literalmente sobre la legalidad franquista* (que no legitimidad), sin libertad constituyente. Para ver como se forjó (sobre las ansias de poder) esto desde una fuente externa, EEUU, puede consultar wikileaks**.
En general, un uso incorrecto de los conceptos lleva al caos racional (yo soy victima de ello muchas veces). Se plasma en las leyes, muchas de las cuales son contradictorias con otras e incluso a si mismas (p.ej. la constitución), ¡y aquí no pasa nada!, se impregna en la sociedad en forma de consenso irracional. Y después,…, “el acabose”. Si hay consenso no hay democracia, la democracia es el disenso, la república.
*: Ley 54/1978, de 4 de diciembre (partidos políticos).
**:http://www.wikileaks.org/plusd/cables/1976MADRID07342_b.html
El artículo es una antología de argumentos irrisorios:
«Esto generaba una vida política sin políticos.»
¿Mande? La griega era una cultura de la distinción y ha legado grandes políticos desde Solón hasta Demóstenes pasando por Pericles, ventajosamente comparables a los esclavistas fundadores de la república norteamericana.
«No se concebían ni el pluralismo ni la disidencia, la polis se imponía por completo al individuo.»
Melonada de ridículos aforamientos elitistas, la deliberación pública en asamblea requiere solo de isegoría.
Coulanges: “se entregaba por entero al Estado; le daba su sangre en la guerra; el tiempo en la paz; no tenía libertad para dejar aparte los negocios públicos para ocuparse de los propios …”. «El ciudadano era total, a tiempo completo.»
¿Coulanges desconocía que la talasocracia ateniense no fué el totalitarismo espartano?. Para rematar, la tesis excluyente de la vida privada no cuela:
http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0303-97572003000200001&nrm=iso
» La democracia directa se basa en que todos somos igual de capaces para el gobierno de la polis y, por tanto, si esto es así, lo lógico es que los iguales se repartan por turnos ese gobierno. Democracia pura. Democracia de comunidad de vecinos. [..]
Y es que, volviendo a Rousseau, “es contra las leyes de la naturaleza … que un imbécil conduzca a un hombre sabio”.»
No me molesto en contradecir falacias; ¿apelar a Rousseau contra la democracia directa?.
Y desisto de comentar más estolidez ofuscada en cercenar la democracia participativa, para reemplazarla por la representación (ausencia del representado) aristocrática de FAES, IDEAS y demás.
Un buen sitio para desintoxicarse es http://www.reforma13.es
He tratado de desintoxicarme, pero la página venezolana no trabaja (curioso movimiento aristotélico) y en su otro enlace me he encontrado con LISTAS de
candidatos, cuyo fundamento democrático es CERO!, opciones 1 y 2, la opción 3 es absurda. Se eligen personas no listas o partidos.
http://www.reforma13.es/reforma13/listas-abiertas/
La constitución no necesita una reforma sino un cambio.
De todas formas, gracias por el enlace.
Estimado Viernes,
Agradezco tu intervención, aunque me gustaría aclarar algunas cosas:
La frase de «una vida política sin políticos» referia a la democracia atenientes es de uno de los mayores politólogos contemporáneos -Giovanni Sartori- en una de sus obras maestras cuya lectura recomiendo -¿Qué es la democracia?, pag.204-; y, aunque simplifica una realidad compleja, como cualquier otra afirmación breve, refleja bastante bien cómo funcionaba la Grecia clásica en la que un 90% de las magistraturas y cargos públicos eran ocupados por ciudanos designados por sorteo con rápidas rotaciones. La elección por sorteo era lo más habitual ya que era vista como la más democrática: las elecciones favorecerían a los más ricos, elocuentes y famosos, mientras que el sorteo repartía el trabajo de la administración entre toda la ciudadanía, integrándolos dentro de la experiencia democrática que, en palabras de Aristóteles, suponía “gobernar y ser gobernado por turnos” (Política 1317b28-30).
En cualquier caso, la parte más importante del argumento, citando a Rousseau es que la democracia directa exigía de tal modo a los ciudadanos que sólo era posible apoyándose en la esclavitud.
