
Decir que la sociedad, el mundo, está habitado por personas cada vez más psicópatas, puede parecer una de esas afirmaciones que todo el mundo podría suscribir. Una de esas generalizaciones de barra de bar que destilan un negativismo crítico perfectamente asumible.
Una maldita generalización más —“es que la gente generaliza demasiado”, oí que decía indignado un hombre en el metro el otro día—, que en el fondo solo puede ser útil para narrar alguna perrería que has sufrido tú o algún conocido, o que has leído en el periódico, y que, en efecto, es un ejemplo de actuación desprovista de un mínimo de compasión o con un alto grado de egoísmo.
Lo terrible es que no es solo un lugar común. Asusta sincerarse con uno mismo y, traspasando la corteza de aquello que es tan corriente y tan antiguo que ni siquiera lo percibimos, comprender que en este mundo cada cual persigue exclusivamente sus intereses, pero —este es el gran problema de la sociedad actual— de una forma cada vez más asumida e incluso aplaudida por los demás. O, peor aún, envidiada. Y que lo que realmente nos mueve, en lo que volcamos toda nuestra energía y nuestra pasión —por más que maquillemos las apariencias de la forma más hipócritamente cómplice imaginable— es en aquello que consideramos nuestro. Es lo único que nos importa. ¿Y qué consideramos nuestro? Pues cualquier cosa que esté al alcance de nuestra larga mano y que podamos guardar en nuestro saco, quizá tras denodados y constantes esfuerzos a lo largo de la vida, legal o ilegalmente: bienes, terrenos, casas, coches, dineros y poder que nos sirvan para creer que nos sentimos protegidos y lo más a salvo posible —pura ficción— de las inclemencias que conlleva el hecho de estar vivo.
También consideramos como nuestros, o al menos como únicos objetivos de nuestras atenciones y desvelos, a los hijos, esposos-as, padres, hermanos, primeros amigos, vecinos bien avenidos, segundos amigos, primos, sobrinos… y poco más, en una espiral de proximidad-alejamiento. Es decir, aquellas personas que pueden o podrán cuidarnos más o menos el día que las necesitemos, si nosotros las cuidamos a ellas más o menos —a algunas es suficiente con un christmas por Navidad— el día que lo necesiten.
No es una simple acusación moralista. O en todo caso no es una acusación de la que ni yo ni nadie pueda sentirse excluido. Sencillamente es que los seres humanos no damos para más, hay que asumirlo. Por el momento. Pero ya que tanto nos está costando superar los impulsos animales (la acumulación de “bienes” y la feroz territorialidad, en este caso) a lo largo de años, siglos y milenios sobre este planeta, y que con tanta dificultad avanzamos (sí, avanzamos) hacia la compasión, la solidaridad, la generosidad…, al menos no nos permitamos los evidentes y burdos retrocesos que se están produciendo en el presente, con la complicidad o, sobre todo, el impulso de los antiguos y de los nuevísimos medios de comunicación, esos desaforados e inexpugnables gigantes invisibles que nos tienen cada vez más sometidos desde una avalancha de mediocridad y de psicopatía.
Lo de la territorialidad canina del hombre es tan visible desde las alturas… La primera vez que viajé en avión, además de la maravillosa sensación de sentirme pájaro —siempre que vuelvo a volar necesito reavivarla, viendo por la ventanilla cómo milagrosamente nos alzamos sobre el suelo—, lo que más me impresionó fue la interminable multitud de polígonos de distintos tamaños y colores que dividen la piel de la tierra, de una punta a otra, cada una con sus cercas y sus alambradas. Absolutamente TODO el planeta está así cuarteado, rigurosamente territorializado, exceptuando las inhóspitas montañas escarpadas.
¿Qué tiene que ver todo esto con la psicopatía? Desde que el comunismo marxista intentó violenta y torpemente eliminar la propiedad privada a principios del siglo pasado, o mejor dicho, arrebatársela a los ciudadanos para crear un estado totalitario dueño de todo, se ha reforzado la idea de que proteger tus posesiones personales es un derecho inalienable, un ejercicio de libertad. Y es cierto. Pero todos sabemos, muy en el fondo, que la compasión y la empatía, o sea, la capacidad de ponernos en la piel de los demás, está completamente ausente de las leyes que nos hemos dado. Y cada vez más de nuestra conciencia.
