En fechas recientes el famoso youtuber El Rubius ha hecho pública su decisión de cambiar su residencia fiscal a Andorra. Entre las razones aducidas, aparte de que afirma que muchos de sus amigos ya viven allí, están las razones económicas: en Andorra pagará un 10% de impuestos frente al 47% que tiene que pagar en España.
Este caso es uno más de la serie de youtubers que han decidido trasladarse a Andorra por motivos similares. Anteriormente otros conocidos influencers como Willyrex, Vegetta 777, The Grefg o Lolito ya lo hicieron (mi falta de familiaridad con estos personajes me hace sentir muy mayor).
Rubén Doblas Gundersen (más conocido por su sobrenombre, El Rubius) es el número uno de los youtubers en español con casi 40 millones de seguidores, habiendo sido incluido en 2106 por la revista Time en la lista de “líderes de la próxima generación”. Tiene unos ingresos anuales estimados de 4,3 millones de Euros según la web SocialBlade. Números igualmente astronómicos tienen otros de sus compañeros como Vegetta777 con 32 millones de seguidores y Willyrex con 16,6 millones, por poner algunos ejemplos.
Muchos de ellos dedican su canal a comentar partidas de videojuegos en directo o hablar de lo que les parece. Personalmente he entrado en las páginas de varios de estos personajes y he de reconocer que no me ha parecido nada interesante lo que dicen (como diría Bárbara Alpuente, ¿os he dicho ya que hoy me siento muy mayor?).
Independientemente de la opinión particular que uno pueda tener sobre estos contenidos, lo cierto es que el número de seguidores que tienen es impresionante y esto nos hace pensar que es un fenómeno ante el cual no podemos mirar para otro lado porque tiene un peso en la sociedad, especialmente entre las capas más jóvenes.
También es cierto que la economía digital en general supone un reto importante para los legisladores en general y, en particular, para las políticas impositivas. La rapidez con la que han evolucionado los modelos económicos no ha sido posible de seguir por parte de las leyes (por ejemplo, desde 1990 no se ha actualizado el catálogo de profesiones en Hacienda).
No son solo estas estrellas de internet las que han decidido desde hace años mudar su residencia fiscal a Andorra. Deportistas como Arancha Sánchez Vicario, cantantes como Montserrat Caballé o pilotos de moto como Joan Mir, Maverick Viñales o los hermanos Espargaró se encuentran entre los privilegiados por el destino que han elegido este país para vivir. Al Rubius hay que reconocerle la sinceridad al hacer pública su intención y explicar sus razones, a diferencia de la mayoría del resto que lo han hecho sin que se sepa hasta que lo ha destapado la prensa.
¿Qué razones aducen estos millonarios para justificar su marcha a países de menor imposición fiscal?
Aparte de las virtudes de vivir en un país como Andorra por sus paisajes, su tranquilidad, las amistades que ya vivan allí y el hecho de que esté a apenas 2 horas de ciudades como Barcelona, la razón de fondo es la importante reducción de impuestos ya comentada. Tampoco ayuda el hecho de que estas personas suelen sufrir un cierto acoso de Hacienda que, con objetivo ejemplarizante, hacen un seguimiento mucho más intenso de sus fortunas que al resto de los ciudadanos.
Otro argumento empleado es que, en muchos de los casos, el origen de sus ingresos está en gran medida fuera de España, por lo que no tiene sentido que se paguen todos los impuestos en nuestro país (en esto hay que reconocer que tienen un punto).
En contra de estos argumentos está el ético, la necesidad de contribuir con los impuestos a los servicios públicos, de los que esas personas han disfrutado mucho tiempo así como lo siguen haciendo sus familiares y amigos. ¿Cómo si no se pagarían las carreteras, la sanidad, la policía y ejército, la educación, las pensiones, el desempleo, etc.? En un país como España con un peso importante de las prestaciones públicas, una deuda cada día mayor y una crisis económica galopante, se ve como un acto de flagrante insolidaridad que los que más tienen (y por tanto más pueden aportar) decidan acogerse a países con políticas fiscales más indulgentes. El hecho de que sea gente joven y enrollada no les hace diferentes en este aspecto de otras grandes fortunas.
Hay que decir que algunos youtubers importantes se han mostrado en contra de mudar su residencia a otros países. Ibai Llanos y Alex El Capo son algunos de ellos.