En cuanto a Foustel de Coulanges es uno de los mayores expertos en el mundo griego y la frase la refería a toda la etapa democrática griega incluida la talasocracia. Si lo prefieres es más fuerte la frase de otro gran autor: «La polis como totalidad de la comunidad civil da mucho; pero también puede exigir el máximo. Ella se impone sin miramientos a los individuos y les imprime su propio sigilo … El valor del individuo y de su conducta se mide exclusivamente en razón de la ventaja o del daño de la polis» (Werner Jaeger). No es oro todo lo que reluce.
Por cierto, en cuanto a Rousseau como defensor de la democracia directa, él elogiaba a los espartanos no a los atenienses; para él el pueblo debía hacer poquísimo. Para él la mejor forma de gobierno era una república «aristocrática» fundada sobre elecciones, porque «la mejor y más natural sistematización es que los sabios gobiernen a la multitud, cuando se asegure que gobernarán en interés de la multitud» (El contrato social, III, 4, 5). Rousseau alababa a Venecia, verdadera república aristocrático-oligárquica; y a Ginebra (haste que fue expulsado), ciudad estratificada en clases, censataria y oligárquica: una república que excluía del voto a más del 90% de sus habitantes. Para ser el héroe del antielitismo, Rousseau era bastante elitista.
Saludos,
Isaac
Estimado Isaac, le agradezco especialmente su tolerante paciencia, pero sigo pensando que al menos respecto a la filosofía política no tiene ningún argumento.
1.- «En cualquier caso, la parte más importante del argumento, citando a Rousseau es que la democracia directa exigía de tal modo a los ciudadanos que sólo era posible apoyándose en la esclavitud.»
Pues cito:
«Entre los Griegos todo lo que el Pueblo tenia que hacer, lo hacia por sí mismo, y así continuamente estaba congregado en las plazas. Pero los Griegos poseian un clima dulce, no eran codiciosos, y teniendo esclavos para sus trabajos particulares, su único negocio era su libertad. […]
¡Que! ¿la libertad no se mantiene sino [con el] apoyo de la servidumbre? Puede ser, porque los dos excesos se tocan mutuamente, y es necesario evitar los excesos. Todo lo que no está fundado en la naturaleza, tiene sus inconvenientes, y la Sociedad civil muchos mas. Hay algunas infelices circunstancias en las que no se puede mantener la libertad sino a expensas de la esclavitud de otros, y en las que el Ciudadano no puede ser perfectamente libre sin que el esclavo sea extremamente esclavo: Tal era la situacion de Esparta. […]
Pero no por eso se piense que juzgo útiles y necesarios los esclavos, ni que el derecho de esclavitud sea legítimo, supuesto que he probado lo contrario.»
Primero relaciona no solo la esclavitud, también el clima y el carácter con la autonomía del Pueblo (los Griegos) participando en sus reuniones públicas, supongo que en asambleas políticas, mercados, celebraciones religiosas, fiestas, representaciones teatrales, juegos, etc …
Segundo, ni siquiera menciona la democracia directa, por contra sí relaciona a la totalitaria Esparta con la esclavitud extrema.
Y por último, se refiere individualmente al Ciudadano dentro de la Sociedad civil; no se refiere a la sociedad política democrática de ciudadanos, en términos generales todo varón libre, mayor de edad y de padres nacidos en la ciudad.
2.- «Por cierto, en cuanto a Rousseau como defensor de la democracia directa, él elogiaba a los espartanos no a los atenienses; para él el pueblo debía hacer poquísimo.»
Lo que interesa de Rousseau no son las simpatías de un ilustrado preromántico, sino su teoría democrática.
Este aserto: «Toda ley que el Pueblo no ratifica en persona, es nula, y no es ley.» , ya vale más que todas las funciones desempeñadas por el Pueblo en cualquier democracia representativa del pasado, el presente o el futuro.