Otro ejemplo: ahora existe una profesión que te ayuda a triunfar. Triunfar, conseguir lo que ambicionas, alcanzar los objetivos de tus volubles y manipulables deseos, se ha convertido en el paradigma del bien hacer, de lo que en esta vida no solo es lícito sino loable. Al igual que en los deportes: tenis, fútbol, natación…, o en los concursos de televisión, en la actualidad lo único válido es ganar. Jugar no: ganar. En la vida cotidiana, un entrenador mental, un coach personal o ejecutivo, te ayudará a conseguir lo que desees, en tu profesión o en tus relaciones personales. No importa que utilices para ello tu hasta ahora tormentosa neurosis, tus manías, tus complejos, tus obsesiones… Apóyate en tu patología psíquica. Refuerza los rasgos más destacables de tu psicopatía, proyéctalos, aprende a utilizarlos a fondo y sin mala conciencia. Porque tú eres lo importante. Lo único importante.
La psicopatía es uno de los componentes de la triada oscura del carácter y la conducta (junto con el narcisismo y el maquiavelismo). Hay quien habla de una tétrada oscura añadiendo a los rasgos anteriores el sadismo. Son rasgos presentes en nuestra humana naturaleza, pero que la educación solía moderar y están acentuados o descontrolados en una minoría que se estima en el 1%. Por cierto, estos rasgos son más frecuentes en la población carcelaria… y en la clase política (!). Tal vez por ello lo importante no es lo que hace esa minoría, sino lo que les toleramos la mayoría… y volvamos al papel clave de la educación.
Me parece una critica bastante acertada y oportuna . Dicho esto me parece que muchas cosas de las que vemos leemos y escuchamos deberíamos darle la importancia que se le da a un pimiento , mas que nada por salud mental , porque me parece que es mejor una sonrrisa que una critica a algo que no tiene pies ni cabeza .
Me parece que cada cual se forja su propio destino atendiendo a su propia voluntad , aun cuando esa voluntad sea de un porcentaje muy bajo o insignificante , tal vez sea lo que nos hace libres que no las posesiones que uno pueda tener , mas bien soy de la opinión que somos nosotros los poseídos .Hace tiempo que comprendí que el pedazo de terreno que poseo no me pertenece , yo le pertenezco a el , es un compromiso del cual el beneficio no es mayor que el esfuerzo y penalidades . No hace falta poner vallas en ciertos terrenos cuando tienes unos vecinos que te respetan una simple piedra es mas que suficiente , por que esta es sagrada tanto para mi como para el vecino y el SIGPAC que diga lo que quiera , que un apretón de manos es un contrato en vigor de por vida . Obviamente no estoy generalizando , todo saben como funciona la agricultura actual , es como un señorío feudal , pero casi sin mano de obra en lo que se refiere a la labor de la tierra .
Dejando a un lado las divagaciones y centrándonos en el tema de la psicopatía , no tengo muy claro si el sentirse y mezclarse con un grupo excesivamente numeroso no pueda ser una clase de psicopatía ( Como diría Aristóteles la virtud esta en un termino medio ) .La voluntad es algo individual que funciona de forma colectiva y efectiva en algunas especies de animales obedeciendo a una ley natural de supervivencia , en los seres humanos la voluntad se puede unir para crear proyectos con fines de todo tipo algunas veces de tipo psicópata de voluntad enajenada , eso ocurre cuando la conciencia esta mas subyugada de la cuenta , por eso es importante tener siempre un poco de voluntad a recaudo en la mochila para uso personal .
El otro día me contaba una mujer que se perdió ella y su amiga en el monte buscando espárragos y suerte que tenia el móvil y pudo llamar a la policía para que las rescatara , no quise explicarle mi experiencia de lo que es perderse en pleno monte las veces que me he perdido , se pone uno nervioso y da mucha vergüenza , pero para salir solo hay que andar en linea recta , aveces muchas horas ,pero siempre se llega a algún sitio , y si sabes algo de supervivencia tampoco viene mal . Solo le dije que para no perderse lo mejor es no salirse del sendero .