Es interesante la encuesta que La Sexta hizo a 150 jóvenes de entre 16 y 30 años sobre los impuestos a raíz de toda esta polémica. En ella el 85% tienen claro que no se iría a vivir un paraíso fiscal y más del 70% entienden que los impuestos sirven para proporcionar los servicios públicos.
El hecho de que el Rubius haya decidido hacer público su traslado al Principado ha tenido una repercusión mediática evidente y ha generado un enorme debate en redes sociales.
Además de la polémica desatada entre los que le apoyan y los que rechazan su decisión en dichas redes, la discusión se ha trasladado también a un debate entre los medios de comunicación convencionales y estos nuevos comunicadores. Los youtubers argumentan que la inquina con que éstos han tratado el tema se deriva de la envidia, del hecho de que mientras que ellos, trabajando solos, tienen decenas de millones de seguidores, los medios, disponiendo de plantillas de muchas personas, consiguen un número muy inferior de lectores o televidentes.
Hacienda y el Gobierno se han visto obligados a terciar también en el tema criticando el traslado y poniendo en marcha nuevos y más eficaces sistemas de vigilancia (incluyendo el uso de Big Data) para evitar fraude en el mismo (para hacerlo de forma legal el interesado tiene que residir realmente al menos 183 días al año en el otro país).
Al igual que con artistas, deportistas de élite, etc., el problema radica en que estos personajes son referentes para la sociedad. Si ellos lo hacen ¿por qué no lo voy a hacer yo en cuanto pueda, aunque sea a menor escala?
En cualquier caso, más allá de este caso concreto, tenemos un problema de fondo con las diferencias de política fiscal entre los distintos países, que provoca estos traslados de residencia.
El tema tiene un alcance mayor por cuanto, desde hace muchos años, las empresas multinacionales han aplicado ingeniería fiscal para trasladar los beneficios de sus filiales a aquellos países en que es menor la tributación.
Durante años en mi empresa tuve, entre otras cosas, que revisar la situación financiera de los proveedores con los que trabajábamos. Para mi sorpresa, en el caso de filiales de multinacionales, era frecuente encontrarlas en pérdidas aunque fuéramos conocedores de que habían tenido un excelente año desde el punto de vista económico. Entre estas filiales y su central hay intercambio de productos, servicios, royalties, etc. Entiendo que es fácil establecer la central de una empresa en un país con baja tributación y desde allí exigir a las filiales una parte sustancial de sus beneficios en concepto de patentes, servicios facilitados desde la corporación, etc. De esta manera la compañía local no tiene beneficios y éstos se derivan a la central donde se pagan muchos menos impuestos.
¿Por qué algunos países tienen una tributación más baja? En el caso de países pequeños (como Andorra) que no disponen de grandes recursos naturales, puede ser una manera de atraer capitales y conseguir una economía fuerte más allá que lo le permitirían su agricultura, ganadería y turismo.
No obstante este fenómeno no se limita a este tipo de países. En el caso de Europa es conocido que Irlanda, Países Bajos y Suiza han conseguido atraer a muchas multinacionales debido, entre otras razones, a sus ventajosas condiciones fiscales.
La armonización fiscal entre países es un objetivo difícil de conseguir ya que hay diferencias objetivas entre los mismos y muchos intereses en juego. Sin ir más lejos también dentro de España hay diferencias fiscales entre las distintas Comunidades Autónomas.
Si nos fijamos en nuestro país, observamos que, aunque tiene una tributación elevada para las rentas más altas, hay otros países europeos (Francia, Italia y Alemania entre otros) que nos superan. Sin embargo ofrece un IRPF especial para extranjeros (la denominada ley Beckham, por el jugador de fútbol) que limita los impuestos a pagar por este colectivo.
Está claro que una tributación más justa para las multinacionales y grandes fortunas, que se pueden mover de un país a otro con suma facilidad, requiere un acuerdo internacional.
Unas de las iniciativas más relevantes en este campo son las puestas en marcha por la OCDE, que en 2015 se fijó como objetivo el desarrollo de un marco fiscal global para la economía digital. De ahí se han desarrollado ideas como el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (la tasa Google).