Y este otro «la soberanía no puede ser representada por la misma razón que no puede ser enajenada», lo que hace es retomar la definición aristotélica del ciudadano, como el que participa de la autoridad soberana. No es poco ni poquísimo, es fundamental para que la ciudadanía se vincule de súbito a la vida política.
Fuente: http://es.wikisource.org/wiki/El_contrato_social_(1819):_Libro_III_-_Capítulo_XV
Saludos
Algunas precisiones:
1.- La crudeza de las cifras :
«Aproximadamente unos cien funcionarios de un total de un millar eran electos mediante votación. Había dos tipos: los que debían manejar grandes cantidades de dinero, y los 10 generales, los strategoi.»
Es decir los cargos públicos renovados anualmente representaban un 2-3 %. de entre 30.000 (s.IV) o 60.000 (s.V) ciudadanos. En fín, en toda su vida uno podía esperar ser cargo público (tenían que postularse, era voluntario) una o dos veces si nadie repetía.
http://es.wikipedia.org/wiki/Democracia_ateniense
2.- Sartori, las mismas citas a Coulanges, Jaeger y Rousseau.
http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/3/1135/11.pdf
Según Pericles: «Los individuos pueden ellos mismos ocuparse simultáneamente de sus asuntos privados y de los públicos; no por el hecho de que cada uno esté entregado a lo suyo, su conocimiento de las materias políticas es insuficiente. Somos los únicos que tenemos más por inútil que por tranquila a la persona que no participa en las tareas de la comunidad.»
Yo tengo claro a quién creer, y también Oscar Vallés:
» Aunque la participación política directa era un pleno derecho del ateniense, dispositivos formales e informales de administración mediatizaban y controlaban tales derechos. La frecuencia de las reuniones de tales órganos y la asistencia ciudadana fue mucho menor de lo que generalmente se piensa. También las posibilidades reales de asistencia eran muy limitadas durante la democracia clásica. La inmensa mayoría de los atenienses no poseían esclavos, como es la creencia común; a lo sumo podían tener un criado para la casa. El grueso de los atenienses eran labradores o artesanos que trabajaban por su cuenta. Los más pobres eran jornaleros del campo. La Ecclesía y la Boulé estaban formadas, «en palabras de Sócrates, por lavanderos, zapateros, carpinteros, herreros, labradores, comerciantes y tenderos, y este hecho, precisamente, era el que ridiculizaban los aristócratas en sus críticas» (Jones, 1984:86).»
Viernes utiliza unos epítetos que realmente nos cierran la puerta para aprender de lo mucho que, intuimos, debe saber.
En este y muchos otros foros se nota la falta de docentes de Ciencia Política, es una de las «especies ausentes» y sería muy de agradecer que se explicasen porque algo de lo que hoy nos sucede debe ser fruto de sus enseñanzas.
Al final del post dejo un pequeño vídeo que ilustra lo equivocado de usar modelos simplificados para entender el funcionamiento de algo. También en política, o en economía.
Al grabar en las mentes juveniles la idea de un «modelo» surge de modo espontáneo la idea de «permanencia en el tiempo». Si regresamos al modelo nos movemos en lo correcto, en «lo seguro». Pero lo real no es así, es distinto y nos muestra que el futuro depende del pasado, de un pasado impreciso, y de los efectos de nuestros actos presentes, nuestra acción humana (refleja, instintiva y reflexiva) y que por ello el futuro está siempre por escribir.
http://www.youtube.com/watch?v=RCUhm63ioCU
Este modelo también es una «simplificación».
Llevo unos días leyendo los Federalist Papers más importantes. De Momento el 10 y el 51 de Madison y Hamilton. Son bastante relevantes para la esencia de nuestros debates políticos actuales pero no debemos olvidar que sus principios llevan funcionando (y evolucionando) más de dos siglos.
Y eso es mucho tiempo.
Saludos
Gracias por el vídeo Señor Oquendo, el Universo siempre ha sido tema de estudio durante todas las épocas, y está presente en la arquitectura, la pintura , en fin en muchos lugares. ¡ Su mirada sí que es Universal!.
http://www.youtube.com/watch?v=xOf4SktPDak
Saludos.