Volviendo a la voluntad , me pregunto y si hipotéticamente ahora que vienen elecciones nos envolviese una voluntad como la de algunas especies animales y no fuésemos a votar nadie por un bien mayor , que cara se les quedaría a los políticos .
Que la vida es de alquiler; para usarla mal o bien durante un tiempo indeterminado es un hecho, y que nadie tiene la propiedad de su vida, porque hay que devolverla, lo avalan las estadísticas.
Pero la mayoría de nosotros (referido a los pocos españoles que vamos quedando y a algún occidental más), hemos forjado el concepto de que somos propietarios de nuestras vidas, y además proyectamos esa ilusión sobre cosas, personas y pensamientos.
Sobre las cosas, el actual consumo masivo, promueve que podamos poseer muchas, aunque se está empezando a cuestionar.
Sobre las personas como tu dices, intentamos un ejercicio de propiedad, queriendo perpetuarnos en nuestro hijos, inculcándoles nuestras obsesiones y nuestro carácter; sobre la pareja, los celos se relacionan con el amor siendo una especie de título de propiedad, hasta incluso a veces nos molesta que alguien de nuestro mismo sexo dé un buen consejo a nuestra novia, novio, esposa……
A los amigos les reprochamos que cambien y queremos incidir en sus decisiones.
Pero el mayor peligro para mí, es la propiedad de las ideas; en vez de expandirlas, usarlas y cambiarlas por otras nuevas, nos anclamos en la postura de «SON MIS IDEAS», con lo que las hacemos inamovibles, dando lugar al soy madridista, partidario de Franco o Socialista de toda la vida, conformando una estructura completamente rígida.
Esta actitud se fomenta desde el estado y los medios de comunicación como tu comentas, (por haber, hasta existe una ley que protege la propiedad intelectual).
En fin, yo no sé muy bien que son las psicopatías, pero deduzco que esta actitud de propiedad nos lleva a ellas.
Gracias por el artículo Miguel Angel, que impulsa a la reflexión sobre el mundo en que vivimos.
Un abrazo
Diría que el neoliberalismo implica la psicopatía. El manual del trumpismo así lo establece y lo pregona «America first». Cámbiese America por lo que se quiera, España, mi región, mi familia, mis intereses, mis deseos, mis necesidades, yo, etc. Lo mío, los míos y los otros. A los otros que los zurzan por no ser de los míos, cuidado con los otros que quieren quitarnos lo nuestro, los otros son peligrosos, malvados, intrusos, conspiran contra nosotros, si rascas no son ni humanos. Si sufren es porque se lo merecen, a mí no me importa lo que les pase mientras no me ocurra a mí. Están al acecho para okupar tu casa en cuanto salgas para ir al cine. Construyamos un muro o un foso entre los otros y nosotros, no queremos mezclarnos con esa gentuza, bueno solo lo mínimo para que nos quiten la mierda pero de lejos. Cerremos con siete llaves las puertas de nuestras casas, blindemos nuestro estilo de vida, nuestra libertad de llevar nuestra bandera, mi bandera. La verdad es la nuestra, los otros no saben, no entienden, no merecen, no pertenecen. A los otros ni agua. ¿Y de lo mío qué?
Estimada Ana: sin pretender establecer «tus» ideas dejas caer los tópicos surgidos del mundo de la propaganda de otros.
«Diría que el neoliberalismo implica psicopatía» dices para, a continución hablar del «manual del trumpismo» mezclando un poco «churras con merinas».
¿Intencionadamente? No lo creo…. El «América primero» se refería a dejar de intervenir en el resto del mundo, no desde el punto de vista social, sino bélico a mayor beneficio de la industria de armas ligada a la»costa este». Cuando tienes necesidades inmediatas -y EE.UU. es un gigante con pies de barro- lo lógico, lo sensato, lo que dice el sentido común, es atender antes la viga de tu ojo que la paja en el ojo ajeno.