Otra iniciativa importante es la lucha contra la denominada BEPS (“Base Erosion and Profit Shifting”, en español: “Erosión de la base tributaria y traslado de beneficios”). En su Plan de acción, publicado en 2014, se establecen las líneas básicas de lo que habría que hacer para mejorar la situación. En este otro documento (“Addressing the Tax Challenges of the Digitalisation of the Economy”) estudia la determinación de la dirección real del negocio, de dónde se obtienen los ingresos, y no tanto la residencia fiscal de la empresa
La filosofía de la propuesta de las recomendaciones de la OCDE se podría resumir en la frase “No se trata de donde vives, sino donde ganas” o sea, tributar donde se tenga una presencia económica significativa. Para ello, se plantean varios tipos de factores a tener en cuenta: el basado en la procedencia de su beneficio, los factores digitales y la procedencia del usuario de este tipo de servicios digitales
No es mi intención, ni puedo, profundizar en los aspectos legales y económicos de estas propuestas, pero sí es importante destacar que van por el buen camino. Lo que hace falta es voluntad política de instituciones como la propia OCDE, la Comisión Europea y los Estados para llevarlo a cabo, pero no está siendo fácil avanzar, de hecho en 2017-2018 tanto EE.UU. como la Unión Europea decidieron poner en marcha sus propias iniciativas BEPS.
La pandemia de Covid-19 ha disparado el teletrabajo, con lo cual muchas personas pueden realizar su actividad desde cualquier sitio del mundo y, en general, ha acelerado el desarrollo de la economía digital. La polémica del Rubius y los impuestos en Andorra nos ha supuesto un toque de atención ante el que hay que reaccionar.
Buenos días Don Francisco
El problema con el Rubius, frente al cual me encuentro (supongo) en situación muy parecida a usted por edad y gustos, me temo que en el fondo es el mismo que se tenía con aquellos que en la RDA se querían largar a la RFA.
Y es que esa situación se «toleró» hasta que visto cómo se dejaba en evidencia el sistema del «paraíso» que suponía la RDA (recordemos que la RDA era el niño bonito del telón de acero) no hubo mas remedio que hacer el muro, alambradas, dividir Berlín, etc. Conviene recordar que el muro era para que no se escaparan no para que no entraran. Y tambien que no se escapaban a Polonia, Checoslovaquia, Hungría… si no a la RFA.
Lo digo porque el problema no son los impuestos, aunque lo sean para el Rubius. Tampoco los servicios que se dejan de poder ofrecer porque el Rubius no pague aquí.. cuando la estructura parasitaria de las televisiones detrae mucho mas recursos en sanidad, educación… que lo que el Rubius pagaría en varias vidas.
El verdadero problema es que el Rubius y los Rubius de turno y quienes les siguen pasan completamente por encima del sistema de adoctrinamiento social que pivota sobre las televisiones, Agencia Tributaria, y estructuras de Poder caducas; hechas a la medida de un élite parasitaria que si ha podido sobrevivir en estos últimos 45 años es porque se nos vendió que cómo España nada y que éste es el país donde mejor se vive.
Durante el franquismo se escuchaba la versión alternativa en esas radios galena que sintonizaban radio Andorra. Paradojas de la vida que ahora sea esta gente la que se vaya a Andorra.
Lo mas «jodido» para la Hacienda española, y nuestras parasitarias estructuras es que nos guste o no los Rubius crean tendencia. Si usted o yo, o MANU,.. queremos explicar a un extranjero, profesional de éxito, joven, ligado al mundo de las nuevas tecnologías, que quisiera venir a residir aquí los inconvenientes fiscales y no fiscales de la vida en nuestra patria lo tendríamos difícil.
Últimamente, desde hace ya unos 10 años, numerosos profesionales españoles, los de profesiones que ligadas a un mundo real, no al de una subvención perruna derivada de la fidelidad a una ideología que consolide el estatus de privilegios de los que mandan aquí, se han ido largando de España.
Me refiero a médicos, ingenieros, informáticos, biólogos… no necesariamente a Andorra, por supuesto, pero se han largado.
Supongo que muchos de los que critican a los Rubius antes o después querrán hacer como Cuba con sus «médicos». A los que usa para proveer de servicios sanitarios a terceros países (normalmente de su órbita ideológica, y de donde gran parte de su personal sanitario primigenio si ha podido se ha largado) a cambio de unos dólares que mayormente no van al profesional si no al Estado cubano. Profesionales a los que tienen «cogidos» porque su familia o allegados se queda en Cuba en calidad de «prenda».