Del futuro nadie sabe, pero si es verdad que del pasado no podemos desligarnos por completo, siempre está presente en el hoy para el mañana.
http://www.youtube.com/watch?v=3iRZnk54d68
Saludos.
@Manu Oquendo
No ha sido mi mejor entrada en un foro, me disculpo por el tono verdulero y desabrido, y reconozco humildemente que merecía la moderación.
¿Politólogo? No, solo curiosidad por contrastar lo que leo. Por ejemplo decir que la vida política de la polis transcurría sin políticos no es cierto, se mezcla la administración cotidiana con las tareas más políticas. La mayoría de cargos públicos eran sorteados, pero solo si no requerían aptitudes expertas. Los electos en base a méritos, por ejemplo los strategos (generales), el de hacienda, etc .., debían comparecer al final de cada año a rendir cuentas ante la asamblea. Si querían seguir debían renovar la confianza de sus conciudadanos como Pericles que fue arconte 14 años seguidos.
@Colapso2015
Para desintoxicarse «Debemos llamar a las cosas por su nombre», porque el tema tratado es la democracia directa no las listas abiertas. Pero ya que lo menciona parece que tiene más fundamento democrático la opción 0: ir a votar una vez cada cuatro años una lista cerrada y bloqueada.
Se olvida por lo visto que la democracia formal consiste no solo en elegir, sino también revocar a los gobernantes (Popper), vayan o no en listas.
He probado el link y funciona, pero puede buscar otro link por el título:
¿En Atenas, «la vida entera era pública»? Democracia y vida privada en la época de Pericles* Oscar Vallés
Saludos
Pelillos a la mar marinera, apreciado Viernes.
Gracias por su respuesta.
Un abrazo
Ciencia política es una construcción bien extraña, como concepto trata de designar la ciencia del poder, entre ello el estudio de lo político. Por otra parte, la política no puede ser bajo ningún concepto una ciencia-disciplina. Pues la política, es o debería ser, resultado y forma de una acción razonada. Ello, involucra todos y cada uno de los elementos de la sociedad (a efectos de gobernanza a mayoría, si bien, asuntos de existencia o científicos-experimentales no son susceptibles de opinión democrática), por lo tanto, no puede ser una disciplina, sino una acción, representada(a). Lo cual no implica, aquellos asuntos de lo político, deban ser necesariamente consultados sin representación alguna.
@viernes:
Debería haber notado, el tono irónico se esconde en la colocación de las palabras.
Dejando de lado se pueda denominar democracia a una estructura de poder (elemento político) con adjetivos como asamblearia**, directa, participativa (a), …, sin añadir otros modificadores de concepto como impersonal, diferida, escrita (la ley), solamente rehuye el concepto. Sólo una forma de gobierno puede adquirir el óptimo de la dupla concepto-término democracia, podríamos decir los calificativos no aportan absolutamente nada.
(a) Los problemas de lo que usted denomina expertos*, sustituyen la acción representada del electo, en las democracias como Suiza y EEUU, (se muestran, en forma de corrupción clara en el Estado de partidos, como España), sino como lobbies legislativos en la sombra en la primera y claros en la segunda.
La falacia Rousseau, de pueblo no representado, se basa en el oxímoron “soberanía popular”. La cual obvia la más mínima coherencia de la posesión activa y cierta del poder. La democracia directa de Rousseau, el pueblo no representado, Decreto de 10 de octubre, propuesto por Saint-Just, es el objetivo pirómano de “La Comuna”, culmen de lo implícito, la representación-deidad Robespierre-Terror. Y a donde vamos, si vale la ironía, Tom Paine siempre acaba en la cárcel; con la “democracia” directa el sentido común acaba entre rejas. Pues usted, como muchos, confunde la actualidad con el conocimiento.