Hay otros en EE.UU. que empiezan su mandato bombardeando la frontera Siria-Irak o lo continúan en forma imperialista que es la que produce negocio.
Si hablamos del «fundamentalismo USA» (Galtung) nos encontramos en todas las presidencias (excepto Trump)con verdaderos psicópatas convencidos mesiánicamente de la importancia de su «misión» divina: imponer la democracia ( o lo que ellos así llaman) al resto del mundo al igual que los psicópatas «calentólogos» imponiendo agendas dogmáticas distópicas (incluyo a nuestra UE).
¡Qué decir de otros autoproclamados líderes más cercanos rodeados de adulaciones bobaliconas mediante la compra de voluntades! (es fácil, ya que el dinero lo ponen los de siempre y las consecuencias las pagan los de siempre).
La psicopatía requiere el convencimiento (real o inducido por interés)de que «eres el mas grande», el mejor preparado para todo, el «líder» por excelencia.
Esto ya ocurre en el mundo de relaciones sociales. ¿Que son los llamados «influencer»? En su mayor parte hábiles personajes que aprovechan la debilidad cultural o la ignorancia supina de unas personas que los mitifica y los sigue. ¿Qué ocurre con esos «líderes» juveniles en las pandillas que exigen obediencia y respeto?. ¿Que hay de ese mundillo de divos creados artificialmente por la industria a los que la gente sigue bobaliconamente?
La psicopatía es una de las formas en que pretendemos clasificar una diversidad de seres humanos para entendernos nosotros mismos (sin éxito la mayor parte de las veces).
Las ciencias sociales no son exactas y, en acertadas palabras de Carlos Peiró, no pueden -ni deberían (añado)- afirmar nada con rotundidad (salvo por necedad o intereses). El ser humano es mucho más complejo.
Un cordial saludo.
Hablando de psicopatías traigo varios temitas menores. O quizás no.
1. Una de las más grandes pasiones humanas es alcanzar la capacidad de imponer a otros nuestro criterio, nuestras ideas o nuestros caprichos. Isaías Berlin llamó a esto Libertad Positiva o Libertad de Imposición Legal. Una forma un tanto freudiana de describir una libertad profundamente negativa. El síndrome es evidente en estos gobiernos de la Extrema Izquierda que desde Zapatero no hacen si no destruir todo lo que pueden cual buenos discípulos de Gramsci, Laclau y Mouffe.
Las personas que caen en dicha patología –propia de seres acomplejados necesitados de ayuda y afecto– suelen ser las menos dotadas para liderar nada. Las más rencorosas. Cuando estas personas acceden al poder es inevitable que sus sociedades se degraden y empobrezcan. Un precio carísimo que hoy vemos en Barcelona, por poner un caso que lamentablemente no es infrecuente porque San Sebastián sigue siendo una Isla en medio de un Gulag guipuzcoano en los pueblos de la provincia.
Alfred Adler, el gran psicólogo vienés, identificó el ansia de poder como el más poderoso de nuestros instintos motores y, la verdad, no estaba muy equivocado. De los tres grandes de la psicología introspectiva es el que mejor pervive.
2. Esto de los Okupas estallará en la cara del PSOE antes de las elecciones de finales de año. Y lo hará por el boca a boca porque los medios callan. A saber por qué. Desde luego la situación muestra que no se habría producido si el poder gubernamental (en España y en Bruselas) no la hubiese promovido con asrtera diligencia. Colau lideró el proceso desde los manuales antes citados.
La situación es ya de una psicosis colectiva de más del 90% de la población adulta en ciudades más o menos importantes. Ni los inquilinos, ni Ayuso que está demasiado callada, están libres de esta grave preocupación: El estado, deliberadamente, fomenta la inquietud ciudadana hasta convertirla en la mayor preocupación.
Circulan por la Red, videos de aglomeraciones de protesta muy importantes en Barcelona hace dos po tres días a propósito de la llegada de Desokupa a los edificios de los que habábamos hace unos días porque algunos compañeros de foro viven a minutos andando.