La tentación totalitaria es infinita.
Y eso se sabe. Así que olvidémonos de que profesionales de alto nivel de terceros países quieran venir aquí alguna vez.
De la misma manera que tampoco querían irse a la RDA o Cuba.
Los Rubius son la guinda del pastel que nos define cómo un lugar no atractivo para cualquier joven que no quiera vivir de los momios y que busque un estatus que no le haga aceptar como «normal» la situación en que está la mayoría de los jóvenes aquí.
Por lo demás y respecto a cómo se debería de tributar dependiendo de donde se producen las «ganancias». Mucho cuidado o apretaremos aún mas nuestra propia soga de manera mucho mas efectiva.
Aquí lo explican muy bien:
https://disidentia.com/google-aplaude-y-agradece-el-google-tax/
El problema es que no se pueden poner puertas al campo.
Mientras tanto se pierden en el espacio satélites por valor de 400 millones de € cómo si nada. Yo hasta me pregunto si realmente se perdió o se revendió a un tercero bajo mano. Mientras jugamos al juego de las sillitas con las vacunas.
PS:
Hay algo que ruego que algún experto fiscal me ayude a aclarar:
Por lo que me han explicado, que no se si es cierto, no es que uno esté obligado a residir 183 días allí, en Andorra. Es que si se reside 183 días aquí, pringas. Y no es lo mismo.
Depende de la normativa fiscal de cada sitio tasar cual es el tiempo máximo que se puede pasar en el país, para que se pueda se pueda obligar a alguien a ser considerado residente fiscal, y si no se sobrepasa no puede meter la nariz respecto donde ha pasado el resto del tiempo. Para el caso, no puede obligarles a demostrar que han residido en Andorra 183 días.
Es decir el Rubius, y otros, podrían «disfrutar» de muestras deliciosas tapas y playas (en eso habíamos quedado, ahora ni eso) durante 182 días, estar dos meses en Andorra (que es, me parece, el tiempo mínimo que te obligan a residir) y el resto del año (4 meses mas o menos) de paseo por el mundo, pero no por territorio español y en base a la Ley Fiscal andorrana, que s donde reside pagar sus impuestos allí. Y la Agencia Tributaria española no es nadie para si no ha estado los 183 días aquí, fiscalizar donde pasa el resto de su tiempo.
Todo ello sin entrar en el tema de cómo y de donde vengan las rentas. Que es otra cosa.
Donde encuentro muy interesante ese tema que nos ha contado de las filiales que siempre pierden.. Y donde no se hasta que punto cuando una de esas casas matrices «invierte» en países exóticos, no se hasta que punto se dará a la inversa.
Otro tema es el de la residencia fiscal real de muchos de esos «llanitos» que tengo la sensación, por lo que cuentan, que pasan mucho, mucho,.. en los Sotograndes de turno; pero que con los que nadie se mete.
Hola Pasmao.
El tema es polémico y hay opiniones para todos los gustos, como se puede observar en este otro artículo (https://disidentia.com/balada-del-idiotes/), del mismo medio al que hace referencia.
En mi opinión, y tal y como se refleja en este artículo, las ineficiencias de nuestro sistema no justifican una decisión que está basada en la insolidaridad principalmente. Por otro lado, nuestro sistema tributario no difiere esencialmente del de otros países de nuestro entorno.
Países como Andorra no tienen el nivel de vida que tienen como consecuencia de sus recursos naturales o su eficiencia como sociedad, sino por un sistema fiscal que atrae (legalmente, eso sí) a fortunas que dejan, de esa manera, de contribuir a nuestros servicios públicos.
El problema adicional es el efecto ejemplarizante que tiene para la sociedad y especialmente para los jóvenes. Si se difunde la creencia de que “pagar impuestos es de tontos”, las desigualdades sociales crecerán cada día más. Precisamente las naciones donde se da un mayor grado de eficiencia en todos los sentidos, como Alemania o los países nórdicos, se caracterizan por un sentimiento generalizado de respeto a la ley, y no son países donde se paguen pocos impuestos, sino todo lo contrario.
Don Francisco
El respeto al estado de derecho por parte de las diferentes agencias tributarias del mundo no tiene nada que ver con el que hay en España.