Por otra parte, la revocación de mandato es anterior a Popper, dado es una condición natural a la representatividad de la monada (Leibniz) política, conculcada por Sieyès y desarrollada posteriormente como óptimo en los sistemas liberales (Inglaterra), y no tan liberales, como los Estados de partidos. Si bien en este, como en España, es imperativo pero referente al partido (disciplina de voto, multa y expulsión) no al elector, aunque la constitución diga lo contrario. Es decir, el parlamento opera y ha operado en la ilegalidad,…, pero el mundo es actualismo irreflexivo y ¡no pasa nada!.
Y eso debe ser, ya no se paga la sabiduría solo la erudición.
Acusa usted indiscriminadamente a los padres fundadores de EEUU de esclavistas. Poniendo por encima a políticos griegos, debería usted notar los griegos tenían esclavos.
Y, negar la reflexión política no requiere tiempo e información e incluso experiencia, es claramente una falacia. Volvemos a la ciencia infusa de Rousseau, el mismo razonamiento de “pueblo soberano”, carente de sentido.
*: asimilable a tecnoestructura de Galbraith.
**: http://www.youtube.com/watch?v=rFVLyYDWbzY
Por partes como diría Jack:
«Acusa usted indiscriminadamente a los padres fundadores de EEUU de esclavistas.»
Eso es lo que usted cree.
«Por otra parte, la revocación de mandato es anterior a Popper …»
Y tan anterior, se remonta casi XXV siglos
http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2008/mash/La%20rendicion%20de%20cuentas%20en%20la%20historia%20de%20la%20democracia.htm
«La democracia directa de Rousseau, el pueblo no representado, Decreto de 10 de octubre, …»
Difícilmente puede culpar a Rousseau, ya estaba muerto.
«Sólo una forma de gobierno puede adquirir el óptimo de la dupla concepto-término democracia, podríamos decir los calificativos no aportan absolutamente nada.»
Aristóteles distinguía 4 o 5 tipos de democracias, ¡pero usted podría superarle solo con su presciencia!
Sobre Rousseau, las personas mueren (recordemos trasladaron simbólicamente sus restos en “plena” revolución decapitadora) pero sus ideas perduran,…, y sirven como argumento para razonamientos futuros. Ej. este post, o yo mismo con Montesquieu. Creo, podemos denominar, sin equivocarnos, son precursores ideológicos. Hegel, Marx, Hayek, Mandeville, …, etc.
Aristóteles fue un gigante, pero como todas las personas también se equivoca*.
¿Cual era para Aristóteles la forma más virtuosa?
Respecto al asunto de la revocación de representación en la mónada política, es claro es anterior, lógico, racional y natural. Solamente quería poner de manifiesto donde dejó de ser algo consustancial a la acción política; y sirvió como fundamento y costumbre arquetípica.
Un saludo.
*:http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_geoc%C3%A9ntrica
«¿Cual era para Aristóteles la forma más virtuosa?»
¿No dijo antes que «La virtud no es una forma de gobierno, la democracia formal si.»?
Le copio un extracto (no recuerdo de qué libro):
«Además, la distinción entre lo privado y lo público la usa Aristóteles para evaluar las desviaciones de los regímenes de gobierno. La monarquía es el gobierno de uno para el bien común; la tiranía el gobierno de uno para sí mismo; la aristocracia el de pocos para el bien común; la oligarquía el de pocos para ellos mismos, y así sucesivamente: «El problema es general y se da en todos los regímenes, incluso en los rectos, pero sus desviaciones hacen esto volviendo sus miradas hacia el interés particular [tò ídion aposkopoûsai]; lo mismo sucede con los regímenes que no lo hacen así, sino que se dirigen al bien común [tò koinòn agathòn]», op. cit., III, 13, 1284b (p. 96).»
O sea Aristóteles era roussoniano, o al revés.
Saludo2
Por cierto, no rehuyo ningún concepto, solo entienda que los demás no somos tan cursis evitando las conjunciones ‘que’. Basta con una muestra (lo justo):
«Rousseau, no precisamente un autor de mi gusto,…, parte de otra falacia bastante sutil. La falacia radica, [en que] existe un modo de vida ideal y patrón, del cual las élites entienden, son expertos e IMPONDRÁN, y, por otra parte, trata el conocimiento como descendido de los cielos, la ciencia infusa.»