Hoy en la Vanguardia ni siquiera se ve una pequeña foto de lo que se ve en los videos. La Generalitat es cómplice principal, igual que el PSC y Esquerra. La prensa calla y las TV tampoco se atreven a contarlo pero la situación comienza a ser Seísmica y Acuciante. Solo falta una cerilla.
Este tema reventará para las generales en los lugares más poblados.
3. En 1937 Wenceslao Fernández Flórez escribió un diario de su vida en Madrid. Vivió unos meses protegido por Portugal y Holanda hasta que el embajador holandés fue autorizado a sacarlo de España. Ese diario se publicó en Portugués hace unos 80 años. Nunca se publicó en Español hasta que, hace unos meses, se publicó en España por primera vez. Creo que el autor murió en 1965.
Al igual que «Siempre de Vuestro lado» de Alfredo Tamayo Ayestarán –sobre la realidad de los asesinatos y la extorsión abertzale vividos en Vascongadas desde dentro–, esta obrita –«Terror Rojo» (Ediciones 98) es imprescindible para quienes quieran tener una visión equilibrada de lo que, en Madrid, arrastra nuestra historia y que es imperativo borrar del mapa en un profundo lavado para restablecer la verdad por mucho que el rencor instrumental de algunos les rinda dividendos de poder.
Yo creo que la verdad suele ganar. Con el tiempo, claro.
Una de las cosas que cuenta es cómo los milicianos de las checas vecinas precintaron un piso en su edificio pero se olvidaron un gato dentro que no pudo salir y allí murió aullando lastimero un par de semanas más tarde porque ningún vecino se atrevió a ir a alguna checa a pedir permiso para sacarlo.
Saludos
Buenas tardes Miguel Ángel
No soy un especialista en el tema. Pero el otro día tuve la fortuna de escuchar una charla con el Dr. Iñaki Piñuel y Zabala, que parece ser uno de los mayores especialistas en estos temas.
Lo hice por Youtube a través de un canal que recomiendo que se llama «Terra Ignota». La cosa fue larga, por suerte, poco mas de dos horas.
Hubo una serie de cosas que me quedaron claras. Espero.
1/ Los psicópatas nacen y se hacen. Y no es un trastorno de la personalidad (sociópatas), no es una «enfermedad». Es una forma de ser. Es como si fueran otra raza de humanos, aunque compatibles genéticamente con nosotros.
Los que nacen, pues nacen. Hay una componente genética. Y los que se hacen, lo son después después de un proceso, y una vez lo son no hay vuelta atrás. Algo ha hecho click en esas gentes que hace que sea imposible que puedan cambiar.
El Doctor no quiso entrar en el detalle del proceso, pero si dejó muy claro que es algo estudiado y tasado.
2/ Los psicópatas no son necesariamente mas inteligentes. Es su amoralidad lo que les pone en «ventaja». Pero esa amoralidad no representa ninguna ventaja en ningún campo. Excepto para si mismos. No se puede concluir que para determinadas actividades es mejor tener al mando a un psicópata porque lo hará mejor, teniendo la precaución de atarlo en corto. Porque esa visión cortoplacista está abocada al desastre.
3/ No tienen imaginación. No tienen pensamiento creativo. Parasitarán muy bien el de terceros pudiendo parecer que sí, pero será una ficción.
Ahí les dejo el link
https://www.youtube.com/watch?v=HywqRJNV4Hk
Y les recomiendo encarecidamente el canal. https://www.youtube.com/@TerraIgnota
No soy mucho de Youtube, prefiero leer, pero es gente que en general vale mucho la pena. Y sobre el 11M han hecho una serie de programas que le reconcilian a uno con las nuevas generaciones, no todo está perdido.
Un saludo muy cordial.
PS
Les leo a menudo, otra cosa es que me quede tiempo para comentar.
Respecto lo que comenta Manu sobre los okupas… cómo bien dice es significativo el silencio de algunos al respecto (y hace bien en señalar a Díaz Ayuso) y yo creo, como él, que antes o después es un tema que reventará.