El problema es la ficción en que nos empeñamos creer.
Por ejemplo, hemos vivido mucho tiempo pensando que nuestra sistema sanitario era el mejor del mundo. No era así. Pero hemos necesitado de una pandemia cómo esta para que muchos cayeran en la cuenta.
Por si fuera poco cuando nos comparamos fiscalmente con otros.. yo tengo grandes dudas (y después de las mentiras con la que se nos obsequia día a día aún, mas) que, por ejemplo, nuestros datos de PIB antes del bicho tuvieran cualquier parecido con lo que nos decían que eran. Y que en la práctica fuera mucho menor. Sumergida incluida.
Y de ahí que eso de que nuestra presión fiscal fuera tan «baja» cómo la que se nos vendía y fuera en realidad cuasi nórdica.. pero con los resultados cañís.
Que personas cómo el Rubius se quieran ir fuera.. simplemente evidencian lo mismo que lo que la pandemia ha evidenciado respecto nuestra sanidad.
Yo creo que la verdadera solidaridad empieza por no despilfarrar los recursos comunes. Algo que en los paises nórdicos es tabú. Y sólo después se puede empezar a recaudar. No me imagino un caso ERE en Estocolmo, Copenague… por ejemplo.
El Rubius es de ascendencia noruega por parte de padre. Y ha vivido tambíen allí.
La verdadera pregunta que se le debería de hacer es por qué por que eligió Andorra y no Noruega para irse a vivir.
Pero hacer esa pregunta presupone ahondar en el porqué de nuestra corrupción endémica y no la erá en los medios.
un muy cordial saludo
Hace poco el blog de Hay Derecho suscitaba la misma cuestión polémica: el deber fiscal de los ciudadanos por ética social a pesar de estar convencidos de que se pierde el dinero (nada menos que 40.000 millones de euros según la CNMC de despilfarro en contrataciones públicas). Nada que decir de los % de mordidas y comisiones que se han publicado y las que se desconocen (un buen artículo de Jesús Cacho hoy en «voz populi» sobre el asunto Pujol y sus derivadas). Nada que decir del sistema político clientelar para engrasar adhesiones y compra de votos con temas poíticos tan importantes como servicios públicos como (leído hoy en «El Confidencial»: sancionar a los gallos por violar a las gallinas»). Parece una broma, pero el 28 de diciembre queda lejos.
Amílcare Puviani ya a principios del siglo pasado denunciaba la impostura del gasto público frente a los impuestos («La teoría de la ilusión financiera»).
Claro está que los servicios públicos son caros si, además de no realizarlos los empleados públicos, se «externalizan» . O si, en cada presupuesto hay que contar con los «extras» de los «reformados» (por ejemplo) sin tener en cuenta el riesgo y ventura del empresario.
Vamos, ya nadie se cree lo del supuesto «estado de bienestar». Menos su «alto coste». Menos aún la justificación del «interés público» de la mayor parte de los gastos. A principios de la Transición el presupuesto público nacional no llegaba al billón de pesetas. Pasen y comparen. Nos están vendiendo «motos» sobre la necesidad de lo público primero y ahora resulta que se recurre a lo privado porque no se sabe gestionar lo público o, sale mejor cuenta estar en los consejos de administración de las empresas (cobrar sin responsabilidad).
El Sr. Sánchez -al parecer- se había comprometido con el Sr. Iglesias y desde luego con los ciudadanos españoles en su moción de censura al PP a publicar las listas de amnistiados fiscales y sus «paraísos». Alguien debió darle un toque porque todavía estamos esperando conocer esa lista de «rubius» y » morenos que habían llevado su dinero a soles que calientan más. De esos no se habla. Aquí se coge a alguien y se lo destripa mediáticamente para dar ejemplo mientras que, por la puerta de atrás de Barajas entran maletas cuyo contenido no sabemos.
Por último, mírese el gobierno (o los gobiernos) y cargos llenos de privilegios vitalicios. Su número y su eficacia real institucional (no ocurrencias).
Cuando la moralidad, la decencia y la honestidad se han vendido por un % desde hace tantos años, no me extraña que quien pueda escapar lo haga, aunque los demás mortales no lo hagamos. Es interesante el libro de Ruiz Jarabo, que fue director de la AET, sobre el sistema fiscal y el funcionamiento del sistema (el problema es que ha desaparecido del mercado).
