
No acabo de tener clara la naturaleza del ascenso de los populismos y partidos de la derecha más radical. No es que no la hubiera antes, pero nunca como hasta ahora había alcanzado los niveles a los que asistimos respecto a las maniobras políticas “a tres bandas”, en las que ideologías separadas por distancias insuperables no impiden llevar a cabo iniciativas políticas con las que deteriorar el espacio electoral del auténtico rival, que es otro.
“Estrategias todas ellas válidas por el fin que se persigue, sobrepasando de lejos el que “el fin justifica los medios”.
Un formato moderno del divide y vencerás, como eslogan que permite el ascenso del enemigo del enemigo, como vía para crear el espejismo público de que tú eres más necesario que nunca. Unas maneras sutiles y enrevesadas de, no pudiendo rectificar el rumbo de tus acciones políticas por razones de incapacidad -más psicológicas que ideológicas-, darle una patada en los morros de tu alternativa utilizando el culo del que tiene más próximo.
Estrategias todas ellas válidas por el fin que se persigue, sobrepasando de lejos el que “el fin justifica los medios”, y llegando hasta la imparable arcada compulsiva que aqueja a todo el entorno social. Y es que el problema es que no nos enteramos, en la que la falta de inteligencia intuitiva y la conveniencia cómoda se combinan para mantener, pese a todo, el mismo pensamiento que te conduce finalmente al vómito. Porque hay una manera de ejercer el derecho al voto que consiste en tragar lo indigerible perpetuando lo que nos dice un trocito de razón subvencionada, pese al extremo rechazo del estómago. Una disociación orgánica en toda regla que cínicamente nos importa un pepino. Discapacitados empeñados en una capacitación.
“Cuando lo que sucede en el mundo de lo fenomenológico adquiere características de péndulo, es porque ninguno de los extremos ha logrado lo que pretendía”.
Tan antiguo como el hombre y desde el principio, se han postulado diferentes paradigmas que nos hablan del fenómeno de la “circularidad” en la naturaleza humana, que es lo mismo que decir de la naturaleza en sí. En Oriente lo llamaron el karma, más cerca de nuestro entorno surgió el Mito del eterno retorno, por poner solo dos ejemplos más conocidos de aquello de lo que se trata. Las teorías sistémicas enfatizaron su importancia al analizar lo que acontece en los entresijos de cualquier conjunto humano. Y Gila lo representó en una viñeta en la que alguien que le había dado unas cuantas cuchilladas a un fulano, e interpelado por un tercero le contesta que lo hace porque le ha llamado asesino.
Cuando lo que sucede en el mundo de lo fenomenológico adquiere características de péndulo, es porque ninguno de los extremos ha logrado lo que pretendía. Y cabe preguntarse si lo que ahora sucede no obedece a que ninguna gobernanza ha sabido darle salida a la situación creada, metiéndonos a todos en el bucle infinito de un laberinto inacabable.
“…Si además dan la espalda a la esencia misma de la identidad humana, negando el papel que juega el sustrato natural de la materia sexual…”
Si la mal llamada izquierda, o siquiera aquellos que se autoasignan progresistas sin saber a lo que se están refiriendo para poder explicarlo, no reconocen la histórica equivocación de agarrarse a las dialécticas marxistas para establecer como objetivos centrales la definición del ciudadano como un sujeto pletórico de derechos, inflando su autoestima a niveles insoportables, y cargando su razón de un empoderamiento que ha llenado las plazas públicas y las camas privadas de una mala hostia insufrible, aunque no lo sufrague, no quedara otra que volver a la dinámica del péndulo.
Si además dan la espalda a la esencia misma de la identidad humana, negando el papel que juega el sustrato natural de la materia sexual, para interponer tanto el deseo contaminado de experiencias traumáticas o frustrantes, como su afán de apoderarse racionalmente de toda su biología desde una soberbia y prepotencia imperturbables, no harán sino retrasar más tiempo el retorno de la esfera a las posiciones anteriores.
Y si a eso le sumamos que los discursos de la tolerancia, la inclusión, la receptividad hacia el ajeno, la mentalidad abierta y la aceptación del diverso, chocan en fondo y forma con la práctica real que se llevan a cabo tanto por dignatarios como por los acólitos de a pie, constantemente empecinados en un relato exclusivo, un pensamiento único dominante y un apoderamiento de su verdad como La Verdad irrechazable, el problema creado adquiere connotaciones históricas.
Y ahora nos escandalizamos de lo que vemos, cuando no tuvimos la vergüenza de admitir las equivocaciones, sin tener siquiera la decencia de dudar de unas certezas que estaban siendo avisadas, dedicándonos en exclusiva a callar las voces de quienes advertían de los desastres, y ocultar las evidencias que pudieran señalar nuestra responsabilidad en todo ello.
¿Responsabilidad? ¿Alguna vez habéis entendido el sentido profundo de este concepto?
Es lo que hay.