Para confirmar lo falaz de su monada neoplatónica:
“Sólo una forma de gobierno puede adquirir el óptimo de la dupla concepto-término democracia, podríamos decir [que] los calificativos no aportan absolutamente nada.”.
Hay que leer (ya lo siento) el ensayo venezolano:
» Sin embargo, nada tiene de extraño que un defensor de la democracia [Pericles, un aristócrata] tenga una visión «progresista» de los tiempos, y que monárquicos o aristócratas como Platón la tengan degenerativa.
La democracia supone una forma política y de vida deliberativa y responsable de lo que decidimos; la platónica una forma política y de vida contemplativa e infalible de lo que hacemos.»
O comprender mejor a Rousseau (CS, III, 4, p.36):
En un plano ideal la democracia sería una buena forma de gobierno. Pero en la práctica de la vida humana tiene muchos inconvenientes, el principal de los cuales es la confusión de las funciones legislativa y ejecutiva, es decir, la intromisión de asuntos particulares en la asamblea declarativa de la voluntad general. “Si hubiera un pueblo de dioses se gobernaría democráticamente. Un gobierno tan perfecto no conviene a los hombres”.
Y en el mismo sentido añade: “Tomando la palabra en su rigurosa acepción, no existirá jamás verdadera democracia [real], ni ha existido nunca. Es contra el orden natural que el mayor número gobierne y los menos sean gobernados. No se puede imaginar que el pueblo viva constantemente reunido para ocuparse de los negocios públicos, siendo fácil comprender que no podría delegar tal función sin que la forma de administración variase.”
http://www.opuslibros.org/Index_libros/Recensiones_1/rousseau_con.htm
Si no me cree solo tiene que examinarse socráticamente:
«Y a donde vamos, si vale la ironía, Tom Paine siempre acaba en la cárcel; con la “democracia” directa el sentido común acaba entre rejas. Pues usted, como muchos, confunde la actualidad con el conocimiento.»
O sea, en su caso, la ‘vida contemplativa e infalible’ o presciencia que no aporta nada.
La apelación a la prosa tiene menos recorrido -que- una Banda de Möbius, dado (-que-) su uso es incorrecto, redundante, superfluo y lento.
Es superfluo tratar de inferir, la democracia directa va ser algo distinto de lo ya experimentado en la historia. Tal y como Rousseau velaba acaba siendo un ente sin control (por las razones antes expuestas) necesariamente elitista (oligarquía) por deformación natural, Kamikaze.
Respecto a la supuesta contradicción, debe notar el error es suyo, al no distinguir entre reglas y efectos (política) de los electos.
La mónada política es una sección electoral formalizada*, enraizada en la sociedad civil, de la cual el representante recaba apoyo, asesoramiento, conocimiento, para emitir el voto. Es una relación de lealtad, entre el representado (electores) y el representante (electo).
La estructura que une la política con lo político.
*: una oficina de distrito tipo Reino Unido es una aproximación.
«Es superfluo tratar de inferir, [que] la democracia directa va ser algo distinto de lo ya experimentado en la historia.»
¿Ha visto esclavos redactar constituciones a través de redes sociales, como hacen los ciudadanos en Islandia?
¿Ha visto esclavos que guarden un cetme en sus casas, como tienen los ciudadanos en Suiza?
¿Entonces, que ha visto?
Y la única estructura no superflua (monada) que une la política con lo político es el mismo hombre,
http://es.wikipedia.org/wiki/Zoon_politikon
¿Ha visto (usted) esclavos (siervos) redactar (confeccionar) constituciones (políticas) a través (por medio) de redes sociales (informáticas), como hacen (hicieron) los ciudadanos (la parte activa de la sociedad) en Islandia? ¿Ha visto (usted) esclavos (siervos < 40?) que guarden (obligatoriamente) un cetme (fusil de asalto,…) en sus casas (su residencia), como tienen los ciudadanos (VARONES? 20-40) en Suiza (confederación)?