Un saludo.
Hola O’Farrill.
El comentario que se me ocurre es que, la falta de eficiencia o incluso corrupción en el gasto público, no justifica una acción insolidaria como el llevarse el dinero a otro país porque se paga menos. Una injusticia no justifica otra. Persigamos las injusticias donde quiera que estén.
En mi opinión tan injusto es que las grandes fortunas solo paguen impuestos en Andorra como lo es que solo lo hagan en España. En caso de los youtubers tanto las empresas que les pagan como los seguidores que tiene (que es el producto que al final venden) son de muchos países y en función de ello tendrían que pagar a cada país.
Muchas gracias Francisco por su respuesta. No se trata de enfrentar dos injusticias, sino de ir a una realidad política democrática en que, se supone, los ciudadanos somos titulares de la «soberanía nacional» y, por tanto, exigimos al administrador los principios de eficacia y austeridad establecidos en las leyes. En cambio, cuando el administrador se ha apropiado de la finca, se cree e identifica con el Estado (grave equivocación) y, por tanto, de hecho se convierte en titular o propietario usurpador de la soberanía.
En todo caso he observado cómo personas que por su preparación deberían tener muy clara la diferencia entre Estado (ciudadanía constituída como tal) y simple gobierno, caen en la trampa. Es como si un administrador de fincas que sólo debe cumplir lo que indique la propiedad, le impone a ésta lo que buenamente se le ocurra hasta convertir a los propietarios en siervos a su servicio.
No pagar impuestos justos y solidarios de servicios comunes es injusto. Pagar gastos debidos al capricho, a la arbitrariedad o a la corrupción del administrador, es haber perdido la soberanía nacional.
Si vemos el trato tan diferente con que se producen las acciones frente a unos y a otros, tenemos además una afrenta social, una discriminación caprichosa (cuando no delictiva) y un insulto a la inteligencia de la gente.
El día que vivamos en un sistema auténticamente democrático donde sea la soberanía la que establezca gastos e impuestos a través de representantes legítimos, veremos cómo sobra la mitad del presupuesto nacional para cubrir con la misma eficiencia o más, todos los servicios. Lo he podido comprobar en muchos años de servicios públicos.
Un saludo.
Un cuerpo legislativo-democratico electo, puede pisotear (y de hecho lo hace) los derechos y libertades de la sociedad, con la misma facilidad que lo hace un país comunista totalitario en nuestros días.
La globalización se creó y se quedó, parece que a la gran mayoría le convino y aplaudió su llegada. Un río revuelto muy bien tramado y aceptado. No podemos rasgarnos las vestiduras ahora, porque una serie de personas, viendo el abuso que la agencia tributaria ejerce sobre ellos, haya decidido cambiar de país y pagar menos, es lícito hacerlo. Así, como todo deber de un prisionero de guerra, es escaparse.
Este es el juego de la globalización, esas son sus cartas. Que el dinero corra por todo el mundo sin fronteras, no así las personas.
Saludos
Así está el patio de los jóvenes y de los mayores.
https://www.youtube.com/watch?v=CUxm-9NZbyA
O cuando la corrección política hace el ridículo y miente.
Muy importantes los argumentos de fondo aducidos por el joven asturiano en el enlace aportado por R. Estévez. Una cosa es la cuestión moral de contribuir a los gastos comunes siempre que se hayan consensuado y otra diferente, como ya apuntaba en otro comentario, dar dinero para los caprichos de alguien, la corrupción clientelar (eso son muchos «gastos sociales») o la compra de adhesiones personales. Los datos aportados por Rallo son incuestionables sobre el porcentaje de impuestos en muchos países, incluido Portugal, donde por cierto hay un jefe de Estado con el pelo blanco y años de experiencia política a sus espaldas. La intervención de Bernardos, da una idea de cómo antes (gobierno PP) decía una cosa y ahora (PSOE) dice otra. De vergüenza ajena….Nunca muerdas la mano que te da de comer….. aunque sea en forma indirecta. Un saludo.
– El Rubius pagó 1.071.186,93 euros en diferentes impuestos, el 51,43% de sus ingresos totales –
El Liberal.
¡¡¡Rubius, bien llegado a Andorra!!!!