Don Carlos ,no estoy cualificado para responder a las preguntas del debate que plantea , encuentro que se entrelazan barios conceptos que habría que desgranar uno a uno ,cosa que encuentro complicado de poder expresar con un escrito , aunque mi intuición me da algunas respuestas ,soy consciente de mi incapacidad para expresarme .
No obstante, me gustaría decir algo al respecto .
La conciencia es lo que nos hace distinguir el bien del mal , sabemos que algo es malo cuando atenta contra nuestra salud y la de los demás ,tanto físicamente como mentalmente . Muchas veces aceptamos las modas , modas que con el tiempo llegan a ser costumbres , costumbres que con el tiempo llegan a ser leyes , leyes que dicta el gremio político sin tener en cuenta algunos factores nocivos para el conjunto, pero beneficia a su ecosistema ,introduciendo especies invasoras en perjuicio de las especies autóctonas endémicas de un ecosistema ( los que somos un poco de campo lo sabemos bien ) No me refiero con esto a la inmigración con la que estoy a favor ,siempre que se haga organizadamente . A veces pienso que para ser del gremio pollito hay que ser especial ,porque para decirle a sus votantes una cosa y la contraria y que les sigan votando tienen que tener algo especial que no sabría definir
bien lo que es .
Volviendo a lo que es una moda , contaré una breve historia de cuando hice la mili . Nos juntamos varios hombres de remplazo en el tren y uno de ellos , al llegar al campamento, se declaró objetor de conciencia , y fue directamente al calabozo , Era una persona sencilla y educada , digo era porque cuando volví a verlo al cabo de unos mese no parecía el mismo . Tal vez fuera porque como lo veían como un rebelde se había convertido en un rebelde. Pasaron unos años y ya eran muchos los que se consideraban objetores de conciencia, se había convertido en una moda ,no lo hacían por ser objetores de conciencia . Ya no los metían en los calabozos y hacían servicios sociales , años más tarde se derogó la ley de la mili obligatoria .
Para terminar digo lo que el refrán “”haya cada cual con su conciencia “”y su responsabilidad . Y que no espere un segundo tiempo para remontar , tenemos el tiempo que tenemos y no hay más, afortunadamente solo se vive una vez ,como dice la canción.
Saludos
Querido Carlos, para responder a tu post habría que comenzar por la tediosa tarea de definir «Populismo». Al hacerlo vemos con claridad que el término es usado desde la cúpula actual del sistema de poder de Occidente para referirse a «todo aquello que se le opone o le molesta».
Es decir se trata de otro «fraude semántico» usado como arma para atribuir a otros el mismo comportamiento que exhibe el poder institucional de gobierno –muy especialmente de la actual Unión Europea. A poco que se analiza el término vemos la rapidez con la que se ha deteriorado el sistema de valores y de comportamientos públicos de nuestro sistema político. ¿Cómo si no puede nadie que haya hecho un bachiller de ciencias tragarse la milonga del CO2? Por cierto, este benéfico y maravilloso gas de la vida es la espina dorsal de toda la política económica de una UE en pleno proceso de empobrecimiento. Algo tan obvio solo se lo puede tragar una sociedad dirigida por ley (Parlamento Europeo año 2006) a multiplicar por 7.000 la incidencia de la Disforia de Género. Así estamos.
En este primer post no voy a extenderme en la degradación de la Paideia de los griegos –patria mental de los actuales sistemas democráticos– hasta llegar a las Políticas Identitarias que rompieron la figura igualadora y rotunda del «ciudadano» para fragmentarla en cualquier cosa que nos permita identificar nuestra particularísima «esencia personal».
Tampoco voy a referirme al abandono académico de la psicología introspectiva para la asunción –por parte del poder– de las técnicas cognitivas y el férreo control de nuestro «Espacio Cognitivo» ¡¡convertido en 5ª prioridad estratégica de la OTAN en su reunión de Madrid hace ahora un año!!. Ni al fomento de emotividad –en perjuicio de la racionalidad como legítimo motor de nuestro comportamiento.
Esta «movida» sistémica resulta evidente desde los años 90 con lo cual hay ya varias generaciones perdidas para el esfuerzo racional y, por consiguiente, víctimas más propicias de las emociones potenciadas e instigadas desde el poder.
Cada vez que escucho la palabrita caigo en la cuenta de que, sistemáticamente, el actual Populismo reside en la Comisión Europea, en Moncloa, en el Eliseo, en Ajuria Enea o en la Generalitat todos ellos activos agentes en pos de la emotividad con total abandono de la racionalidad aplicada al bien común de seres racionales.
Como he llegado hasta aquí sin hablar de sexo –uno, a fin de cuentas, optó en su día por Adler– voy a dejarlo aquí porque creo que lo que realmente ha proscrito el sistema es el uso de la Razón.
Estamos en las etapas finales –largas en todo caso– de nuestro declive civilizatorio y lo que sucede es lo que siempre hacen las Élites Parasitarias Terminales: Degradar a sus Poblaciones.
Un saludo cordial