¿Entonces, que ha visto?
Veo, busca el ad hominem con fruición.
“la política con lo político es el mismo hombre”
¿Me puede usted explicar cómo puede ser el individuo, en su esencia e unicidad, entidad de lo político? Pongamos para muestra, se llama Robison Crusoe. Espero su razonamiento de construcción con atención.
«Respecto a la supuesta contradicción, debe notar [que] el error es suyo, al no distinguir entre reglas y efectos (política) de los electos.»
Ya tengo bastante con mis propias contradicciones, solo digo que confunde el pasado con el conocimiento.
«La apelación a la prosa tiene menos recorrido -que- una Banda de Möbius, dado (-que-) su uso es incorrecto, redundante, superfluo y lento.»
Ninguna objeción al respecto, es tan libre de cambiar los ‘que’ por las comas como de escribir tan cursi, ininteligible, incorrecto y lento como quiera. Solo le deseo mucha suerte para komunikarse kulturalmente con los indios.
«Veo, [que] busca el ad hominem con fruición.»
Indio decir ¡Jau!.
«¿Me puede usted explicar cómo puede ser el individuo, en su esencia e unicidad, entidad de lo político? Pongamos para muestra, se llama Robison Crusoe. Espero su razonamiento de construcción con atención.»
¿Me puede explicar un hombre sin mujer, o una persona sin sociedad o a Robinson sin Viernes? Pues eso.
¿Y no será que la representatividad en su articulación actual promueve la ignorancia política de la población?
Uno diría que hemos caído en manos de los expertos.
Correcto juan, esa es la pura verdad, estamos en manos de los expertos desde hace bastantes años. Esas élites que tanto defiende el artículo son las que nos traen por el camino de la amargura. Las élites gobiernan bien para sí mismas, es decir para la minoría de la que forman parte. Así que es absurdo pensar que puedan hacer nada bueno para el resto, solo lo mínimo que crean necesario para que la gente no se les rebele y a veces ni siquiera, lo cual demuestra que ni para eso son tan listos.
A vuela pluma, se adivina cierto darwinismo social en el artículo, los ricos y los gobernantes lo son porque son mejores. Y esto es radicalmente falso. Si bien es evidente que no somos iguales en nuestras capacidades físicas o cognitivas, de aquí no deriva que los ricos son más ricos porque son más listos y más guapos. El entorno socioeconómico es clave, y aunque no genere determinaciones mecánicas, sí genera ( siguiendo categorías de Bunge) determinaciones probabilísticas.
Además continuando el hilo de su argumentación, nos encontraríamos con que el voto también tendría que ser restringido, la polis para la aristocracia y el trabajo y la sumisión para el resto.
En esta partitocracia, como la define González Trevijano, o en esta oligarquía en términos de Aristóteles, donde un grupo de partidos se repartieron el poder y han derivado en oligarquías por la ley de hierro de los partidos enunciada por Michels, y donde hay una desconexión absoluta entre los partidos/ empresas y sus representados. parte de la solución no pasa porque la ciudadanía esté votando y decidiendo 24 horas, sino porque no se le RESTRINJA EL DERECHO A DECIDIR en determinadas cuestiones o cuando lo considere oportuno, mediante referéndums vinculantes y procesos revocatorios.
Si dispusiésemos hoy de estos mecanismos, el Gobierno no podría inclumplir seguramente su programa ni aplicar las políticas económicas que está llevando a cabo y que van contra el interés general de la mayor parte de la población.
Pero la solución no pasa sólo por una democracia formal , sino por la garantía de los derechos materiales, que aunque la CE recoge en cierta forma, están siendo violados continuamente por el Gobierno, situándose fuera de la Ley y configurándose en el auténtico antisistema. No hay derechos formales sin derechos materiales, y en un país con enormes e históricas desigualdades económicas, es imposible la democracia. El poder económico es poder político y así vemos como las puertas giratorias y la desigualdad de medios para la participación han devenido en el desastroso estado actual de las cosas. Los errores ontológicos del régimen surgido de la Transición, sus contradicciones internas, no podían terminar de otra forma. Caminamos hacia el neofeudalismo, si la resistencia popular no lo impide.
Conozco a personas con cargos bastante menos notorios que el suyo, y con una inteligencia y capacidad de razonamiento bastante mayor que la que usted ha desplegado en este artículo. Mire esto de los sabios y los ignorantes, y todo esa proclama elitista , me recuerda a las tesis de Kipling de la carga del hombre blanco, o la aristocracia falangista de Primo de Rivera, tan admirados por distinguidos miembros del PP.
No somos capaces de elegir bien porque no estamos motivados a hacerlo. Es decir, los mecanismos participativos son tan pobres y nuestro voto vale tan poco que no nos rinde ninguna ganancia informar-nos bien. Por otra parte hay otro gran secreto y es que aun cuando nos informamos es imposible elegir bien. Explicaré porqué.
He percibido que justamente usas una frase copiada textualmente del mismo Aristóteles http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/2311/1/01.%20ALFREDO%20CRUZ%20PRADOS,%20La%20Pol%C3%ADtica%20de%20Arist%C3%B3teles%20y%20la%20Democracia%20%28II%29.pdf
Aristóteles era un aristócrata convencido. El creía ingenuamente en el gobierno de los mejores como tú. Pero el modelo representativo, un modelo basado en la elección del mejor, es el que está fracasando porque resulta no es posible elegir al mejor. Entre otras cosas porque «mejor» políticamente hablando es un concepto subjetivo. Influyen demasiadas variables como para saber quien será mejor o peor.
Por el contrario cuando son un grupo pequeño de ciudadanos que se ve con la responsabilidad de decidir sobre algo, entonces lo hace bien. Siente aliciente para informar-se y tiende a decidir sensatamente. Esto está siendo estudiado con numerosos experimentos des de hace ya bastante. Y está más que demostrado que fiar-se de los expertos en política, es lo peor que uno puede hacer. La inteligencia de pocos es notablemente inferior a la inteligencia de muchos. Y voy a dejar unas cuantas citas para que te hagan pensar:
«Se ha comprobado que los grupos diversos toman mejores decisiones que los grupos expertos ―y por supuesto mejor que los grupos políticamente homogéneos» ―. Scott Page (caltech)
«Cuando los ciudadanos tienen la oportunidad de considerar seriamente los lados enfrentados en una polémica, aprovechan la oportunidad para informarse mucho más. Sus juicios ponderados demuestran mayores niveles de conocimiento y mayor consistencia con sus valores y creencias básicas. Estos experimentos demuestran que el público tiene la capacidad para vérselas con complejas controversias públicas; el problema es que normalmente les falta un contexto institucional que les motive a hacerlo.» – Fishkin (Stanford)
«Los ciudadanos no son incentivados a formarse opiniones políticas bien estudiadas y razonadas, puesto que su voto prácticamente no cuenta para nada y no se paga ningún precio por tomar decisiones o votar sin haberse informado adecuadamente.» – Shumpeter
«Las investigaciones empíricas muestran que los grupos diversos superan el desempeño, resolviendo problemas, de los grupos de expertos ―o lo que es lo mismo, que el valor de contar con perspectivas diferentes puede contar más que la experticia en la materia»― Landermore & Page
Por eso el SORTEO sigue siendo la herramienta democrática por excelencia que nos podría otorgar auténtico poder y liberarnos de las élites que no son otras que las económicas, no nos engañemos. El mejor no existe, no hay mejor. Porque cada uno es bueno en algo. La decisión mejor se obtiene cuando se juntan un conjunto de personas cognitivamente diversas, cada una buena en lo suyo y eso hace que de su deliberación emerja una decisión en conjunto mejor.
Y aquí enlaces de algunos de los muchos estudios científicos hechos hasta la fecha
http://press.princeton.edu/titles/8353.html
http://www.publicdeliberation.net/cgi/viewcontent.cgi?article=1190&context=jpd
http://cdd.stanford.edu/polls/docs/summary/
http://www.newdemocracy.com.au/